Benín

El mundo es tan grande que por muchos viajes que hagamos siempre quedarán países que son una sorpresa y Benín es uno de ellos. Para los ya iniciados en África con primeras inmersiones en Túnez, Egipto, Kenia o Sudáfrica, Benín será un gran descubrimiento ya que además de ser uno de los países más tranquilos, tiene múltiples razones que son de lo más atractivo.

Viaje a Benín - Paraíso virgen en África. Fotografía de Xavier F. Vidal
Viaje a Benín – Paraíso virgen en África. Fotografía de Xavier F. Vidal

INFORMACIÓN DE BENÍN

No son muchos los que saben situar a la antigua colonia francesa que se encuentra en el oeste de África, encajonada entre Togo al oeste, Nigeria al este y al norte por Burkina Faso y Níger – cuyo río homónimo hace de límite.

Su forma alargada y estirada se asemeja en extensión a Portugal y Galicia juntas, con una salida al océano Atlántico, en el denominado Golfo de Guinea, en la parte meridional de Benín.

Antigua colonia portuguesa y posteriormente francesa es precisamente el francés su idioma oficial, entre otras muchas lenguas de las diferentes etnias. Los portugueses ocuparon la costa y estableciendo una red de bastiones en el siglo XVI, mientras en el interior comerciaban con los reyes locales para obtener oro o marfil. Luego fue el suculento negocio de los esclavos lo que motivo a los portugueses, con campañas para capturar y transportar mano de obra a Brasil.

QUÉ VER EN BENÍN – TURISMO

Paisaje, naturaleza, tradiciones y lugares únicos se mezclan en Benín, que además cuenta con dos lugares patrimonio Unesco, el Palacio Real de Abomey desde 1985 y el Complejo natural de W-Arly-Pendjari. En el sur la capital Porto Novo es uno de los puntos más poblados y al norte Parakou, es la capital comercial de este alargado país.

Porto Novo

La Capital de Benín permite bucear entre una mezcla de edificios de lo más variopintos, con casas coloniales francesas, iglesias (no olvidemos que el cristianismo es la religión mayoritaria), mezquitas y templos vudús, formando un conjunto arquitectónico denominado afro-brasileño ya que muchos antiguos esclavos llevados forzosamente a las haciendas en América regresaron ya libres para construir mansiones con influencias de Brasil. Ouidah y Grand Popó son otras ciudades donde admirar esa fusión creativa de arquitectura.

En Porto Novo los puntos más interesantes son los museos da Silva de historia, el museo de etnografía, la gran plaza de jardín place Jean Bayol, la gran mezquita, el templo de Python, el el palacio del rey Toffa y por supuesto la bahía que transmite ese aire tan peculiar de los puertos de África.

COSTA DE BENÍN

Cotonú (Cotonou)

La ciudad costera es un lugar curioso, con reminiscencias del pasado comunista de Benín, y con un colorido mercado, el de Dantokpa, fantástico para palmar el latido africano. Aquí cabe resaltar los fetiches, hechos a base de cráneos de animales. Hacia el interior está el lago de Nokoué, con poblaciones curiosas como Calaví, puerto asomado al lago. En la laguna viven en palafitos flotantes desde el siglo XVIII la etnia tofí, cuyos antepasados llegaron aquí huyendo de las capturas de esclavos. También en el lago de Nokoué, el poblado de  pescadores de Ganvié es otra parada imprescindible para presenciar la vida que hay en sus canales, en la conocida como Venecia africana

Ouidah

Al este de Cotonú  el pueblo de Ouidah alberga algunos puntos de interés como la fortaleza portuguesa o el Templo de la Sagrada Pitón. En el cercano lago Ahemé, las etnias mina y pedah viven de la pesca, adorando al dios Shangó, con lugares muy auténticos como el pueblo pescador de Bopa.

Abomey- Patrimonio de la Humanidad

Danxome fue la antigua capital del reino, con su palacio real y museos que nos hablan de la historia del país. Hasta su independencia Benín era conocido como Dahomey por los franceses que lo habían colonizado. Durante siglos este reino dominaba gran parte del Golfo de Guinea, tiranizando a otras tribus e incluso vendiéndolas como esclavos a los europeos. El trono del rey, cuya cohorte la formaban mujeres soldado, estaba alzado sobre los cráneos de rivales y  lo podemos visitar en el palacio. En Abomey además podemos visitar el Templo Fetish y el Centro Artesanal.

Parques Nacionales

El paisaje de Benín cambia en función de la latitud con un paisaje de sabanas y zonas áridas fruto de un clima caluroso pero al mismo tiempo con época de lluvias, algo que lo diferencia con otros países africanos. Al este hay un área de selvas.

El Complejo W-Arly-Pendjari que ocupa territorio no solo de Benín, si no también de Burkina Faso y Níger, es Patrimonio Natural de la Humanidad y ofrece un paisaje de sabana africana, con un hábitat refugio de especies amenazadas que han desaparecido en otros lugares de África occidental. Es al mismo tiempo el hogar de la mayor población de elefantes en África occidental y la mayoría de los grandes mamíferos típicos de la región, como el manatí africano, el guepardo, el león o el leopardo.  El otro gran espacio natural es Parque Nacional W, con intensa visa salvaje de guepardos, cocodrilos e hipopótamos.

La naturaleza tiene otros rincones sensacionales en Benín como las cascadas Kota, cercanas a Natitingou (Nati para los amigos) y el País Somba.

Playas de Benín

En la costa, cerca de la frontera con Togo encontramos las playas vírgenes y los pueblos de pescadores de Grand Popó, además del delta del río Momo.

Inmersión antropológica

Benín es un mosaico multiétnico, con más de 50 etnias diferentes y sus respectivas lenguas. Paraíso de los fotógrafos que buscan un viaje para retratar a las tribus que llevan siglos conservando sus tradiciones.  Esta cincuentena de etnias forma tres grandes zonas, con los fon en el centro suroeste de Benín, los yoruba al este, y los fulanis y animistas sudaneses al norte.

Los holi son una de esas etnias, muy característicos por los tatuajes y las escarificaciones -cortes en la piel que se convierten en cicatrices dibujando representaciones rituales, que son símbolo de belleza, orgullo y pertenencia a la tribu.

El folklore africano es muy rico, incluso en países de pequeña extensión como Benin. En Benín el ritual del vudú está muy presente en este país. Más allá de los tópicos y las derivaciones cinematográficas, se trata de una religión y está zona de Africa habría sido su cuna. Cada año se celebra el Festival del Vudú, el 10 de enero en Ouidah. Cada pueblo y familia practica sus rituales y ceremonias con festejos muy particulares de cultos animistas. Benin fue una de las zonas de África occidental con mayor tráfico de esclavos.

Ciertos grupos costeros efectuaban razias en el interior para capturar personas que después eran vendidas a los comerciantes europeos que las trasladaban a América. La tristemente conocida como “ruta de los esclavos”atravesaba el país. Los esclavos, transportados en condiciones infrahumanas a las colonias americanas, se refugiaban en la religión y los cultos animistas. El vudú es una expresión religiosa que una vez en el otro lado del océano se desarrolló por sendas diferentes en el sur de Estados Unidos, Jamaica, Brasil o Cuba.

Erróneamente asociado a prácticas mágicas y malignas, en Benín descubriremos todo sobre los rituales del vudú. Lo que diferencia a Benín de otros países africanos es que al no no ser muy conocido el turismo aún no ha llegado. No es fácil encontrar guías en español, ni información online para llegar a los puntos de interés. Por ejemplo los ritos de vudú se hacen en función de ceremonias puntuales y esporádicas, por lo que conviene contar con alguien que hable los idiomas de las diferentes tribus para comunicarse con ellos.

Aldea de Taneka

Los tejados cónicos de la aldea de Taneka esconden el palacio real. Aquí se pueden visitar las cuevas que servían de refugio en el conflicto que tuvieron con la etnia Bariba. Los rituales en los que los feticheros se cubren con piel de mono son muy peculiares.

Boukombe

En el noroeste de Benín está Boukombé en un precioso valle habitado por la etnia ditamarí o somba, el mejor lugar para los que quieran adquirir artesanía hecha por estos pueblos.

País Somba

En la zona más montañosa de Benín, la  Sierra de Atakora está poblada por etnias ainimistas como los ditamarí o somba, maestros en la construcción de casas de adobe, aquí conocidas como tata, y que con sus dos pisos son un ejemplo de ingeniería con escasos medios.

Campamentos itinerantes Fulani

Los Fula son un pueblo nómada del centro de Benín, cuya economía está basada en la transhumancia de ganado, y son al mismo tiempo uno de las etnias más vistosas para los fotógrafos.

Dassa y Savalou

Dassa fue antiguo reino nagó y el interés de conocerlo radica en uno de los templos animistas situado en las colinas . A media hora en coches está Savalou, otro lugar esencial del culto animista.

Moverse en Benín

Sorprende al viajero la calidad de las infraestructuras de Benín para moverse de norte a sur,  con carreteras en bastante buen estado. Es posible alquilar coche o moverse en autobús, y los taxis son una buena opción para excursiones.

VIAJES A BENÍN

Por ello si te interesa viajar a Benín y quieres hacerlo de la mano de una agencia de viajes especializada en este destino y que ofrece servicio de acompañamiento turístico en español en todo el territorio, nos puedes escribir para ayudarte a preparar el viaje. Las agencias con las que colaboramos hacen especial hincapié en la sostenibilidad y la reinversión de la riqueza que genera el turismo, con acciones de desarrollo local.