El paso de las estaciones dibuja paisajes diferentes en el Parque Nacional de Koli, tanto que comprendemos porqué los artistas románticos finlandeses se quedaron prendados de las panorámicas desde las colinas. En tiempo de Ruska, las hojas de los árboles adquieren tonalidades multicolores: del verde pasan al amarillo, al naranja y al rojo. Y cuando subimos a lo alto del mirador, vemos las islas cubiertas de color. El otoño es una de las estaciones más melancólicas en Finlandia, también una de las más emocionantes, ya que es tiempo de decadencia para la naturaleza, de muerte, cerrándose un ciclo. Y la vida no comenzará a surgir más que en primavera, de ahí la melancolía, ya que el otoño precede a la oscuridad casi total de noviembre.
La Luz regresará con la nieve que inunda el paisaje del Parque Nacional de Koli en invierno. Ahí se inaugura un largo período en el que la gente vuelve a uno de los parques nacionales más célebres de Finlandia para esquiar o caminar con raquetas de nieve, llenándolo de vida. Aunque es de noche la mayor parte del día, no es un impedimento para hacer múltiples actividades. Y la belleza del Parque Nacional de Koli en invierno es indescriptible, con la nieve que empuja a las copas de los árboles a inclinarse, las famosas colinas de Koli completamente blancas y el lago y los islotes congelados. En el eterno silencio de la cima de las colinas de Koli, contemplamos esta bellísima imagen, como si fuera una postal parada en el tiempo, como si nada en ese momento pudiera suceder.
Y sin embargo…el invierno en Koli está lleno de vida, de finlandeses deseosos de disfrutar de la nieve, del hielo y del calor de las kotas en uno de sus Parques Nacionales favoritos.
Road trip al Parque Nacional de Koli
Nuestros viajes a los parques nacionales de Finlandia son auténticos road trips en los que nos sumergimos no solo en la naturaleza del país nórdico, sino también en el arte, la gastronomía y la cultura del país. Siempre acompañados de la mejor guía, Tiina, profesional de los parques nacionales del sur de Finlandia. Como aquel road trip veraniego por cuatro parques nacionales: Linnansaari, Konnevesi sur, Petkeljärvi y la Reserva Natural de Punkaharju. O la ruta emocionante por tres parques nacionales de Carelia: Patvinsuo, Ruunaa y Repovesi, en la que vivimos emocionantes aventuras. El verano es también una época perfecta para descubrir la naturaleza en Finlandia con nuevas posibilidades que ofrece el paisaje.
Regresamos a la carretera con Tiina, en otro road trip diferente por carreteras heladas, a pesar de que estamos ya casi en primavera, en pleno mes de marzo, cuando comienza el deshielo en gran parte de Finlandia y las temperaturas empiezan a subir. Pero en Carelia del sur todavía hace mucho frío y la nieve sigue cubriendo el paisaje como a mediados del invierno.
Parada en el Monasterio de Válamo y el B&B Kolin Keidas
De camino al Parque Nacional de Koli, en la frontera con Rusia, paramos en un lugar muy especial: el monasterio ortodoxo de Nuevo Válamo – cerca de la ciudad de Joensuu -, uno de los sitios más visitados de la zona este de Finlandia. Se trata de un monasterio muy particular situado en una isla, que posee edificios abiertos al público. Así muchos finlandeses llegan al monasterio de Nuevo Válamo no solo por motivos religiosos, sino para pasar unos días, descansar o hacer rutas de senderismo o diferentes actividades en los bosques.
La iglesia ortodoxa está hermosa cubierta de nieve, otra postal más de las muchas que nos ofrecerá el invierno finlandés. Entramos en el templo, decorado ricamente como todos los monasterios ortodoxos. Visitamos la tienda donde los monjes comercializan licores, whisky finlandés de centeno, vinos de bayas o dulces. Y también paramos a tomar ese café finlandés que se toma varias veces a lo largo del día, casi siempre acompañado de un dulce – creo que no habíamos visitado un país donde se consuma tanto café como en Finlandia -. Es una cafetería diferente, pintada de azul, con iconos colgados en sus paredes. La especialidad: los donuts, conocidos en finlandés como “munkki”, pura delicia de canela.
Proseguimos el camino para llegar al Parque Nacional de Koli y disfrutar allí dos días del invierno finlandés. Pero antes de comenzar nuestras aventuras, hacemos otra parada en un interesante bed & breakfast situado en una de las granjas más antiguas del parque, un lugar donde escritores y artistas encuentran su inspiración. En nuestras visitas a Finlandia siempre descubrimos alojamientos de gran calidad que, en muchos casos, forman parte de proyectos familiares hechos con pasión. Hemos descubierto alojamientos muy especiales en todos estos viajes: cabañas en los bosques de Carelia, villas de cristal sobre el Báltico en Laponia, B&B con encanto en la Región de los Lagos, cabañas de verano en la campiña de Tampere, cabañas en una isla desierta en el archipiélago de las Åland, ¡hasta casas flotantes!
El Kolin Keidas del Parque Nacional de Koli es un auténtico oasis – eso es lo que significa su nombre – a donde llegan los viajeros para descansar, hacer yoga, encontrar la inspiración,…Nos reciben Marianne y la perra Kiti y nos enseñan la granja y las habitaciones decoradas sencillamente, antes de ofrecernos una comida ecológica deliciosa, acompañada de unos de esos panes finlandeses que tanto nos gustan. Antes de proseguir el camino, visitamos el exterior de la granja de madera cubierto de nieve. Es uno de esos acogedores lugares que invitan al viajero a quedarse unos días.
Paseo con raquetas de nieve por las colinas de Koli
Creo que no nos habíamos divertido tanto en Finlandia como este invierno. Quizás porque para nosotros todas estas actividades en la nieve son una novedad y lo vemos todo con una mirada nueva. Las aventuras que vivimos en este invierno en Finlandia consiguieron arrancarnos cientos de carcajadas, que la adrenalina se disparase, que nos sintiéramos como auténticos niños en estos paisajes esplendorosos, llenos de luz, haciendo cosas que nos hicieron perder nuestros giróscopos, convirtiéndonos en unos viajeros muy salvajes.
El viaje ya se había inaugurado con uno de esos baños en el hielo que se dan muchos finlandeses, poniéndonos a prueba, sin sauna ni antes ni después. O el subidón de adrenalina en una aventura en moto de nieve por los bosques y el lago helado de Lahti. Tras esas experiencias, se nos abrió un mundo de posibilidades. Desde luego, en Finlandia o te haces duro, o no podrías vivir muchas experiencias. Así que intentamos ser un poco como los finlandeses.
En el Parque Nacional de Koli comenzamos suavemente, haciendo una ruta con raquetas de nieve por las colinas. Sin ellas no hubiéramos podido caminar por una nieve que cubría el bosque a medio metro. Pero para caminar hay que levantar bien los pies haciendo un esfuerzo considerable. Nos cuesta andar cuesta arriba, y Tiina nos enseña su técnica, clavando bien el talón, mientras que en la bajada hay que ir frenando. Aún así nos caemos varias veces, lo que nos arranca unas cuantas risas.
El cielo de Koli es hoy azul, el sol se refleja en el blanco de la nieve regalándonos una tarde luminosa. Desde el principio, Tiina, Iñigo y yo lucimos sonrisas que mantendremos durante todo el paseo. Será que nos envuelve la magia del Parque Nacional de Koli, el silencio de la nieve solo roto por nuestros pasos o por nuestras carcajadas al caernos. Es difícil de describir la belleza de las ramitas de los árboles cubiertas de una nieve fina que hace como dibujos, es fácil pararse a mirar cualquier detalle. Aunque en este paisaje nevado parezca todo igual, si nos paramos, descubrimos multitud de detalles.
El Paisaje sublime de Koli, fuente de inspiración de artistas
El paseo hasta la cima de las colinas de Koli es corto, pero se hace largo por la dificultad de andar por la nieve. Y de pronto, las magníficas panorámicas del lago congelado y los islotes como dibujados en medio que nos hacen comprender porqué fueron fuente de inspiración de pintores, escritores y músicos.
El paisaje de Koli, con sus colinas con nombre alineadas sobre el lago y sus cientos de islas (¡más de 1400!) Y la espectacularidad de sus acantilados, impresionaba a los románticos nacionales en el siglo XIX. El Parque Nacional se convirtió en un producto turístico cuando los nacionalistas finlandeses encontraron en el lugar una combinación perfecta entre naturaleza y cultura. Elias Lönnrot publicó su Kalevala revisitando las leyendas carelianas, dándole una gran importancia a la naturaleza. Esa sublimación idealizada animó a los intelectuales finlandeses a visitar el Parque Nacional de Koli como si fuera un rito de paso necesario.
Así vinieron escritores como Juhani Aho, pintores como Eero Järnefelt o músicos de la talla de Jean Sibelius, que se convirtieron en los primeros turistas de Koli, abriendo las puertas a un turismo real que continúa en nuestros días. Sibelius se inspiró en los paisajes de Kilo para crear algunas de sus grandes obras maestras como su 4ª Sinfonía.
Tras cada una de las colinas de Koli hay una leyenda, y todas ellas tienen un nombre. Desde la más alta (347 metros), llamada Ukko-Koli – significa “el Viejo de Koli” – podemos ver las otras colinas: Akka-Koli (339 m.) – “la mujer del viejo”, Paha-Koli (334 m.) – “el malvado o demoniaco” – y Pieni-Koli (238 m.), la colina más pequeña de Koli. Escuchamos las viejas leyendas sobre las colinas de Koli, mientras nos calentamos con uno de esas infusiones de frutos rojos recolectados en verano en la típica taza finlandesa tallada en una raíz de abedul: la kuksa, y el sublime paisaje de Koli a nuestros pies. Contemplamos el paisaje como lo hicieron durante mucho tiempo artistas o simples amantes de la naturaleza, convirtiendo la fotografía panorámica desde la colina Ukko-Koli en todo un símbolo del parque nacional y del amor por la naturaleza finlandesa.
El Lago Pielinen no parece un lago desde aquí arriba, sino más bien una llanura lisa cubierta de nieve, con esa cadena des eskers de 13 kilómetros que parecen islas. Es como si fuera una gran pista de hielo que nos invita a patinar o a esquiar, y eso es precisamente lo que haremos al día siguiente. Viviremos experiencias que no habíamos conocido hasta entonces.
Divertidas y sorprendentes experiencias en el Parque Nacional de Koli
Un paseo en trineo por un lago helado
Ahora vemos el lago Pielinen de cerca, es el cuarto lago más grande de Finlandia, con más de 93 kilómetros. Nos preparamos para andar en trineo por el lago helado, para lo cual nos abrigamos bien, ya que las temperaturas son frías y es mejor estar bien protegidos. No hay más que observar a la gente para ver cómo se viste en invierno en Finlandia para practicar actividades en el exterior en invierno. Lo hace de forma inteligente, con varias capas, pero ropa ligera, y siempre cubriendo bien las extremidades: manos, pies y cabeza para que no se escape el frío. Para andar en trineo nos ponemos además unos protectores en las suelas de las botas para no resbalar.
El Lago Pielinen nos espera bajo el cielo cubierto y una tempestad que parece aproximarse. Se divisa una pista que se pierde en el horizonte de niebla, al principio no nos damos cuenta, pero cuando nos adelanta un coche nos percatamos de que el lago helado se ha convertido en una auténtica carretera de hielo. Nos miramos con sorpresa y emoción, ya que es la primera vez que vemos coches rodando sobre el hielo. Aunque recientemente nosotros mismos habíamos experimentado con motos de nieve en el lago de Lahti, por lo que podemos saber lo que se siente rodando por un lago congelado.
En esta ocasión vamos a probar el medio de transporte más antiguo de los lugares donde abunda la nieve: el trineo. Además tenemos la oportunidad de montarnos en trineos modernos, de metal, aerodinámicos y de colores llamativos, pero también en trineos antiguos de madera que nos permitirán imaginarnos la utilidad de estos vehículos.
No es difícil manejar los trineos, aunque hay que tener cierta habilidad, además el modelo antiguo y el moderno difieren algo. Ponemos un pie en el trineo y con el otro lo impulsamos, y repetimos este movimiento de forma continua hasta que alcanzamos velocidad. Por momentos nos desviamos del camino o nos cruzamos unos delante de los otros, pero la mayor parte del tiempo disfrutamos muchísimo de la emoción de estar llevando un trineo. A pesar del aire frío que choca contra nuestro rostro, nos reímos felices avanzando en el lago helado de Pielinen. Seguiríamos hasta el infinito, pero en un momento dado damos la vuelta para volver sobre nuestros pasos y probar esta vez el trineo de madera. Es casi como el otro, quizás menos aerodinámico, pero firme y seguro, y con el encanto que tiene todo lo antiguo.
Saludamos a algún que otro coche que pasa muy de vez en cuando para atravesar el lago helado. En primavera y verano tendrá que llegar a su destino por la carretera, en invierno en Finlandia las distancias se acortan cuando los lagos se congelan. Ya volviendo vamos con nuestras guías Katariina y Tiina cada uno en su trineo intentando alcanzar la máxima velocidad para sentir el máximo disfrute posible. Pero esta experiencia tan divertida es todavía la primera del día, en nada estaremos deslizándonos por una colina entre gritos y risas.
Snow tubing en Koli, una experiencia divertidísima
Llegamos al campo base de nuestra monitora Katariina que organiza diferentes actividades en el Parque Nacional de Koli. En la cabaña tiene material suficiente parar pasarnos una buena temporada divirtiéndonos en el invierno de este célebre parque. Cogemos unos flotadores gigantes de colores que parecen “donuts” que sirven para realizar una actividad muy atractiva: tubing o deslizamiento por una pista cuesta abajo. Los llevamos por una cuerda a lo alto de la colina donde también se practica esquí. Una vez en lo alto nos ponemos los tres en primera fila sentados en nuestros flotadores listos para lanzarnos cuesta abajo. Movemos los pies para impulsarnos y allá vamos, gritando de emoción mientras los flotadores bajan a toda velocidad y giran un par de veces en el trayecto. Una sola vez no nos llega, así que volvemos a subir arrastrando los flotadores de nuevo hasta lo alto. Y en fila otra vez, nos lanzamos riéndonos a carcajadas por la emoción que se siente al ir sentado a toda velocidad en estos “donuts”.
Nos pasaríamos así toda la mañana, pero nos dan a elegir entre continuar o probar a hacer esquí con unos esquís anchos que, en teoría, son más fáciles para primerizos como nosotros. Así que elegimos la novedad, ya que es la primera vez que hacemos esquí. Regresamos al campo base para elegir unos esquís y vamos haciéndonos a ellos cuesta arriba hasta al menos la mitad de la colina. Nos explican la técnica e intentamos aplicarla lo mejor posible para sentir lo que es esquiar, aunque solo sea por un momento.
Repetimos los movimientos de Tiina y Katariina, y por unos segundos nos damos cuenta de que estamos esquiando y es realmente excitante, hasta que…me caigo una primera vez, luego una segunda,…Aún así volvemos a intentarlo y puedo confirmar que la sensación de estar deslizándose por la nieve es enormemente gratificante. Nos reímos mucho con las caídas, también ellas son divertidas. Después de esta mañana tan estimulante, parece que no va a haber nada mejor, pero nos equivocamos,…
Almuerzo en una Kota en Koli
Tras la emoción de las actividades de nieve que llevamos horas realizando, nos dirigimos a una bonita construcción de madera llamada Kota, un refugio tradicional, para disfrutar de las delicias de la gastronomía careliana. El interior de la kota es enorme, cabrían unas 30 personas, y el espacio central es circular con un banco y asientos de madera alrededor de mesas. En el centro, el hogar, donde hacer fuego y cocinar, y una gran chimenea que evacúa el humo.
Katariina nos da la bienvenida en su kota de Koli, nos recibe una luz cálida, más oscura comparando con la luz blanca del exterior, el contraste es patente. El fuego nos acoge con su calor, y en él se están cocinando unos panes carelianos diferentes a los tradicionales pasteles carelianos (Karjalanpiirakat) elaborados con pan de centeno y arroz. Estos también están deliciosos y acompañan a la también tradicional sopa de salmón que tanto apetece en invierno en Finlandia, sobre todo después de media jornada cargada de actividades deportivas. Así que disfrutamos de estas especialidades carelianas con sumo gusto en el mejor de los restaurantes.
No será la última kota en la que entremos, en Inari, Laponia, haremos nosotros de comer en una Kota. Y en Jyväskylä y en Kuopio en uno de esos refugios que hay en los bosques de Finlandia.
La comida sabe mejor sentados a esta mesa sencilla, servida en platos tradicionales, “kuksas” que se hacen de la raíz del abedul. Unas velas alumbran apenas, pero instalan una atmósfera envolvente, junto con la del fuego del lar.
Tiempo de sauna, baño en el lago helado y…otros juegos divertidos
Se termina la jornada en Koli y, como todas las jornadas en Finlandia, sobre todo en invierno, acaban con una buena sauna, una tradición anclada en la cultura finlandesa y de la que participamos siempre que tenemos ocasión. A lo largo de nuestros viajes por Finlandia hemos aprendido a usarla y a respetarla, esos momentos de sauna son únicos y deliciosos, donde uno se puede relajar tras un día de trabajo o actividades intensas y sentir como el Löyly, el espíritu de la sauna, penetra en su ser. Es fantástico compartir sauna con la gente que nos vamos encontrando en el camino, con nuestra guía de los parques nacionales del sur de Finlandia, Tiina, ya lo hemos hecho en varias ocasiones y siempre ha sido especial. Sobre todo divertido.
En este rincón del parque Nacional de Koli, las fotografías son auténticas postales de invierno que se quedan para siempre en los recuerdos del viajero. La nieve cubriendo las casas de madera de colores, la luz rojiza de atardecer sobre el lago helado y los abedules desnudos mostrándonos sus troncos blancos. Nos reímos de nuevo en la sauna, aún más después de haber salido afuera en bañador, con nuestros gorros y nuestros calcetines de lana, correteando sobre la nieve.
Salimos por el porche de la sauna y afuera nos espera el agujero hecho en el hielo, convertido en pequeña piscina de agua helada para que experimentemos el famoso “ice swimming” practicado por cientos de finlandeses todos los días. Ya somos experimentados en esto de bañarse en el hielo en Finlandia, lo habíamos probado en varias ocasiones, e incluso la primera sin sauna en este viaje. Y debemos confesar que nos encanta. Salir afuera con la piel todavía caliente tras la sauna, caminar por la nieve y después lanzarse al agua a 0º C, proporciona sensaciones encontradas, aunque siempre ganan las placenteras.
Teníamos que cerrar este divertido día con un episodio divertido. Al meterme en el agua se me escapan los calcetines de lana y, entre las contagiosas risas de Tiina, solo se nos ocurre pescarlos…¡Nunca hubiéramos imaginado que terminaríamos pescando calcetines en Finlandia! Trasladamos las risas a la sauna, que son como el eco de aquellas risas en aquella otra sauna de Punkaharju también con Tiina. Siempre pasa algo en la sauna que nos hace reir.
Repetimos varias veces la sauna-baño en el lago, aunque una de las ocasiones cambiamos el baño por tirarnos a rolos o rodar por la nieve, ¡otra de las ocurrencias de los finlandeses! Desde que lo hicimos por primera vez, ya lo practicamos en más ocasiones: cuando estamos en una sauna tradicional en medio de un bosque, y si no hay un lago a mano, solemos rodar por la nieve para refrescarnos antes de entrar de nuevo en la sauna.
Iñigo decide probar otra cosa diferente: salta y se tira en plancha en la nieve, dejando una de esas huellas tan graciosas que dejan los personajes de tebeo. Nos reímos a carcajadas, y cuando parecía que no podíamos más, todavía se me ocurre hacer una carrera por el lago helado, como si no hiciera frío. Más risas. Sentimos tal sensación de libertad en Finlandia, combinando sauna con baño en aguas heladas y juegos divertidos, que el viaje acaba convirtiéndose en una sucesión de momentos valiosos que ya siempre guardaremos en nuestra memoria.
Todavía no se termina nuestro viaje por el Parque Nacional de Koli, seguiremos contándoles nuestras aventuras en la continuación de ese relato. Mientras, vayan preparándose para vivir el invierno en Finlandia.
Agradecimientos
Agradecemos, como siempre a los Parques Nacionales de Finlandia, a Tiina Hakkarainen de Metsähallitus, nuestra guía favorita en los parques, con la que siempre pasamos momentos divertidos.
Gracias también a Katariina Okonen de Koli Activ Oy por el día tan divertido, y a Martha Lahti de Feel Koli.
Artículo escrito por María Calvo Santos.
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