«¡Qué chula es Puebla!» Es indiscutible el porqué se tiene bien merecida esa frase la también conocida como Puebla de los Ángeles y es que muchos le atribuyen tal origen celestial, ya sea por las leyendas que giran en torno al nombre o por toda la riqueza idiosincrasia que posee.
Flanqueada por dos imponentes volcanes, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, con vistas majestuosas e idílicas de sus cumbres nevadas y con un pasado prehispánico de gran importancia. Se erige orgullosa en la parte central de la República Mexicana. Su extensión territorial abarca desde la colindancia al sur con el Estado de Guerrero y Oaxaca, al este con el Estado de Veracruz, al norte encuñado el Estado de Tlaxcala y hasta el occidente con Morelos y el Distrito Federal. Gracias a su posición geográfica, Puebla goza de un clima que a lo largo del año se mantiene en condiciones favorables para hacer turismo y disfrutar de la Ciudad y sus alrededores.
El Estado de Puebla es sin duda, uno de los que más ostentan la herencia colonial, la cual destaca en su arquitectura. Con sus 7 regiones catalogadas como pueblos mágicos y su hermosa Ciudad de Puebla, una de las más antiguas que data desde 1530.
Un estado y una ciudad a descubrir.
Antiguamente y debido a la cercanía con la Ciudad de México, Puebla gozaba de una posición privilegiada para el comercio de embarcaciones provenientes de Filipinas siendo el punto álgido de cruce, lo que la convirtió en una importante y prolífica zona comercial con gran influencia de Oriente, que como legado testimonial se cuenta, entre sus muchas historias, la de una princesa proveniente de la India que arribó como esclava y diseñó una vestimenta para sí misma, lo que le valió el nombre de «La China Poblana», que hoy en día es el traje típico regional de la Ciudad de Puebla, una hermosa vestimenta bordada de lentejuelas y colores patrios (verde, blanco y rojo).
Puebla fue también, en 1862, escenario de una batalla heroica que se libro entre las tropas francesas y mexicanas, consiguiendo el triunfo y quedando instituido como una fecha memorable y de festejo para la posteridad el 5 de mayo, día de la Batalla de Puebla.
Dotada de un sin número de leyendas y cuentos fantásticos, Puebla nos invita a recorrer y adentrarnos en sus calles ataviadas de talavera y construcciones de estilo barroco. Casonas de hermosos jardines, con la opulencia y prosperidad propia de la época, hoy muchas de ellas convertidas en museos, como la Casa del Alfeñique, la casa del Deán, la Biblioteca Palafoxiana. Además de un gran aporte cultural y artístico con sus mercados artesanales como el del Parián, sus barrios bohemios como el Barrio del Artista.
Puebla también nos regala un vasto surtido gastronómico y de emblemáticos platillos que hoy día son parte del acervo culinario de México y referente importante a nivel internacional de la gastronomía mexicana y particularmente poblana, como son el Chile en Nogada, el Mole Poblano, las cemitas, las chalupas y por supuesto, sin omitir, el gran surtido azucarado que consiente al paladar con los dulces típicos de Puebla.
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