El invierno en Finlandia invita a realizar infinitas actividades. Ni las bajas temperaturas ni la falta de luz impiden que los finlandeses salgan afuera para hacer deporte o divertirse. Quizás el mes de noviembre (y de octubre también en Laponia) decidan pasar más tiempo en las casas bien acondicionadas desde el punto de vista térmico, frente al fuego con una buena copa de vino tinto. Ya que es la época en que los días ya tienen muy pocas horas de luz y la nieve todavía no ha hecho su aparición para iluminar los días. Es una época más deprimente y aburrida.
Pero cuando el país empieza a cubrirse de nieve – en Laponia comienza antes -, el aburrimiento se termina y se abren mil y una posibilidades para los finlandeses, y para los visitantes. Es momento para pasear por los bosques y caminos blancos con raquetas de nieve, con los esquís para practicar esquí nórdico en los cientos de kilómetros de rutas acondicionadas, para practicar esquí alpino en alguna de las estaciones (las más populares están en Levi y Saariselka, pero también hay posibilidad de hacer esquí en Tahko, Lahti,…Por no hablar de otras actividades como hacer rutas en trineo, pescar en el hielo, patinar en lagos helados, …
Además, las temperaturas no son un obstáculo, ya que los finlandeses saben abrigarse bien, y ahí está la clave para luchar contra números bajo cero. Los puntos importantes por donde se escapa el calor son la cabeza, las manos y los pies, por lo que hay que tenerlos bien abrigados. El resto del cuerpo se cubre con dos o tres capas de ropa, la primera bien pegada al cuerpo, la segunda con jersey de lana y la tercera con un ligero pero abrigoso anorak y un pantalón impermeable. La ligereza y la flexibilidad de la ropa permite realizar todo tipo de actividades.
En nuestro viaje al invierno de Finlandia las temperaturas comenzaban a suavizarse y solo los primeros días nos encontramos con -15ºC, y hay que decir que se aguanta bastante bien si se va abrigado, además es un frío seco. Los días habían crecido bastante, puesto que era el final del invierno y ya casi había el mismo de número de luz que de oscuridad. El mes de marzo para los finlandeses ya casi es primavera. Aunque no nos lo creíamos pues estaba todo nevado y todavía hacía frío, al filo de los días fuimos dándonos cuenta de que era así. El deshielo había comenzado, pero aún tuvimos la posibilidad de viajar en un rompehielos por el Estrecho de Botnia, de hacer esquí de fondo por los lagos helados y de hacer varias rutas en moto de nieve por bosques y lagos de Finlandia. Auténticas aventuras para unos primerizos como nosotros, emociones que nunca habíamos sentido y que dispararon nuestra adrenalina y nos pusieron una sonrisa que todavía duraba al final del viaje. Comenzaremos por nuestra experiencia montados en una moto nieve por los bosques y lagos del país, una de las actividades favoritas de muchos visitantes.
Fantástica ruta en moto nieve por Lahti
Nuestra primera parada fue en Lahti, la puerta de entrada a la Región de los Lagos, donde tuvimos la suerte de vivir algunas de las experiencias más locas. Nada más aterrizar, nos llevaron a bañarnos en un lago helado, un lago que habíamos conocido el verano anterior y que ahora parecía otro. El bullicio de aquellos días calurosos había sido sustituido por el silencio de los paisajes nevados. Frente a la casa de madera, en medio del lago helado, una zona para bañarse. Allí nos dirigimos con Tiina para vivir una de las sensaciones más extremas que experimentamos hasta el momento, y que muchos miembros de la asociación que nos invita viven a diario. Seguimos a Tiina que se entra en el agua como si estuviese a una temperatura agradable. Nosotros en cambio gritamos nada más notar el agua helada en nuestras carnes que ni siquiera han pasado por una sauna previa. Es difícil describir esa sensación, como si se te congelase el cuerpo. Lo cierto es que dura poco porque salimos en seguida, y lo mejor viene después, cuando una oleada de calor te recorre el cuerpo y te hace sentir poderoso de pronto. Es la sangre que reacciona al frío, y ahí es cuando te alegras de haberte bañado en esas aguas heladas.
Pero esa no fue la única experiencia alocada que vivimos con Tiina, también nos llevó a las colinas de Lahti, que para un finlandés están altas, pero para cualquier europeo del sur, son más bien bajas, si comparamos con los Pirineos o los Alpes, claro. Es la estación de esquí de Lahti, donde a estas horas hay alguna gente descendiendo y por donde bajaremos más tarde en moto de nieve. Antes, nos dirigimos a la empresa de motos de nieve, para escoger los trajes adecuados que nos ponemos sobre nuestra ropa, unas manoplas que protegerán nuestras manos, unos calcetines de lana y unas buenas botas de moto. Después escogemos nuestra moto nieve y posamos emocionados antes de comenzar la aventura.
Cualquiera puede montar en moto de nieve en Finlandia, simplemente nos dan unas explicaciones previas del funcionamiento de las motos y en seguida nos echamos a correr. Seguimos a nuestro guía Jyrki en fila, y hacemos primero un recorrido circular por una zona más baja, seguramente para entrenarnos. Es realmente estupendo verse en una moto de nieve, sintiéndose estable y acelerando a gusto. En realidad, estas motos de nieve tienen un límite de velocidad para los motoristas primerizos, aunque el guía o monitor puede subirlo un poco si ve que manejamos bien los vehículos y no somos unos locos al volante.
Tras unas cuantas vueltas hacemos la típica pausa café que se hace en Finlandia varias veces al día – es uno de los países que conocemos donde más café se toma -. Lo hacemos en una de esas bonitas cabañas de madera, el llamado lavvu con forma de tienda de campaña que hay en muchos bosques finlandeses. Son lugares acogedores que tienen una estufa para hacer fuego y calentarse un poco, y también para hacer la comida. Tomamos un tentempié mientras charlamos de la estupenda experiencia de ir en moto de nieve por Lahti. Es estupenda la libertad que nos concede nuestro guía a la hora de manejar la moto nieve.
Volvemos a nuestras motos para iniciar una de las partes más emocionantes de la aventura. Subimos a las colinas del Centro de esquí Messila de Lahti, pisando a fondo el acelerador. En lo alto vemos a gente que baja cuesta abajo con sus esquís, gente joven y mayor que dominan todos los movimientos, que se ve que conocen desde niños. Lo cierto es que en Finlandia las actividades de nieve están bastante democratizadas, más o menos todo el mundo tiene acceso a ellas, y es algo casi natural practicar esquí alpino, esquí nórdico, paseos con raquetas de nieve, hacer patinaje sobre hielo o andar en moto de nieve. Durante nuestro viaje a Finlandia, nos sentimos como uno más, haciendo cada día alguna de estas actividades que para nosotros son auténticas aventuras.
El lago de Vesijärvi está helado y se ve magnífico desde lo alto de las pistas de esquí, el hielo brilla a la luz del día soleado que tenemos hoy. Nos llama desde abajo, invitándonos a dar una vuelta por sus aguas congeladas. Y eso es lo que haremos, aunque antes bajamos la colina relativamente rápidos, sintiendo cómo sube la adrenalina.
Por fin, llegamos al lago helado Vesijärvi y seguimos estrictamente las instrucciones de nuestro guía Jyrki que nos avisa que no podemos pisar zonas con el hielo demasiado fino. Es realmente emocionante sentir que estamos andando en moto de nieve por un lago helado, ¡es tan increíble!. Nos dirigimos al centro del lago y nos bajamos, qué imagen extraordinaria, es tan extraño estar ahí en medio, cuando en verano veíamos estas mismas aguas desde las orillas de la ciudad.
Jyrki nos pone una prueba: nos ponemos los tres en una línea y el nos graba en video mientras aceleramos nuestras motos de nieve. Nos reímos a carcajadas hasta que con la emoción acelero de más y hago un trompo. Menos mal que Jyrki me saca de ese atolladero.
La siguiente etapa de nuestro divertido paseo en moto de nieve es ir hacia el bosque y aprender a movernos entre los diferentes obstáculos. No es nada fácil moverse por este terreno, y cuando me toca subir un pequeño montículo y poner todo el cuerpo de mi peso hacia un lado, me parece que me voy a caer. A la primera no lo consigo, pero siguiendo las instrucciones de nuestro guía, termino por salvar el obstáculo sin problema. Lo mejor es atreverse a hacerlo casi sin pensar.
Parece mentira que hayamos conseguido hacer todo lo que hemos hecho en esta ruta en moto de nieve por Lahti, y que nos hayan dado tanta confianza y libertad de movimiento. Gracias a eso, hemos vivido una auténtica aventura. Como la que vivimos poco después en moto de nieve en Laponia.
Una ruta en moto de nieve en Laponia
Subimos a las tierras de Laponia en este fin del invierno finlandés y comienzo de la primavera, pero todo continúa nevado. Es todavía época de auroras boreales, de campeonatos de carreras de renos en Inari, de jornadas de esquí nórdico,…aunque los días comienzan a ser más largos y las noches más cortas. Ahí es donde se nota que se termina el invierno.
Llegamos a Rovaniemi y nos dirigimos al pueblo de Papá Noel, donde se encuentra la empresa de motos de nieve que nos llevará de ruta por Laponia. Nos vestimos y abrigamos adecuadamente y en esta ocasión, en lugar de una moto de nieve para cada uno, nos montamos en una para dos, con el asiento trasero más alto. Nos tendremos que turnar para conducirla, ya que ambos queremos estar en el asiento delantero.
Seguimos las rutas marcadas para motos de nieve, muy cercanas a otras por las que pasan trineos de huskies, otra de las actividades que se pueden realizar en Laponia. Está nevando y se ve que estos días todavía nevó bastante, ya que en los caminos se ve que ha alcanzado bastante altura. Lo comprobamos cuando paramos un rato para descansar, ya que nos hundimos en la nieve hasta la rodilla.
Nuestra guía Teresa va de primera y acelera bastante, lo cual nos da a nosotros libertad para que hagamos lo mismo, aún sabiendo que de momento tenemos un límite de velocidad bajo. Aún así es bastante emocionante acelerar entre los paisajes esplendorosos de Laponia. Aunque hay que decir que aquí abunda el paisaje de boj, con árboles que tardan en crecer muchos años debido a la poca riqueza del suelo. Así, los árboles en Laponia no son altos y frondosos como en otras zonas de Finlanida. Sentimos la emoción de la velocidad atravesando paisajes nevados hasta que llegamos a una zona donde la nieve es todavía más profunda y nadie la ha pisado todavía, que nos animan a explorar. El truco es acelerar sin frenar para evitar que la moto de nieve se hunda, pero es realmente difícil y dos de nuestras motos se quedan encalladas en la nieve.
Nos ponemos todos manos a la obra para ayudar a la guía a retirar la nieve de la base de la moto. Estamos en medio de la nada con la nieve hasta las rodillas, por lo que es importante ser rápido e intentar solucionar el problema cuanto antes. Menos mal que entre todos lo estamos intentando, aunque tardamos bastante antes de conseguir que la primera moto salga de la nieve que la entierra. Pero finalmente lo conseguimos, y retomamos la ruta hasta el calor de una cabaña.
Allí hay un restaurante donde paramos a comer. En cualquier lugar de Finlandia, parque nacional o bosque cercano a las poblaciones, hay un lugar donde parar a calentarse y comer algo, puede ser un refugio o un restaurante con todas las comodidades. Así que el equipo de motoristas descansamos y nos avituallamos antes de retomar nuestro camino en moto de nieve.
Volvemos ahora hacia Rovaniemi y nuestra guía nos sube un poco el límite de velocidad, ya que hemos demostrado que manejamos mejor las motos de nieve. Intentamos no pisar a fondo, pero la velocidad y el control sobre la moto aumenta la adrenalina y la emoción de atravesar Laponia en una moto de nieve.
Cuando nuestra aventura en moto de nieve por Laponia llega a su fin, acostumbrados a la velocidad como estábamos, nos cuenta bajarnos. La verdad es que es una experiencia muy adictiva y nos quedan ganas de más. Tanto nuestra aventura en moto de nieve en Lahti, como las dos rutas en moto de nieve por Laponia, han sido muy divertidas y nos mostrado estos lugares desde un punto de vista diferente, muy especial.
Vale la pena vivir esta experiencia, es realmente recomendable, ya que además de llegar a lugares a los que sería difícil llegar de otro modo, es fantástico rodar por un lago helado, lanzarse cuesta abajo por unas colinas nevadas o atravesar los bosques de Laponia a toda velocidad. Por otra parte, ha sido una oportunidad para aprender y reaccionar en las diferentes situaciones que se presenten. Cuando regresemos a Finlandia en invierno, esperamos volver a montarnos en nuestras motos de nieve y volver a sentir todas esas emociones.
Artículo escrito por María Calvo Santos.
Reservar una moto de nieve en Rovaniemi y Laponia
Agradecimientos
Gracias a Visit Lahti por apoyarnos como siempre en el descubrimiento de esta ciudad, puerta de entrada a la Región de los Mil Lagos. Y gracias a nuesta amiga Tiina Kallio por acompañarnos en estas fantásticas aventuras en Lahti.
Gracias a Jyrki de JumpUp.fi, un guía de lo más profesional y divertido que nos dirigió en una estupenda expedición por los bosques y lagos helados de Lahti.
Gracias a Wild Nordic de Rovaniemi y a Annekreet Heinloo por su amabilidad y el gran apoyo en nuestro viaje a Laponia, por ofrecernos la posibilidad de descubrir increíbles alojamientos y actividades extraordinarias como los fantásticos paseos en trineo tirado por renos y en moto de nieve por los bosques de Laponia. Gracias también a nuestra guía Teresa por la divertida y salvaje aventura.
Gracias a Visit Rovaniemi por su apoyo reiterado en nuestros viajes a Rovaniemi. A Salla Tauriainen y Annukka Jarkko por su amabilidad, y por organizarnos un viaje estupendo con actividades tan interesantes.
Gracias a Auroraemotion y a Mikko Kiirikki por llevarnos de ruta por los bosques de Rovaniemi.
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