Gijón, un fin de semana por la capital marítima de Asturias

Gijón mira al mar. La playa de San Lorenzo y la península de Cimadevilla

Gijón nos invita a descubrirla un fin de semana de finales de verano. Cuando todavía sus habitantes practican uno de los principios de la ‘Gijonomía’ en el paseo marítimo de la ciudad. Porque Gijón es la capital marítima de Asturias, aunque la capital oficial tenga su sede en la monumental Oviedo. Asturias, una región norte de España donde el mar y la montaña abrazan ciudades y pueblos. En Gijón, situada en una gran bahía, se disfruta cada día del mar, y en unos minutos estamos en la montaña, haciendo senderismo o visitando una sidería. En seguida comprendemos porqué es la capital de la llamada ‘Costa Verde’ en alusión a los prados verdes que se extienden desde el mismísimo Cantábrico hasta las cumbres cercanas.

Magnífica arquitectura de Gijón
En el barrio de Cimadevilla

La historia de Gijón está íntimamente ligada al mar, y sus huellas se encuentran en su patrimonio marítimo y en el antiguo barrio de pescadores de Cimadevilla. Así como las de su pasado industrial, que marcó la ciudad tanto en su desarrollo económico, social y urbanístico. Una ruta por los diferentes barrios de Gijón – con parada en interesantísimos museos como la Ciudadela de Capua, el Museo del Ferrocarril o la Casa Natal de Gaspar de Jovellanos – es pues todo un viaje en el tiempo. 

Una ruta arquitectónica por Gijón

Esta escapada a la principal villa marítima de Asturias es también un viaje por su gastronomía, degustando en restaurantes tradicionales e innovadores las especialidades más deliciosas, con parada en las pastelerías para probar dulces históricos. 

Y la guinda del pastel la pone la visita a una sidrería muy especial, situada en una zona rural a un paso de la ciudad, con vistas al mar desde los prados verdes llenos de manzanos. El Gijón gourmet nos dejará muy buen sabor de boca, tanto como para resgresar. Porque Asturias es una tierra a la que se vuelve.

La Gijonomía, un tratado para comprender la esencia de Gijón. “Vivir bien tiene su ciencia”

La Gijonomía puede ayudarnos a alcanzar la esencia de Gijón y las costumbres y el carácter de sus gentes. La frase “vivir bien tiene su ciencia” lo dice todo, y es que si repasamos el Tratado de la Gijonomía, la pasión por la naturaleza, el mar, la diversión, la gastronomía, la sidra,…está en presente en sus principios. 

Homenaje a la sidra en el barrio de Cimadevilla

El primero hace referencia al placer de bañarse todos los días del año en el mar, un hábito saludable del que disfrutan algunos valientes gijoneses. Así se define: “todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un subidón que no veas”. Un gusto por el mar que comparten los de la escalera del “Tosdateru”, rincón de la playa bien protegido donde toman el sol todo el año: “Todo cuerpo permanecerá en reposo a no ser por fuerza mayor”. Otros principios hacen referencia a la gastronomía: “El área de un cachopo es igual a base por altura, partido por dos”.

En las escaleras de la playa de San Lorenzo de Gijón se cumple el principio de la ‘Gijonomía’

Estos días por Gijón intentaremos ser uno más de sus habitantes aplicando algunos de los principios del tratado, intentando disfrutar la ciudad lo mejor posible.

Gijón mira al mar

El mar en Gijón forma parte de la vida de sus habitantes

Para una ciudad marítima como Gijón, la vida pasa siempre cerca del mar. Por eso el Paseo de San Lorenzo, frente a la bahía del mismo nombre, es lugar de paso diario para propios y extraños. Hasta existe la saludable actividad de “hacerse el muro”, un auténtico placer para los sentidos. Muchos gijoneses dan su habitutal “paseín” desde la iglesia de San Pedro hasta La Lloca, 3 kilómetros contemplando la bahía de San Lorenzo.

En nuestra escapada a Gijón el “paseín” se convirtió en una de nuestras actividades favoritas, incluso llegamos más allá de La Lloca, hasta los acantilados que hay entre el Mirador de Paseo Litoral y el Mirador de la Providencia. El ambiente es el Paseo de San Lorenzo es fantástico en cualquier época, pero en pleno septiembre, cuando el verano se resiste a irse, es realmente delicioso.

El ‘paseín’ mirando al mar, una de las actividades favoritas de los gijoneses

Y en los nada menos que 16 accesos a la playa, ocurren esas cosas fantásticas que definen la ‘Gijonomía2. En la Escalera 16, la del  “El Tostaderu”, disfrutan los amantes del sol para tostarse cuando más pica. ”. Y tanto en la Escalera 2, “La Rampina”, como en la 4, “La Escalerona” se da el primer principio. Hay muchos valientes que disfrutan todas las mañanas del año del agua del Cantábrico.

Y las vistas del mar y del barrio de Cimadevilla son espléndidas desde el Paseo de San Lorenzo. Y es a este mítico barrio al que la historia marítima está ligada íntimamente. Rodeada por el mar, la península de Cimadevilla reserva al viajero algunas de las mejores panorámicas de la ciudad. Desde lo alto del Cerro de Santa Catalina admiramos la ciudad que mira al mar. Desde ahí domina la bahía la escultura de Eduardo Chillida “El Elogio del horizonte”, todo un símbolo de Gijón.

Vistas desde el Cerro de Santa Catalina

'El elogio del horizonte', obra de Chillinda y símbolo de Gijón, en el Cerro de Santa Catalina, uno de los parques favoritos de los gijoneses

Cimadevilla, el barrio más antiguo de Gijón

El barrio más antiguo y bello de Gijón es Cimadevilla. Ahí continúa nuestro recorrido por la villa asturiana. Vamos en busca de historias de “playos” – los nacidos en este barrio –, de pescadores, cigarreras y artesanos que habitaron el barrio entre distinguidos monumentos y vestigios arqueológicos – termas romanas -. Un paseo por las calles empedradas nos lleva a disfrutar de un magnífico patrimonio monumental de palacios, casonas (como el Palacio Valdés, la Casa Natal del escritor Jovellanos o la Casa Paquet – sede de la Oficina de Turismo -), que contrastan con las antiguas viviendas de pescadores, que nos recuerdan ese pasado marinero de Gijón. 

Ayuntamiento de Gijón

Paramos en las plazas para tomarle el pulso a una ciudad llena de vida. De hecho, uno de los rincones más bellos de Cimadevilla está en la Plaza del Marqués, frente al puerto. Allí el bellísimo Palacio de Revillagigedo con sus torres almenadas – ejemplo de arquitectura palaciega asturiana barroca – forma un magnífico conjunto con la Colegiata de San Juan.

La plaza del Marqués y el Palacio de Revillagigedo en el barrio de Cimadevilla

Es hora de subir al Cerro de Santa Catalina – uno de los parques favoritos de los gijoneses  junto al Parque de Isabel la Católica y el Jardín Botánico Atlántico-, para contemplar la puesta de sol por encima de antiguas baterías que recuerdan el pasado militar de la ciudad.

Tras lo cual es buen momento para regresar a la dársena de La Barquera, donde está el antiguo puerto de Gijón – hoy puerto deportivo -, donde el ambiente es fantástico a última hora de la tarde, para disfrutar de una buena botellina de sidra y saborear alguna de las especialidades marineras locales.

El puerto de Gijón y el barrio de Cimadevilla

El Gijón oculto. Las Ciudadelas

Las Ciudadelas de Gijón nos hablan de su pasado obrero

Otra jornada empieza en el Ensanche de Gijón, en un lugar que pasaría desapercibido si no supiéramos de él – pues está en un solar interior – pero que nos cuenta mucho sobre el pasado de la ciudad. Gijón estuvo en otro tiempo llena de Ciudadelas – unas 200 -: grupos de casas unifamiliares precarias dispuestas en hileras y con servicios comunes, habitadas por los más desfavorecidos de la clase obrera.

Entre altos edificios, en la calle Capua, se encuentra oculta la Ciudadela de Celestino Solar, hoy museo que testimonia la vida de los obreros en Gijón de finales del siglo XIX y una buena parte del XX.

Ruta arquitectónica por Gijón

La belleza de la arquitectura de Gijón

Ruta modernista por Gijón

Pasear por las calles de Gijón es pues un viaje por la arquitectura, el urbanismo y la sociedad de épocas diferentes. Frente a las Ciudadelas, están joyas arquitectónicas que nos hablan de la existencia de una burguesía pujante que impulsó un nuevo modelo de urbanismo.

Así, magníficos edificios residenciales resplandecen ante nuestras miradas asombradas en estos días luminosos de finales de verano. Entre ellos el Teatro Jovellanos. Muchos de estos edificios son  bellísimos ejemplos de estilo Art Nouveau; de hecho, una Ruta por el Modernismo gijonés nos lleva por las calles Jovellanos, Corrida, Munuza, Cabrales,…entre otras.

Es una delicia pasear por las calles de Gijón y admirar su arquitectura

Gijón y sus bellos edificios

Gijón goloso, Gijón Gourmet

Estamos en una buena zona para descubrir el ‘Gijón goloso’, un recorrido por algunas de las confiterías históricas de la ciudad. Con el bono de varias degustaciones que se puede adquirir en la Oficina de Turismo, probamos algunas de las muchas especialidades fruto de la tradición pastelera de Gijón. Florentinas, pelayos, casadielles, frixuelos,… son algunas de las delicias asturianas que saben a gloria. Todavía se nos hace la boca agua pensando en las Princesitas de ‘La Playa’ – la confitería más antigua de la ciudad – ; con el “bizcocho de queso azul con interior de castaña y avellana crujiente”, de la Balbona Pasteleros; o con los turrones y helados Federico Verdú. 

Las confiterías del Gijón goloso

Pero la ciudad es también un destino gourmet, tanto como Oviedo o Avilés, o muchos de los pueblitos asturianos. De la tradicional fabada a la cocina más vanguardista en algunos de los restaurantes de la ciudad. El Zascandil del barrio del Carmen conquistó nuestro paladar con las especialidades de José Luis Camacho: puerros gratinados con langostinos, Rey al horno con patatas panaderas, calamares en su tinta,…maridados con vinos sorprendentes, y sidras muy especiales de Sidrería Trabanco: la Poma Áurea – un but natura – y la sidra Alicia Trabanco, elaborada con una antigua variedad de manzana: la Martina. Todo un homenaje a la bebida asturiana por excelencia.

El Zascandil, un restaurante para disfrutar del Gijón gourmet

Visita a la Sidrería Trabanco, un llagar de lo más singular

Desde la finca Trabanco

A la Sidrería Trabanco nos vamos para conocer de cerca un llagar muy especial. Salimos del ajetreo de las calles de Gijón, a 15 minutos por la carretera de Lavandera, para adentramos en el paisaje asturiano de colinas, prados verdes y plantaciones de manzanos. Antes de la visita a la Sidrería Trabanco, paseamos por la bonita parroquia de Lavandera, que se encuentra en un entorno rural de gran encanto. Nos fotografíamos con el ‘Carbayón de Lavandera’, un roble centenario situado entre la iglesia de San Julián y Casa Trabanco Nos recuerda a otro árbol declarado Monumento Natural: la Encina de la Peana (Serón, Almería).

El ‘carvayon’ de Lavandera, roble centenario frente a Casa Trabanco

La visita a la Sidrería Trabanco comenzó en los alrededores de Lavandera, en la pomarada, donde las manzanas estaban ya a punto de cosecharse. Ahí se encuentra uno de los “llagares”, el del Túnel de la Sidra. Las vistas son espléndidas desde esta zona alta: Gijón y el mar al fondo. Se trata de un lagar singular pues es un túnel ferroviario  de 1892 de una línea que que no llegó nunca a funcionar. La idea era que llevase carbón de la Cuenca Minera al Puerto de Gijón. Emilio Trabanco vio en él el lugar ideal para guardar miles de litros de sidra. Es un recorrido sorprendente en el que vamos probando la sidra espichada desde un tonel. Tras lo cual visitamos el pequeño museo familiar.

En el lagar de la Sidrería Trabanco

Ya en Casa Trabanco visitamos la bodega familiar originaria de 1925, donde los fermentos y el olor a madera nos llevan a un viaje al pasado.

Casa Trabanco, referente gastronómico 

La terraza de Casa Trabanco está llena a la hora de comer, gracias al clima benigno de septiembre. Los olores que salen de la cocina despiertan nuestros sentidos. Sabemos que en el restaurante se utilizan los mejores productos locales que sirven para elaborar platos de 10 por excelentes cocineros. Casa Trabanco es un referente gastronómico en Gijón y en Asturias. 

Casa Trabanco, referente gastronómico en Gijón

Al probar la sucesión de platos que nos van presentando, comprendemos en seguida porqué. Comenzamos con el sorprendente vermú Trabanco, una sorpresa. Acompañados de las sidras Trabanco comienza el desfile de delicias para nosotros desconocidas: tortos asturianos con maíz rellenos de queso azul, compota de manzana y nueces; frixuelinos (una especie de filloas) rellenas de bechamel y gambas; espárrago relleno de bechamel y bacalao,…Todo un festín gastronómico que nos deja “ese sabor tan prestosu en el paladar!” 

Y la Laboral…

La Laboral de Gijón

De vuelta, nos despedimos de Gijón en uno de los lugares más espectaculares y activos de la ciudad asturiana: La Universidad Laboral, hoy Ciudad de la Cultura. Un impresionante conjunto arquitectónico construido en época franquista para servir de orfanato para los hijos de los mineros y de universidad laboral; concebido como una ciudad ideal. Un recorrido por La Laboral nos lleva a admirar su inmensa plaza, su arquitectura neoclásica, así como todas las dependencias: el teatro, la iglesia, las salas de pinturas, así como las zonas residencial y educativa. Y, sobre todo, el espíritu de la época. Actualmente, numerosos actos, eventos y conciertos tienen lugar en La Laboral.

Cómo llegar a Gijón

La playa del ayuntamiento de Gijón y el Teatro Jovellanos

Para llegar a Gijón en coche desde varios puntos del norte de España, hay que coger la autovía A-8. Desde Santander se tarda 1h 46 minutos (174 km); desde Ribadeo, 12h21 minutos; desde Madrid unas 4h 40 minutos. También se puede llegar en autobus, aunque es algo menos rápido que en coche. También hay vuelos desde Madrid al aeropuerto de Oviedo.

3 comentarios de “Gijón, un fin de semana por la capital marítima de Asturias

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  2. Me encanta como estos chicos describen Asturias. Entran ganas de hacer la maleta y pasar este fin de semana ahí. Muchas gracias por tan buena información. A partir de ahora miraré siempre vuestra pagina.

    1. El Giróscopo Viajero

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      ¡Muchas gracias, Flora! Seguro que te va a encantar, y si ya lo conoces, tendrás muchas cosas nuevas que descubrir. ¡Gracias por ser tan fan!. Besazos.

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