Un año más – y son muchos- elaboramos el listado de los mejores destinos para viajar en 2024. No hay duda que será un año muy viajero, por lo que no viene nada mal una serie de recomendaciones de ciudades, regiones o países para descubrir.
La propuesta que presentamos está basada en sugerencias relacionadas con eventos concretos que se celebrarán en 2024 como las Olimpiadas de París, en Francia. Pero también buscamos nuevos destinos que cobran importancia con el lanzamiento de conexiones aéreas y o la apertura al turismo sostenible, un factor cada vez más importante a la hora de viajar.
Y es que el año pasado nos preguntábamos si después de la pandemia el turismo regresaría con conceptos novedosos. Sin embargo, ya advertíamos de los peligros de recuperar la fórmula del peligroso binomio viajar= consumir. La realidad es que es el turismo ha regresado, pero a veces transformado en la búsqueda del viaje más barato o el destino -a priori- más asequible, lo que equivale a concentración de gente y a la presión turística insoportable durante la temporada alta.
Por eso, en nuestro listado encontraremos lugares muy poco conocidos como Uganda o las islas Feroe (Dinamarca) y otros relativamente exóticos como Malasia, Japón o Corea del Sur. Destinos que a priori nos suenan más, como Indonesia con el referente de Bali, pero que trataremos de mostrar con islas menos conocidas. También nos adentraremos en territorios casi vírgenes para el turismo como Uganda. Ya sé ve que África y Asía tendrán un papel muy importante en 2024
Este es el listado de destinos
3.Islas Feroe/Faroe (Dinamarca)
10. Gran Canaria, Islas Canarias (España).
1.MALASIA
Malasia reúne numerosas virtudes para convertirse en uno de nuestros destinos turísticos favoritos, aunque no sea tan conocida como su vecina Tailandia. Se trata de un país fascinante con una gran patrimonio cultural – fruto de la composición multicultural de su población: malayos, inmigrantes de China, India e Indonesia -. Así como con una espectacular riqueza natural – numerosos parques nacionales, playas e islas – que ofrece mil y una posibilidades de turismo de aventura.
Malasia posee una peculiar geografía, ya que ocupa parte de la península malaya, que comparte con Tailandia y Singapur, y la isla de Borneo, con Indonesia y Brunéi.
Malasia es un destino perfecto para recorrer en un viaje organizado, ya que varias agencias de viajes proponen rutas por el país. Pero los aventureros también pueden viajar tranquilos por este país, puesto que goza de estabilidad política y de seguridad. Así como de infraestructuras hoteleras y de restauración, y numerosas rutas para recorrerlo por libre.
¿Por qué elegir Malasia?
Porque Malasia es un país de paisajes diversos: desde las montañas con cimas de más de 2000 metros, bosques tropicales, volcanes, así como sus islas idílicas y sus paradisíacas playas de aguas transparentes y arena dorada que se extienden a lo largo de 4800 kilómetros de costa. Tesoros escondidos para amantes de la tranquilidad y el submarinismo. Y la belleza de sus selvas tropicales y de sus parques nacionales – las áreas protegidas constituyen casi el 20% del territorio del país, con varios santuarios de aves -. Un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza y la vida salvaje animal.
Malasia también es su capital, Kuala Lumpur, con sus famosas Torres Petronas, sus rascacielos, distritos comerciales y edificios coloniales. Y ciudades coloniales como Malaca y George Town (Penang), declaradas Patrimonio Mundial de la UNESCO. Sin olvidar las delicias gastronómicas, reflejo de su multiculturalismo.
Qué ver en Malasia
Se puede comenzar por su capital, Kuala Lumpur, y recorrer después la Malasia peninsular – el 40% del territorio, donde se concentra el 80% de la población –, Malaca, con su casco antiguo Patrimonio UNESCO y sus islas y playas, o visitar las paradisíacas islas Perhentian, la isla de Langkawi (con su espectacular puente peatonal) o la isla de Tioman. Así como las espectaculares plantaciones de té de Cameron Highlands, y senderismo en Mossy Forest. O el Parque Nacional de Taman Negara, con la selva tropical más antigua del mundo.
La Malasia insular – que ocupa el norte de la isla de Borneo – es más tranquila y menos poblada. El Parque Nacional de Bako, para descubrir la fauna y flora de Borneo, sus bosques y hacer birdwatching. Y el Parque Nacional de Gunung Mulu y sus formaciones kársticas y las cuevas de Deer, Lang y Clearwater.
Cuándo viajar a Malasia
La temporada alta para viajar a Malasia es entre diciembre y febrero, por lo que conviene reservar con antelación para evitar los precios altos. Es temporada del monzón en la costa este de la Malasia peninsular y en el oeste del estado de Sarawak.
Entre julio y noviembre es la temporada media para viajar a Malasia, aunque hay que tener en cuenta que el monzón es en la costa oeste de la Malasia peninsular hasta septiembre.
La temporada baja es entre marzo y junio, una época más tranquila, aunque con más lluvias y humedad.
2. LA INDONESIA MENOS CONOCIDA
Estamos acostumbrados a que nos lleguen impactos visuales de la isla de Bali, sin duda la más conocida del archipiélago de Indonesia. Pero más allá de las bondades de Bali, el país cuenta con tantos lugares memorables que siempre apetece regresar y al mismo tiempo descentralizar el turismo en búsqueda de nuevos destinos semi desconocidos.
No quiere decir que si elegimos Indonesia para viajar en 2024 tengamos que renunciar a los templos y la cultura hinduista de Bali, a los preciosos templos budistas de Borobudur y Prambanan y los volcanes Bromo o Ijen de Java, o a las playas de Lombok; pero queremos dar visibilidad a otras islas como Flores, Komodo, Sumba, Sumatra, Borneo o Sulawasi, que ya merecen un viaje entero por sí mismas.
Por qué elegir estas islas
Indonesia siempre encandila, empezando por su naturaleza exótica, por la presencia de sus temidos volcanes, por sus irresistibles playas o por la gran cantidad de folclore y costumbres de sus diferentes etnias, como por ejemplo el teatro de marionetas y sombras. Los amantes de la fotografía y el café podrán pasar horas simplemente disfrutando de dos de los atractivos que ofrece Indonesia.
Hay planes para todos, desde navegar por el río Sekonyer para visitar el territorio de los orangutanes de Borneo, compartido con cocodrilos, gibones, macacos y cientos de especies de aves. O pasar unos días compartiendo actividades y conociendo a los indígenas de la etnia Toraja en la isla de Sulawesi, para terminar con el relax total en playas como Bira.
Qué ver y hacer
Isla de Flores
Las aldeas y poblados de Flores suponen un viaje etnográfico y antropológico en el que podremos apreciar la elaboración de los textiles típicos llamados Ikats. Uno de los días es menester madrugar para ver el amanecer en el mirador de los lagos de Kelimutu, que como un lienzo vivo van cambiando de color a lo largo del día.
Parque Nacional de Komodo
En la islas que forman el parque nacional de Komodo (Komodo, Rinca y Padar) viven los famosos dragones que han hecho célebre el nombre. Conocerlos es casi un viaje millones de años atrás en la que sus «primos» dinosaurios poblaban la Tierra. Los varanos son peligrosos, pero una visita con guía nos permitirá conocer a estos magníficos carnívoros que se han abierto camino a lo largo de los milenios.
Isla de Sumba
Es una de las islas más interesantes para los aventureros que busquen una Indonesia vinculada a las costumbres y tradiciones. Aquí la muerte todavía es entendida como un honor, y el culto religioso se expresa con mucha devoción y respeto a los ancestros
Sus playas de arena blanca no se ven saturadas por el turismo, y una zona muy destacada es la coste este, en la isla de Manguddu, en la que las tortugas desovan.
Isla de Sumatra
La selva de Tangkhan en la isla de Sumatra es un punto indispensable para ver los elefantes asiáticos. El paisaje va desde los campos de arroz a los volcanes humeantes olas selvas frondosas con orangutanes. En los poblados las diferentes etnias Batak nos permiten aproximarnos a su estilo de vida y costumbres, para terminar el viaje en un lugar especial como es el lago Toba en la isla de Samosir.
Isla de Borneo
Concienciar al viajero en los peligros del cambio climático y la destrucción del hábitat de los animales forma parte de la experiencia de viajar. Todo el mundo debería poder vivir la experiencia de conocer uno de los últimos refugios de los orangutanes, que en la isla de Borneo sobreviven frente a la deforestación y ocupación del ser humano.
Sulawesi
Sulawesi -las antiguas Islas Celebes- se puede definir como la Indonesia más exótica, y la razón son las creencias de sus habitantes, los Toraja. Todo, desde sus casas tradicionales llamadas Tongkonan, a los cementerios con tallas de madera denominados tau tau son tan fascinantes como poco conocidos. Bajo el agua nos esperan otras sorpresas como los fondos marinos de Bira, que para muchos es la mejor playa de las islas.
Cuándo viajar las islas de Indonesia
La época de lluvia va desde octubre a marzo pero hay notables diferencias en función de las islas a las que viajemos. Las temperaturas varían muy poco por lo que cualquier momento del año es perfecto para cuadrar las vacaciones.
Para conocer uno de los festejos más sorprendentes de Sumba y toda Indonesia, debemos ir después de la luna llena de febrero o marzo -dependiendo del distrito- cuando se celebra la Pasola, un evento con jinetes a caballo en el que se combate con lanzas poniendo la vida en peligro, para honrar a los marapu (espíritus).
3. ISLAS FAROE
Como si fueran el centro de un triángulo imaginario entre Islandia, Noruega y las islas de Shetland de Escocia, las islas Faroe se han reivindicado en la última década como un destino novedoso y muy apetecible.
Ya solo por algunos datos curiosos las Islas Faroe captan la atención. Para empezar el número de corderos supera al de habitantes, que disfrutan de inmensos pastos verdes como en pocos lugares del mundo. Por otro lado es uno de los países que más ha potenciado la sostenibilidad y las energías renovables, con más de un 50% procedentes de energías limpias.
Por qué elegir las Islas Feroe
Si bajase el nivel del mar -cosa improbable a tenor del camino que llevamos- se podría observar mejor que las Islas Faroe son unos picos volcánicos de roca negra que unen Islandia con la costa norte de Escocia.
Si queremos vivir un pequeño roadtrip, las Islas Faroe nos pueden aportar lo que en Islandia requiere mucho más tiempo de estancia y de conducción. Varias islas están conectadas con puentes y túneles por lo que moverse no es un problema. Además la tranquilidad es tal que solo hay tres semáforos y están en la capital Tórshavn.
¿Quieres otro incentivo para viajar a las islas Feroe? El transporte público en su capital Tórshavn es gratis. A todas estas razones se une la existencia de un vuelo directo desde Barcelona.
Qué ver en las Islas Feroe
Son 18 las islas que forman las Faroe, salvajes y agrestes en los referente a su paisaje. Ideales para los fotógrafos y los amantes del senderismo y las aves, que sin duda gozarán con los acantilados de basalto, las prodigiosas cascadas, el verdor de los valles, y ese mar que parece querer engullir la tierra.
Gastronómicamente los productos del mar como pescados, algas y por supuesto los corderos son los productos estrella. Históricamente la cocina dependía de la salazón, el fermentado y los ahumados. Todo potente para unas condiciones de un lugar olvidado en medio del mar. De hecho es imposible huir del mar ya que el punto más alejado de la costa está a solo 5 km.
¿Cuándo es la mejor época para visitar las Islas Feroe?
De enero a mayo y de octubre a diciembre las mínimas y máximas oscilan entre 1 y 10º por lo que si queremos disponer de «algo más» de calor, la mejor época es entre mayo y septiembre. Junio, julio y agosto son los meses más populares y cuando los frailecillos en la isla Mykines se dejan ver más. Además son los meses más luminosos, con una luz diurna hasta 20 horas al día, máximas promedio de alrededor de 13°C y la menor cantidad de lluvia. Por otro lado la población celebra el mejor tiempo con festivales gastronómicos, conciertos al aire libre y celebraciones nacionales.
4. LAS MÁS DESCONOCIDAS ISLAS DEL ARCHIPIÉLAGO DE LAS CÍCLADAS
Las islas griegas nunca faltan en ese listado de destinos paradisiacos cuando llega el calor del verano. En esta ocasión queremos poner en foco en cuatro de las islas Cícladas: Tinos, Siros, Sifnos y Folegandros.
Por qué elegir las Cícladas
Para los que no queremos renunciar a Grecia como destino y al mismo tiempo sentimos que la masificación y estacionalidad han saturado algunas de las islas más célebres como Santorini, Mykonos o incluso Creta, algunas de las islas Cícladas siguen siendo territorio que sufre menos el oleaje del turismo. Además, la cercanía con el puerto del Pireo las hace asequibles en tiempo embarcados en los ferries que alcanzan sus puertos.
Qué ver en las 4 islas Cícladas
Folegandros -la isla más pequeña de las Cícladas y fundada por los venecianos en el siglo XII- podría parecer a priori un destino inerte castigado por los vientos Meltemi, lo cierto es que la sencillez de su paisaje con casas blancas y cultivos en terrazas es la clave que atrae a los viajeros. El pueblo principal de Chora parece jugar al suicidio sobre el acantilado, mientras una serpiente en forma de escaleras asciende hasta la iglesia bizantina de Santa María (Panagia) que corona la montaña.
Sus playas son salvajes y esquivas pero siempre maravillosas como Katergó o Agali. En Folegandros encontrará ese ambiente natural en el que el colonialismo turístico no ha abrasado la isla. Y al final del día el espectáculo de la puesta de sol desde el faro de Aspropountas.
Sifnos es otra de las «islas menores» y apenas conocida en España. Para el cronista Plinio el Viejo su nombre en la antigüedad era Merope, antes de la conquista de los jonios atenienses. Durante siglos fue una isla hermética en la que incluso su población más importante, Apolonia, está en el interior, encastrada en laderas pronunciadas.
Merece mucho la pena el pueblo de Artemonas, decorado con sus molinos, iglesias y el castillo. También hay antiguos yacimientos como el de Seralía o los restos del preclásico cerca de la iglesia de Agios Andreas. Una de las actividades curiosas en dormir en uno de sus numerosos monasterios, como el Panagia tis Jrisopigis.
Las playas, numerosas, se pelean entre sí reivindicando el pódium de las más bellas, siendo para muchos Vaci la que presume de ello. Pero entre ouzo y ouzo escucharemos de los locales que en Sifnos se hallaban minas de oro y plata, ambicionadas por los que llegaban allende los mares.
Siros.
Siros (o Syros) tiene más movimiento que Sifnos y Folegandros, por lo que puede ser una alternativa para esos días que queremos regresar de la misantropía. De hecho su ubicación en el centro de las Cícladas – y especialmente de Mykonos- acentúa que sea visitada con excursiones de un día.
Hermúpolis – literalmente ciudad de Hermes- es su capital, en la que abundan los atractivos como el museo de la industria (la isla era también conocida como la Manchester griega), el teatro inspirado en la Scala de Milán, el museo arqueológico, o la plaza central llamada Plateia Miaouli con el ayuntamiento del siglo XIX. Frente al blanco de los edificios de otras islas, en Siros predominan los colores de tonos anaranjados y amarillentos.
Contrasta el rocoso y montañoso norte con el llano y más apto para los cultivos del sur. En el lado oeste de Siros, con vistas a la playa de Galissas, está la capilla de San Pakou, tan simple como representativa de la belleza de la isla. Mientras que en Ano Syros está la Catedral de San Jorge del siglo XIII presidiendo la colina.
Y por supuesto no son menos bellas las playas de Siros, con opciones de más o menos trasiego, destacando Asteria, Fetouri Beach, Delfini, Galisas, Megalos Yalos, Gramata, Paralia Agathopes, Azolimnos, Kímata y Aguios Nikolaos.
Tinos.
Finalmente está Tinos que es uno de esos destinos en los que no encontraremos el ruido de los lugares de fiesta, ni cruceristas que arrasan con cada escala. Podría parecer a priori un patito feo entre las hermosas islas griegas pero precisamente es la pureza la nota que a veces pasa desapercibida y que la hace más interesante.
Pese a ser montañosa es una isla fértil con una costa mordida que asemeja pequeños fiordos, lo que deja una cantidad de playas regadas cada pocos pasos. Un buen listado sale de los arenales de Ayio Sosti, Kionia, Kaparia, Ormos ton Isternion, Pánormos, Kolimbitra, Libada, Lijnaftia y Fero Jorio.
Tinos es conocida por la fiesta el quince de agosto de la Asunción en la que hay una peregrinación turística y religiosa de griegos ortodoxos. Fuera de esas fechas es una isla sumamente tranquila.
El museo arqueológico con restos de los templos de Poseidón y Anfitrite nos señala un pasado glorioso, e igualmente recomendable es una escapada por los pueblos de montaña, intactos en el tiempo, con Pyrgos, el pueblo de los artistas del mármol; Volax con sus extrañas rocas de granito; Arnados el más alto; Panormos donde es menester probar su pescado fresco, o Ysternia asomado a los acantilados. El viajero encontrará curiosos los abundantes cotes, palomares que servían para la cría de las palomas, cuya posesión en época veneciana y otomana era sinónimo de la riqueza de una familia.
Cuándo viajar a las Cícladas
Junio y septiembre son dos de los meses ideales para disfrutar de las islas Cícladas y de su mar con buenas temperaturas. Julio y Agosto casi ninguna de las islas se salva de la llegada de los «veraneantes» pero al ser menos turísticas que sus hermanas es la opción para los que no puedan elegir.
5. EGIPTO
Egipto y la egiptomanía nunca pasan de moda. Solo por eso el país africano podría estar todos los años en el listado de mejores lugares para viajar. Pero si además añadimos la reciente inauguración del Gran Museo Egipcio a sus maravillosas pirámides de Giza, el templo de Abu Simbel, Luxor, el crucero por el Nilo o la costa del Mar Rojo, entenderemos que tenemos para más de un viaje. Así que, ¿por qué no el primero en 2024?
Por qué elegir Egipto
Ramsés, Tutankamon, Nefertiti o Akenatón son nombres que han pasado a formar parte de la historia de la civilización egipcia, pero además atrajeron a los primeros viajeros que iniciaron el turismo como hoy lo concebimos. Con aquellos viajes de las élites británicas y alemanas surcando el río Nilo se empezó a forjar una relación que hoy sigue posicionando a Egipto como uno de los destinos más famosos del mundo.
En Egipto está la cuna de una de las civilizaciones más importantes y relevantes, pero además la oferta de turismo no es solo arqueológica, si no que la cultura, las tradiciones, la aventura y las actividades vinculadas a su naturaleza y playas componen un ramo de razones al que es imposible resistirse.
Qué ver en Egipto
La ruta o circuito por Egipto dependerá sobre todo del tiempo con el que contemos. Una semana es justo y exigirá centrarse en una zona menor, y con diez o quince días tocaremos prácticamente las zonas y puntos de interés más importantes.
El Cairo -pese a su tamaño y ajetreo- bien merece una oportunidad con el mercado de Khan el Kalili, el Barrio Copto, la Ciudadela de Saladino, o la Mezquita de Alabastro. Uno de los platos fuertes viene con las pirámides de Giza y la esfinge -y aprovechar para ver todos los tesoros del Gran Museo Egipcio-, pero en la lista del viaje no debe faltar.
Menfis, la primera capital de Egipto, para admirar la pirámide de Saqqara, su necrópolis, y la famosa estatua de Ramsés II. La pirámide romboidal y la pirámide roja de Snefru en Dashur. Por supuesto Lúxor -la antigua Tebas-, el Templo de Karnak, el el Valle de los Reyes, el templo de Hatshepsut y los grandiosos Colosos de Memnón. O el oasis de Siwa, el magníficamente conservado Templo ptolemaico de Edfu, dedicado al dios Horus. Los Templos de Abu Simbel, el Templo de Filae, bautizado como la Joya del Nilo y enclavado en una isla o el templo de Seti I en Abydos.
Navegar por el Nilo
El crucero por el Nilo para visitar algunos de estos lugares, así como las experiencias de navegar en una faluca -embarcaciones tradicionales-, probar la gastronomía egipcia, curiosear e ir de compras en los mercados, volar en globo para ver Luxor en el amanecer – si queremos guardar en la retina esa visión aunque nos haga rascar el bolsillo-, visitar un poblado Nubio o extender el viaje a Egipto con una escapada al Mar Rojo, por ejemplo a Hurghada, Sharm el-Sheij o Marsa Alam y bucear o relajarnos en sus playas.
Cuándo viajar Egipto
Egipto es interesante todo el año, sobre todo si lo que buscamos es conocer su patrimonio arqueológico. De noviembre a abril es la mejor época ya que el calor no es tan intenso como los meses de verano. Si optamos por junio, agosto y septiembre deberíamos combinar la visita a los templos – a poder ser a primera hora- con las playas del Mar Rojo.
6. ISLAS AZORES: TERCEIRA, GRACIOSA Y SÃO MIGUEL
Las islas Azores continuarán siendo uno de nuestros destinos favoritos en 2024, un destino cercano, con el encanto del Portugal continental y la belleza natural de las islas de Macaronesia. Un ejemplo más de nuestra fascinación por lo volcánico, como fue el caso de Islandia, Madeira o las islas Canarias. Los sucesivos viajes por las islas Azores que hemos hecho comenzaron en la puerta de entrada al archipiélago portugués: la isla de São Miguel.
La imposibilidad de visitar todas las islas en un sólo viaje, obliga a visitar las Azores en varias veces y por grupos de islas. Como, por ejemplo, el Triángulo de las islas Faial, Pico y São Jorge, pertenecientes al grupo central. En 2024 proponemos las islas de Terceira y Graciosa, siempre partiendo de São Miguel. Para otra ocasión quedará Santa María que, junto con São Miguel, forman el grupo oriental; y el lejano grupo occidental: las islas de Flores y Corvo.
São Miguel es la más conocida de las Azores, la más masificada, mientras que Terceira y Graciosa son más tranquilas. Una primera visita a São Miguel, Terceira y Graciosa exige al menos una semana en la primera, 5 o 6 días en la segunda, y 2- 3 en la última. En total, unos 15 días.
¿Por qué elegir las islas Azores?
Viajar a las islas Azores es descubrir un increíble geología y un particular mosaico de paisajes. Cada isla es un mundo que la hace peculiar, proponiéndonos viajes diferentes. Como es el caso de las islas del Triángulo: Faial con su caldera espectacular y su histórica capital, Horta; Pico y su impresionante volcán y el Paisaje vinicola, patrimonio de la Humanidad; y São Jorge y su geografía de fajanas y acantilados. Incluso la isla de São Miguel posee paisajes diferentes de prados, volcanes, lagunas, bosques de Laurisilva.
Las actividades se multiplican en las Azores: avistamiento de cetáceos, submarinismo, senderismo, barranquismo, termalismo, rutas por miradores,…Y la gastronomía alegra los paladares con productos y especialidades locales: cocidos únicos hechos en un cráter, pescados y mariscos, quesos, bolos lêvedos, quesadas, piñas y frutas tropicales, té y café,…
Qué ver en las Azores: São Miguel, Terceira y Graciosa
Hay mucho que ver en la isla Graciosa, a pesar de su pequeño tamaño: calderas, cuevas volcánicas, tubos volcánicos (furnas) con lagos en su interior, piscinas naturales, aguas termales, el faro más alto de las Azores, miradores, la ruta de los molinos, las deliciosas queijadas, vinos,…
Terceira es famosa por la ruta de los Misterios, su bella capital, Angra do Heroísmo, piscinas naturales, miradores espectaculares – como el de Serra do Cume -, la visita al interior de un volcán (Algar do Carvão), paseos entre fumarolas, viñas,…ruas especiales como la ruta de los Imperios (pequeños templos), senderismo por paisajes fascinantes,…
Finalmente, estos completos artículos detallan qué se puede ver y hacer en la isla de São Miguel: en el Nordeste y sur, el valle de Furnas, con su caldera y su laguna, las piscinas termales, el Parque Terra Nostra, comer el famoso cocido de Furnas y pasear entre fumarolas; visitar el islote de Vila Franca, un cráter con una piscina natural, comer las quesadas; visitar las plantaciones de piña de Azores, Ponta Delgada (la bella capital). En Nordeste, los bosque de Laurisilva, miradores espectaculares,…
Y en el noroeste y centro de São Miguel: los volcanes y lagunas de Sete Cidades, los campos de té, piscinas naturales, Ponta da Ferraria y sus termas, la zona termal de Caldeira Velha, Lagoa do Fogo, ….
Y aquí tienen más información sobre las islas Azores.
Cuándo viajar a las Azores: Terceira, Graciosa y São Miguel
Cualquier época es buena para visitar las Azores, aunque el tiempo es más estable en verano (temporada alta), y la temporada de lluvias es de octubre a marzo. El clima es cambiante y en un mismo día pueden ver todas las estaciones y hay varios microclimas. Siendo un clima subtropical templado, las temperaturas del aire y del agua son suaves todo el año.
7. UGANDA
Remitir a Winston Churchill con su afirmación que Uganda es la «Perla de África» puede parecer un tópico, pero lo cierto es que el país africano conserva aún ese aire salvaje y cautivador que encontraron los exploradores británicos del XIX.
La literatura y los viajes clásicos forjaron la leyenda de nombres como las fuentes del Nilo Blanco, en el lago Victoria, las cataratas Murchinson, lagos Alberto y Eduardo y la jungla con gorilas.
Pero Uganda no solo debe entenderse como un refugio de naturaleza, ya que sus etnias forman un abanico multicolor de gran valor antropológico que abarca los pastores Karamajongm los Ik (en el norte), los Batwa de los bosques ecuatoriales o a los Bakiga en el entorno de Kabale.
Por qué elegir Uganda
Enclavado en la región de los Grandes Lagos de África, Uganda comparte la orilla de los lagos Victoria, Alberto y Eduardo, además del Kyogaen el centro del país. Viajar a Uganda es recomendable porque tras su desconocida marca turística encontraremos todas las razones que atraen al viajero a África.
En la sabana podremos llevar a cabo safaris, en sus montañas trekkings para coronar sus picos, en sus humedales y lagos disfrutaremos de la vida salvaje de animales y flora, en los refugios de gorilas conoceremos -siempre de forma respetuosa y en pequeños grupos- uno de los últimos santuarios de gorilas de montaña. Precisamente Uganda es el país que permite de forma más económica visitar el ecosistema de los gorilas en el Bosque de Bwindi.
Viajar a Uganda multiplica su sentido, con un escenario único donde se produce el rastreo de los últimos gorilas de montaña del mundo (junto a Ruanda y Congo). Son varios los proyectos que promueven el desarrollo local, trabajando con las comunidades locales en el borde de las reserva, capacitando guías y prestándoles asistencia sanitaria.
Qué ver en Uganda
Después de décadas tumultuosas que causaron conflictos bélicos y desastres humanitarios, la naturaleza local también sufrió, con animales que prácticamente desaparecieron de su hábitat hasta que se puso en marcha una campaña de conservación y reintroducción de especies.
Como decíamos Uganda es conocida por sus gorilas pero no son los únicos primates, ya que chimpancés, colobos o Golden Monkey son otras de las diez especies que podemos ver en Budongo o Kibale. Además el turismo ornitológico permite hacer un tour fotográfico gracias a las mil aves diferentes que habitan Uganda.
Otro de los animales curiosos son los leones trepadores en el Queen Elizabeth National Park, en la zona de Ishasha, que suelen dormir en las ramas de los árboles a la sombra. No lejos del bosque impenetrable de Bwindi está el Parque Nacional Lake Mburo, cuyo safari en la reserva más pequeña de Uganda nos acercará a jirafas, hipopótamos, búfalos y cebras. Mientras, al sur del lago Alberto, el Semliki Safari Lodge ofrece la posibilidad de ver a los elefantes de la sabana.
Como actividad imprescindible también está el paseo en barco para ver las Las cataratas Murchison. Y al sur del parque está el Ziwa Rhino Sanctuary, que ha recuperado la presencia de rinocerontes blancos.
Cuándo viajar a Uganda
A Uganda se puede viajar todo el año ya que el clima es templado (el ecuador cruza sus fronteras), con oscilaciones que dependen de la altitud o zona. La temporada de lluvias va -siempre de forma orientativa- de septiembre a noviembre y de marzo a mayo, siempre dependiendo de la zona del país que visitemos. Julio y septiembre, o de diciembre a enero son dos buenos meses para conocer Uganda por las bajas precipitaciones, siendo ideales si optamos por safaris o acampadas.
8. TARTU CAPITAL DE LA CULTURA EUROPEA 2024 Y EL SUR DE ESTONIA
La capital de la cultura europea rota cada año y en 2024 serán las ciudades de Bad Ischl en Austria, Bodø en Noruega y Tartu en Estonia. Y precisamente a esta última queremos darle el foco de atención como uno de los lugares a visitar en 2024.
Las repúblicas bálticas suelen formar parte de circuitos demasiado intensos en los que en una semana se concentra «lo mejor» de Lituania, Estonia y Letonia. Normalmente se visitan las capitales y algunos lugares destacados. Sin embargo, como filosofía de viaje que recomendamos, el turismo debe reformularse para descubrirlo de otra manera. Y no hay mejor momento que siguiendo los fundamentos de sostenibilidad que encontraremos en las actividades de la capitalidad europea de la cultura de Tartu.
Por qué elegir el sur de Estonia
La ciudad de Tartu ha sido considerada durante mucho tiempo el centro cultural de Estonia, de modo que no es raro que haya sido elegida como co-sede de la capitalidad europea de la cultura.
Su tradición como ciudad universitaria -fundada por el rey Gustav II Adolf de Suecia en 1632, lo que la convierte en una de las universidades más antiguas del norte de Europa- siempre la ha convertido en el centro intelectual de Estonia, con muchos espacios verdes urbanos, su animada cultura de cafés y el río Emajõgi que divide la ciudad en dos.
Los eventos más populares incluyen Tartuff, un festival dedicado a películas románticas proyectadas en el cine emergente al aire libre más grande del Báltico, los Días Hanseáticos de Tartu, las jornadas estudiantiles dos veces al año, el Rally Estonia y el festival IDeeJazz. Además, en este 2024 la cantidad de propuestas culturales será muy extensa.
Tartu también alberga más de 20 museos y, desde 2015, también forma parte de la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO, obteniendo la designación de Ciudad Internacional de la Literatura.
Qué ver y hacer en el sur de Estonia
Las colinas y los valles del sur de Estonia esconden algunas joyas escénicas preciosas como castillos y mansiones de diferentes épocas y estilos. Su arquitectura elegante incluye edificios del renacimiento, el barroco y el art nouveau, algunos bellamente restaurados y abiertos al público como el castillo de Alatskivi, el castillo de Sangaste, las ruinas del Castillo de la Orden Viljandi o Mooste Manor.
¿Buscas fundirte con la naturaleza? Los majestuosos bosques y antiguos pantanos de Estonia son destinos de escapadas naturales populares entre los lugareños, adecuados para entusiastas del senderismo. Algunas de estas bellas localizaciones con la torre de observación en Suur Munamägi, los afloramientos de arenisca de Taevaskoda, la reserva natural de Alam-Pedja, el sendero de estudio Riisa en el Parque Nacional Soomaa o parques de aventuras para niños y grandes.
El turismo activo no acaba aquí ya que podrás realizar piragüismo y paseos en barco en los ríos y lagos del sur de estonia como Pühajärv, kayak por el río Ahja, o canoa en la «jungla» del río Kõpu.
Cuándo viajar a Estonia
De mayo a finales de agosto es la mejor época para visitar Estonia en busca de calidez, especialmente en junio y julio, ya que las playas del Báltico y los lagos interiores son escapadas populares cuando brilla el sol. La primavera es propicia para la observación de aves: eiders de Steller, patos de cola larga, cisnes de Bewick y miles de gansos que ocupan las islas y bahías poco profundas de febrero a abril. El otoño puede ser increíblemente gratificante con bosques profundos y oscuros y marismas que chocan en un choque de colores cálidos, aunque no se puede decir lo mismo de las temperaturas que parecen caer en picado apenas comienza septiembre.
9. Corea del Sur
Corea del Sur es un país que guarda, a pesar de las apariencias, muchas similitudes con España. Un país de convulsa historia que aún se alarga hasta el presente. Un país que fue pobre y que, tras una larga y dura guerra civil, ha sabido dirigirse hacia la modernidad.
Es cierto que el país sigue dividido, y que no les recomendamos visitar Corea del Norte, por el momento una dictadura que hace realidad las peores pesadillas de Georges Orwell. Nos centraremos en la moderna, a la par que tradicional Corea del Sur.
Por qué elegir Corea del Sur
Corea del Sur es, desde hace décadas, un país desarrollado, punta de lanza de la industria y la tecnología del siglo XXI. Sólo hay que citar a Samsung, LG o Hyundai, o la extinta Daewo, para darse cuenta del peso económica mundial del pequeño país asiático. Corea del Sur es también uno de los centros mundiales de la industria del videojuego y de los ESports. De hecho, cada vez son más los turistas que viajan a Corea a causa de eventos gaming.
Pero, Corea del Sur posee igualmente todos los atractivos arquitectónicos, urbanísticos y naturales, que esperamos en un viaje turístico a Asía. La rica cultura y arte coreanos, completan un destino de año en año, es más popular en España, el resto de la Unión Europea y Latinoamérica.
Qué ver y hacer Corea del Sur
Seul, la capital, situada en el centro de la peninsula coreana, suele ser el punto entrada. La urbe reúne muchos de los monumentos y festivales más interesantes. Cada barrio oculta maravillas para nuestros ojos, no habituados a la arquitectura y el diseño asiático. Un recorrido clásico: El Palacio de Changdeokgung; los templos de Jogyesa, Bongeunsa y la puerta de Gwanghwamun; el barrio comercial de Myeongdong o el bucólico Bukchon Hanok Village.
Muy cerca de Seul, las históricas ciudades de Suwon y Hwaseong son perfectas para una visita de un día.
Al este, Gyeongju es una bonita ciudad que destaca por sus templos, por ejemplo el Bulguksa o el colosal Buda de la Cueva de Seokguram.
Busan es la otra gran urbe de Corea. Situada al sureste, mirando hacia Japón. Ciudad tecnológica de rascacielos y centros comerciales, es también famosa por sus playas y por las montañas cercanas.
La zona más meridional puede ser una de las que más destaca por sus tesoros naturales. Varios parques nacionales costeros y la isla de Jeju son muy recomendables para quienes busquen más tranquilidad y espacios abiertos.
No hay espacio, pero apunte estos nombres y ya tendrá un panorama de las principales ciudades y paradas para un recorrido por Corea del Sur: Chuncheon; Andong; Gangneung; Gwangju y Daegu.
Muy importante, disfrute y saboree la gastronomía coreana. Es una de las más desconocidas, sabrosas y elegantes de todo el mundo.
Cuándo viajar a Corea del Sur
La mejores épocas para visitar Corea son la primavera entre abril y junio y el otoño entre septiembre y noviembre. En esas dos épocas los días son largos y soleado y no llueve en exceso, los que facilita el viaje.
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10. Gran Canaria, Islas Canarias (España)
Las Islas Canarias son uno de nuestros destinos predilectos, ya lo habrán notado. La España más tropical nos atrae año tras año. Por ello pudimos describir una isla nueva en 2023, Gran Canaria. Una isla completa que ofrece todos los atractivos que necesitamos para un viaje intenso. Naturaleza volcánica, rutas de senderismo, gastronomía, cultura y, por supuesto, buen tiempo, playas y diversion. Por todo ello, recomendamos isla como destino para 2024.
Por qué elegir Gran Canaria
Se trata de una isla de tamaño compacto, cuya forma redondeada facilita la comunicación y los desplazamientos. Las principales poblaciones como la capital, Las Palmas, Vecindario, Galdar o Maspalomas se encuentra en la costa, con playas y animación. Las ciudades son modernas pero de tamaño humano. No envidian nada a las principales capitales de la Península, pero tienen esa alegría de un sol casi siempre presente, de la brisa del mar y de un savoir vivre isleño que habría que copiar.
El interior, montañoso y abrupto reserva multitud de secretos y lugares que explorar. La geografía volcánica de la isla hace que existan muchos microclimas y ecosistemas, desde la alta montaña hasta zonas subtropicales y desérticas. Gran Canaria es muy montañosa en su interior. El macizo que roza los 2000 metros de altura, al ser erosionado ha creado una serie de valles volcánicos que van desde el centro hasta el litoral. Los acantilados son espectaculares, las vistas soberbias, la vegetación diversa y sorprendente.
El Pico de las Nieves y el Roque Nublo son bastante conocidos, pero todo el interior de Gran Canaria es un secreto que hay que ir descubriendo. El Parque Natural de Tamadaba y el aledaño Valle de Agaete se encuentran entre las zonas más bonitas de todas las Islas Canarias. Sin embargo, no es la única zona que sorprende. Por ejemplo, el Valle de Guayadeque es una maravilla que podría haber servido de escenario para Jurassic Park.
La gastronomía, como en todas las Canarias, es un deleite que no se puede explicar con palabras. Carnes, pescados, dulces, frutos tropicales, el gofio, los quesos, mmm. Y para beber, Gran Canaria añade variedad al excelente vino canario. Sin olvidar que, junto a la isla portuguesa de São Jorge en las Azores, Gran Canaria produce ¡café!
Qué ver y hacer en Gran Canaria
El patrimonio natural ofrece innumerables opciones para los deportes acuáticos y de aventura. El senderismo y el ciclismo en todas su variantes gozan de rutas casi infinitas en un territorio bastante reducido.
La gastronomía nos lleva a descubrir los cultivos tropicales del Valle de Agaete, entre los que se encuentra el café. O las faldas del volcán de Bandana, muy cerca de Las Palmas, tapizadas de viñas.
El sur de la isla es famoso por las dunas de Maspalomas, gran ciudad de turismo, que acoge todos los años varios festivales de drag queens, famosos en toda Europa.
Hay que visitar el Pico de las Nieves y el Roque Nublo, pero sin olvidar Tejera y Artenara, pueblos increíbles encastrados en el interior de la isla.
Toda la zona norte de la isla está repleta de pequeñas poblaciones, animadas y muy bonitas, cada una con sus atractivos. Es la zona donde se encuentran más vestigios de los primeros pobladores de las islas, emparentados con los beréberes. Por ejemplo en el Cenobio de Valerón, el Parque Arqueológico Maipés de Agaete o el yacimiento de Risco Caído. En cuanto a pueblos, Galdar, Arucas, Teror, Firgas, Moya… son algunas de las paradas posibles.
Las Palmas es una ciudad perfecta para vivir, calidad de vida y excelentes servicios. Muy buen ambiente y muchas posibilidades para los trabajadores digitales por ejemplo, una pista a explorar en los próximos años.
Y aún quedan zonas como la de La Aldea o Mogán que tenemos que descubrir… Gran Canaria es mucho más grande de lo que parece.
Cuándo viajar a Gran Canaria
Diríamos que ¡siempre! Las Islas Canarias son un destino para todo el año, gracias a su clima temperado y estable. Para quienes no vivimos allí, todo el año es excelente y agradable. En invierno hay muchos turistas nórdicos y británicos, alemanes y holandeses. En verano más nacionales, pero todo el año puede ser un buen momento para visitar Gran Canaria.
La facilidad de los transportes aéreos, frecuentemente a buen precio, puede ser el factor determinante. Hay que buscar un vuelo económico y no pensárselo mucho más. La época del Carnaval es especial, y una Nochevieja en las Canarias, también será inolvidable.
Y si aún te has quedado con apetito viajero te recomendamos que te pases por los listados de mejores destinos para viajar. Hay un artículo para cada año: 2023, 2022, 2021, 2020 o 2019.