La Ruta de las Xanas, Asturias. Desfiladero espectacular cerca de la Senda del Oso

El Desfiladero de las Xanas, Monumento Natural

Hay quien dice que la Ruta de las Xanas recuerda a la célebre Ruta del Cares, y es cierto que en algunos puntos podemos evocar aquel desfiladero que tantos senderistas buscan cuando viajan a Asturias. Ambas son atractivas por la espectacularidad de las gargantas que atraviesan. Al desfiladero del Xanas se acerca mucha gente atraída por las últimas poblaciones del Oso Pardo de España. Llegan para hacer la conocida Senda del Oso en bici, una vía verde por la que pasaban los trenes mineros en otros tiempos.

El colorido del pueblo de Villanueva de Santo Adriano desde el desfiladero de la Ruta de las Xanas

Un plan perfecto de fin de semana en Asturias en cualquier época del año es dedicar una jornada a la Senda del Oso y al día siguiente hacer la Ruta de las Xanas, que se puede hacer en 3 horas ida y vuelta, ya que son 7,4 km. Pero recomendamos hacer la ruta tranquilamente, disfrutando tal vez de un baño en sus pozas. Y, sobre todo, pasear por la aldea de Pedroveya, en cuya ermita está el punto de llegada de la Ruta de las Xanas, y disfrutar de una buena fabada o de algún delicioso plato de la gastronomía asturiana. Y una siesta en los prados cercanos con vistas al paisaje espectacular de las montañas que abrazan la pintoresca aldea asturiana.

El desfiladero de las Xanas, Monumento Natural de Asturias

Enormes roquedales de caliza forman el desfiladero de Xanas

En un paraje donde se unen los concejos de Santo Adriano, Proaza y Quirós se encuentra el desfiladero de las Xanas. Una formidable garganta fluvial de más de 2 kilómetros de longitud por la que discurre el arroyo  Las Xanas o Viescas a lo largo de varios estratos calizos. La zona del Desfiladero de las Xanas se originó en la Era Paleozoica, hace 400-300 años, y fue sometida a intensos plegamientos que dieron esa verticalidad espectacular a los estratos. El Desfiladero de las Xanas fue declarado Monumento Natural en 2002, pasando de este modo a formar parte de la red de espacios naturales protegidos del Principado de Asturias.

La Ruta de las Xanas se construyó en el siglo XX, a principios de los años 30, pero lo que al principio pretendía ser una carretera que uniese el valle principal donde se encuentra Villanueva, con núcleos aislados como Pedroveya, Dosango y La Rebollada, terminó siendo una senda. Pero una senda bellísima que nos animamos a atravesar en un día luminoso  de julio. 

Ruta de las Xanas, un sendero de vértigo con muchas sorpresas

1ª parte: Ascenso desde el parking hasta el punto de vista

Mirador natural donde comienza el desfiladero de las Xanas. Villanueva allá abajo

La Ruta de las Xanas comienza en el parking que lleva el mismo nombre, a 2 minutos de la parroquia de Villanueva de Santo Adriano, y a casi 3 kilómetros de Proaza, donde está la Senda del Oso. Un merendero con un gran aparcamiento asfaltado donde dejaremos el coche y tomamos nota de la descripción de la Ruta de las Xanas en los paneles informativos.

El tiempo nos acompaña este fin de semana, ya que el día de ayer fue también magnífico en nuestra ruta en bici por la Senda del Oso, y el tiempo sigue estupendo cuando comenzamos por la mañana a subir hacia el Desfiladero de las Xanas. Tras un buen rato de ascensión por una subida con cierto desnivel, llegamos a un primer mirador natural que nos anuncia el sendero de vértigo que va a ser la Ruta de las Xanas. Y que nos recuerda a aquella otra que hicimos en el sur de Francia en varias ocasiones: otro sendero de vértigo por las Gargantas del Carança. Y también a otras rutas de vértigo en el corazón de la sierra de Málaga: el célebre Caminito del Rey o El Puente del Saltillo en la GR-249..

2ª parte: Desfiladero de las Xanas (2 km)

Por el desfiladero de las Xanas

Desde el mirador de puede apreciar la majestuosidad del Desfiladero de las Xanas, así como Villanueva con sus casas de colores abrazada por altos montes boscosos. Caminamos ahora un buen trecho por la senda excavada en la roca que evidencia el duro trabajo de los obreros. Los compañeros que tienen más vértigo se agarran a una cable o cuerda que hay por tramos. Esta parte de la Ruta de las Xanas es realmente bonita. El río se intuye – e incluso se escucha – allá abajo, envuelta en la vegetación frondosa y bosque de avellanos, tilos, arces, olmos, fresnos. En las partes de las crestas calcáreas crecen a duras penas las encinas y aladiernos.

Algunos carteles nos recuerdan que numerosas aves habitan los roquedos escarpados: las chovas y los aviones roqueros. Mientras que el desfiladero es atravesado a menudo por cornejas, cuervos, cernícalos y ratoneros, incluso algún alimoche. Por lo que los amantes de las aves se alegrarán haciendo la Ruta de las Xanas.

En esta parte de desfiladero que dura unos 2 kilómetros, atravesamos un túnel excavado y después seguimos la senda sinuosa de vértigo por el desfiladero hasta que se termina, tras pasar por una antigua mina excavada.

3ª parte: A orillas del río Xanas (1,8 km)

Unos perros bañándose en el río Xanas

Dejamos atrás el desfiladero de las Xanas para bajar al rio que lleva el mismo nombre. La transformación del paisaje es patente: nos adentramos en un bosque de ribera en la que los avellanos, los robles y los fresnos crean un microclima fresco con su sombra. Tanto que, aún siendo verano, no hace la temperatura suficiente para bañarnos en las cristalinas pozas que nos llaman a los que nos encanta sumergirnos en mares, ríos, piscinas naturales, sean fríos o calientes. 

No tenemos más que recordar las aguas frías de las playas o los ríos de Galicia: la playa de Vilar o el río Mao. O las heladas de los lagos de Finlandia que, tras una buena sauna, son un placer gélido. Aunque también evocamos las aguas templadas dFavignana, en Sicilia o las hirvientes de Islandia, ¡qué recuerdos en el Blue Lagoon!. Siempre queremos probar las aguas de todos los sitios, como si fuéramos seres acuáticos. Casi caemos en la tentación de bañarnos en las piscinas naturales que forma el río Xanas, si no fuera porque tenemos todavía bastante ruta por delante.

Cascada y piscinas naturales en el río Xanas

4ª parte: Subida hacia Pedroveya

Así que, tras un breve descanso de fotos en las que domina el verde omnipresente de Asturias, seguimos adelante por la Ruta de las Xanas. Cruzamos el arroyo de la Boya por un puente, afluente del río Xanas por un puente, dejando atrás restos de un antiguo molino y el bosque frondoso.

Fantástico paisaje desde los prados de Pedroveya

Ahora el camino asciende, haciéndose patente el último fuerte desnivel. Un último esfuerzo hasta que llegamos hasta un cruce que indica: desfiladero de las Xanas a la izquierda y La Rebollada a la derecha. Tomamos a la izquierda, y poco después, seguimos la señal hacia Pedroveya. En seguida nos metemos en una zona rural, donde las vacas pastan a gusto en los prados. 

Llegada: San Antonio de Pedroveya. Gastronomía asturiana en Casa Generosa

La aldea de Pedroveya

La Ruta de las Xanas culmina en la iglesia de Pedroveya (concejo de Quirós), que se ve allá en lo alto junto al tejo milenario que le quita protagonismo. Un paisaje idílico se despliega ante nuestros ojos. La pequeña localidad de Pedroveya con sus casas de colores en lo alto de una colina, y 360º de paisaje de montañas verdes, verdísimas, a imagen y semejanza de otros paisajes de la Asturias rural.

De repente nos proyectamos en este pueblo, viviendo aquí durante todo el año, viendo pasar las estaciones de hojas caducas, de nieve y de flores, arropados por únicamente por los sonidos de la naturaleza, lejos del ruido de las ciudades.

Casas de Pedroveya

A medida que avanzamos hacia Pedroveya, nos reafirmamos en este deseo, sobre todo cuando vemos esas casas de piedra y balcones de madera con todas esas flores, que miran a este maravilloso paisaje montañoso.

Nos encanta el hórreo de planta cuadrada típico de Asturias, con sus mazorcas de maíz adornando, que aquí no guarda grano precisamente. Sino que es uno de los comedores del restaurante Casa Generosa, uno de los más populares de la comarca, según nos enteramos más tarde. Y para el que hay que reservar con antelación. Será la suerte del recién llegado, pero nosotros sin tan siquiera saber de él encontramos que hay una mesa vacía y que podemos comer allí sin más dilación. Aún con la cantidad de gente que vemos allí, ya que estamos en pleno verano, y siendo un grupo relativamente grande.

Hórreo asturiano en Casa Generosa

La comida casera de Enedina García, conocida como Generosa, no se hace esperar y llega en esas cazuelas humeantes: la típica fabada asturiana, sabrosa sobre todo después de la ruta. ¡Y qué postres, los flanes y los arroces con leche!.  

De vuelta por el desfiladero de las Xanas

¡Qué lugar para hacer una siesta!

No es de extrañar que, antes de regresar sobre nuestros pasos, nos tumbemos un rato a dormir una mini siesta en esos prados que miran al bello paisaje asturiano. También podríamos hacer la ruta más larga y seguir de Pedroveya hasta Dosango para regresar al aparcamiento de Molín de las Xanas por la ruta de Valdolayés. Sin embargo optamos por volver por donde hemos venido, contentos por volver a pasar por ese desfiladero de las Xanas.

Desde luego, Asturias nos tenía preparadas dos estupendas rutas, la de la Senda del Oso en bici y la Ruta de las Xanas a pie. ¡Un fin de semana muy bien aprovechado!

Asturias en verano

Ruta de las Xanas con la senda de Valdolayés

Hay una opción alternativa: una ruta circular, haciendo 1 km y medio más si se combina la ruta de las Xanas  con la senda del Valdolayés. Desde Pedroveya, en lugar de dar la vuelta como hicimos nosotros, se toma la Senda de Valdolayés para llegar de nuevo al aparcamiento de Molín de las Xanas, el punto de inicio de la Ruta de las Xanas.

Descripción de la Ruta de las Xanas

Mapa de la Ruta de las Xanas

Tipo de ruta: lineal

Distancia: 7,4 km ida y vuelta

Duración: 2 horas y media aproximadamente.

Dificultad: media. Corto recorrido con desniveles fuertes.

Punto de partida: Aparcamiento de Molín de las Xanas, Villanueva

Punto de llegada: Iglesiade Pedroveya

Camino de regreso: vuelta por la misma senda o por la Ruta de Valdolayés.

¿Cuál es la mejor época para hacer la Ruta de las Xanas?

Desfiladero de las Xanas

Todo el año. Cada estación del año tiene su encanto, el otoño con los bosques caducos coloreando el paisaje; la primavera, el florecer de la vegetación; el verano, en general días luminosos y una vegetación espectacular. El invierno tal vez más apagado, pero la ruta no deja de ser espectacular.

Cómo llegar a la Ruta de las Xanas

El aparcamiento de Molín de las Xanas

El parking de la Ruta de las Xanas se encuentra a 800 metros de la localidad de Villanueva, parroquia de Santo Adriano, a 2 minutos por la carretera AS-228. Si se encuentran en Proaza, donde se encuentra la Senda del Oso, tienen que ir por la misma carretera AS-228 hacia el parking que está a sólo 2,9 kilómetros (4 minutos).

Y para llegar a la Ruta de las Xanas desde Galicia o Cantabria, hay que ir por la Autovía del Cantábrico A-8, tomar la salida 421, seguir por la AS-16 hasta la A-63 durante 21,2 km y seguir por la A-63 hacia el Patronato durante 18,3km, y tomar la  salida 9. Tomar ahora la AS-228 hacia laAS-360 durante 13 km.

Excuriones por Asturias

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