El Giróscopo Viajero inicia un viaje por Finlandia en verano. Queremos compartirlo con vosotros día a día, que sigáis la ruta trazada en el mapa desde hace tiempo. Estuvimos hace poco en el otoño de Finlandia, un país de lagos y bosques, donde la ruska del otoño tiñe de dorado el paisaje. Recorrimos su geografía de sur a norte, de Helsinki a Rovaniemi, rozando la Laponia finlandesa, pasando por Tampere; de las Islas Åland a Turku; de oeste a este, de Lahti a Jyväskyla, en la Región de los Lagos, adentrándonos en tierras de Carelia, a un paso de Rusia. Lo hicimos en ferry a través de los archipiélagos infinitos de las Åland y de Turku; en tren, por el laberinto de la red de ferrocarril de Finlandia y en bici, por los cientos de pistas de un país hecho para ser recorrido en bici.
Ahora tenemos todo el verano por delante para continuar descubriendo este país escandinavo. Comienza un nuevo viaje por Finlandia, pero en esta ocasión se lo contaremos en directo. ¡Acompáñennos al verano de Finlandia!
El viaje a Finlandia comienza en Estocolmo, Suecia
¿Por qué partir de Suecia para llegar a Finlandia? Los vuelos desde España a Estocolmo son interesantes, están a buen precio y hay muchos desde Madrid, Barcelona, las islas Canarias,…Pero una de las razones principales que nos llevó a ello es que es una gran ocasión para conocer la capital de Suecia en verano. Habíamos hecho lo mismo a principios del otoño pasado, un estupendo city break en Estocolmo. Ahora nos lanzaremos durante dos o tres días a disfrutar la ciudad en la estación del año más cálida-
Estocolmo en verano está llena de vida, el clima templado anima a la gente a llenar las terrazas, las calles y las islas de gente. Y hasta altas horas de la noche, ya que los días a mediados de junio son los más largos del año. Jornadas inmensas que hacen que la visita a Estocolmo sea larga e intensa.
Callejear por las islas -recordemos que Estocolmo es un archipiélago de 14 islas-, pararse a tomar algo, fundirse con la gente. Recorrer de nuevo el casco antiguo, Gamla Stan, para fotografiar por enésima vez la plaza de Stortorget con sus casas de colores, y entrar en el Museo Nobel para impregnarse del pensamiento y de las palabras de algunos de los premiados en Literatura. Llegar a barrios que desconocíamos, donde no hay turistas, como Östermalm, donde visitamos el Museo de la Historia de Suecia (Historia Museet), el mercado cubierto de Östermalm y comemos el sushi más delicioso de Estocolmo. O regresar a la Isla de Djurgården, la isla de los museos, donde está el Museo Vasa, el Museo Abba, el Spritmuseumy el Parque de atracciones de Gröna lund. Pero en esta ocasión, la isla Djurgården está mas viva que nunca, la gente se sienta a disfrutar de los espacios abiertos, de los parques, del mar que los rodea, con vistas a otros puntos de la ciudad.
Otra opción para disfrutar del verano de Estocolmo es embarcarse en un crucero bajo los puentes de la ciudad, dos largas horas para descubrir su belleza desde otro punto de vista. O pasar del mar Báltico al lago Malaren en otro crucero desde Estocolmo para visitar el Palacio Drottningholm.
Uno de los mejores momentos, el largo atardecer que no termina nunca de llegar en el Montelius Vägen, un lugar que descubrimos en este viaje con unas vistas panorámicas fantásticas de Estocolmo. Sentarse con la juventud frente a un picnic improvisado y unas cervezas mirando al casco antiguo de Estocolmo.
Hay otras muchas razones por las que es ideal comenzar el viaje a Finlandia en Estocolmo, entre ellas, que las Islas Åland están en medio, ese archipiélago de 30 mil islas -65 de las cuales están habitadas – perteneciente a Finlandia en el que se habla sueco. Un lugar donde comienza otro viaje, a un paraíso nada lejano.
Viaje en ferry de Estocolmo a las Islas Aland
La siguiente etapa de nuestro viaje a Finlandia comienza en el ferry que nos llevará a las Islas Åland. Nos embarcamos en ese enorme navío que nos llevará de crucero por el Archipiélago de Estocolmo, una sucesión de islas, muchas de ellas con pueblos encantadores, otras deshabitadas. A bordo del ferry a las Islas Åland contemplamos desde cubierta fantásticas vistas panorámicas. Y como es verano, podemos subir a la terraza, donde el sol luce e invita a la contemplación.
El trayecto en ferry de Estocolmo a las Islas Åland dura tan solo 5 horas y es muy barato. Los servicios son numerosos: restaurantes, tiendas, bares, lugares para estar más tranquilo, incluso hay conciertos. De hecho, hay gente que viene de Estocolmo para pasar el fin de semana navegando, disfrutando del crucero y de las fiestas que tienen lugar el fin de semana. La primera vez vivimos la aventura de ir en el ferry nocturno y nos dimos cuenta de que la gente venía a divertirse. En esta ocasión cogimos el ferry diurno, muy práctico. Y la principal ventaja: es un viaje en sí mismo que nos permite conocer el Archipiélago de Estocolmo.
El puerto de Mariehamn, la capital de las Islas Ålands se divisa ya desde la cubierta. Pronto desembarcamos en uno de los archipiélagos más bellos de Finlandia.
Viaje por las Islas Åland, parada obligatoria entre Suecia y Finlandia
Nos quedaremos unos días en las Islas Åland, primero en Mariehamn y después en la isla de Vardö. La primera vez que vinimos a la principal ciudad de las Åland, nos habíamos enamorado de su arquitectura: esas casas viejas de madera de colores situadas en barrios tranquilos. Pueden verse por todas partes en las islas, llaman todo el tiempo nuestra atención, será porque son diferentes a la arquitectura que conocemos. Su encanto es evidente.
Recorremos la avenida principal a pie para llegar al camping de Mariehamn, aunque nos quedaremos en un alojamiento cercano, donde hay bungalows. Pero en Mariehamn hay alojamientos de calidad, como el Hotel Alandia, donde estuvimos en el pasado viaje a Finlandia. Diseño, calidad y un espacio restaurante-pub con mucho estilo. Disfrutaremos ahí de un concierto de rock una de estas largas noches de verano.
No volvemos a los excelentes museos de Mariehamn: el Museo Marítimo, el Museo de Historia,…pero sí regresamos al puerto deportivo y seguimos hasta Österhamn, un puerto encantador donde se encuentra Sjökvarteret, un conjunto de casas de madera de color rojo falum, donde se construyen barcos y hay sietes talleres de artesanía local y tiendas, además de un museo de motores marinos. Y disfrutamos de las ricas pizzas, de los platos marinos y de las cervezas locales que nos ofrece uno de nuestros restaurantes favoritos en Mariehamn. Desde allí vemos el Báltico, y ese bonito navío antiguo.
En Sjökvarteret seguimos el puerto marítimo tradicional con botes de madera, casas flotantes, y la pequeña capilla de madera blanca de Seafarers, un rincón maravilloso que se presta para la fotografía.
Recomendamos una ruta a pie o en bici por el sur de Mariehamn, sin perder de vista el mar, casas de madera de colores que se integran perfectamente en la naturaleza. Y al final de la ruta, el puerto pesquero de Mariehamn, un lugar tranquilo, cercano al gran puerto donde arriban los ferries.
Las Islas Åland en bici
Los siguientes días los dedicaremos a recorrer las Islas Åland en bici. Ya lo habíamos experimentado la primera vez y pensamos que es una buena forma de conocer las islas. Aunque no somos unos ciclistas empedernidos, sí recomendamos estar en cierta forma para hacer todos los kilómetros posibles. Y si no, alquilar un coche es otra opción.
Las Islas Åland son numerosas y no se pueden ver todas en tan solo unos días, pero sí recorrer algunas de las principales. Nosotros tenemos tres días para ello. Para llegar a la Isla de Vardö, cogemos el autobús en la pequeña estación de autobuses de Mariehamn, situada frente a la biblioteca municipal. Un simpático conductor, de origen alandés y guadalupeño nos lleva por pueblitos de las Åland durante una hora. Una ocasión para ver desde otro punto de vista.
Un bonito camping nos espera en Vardö, el camping Sandösund, grande, con sauna, bicis y canosas (todo de alquiler), un rincón con un paisaje fantástico que define muy bien lo que veremos estos tres días por las Islas Åland. De la parada de bus al camping hay 4 km, que se pueden hacer a pie o en autostop, o en coche de alquiler. Durante estos días atravesamos puentes, trayectos en trasbordador para pasar de una isla a otra.
Descubrimos Kastelholm Slott en el municipio de Sund, un castillo medieval situado en un magnífico entorno, y un conjunto de casas con molinos. También las ruinas de la fortaleza de Bomarsund, de la época en la que el Imperio Ruso se instalo en Finlandia. Y más lejos, en Godby, visitamos la cervecería Stalhallen, donde se fabrican litros de cerveza de las Islas Åland, de diferentes tipos, todas deliciosas. Está situada en un restaurante con comida de chef, una estupenda terraza y una zona de conciertos frente a un río. Y a un paso de allí un alojamiento con encanto, Stalldalen Åland. Cuando nos vamos de Godby, subimos a la alta torre de madera, con unas panorámicas del mar y del paisaje alandés impresionante.
Dejamos el último día para visitar la Isla de Vardö después de muchos kilómetros, nos lo tomamos con calma. Hacemos lo que más nos gusta, perdernos por los caminos, ahí es cuando opera la magia. Desembocamos en una pequeña cala, hoy sopla el viento, pero el granito rojo de las Åland lo cubre todo, hay dos casas con vistas privilegiadas. Y al regresar, un señor muy mayor que nos para y nos dice que en su casa tiene un museo, y no salimos de nuestro asombro al entrar en una tienda llena de productos antiguos de todos los orígenes. Pasamos un buen rato con él y nos cuenta la historia del navegante que vivió en esta casa…
Nos espera otra historia en otro camino sin salida, un magnífico coche de colores de principios del siglo XX de repente, unos preciosos perros que salen a nuestro encuentro y se ponen a jugar, y su dueña, una elegante señora con la que entablamos una larga conversación, y resulta ser una importante diseñadora.
Termina nuestra aventura en un puerto solitario, donde las aves se aparean. Todos estos largos días nuestros días terminaron viendo la puesta de sol, lenta, que empieza a las 11 de la noche. La luz nos acompaña casi toda la noche, son los días eternos del verano de Finlandia, que parecen aquellos de cuando éramos niños.
Ferry entre las Islas Åland y Turku, antigua capital de Finlandia
La siguiente etapa de nuestro viaje a Finlandia es de nuevo en un ferry, de nuevo atravesando un archipiélago, esta vez el Archipiélago de Turku, un enorme conjunto de cientos de islas e islotes desiertas, y ya acercándonos a Turku, de islas habitadas. Casas de madera de colores, saunas y embarcaderos a juego. Otro crucero de 5 horas, otro viaje que nos llevará al continente de Finlandia donde nos sigue esperando el verano.
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