«….Hablaban de un caballo. Yo creo que era un ángel»
Extracto del Poema «Aparición urbana» del poeta argentino Oliverio Girondo
Nuestro viaje por el este de Croacia nos llevó a Dakovo, una agradable ciudad en la gran llanura de la región de Eslavonia, donde solo una figura se coloca a la altura de Josip Juraj Strossmayer (obispo, político y quizá una de las pocas figuras con visión transversal en el panorama religioso del siglo XIX), la de los caballos lipizanos.
Aquí hablar de caballos es hablar de arte, elegancia, tradición y estirpe. Los Lipizzanos son caballos para el adiestramiento (la equitación clásica) y tiro ligero representativo, y no destacan en el salto, ya que ni por altura ni por condiciones son los mejores para los torneos de obstáculos.
Conocíamos la existencia de la granja de caballos lipizzanos de Lipica, al oeste de Eslovenia, y la tradición equina de la monarquía austriaca de los Habsburgo, pero debemos admitir que Dakovo no estaba en nuestro plano geográfico del mundo del caballo.
El Caballo Lipizzano
El imperio Austrohúngaro se había surtido tradicionalmente de los ejemplares españoles pero los continuos conflictos europeos llevaron a que promovieran una escuela propia, evitando depender de las complicadas relaciones exteriores.
En 1580 el archiduque austriaco Carlos II se hizo con la propiedad de las grandes del pueblo de Lipica en Eslovenia (territorio englobado dentro del imperio) y convencido de las aptitudes y carácter dócil de los caballos del Carso (mencionados ya por los romanos), instauró una cría selectiva de estos caballos que con los siglos se convirtió en unas de las más importantes de Centro Europa.
Aunque a Dakovo los caballos Lippizaner no llegan hasta 1806, la tradición de cría se remonta al menos hasta 1506 (pero parece que ya presente en el siglo XIII y XIV), testimoniada por el obispo local que criaba caballos de origen árabe, y que servía para nutrir al ejército de movilidad frente a la continua amenaza del avance otomano. En el siglo XIX fue Strossmayer, figura omnipresente en todas las facetas de Eslavonia, quién inicia la cría selectiva de lipizanos.
Hasta Dakovo han llegado desde entonces reyes, como la reina Isabel II de Inglaterra (que quedó maravillada en la ceremonia de apertura de los juegos olímpicos de Munich 72, y que quiso acercarse a Dakovo para verlos in situ), además de miles de enamorados de los caballos, que disfrutan simplemente con el movimiento grácil de los lipizzanos.
El porte del caballo lipizzano sale del mejor escultor del mundo, la naturaleza, que ha dotado a esta raza de un estiloso cuerpo, con una altura entre 1,55 a 1,67 metros, y con un cuello fuerte y musculado.
Visita a las instalaciones
Nuestra guía Silvija nos esperaba con los brazos abiertos a nuestra llegada a Dakovo y sacando del programa la visita nos llevó a ver el espectáculo de los caballos de Dakovo en la Caballeriza Nacional de la raza lipizzana, en Ivandvor, a las afueras de Dakovo.
En la granja situada a las afueras de Dakovo los animales corren libres en centenares de hectáreas. Cuando el sol baja acuden en manada hacia las caballerizas, sedientos, desplegando una nube de polvo que brilla con las luces del sol menguante. En ese momento entendimos el poema de Oliverio Girondo.
Al llegar junto a nosotros su carácter amable y social se hace presente, acercándose hacia nosotros para acariciar su cabeza. Sus ojos vivos transmiten una tranquilidad que a veces se estima escasa o inexistente en los equinos, pero los caballos de Dakovo son mansos y buscan el contacto. Las crines parecen seda cosida y es imposible no enamorarse de estas criaturas.
Granja Ivandvor
En Ivandvor los establos de la granja están centrados en el cuidado de las yeguas y sus crías. Los edificios son sumamente elegantes y se percibe un cierto estilo inglés. Se edificó en 1912 supervisada por el obispo Iván Krapac, y están en continua evolución para atender a la demanda turística cada vez más presente.
Con apenas seis meses se separan de sus madres y se juntan todos los potros camino de la edad adulta. Y ya cumplidos los tres años se trasladan los sementales al centro de adiestramiento de Dakovo, para la doma y el entrenamiento.
En el interior del establo de potros los pequeños caballos con apenas semanas corren alocados bajo la luz tenue que entra, dando saltos ante nuestras sonrientes caras. Silvija nos cuenta que los caballos lipizzanos nacen con tonos oscuros y que normalmente a los tres o cuatro años se va aclarando su color, llegando en muchos hasta el blanco.
Stallion Station – Pastuharna
Dejamos Ivandvor y nos movemos hasta el centro de Dakovo, donde está la Državna ergela. Aquí se lleva a cabo su adiestramiento. Los árboles genealógicos muestran generaciones de pura sangres lipizzianos, y las estanterías repletas de trofeos son motivo de orgullo de sus criadores.
Los sementales viven en este área y son entrenados para deportes ecuestres y equitación. También entrenan para el armonioso desfile del carruaje de cuatro caballos withakovo.
Paseamos por el área donde están los establos de los pura sangre adultos, el picadero, la herrería, la arena donde llevan a cabo su danza frente a las gradas de espectadores, o las pistas donde entrenan. Un espacio sorprendente es el solarium y ducha de caballos, que son cuidados con mucho mimo para que no se enfermen durante los duros inviernos de Croacia.
Los amantes de la equitación encuentran en este rincón secreto de Croacia un lugar especial donde acercarse a uno de los criaderos históricos de Europa.
Alojamiento en Dakovo
Har varias opciones para dormir en Dakovo. Nosotros nos alojamos en el Hotel Dakovo, tranquilo y bien preparado.
Mapa de los diferentes espacios del mundo del caballo en Dakovo
La granja de sementales y doma se halla en la calle Ulica Augusta Šenoe 45, en la misma ciudad de Đakovo, mientras que la granja de cría Ivandvor está en las afueras.
