Libro Reinas de la Carretera, «Pioneras del manillar y del volante»

La pericia con el manillar y el volante de las mujeres del libro Libro Reinas de la Carretera, «Pioneras del manillar y del volante», fue además igual de ágil en la carretera que con los baches intangibles con los que tuvieron que lidiar en una sociedad poco acostumbrada a las mujeres emancipadoras. La victoria por el uso de la bicicleta y las motos fue una victoria que trascendía el asfalto, ya que abarcaba lo social y lo político, espacios donde la mujer no paraba de reivindicar la igualdad. La lucha por el sufragio femenino se enarboló en muchos casos a lomos de bicicletas, con concentraciones masivas de mujeres que lograban cierta independencia en su movilidad.

Frente al conservadurismo y la mojigatería, -que realmente escondían el anhelo de sumisión de la mujer- mujeres como Amelia Bloomer supieron sacar partido al ingenio. Amelia diseñó unos bombachos que facilitaban la maniobrabilidad sobre la bicicleta. Desde Estados Unidos y Gran Bretaña decididas mujeres lucharon contra los tópicos para que entre otras cosas, el uso de la bicicleta no estuviera mal visto. A lo largo de la década de 1890 y durante el primer tercio del siglo XX mujeres como Sara Grand, Emmelyne Pankhurst, Frances Evelyn Greville (condesa de Warwick), Alicia Hawkings o Flora Drummond (apodada el general) allanaron con su tenacidad el camino para la igualdad. Ora con una persistencia digna de elogio, ora con actuaciones que rozaban lo estrambótico y arriesgado, fueron «haciendo kilómetros» para que el uso de la bicicleta y por extensión el conjunto de los derechos de las mujeres, fuese una realidad.

Flora Drummond (apodada el general) arrestada por sus actividades sufragistas
Flora Drummond (apodada el general) arrestada por sus actividades sufragistas

En la primera parte del libro se recorre el binomio mujer y bicicleta con el lema «Una tetera en el manillar». Algunas historias podrían formar parte de un guión de película como la de Rosa May Billinghurst, que subida en el triciclo que usaba a causa de la enfermedad que la había dejado inválida, fue un dolor de cabeza para la policía de las afueras de Londres en las manifestaciones a favor del sufragio femenino. En Estados Unidos Kittie Knox abrió el debate de la entrada en las agrupaciones ciclistas de los afroamericanos, como la Liga de Ciclistas Americanos que en 1895 prohibió la entrada de la «ciclista».

Por el libro de Tejada pasan personajes de todo tipo, como Annie Oakley, famosa por su puntería incluso subida en bicicleta; Frances Willard autora de un bestseller sobre «cómo aprender a andar en bicicleta»; Marie Curie que usaba frecuentemente la bicicleta; o Belva Lockwood que fue la primera mujer abogada en la Corte Suprema de Estados Unidos y también la primera candidata femenina a ser presidente del país. Sorprende la odisea de Annie Kopchovsky (alias Londonderry) que al igual que Phileas Fogg, dio -esta vez de verdad- la vuelta al mundo subida en su bicicleta durante quince meses, atravesando Estados Unidos, el norte de Africa, Europa y Asia. O de igual manera la vida de Fanny Workman, que junto a su marido hicieron una travesía por todo el globo terráqueo a dos ruedas.

Otro de los apartados del libro se centra en las viajeras y aventureras en moto, que ya desde los labores del siglo XX dinamitaron la concepción servil de la mujer. Con el título de «El mundo por Motera», Pilar Tejada nos acerca a las historias vividas por estas mujeres «insensatas» a ojos de sus coetáneos, pero pioneras para las generaciones siguientes.

Leer el sorprendente viaje de Effie y Avis Hotchkiss, madre e hija recorriendo en 1915 Estados Unidos desde Nueva York a San Francisco con su Harley Davidson y el sidecar añadido, es simplemente genial.

Effie y Avis Hotchkiss cruzando Estados Unidos de norte a sur
Effie y Avis Hotchkiss cruzando Estados Unidos de norte a sur

Casi al mismo tiempo Della Crewe recorría no solo Estados Unidos con su perro en el sidecar, si no también más tarde Panamá, Cuba, Jamaica o Puerto Rico. Lady Warren, que recorrió el norte de África, bien detallado en el libro «De Argelia a Túnez en moto» recuperado por Marta Sarramián. Theresa Wallach y Florence Blenkiron hicieron hicieron el trayecto desde Londres hasta Ciudad del Cabo atravesando 12.000 km a través de África, algo casi impensable en 1935. Por no mencionar la Luna de miel de los polacos Halina y Stanislaw Bujakowscy que llegaron hasta China en moto. Emocionan y mucho las palabras de Peggy Iris Thomas, en su itinerario de 22.000 km desde Canada hasta México en 1951-1952, acompañada por un terrier.

Theresa Wallach y Florence Blenkiron
Theresa Wallach y Florence Blenkiron

A todas ellas se suman otros nombres no menos relevantes en esta lucha por descubrir el mundo como las hermanas Van Buren que hicieron la primera ruta transcontinental en Estados Unidos o Justine Tibésar que cubrió el tramo desde su Bélgica natal hasta Vietnam en 1931.

En la tercera y última parte del libro. el capítulo «Reinas de la Carretera» sigue las huellas de los automóviles conducidos por mujeres. Y no solo las rodadas, si no que indaga en la inteligencia y visión que llevó a varias de ellas a aplicar innovaciones como el limpiaparabrisas o el espejo retrovisor como Dorothy Levitt.

Alice Huyler Ramsey fue la primera mujer en cruzar EEUU de costa a costa en 1909 en coche, sufriendo todo tipo de percances, desde los más graciosos hasta los más agónicos. Años después, en 1915, la actriz estrella del cine mudo Anita King -apodada Paramount Girl– fue la causante de un empuje mediático a las hazañas femeninas, cruzando en 49 Norteamérica de San Francisco a Nueva York. Ya en los años 20 Aloha Wanderwel hizo junto a su compañero de viaje Walter uno de los viajes más fascinantes de la época, recorriendo en un Ford T medio mundo, con visitas en Europa, la Meca, Calcuta, Pesawar, Saigón, Angkor, Singapur, Hong Kong, Shangai o Japón entre otros lugares. Terminado el viaje siguieron recorriendo África o Cuba, siempre con una enfermedad viajera incurable, ya con Walter como esposo. Ni la viudedad le hizo quedarse quieta, y nuevamente casada conoció Indochina, Brasil y de nuevo la India, grabando documentales.

Alice Huyler Ramsey
Alice Huyler Ramsey

Todas estas mujeres – y muchas más que descubriremos con la lectura- fueron fuente de inspiración durante años y sirven de imán para la lectura ávida del libro Reinas de la Carretera, «Pioneras del manillar y del volante». Pilar Tejada, no solo es la autora del libro, si no el alma concienzuda que en otros tiempos de crisis, -estos literarios- creó con valentía el sello Ediciones Casiopea. Centrado en la recuperación de historias prodigiosas de mujeres, se ha rodeado de un buen puñado de plumas sensacionales que apuntalan el listado de libros publicados por la editorial.

Libro Reinas de la carretera
Libro Reinas de la carretera

El trabajo bibliográfico y documental llevado a cabo por su autora en «Reinas de la carretera» es quizá uno de los mejores en su genero, acercando al lector a una puerta que sirve de aperitivo y primer plato para adentrarse en una temática que cada vez cuenta con más obras publicadas.

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