El Loira en bici. Una ruta cicloturista en Francia

El Loira en bici, una ruta cicloturista que atraviesa los castillos del Loira

“El Loira en bici” (“La Loire à vélo”) está a punto de cumplir 20 años y lo celebramos recorriendo durante 5 días un tramo de 200 kilómetros que sigue el curso del río por el Valle del Loira. Un paisaje cultural único declarado Patrimonio de la UNESCO, que posee ciudades y pueblos históricos, grandes monumentos – los Castillos del Loira – y unas fértiles tierras ligadas al río.

“El Loira en bici” es una ruta cicloturística que atraviesa dos regiones del norte de Francia: el País del Loira y el Centro Valle del Loira. 900 kilómetros de rutas señalizadas entre Cluffy y el Atlántico, que atraviesan ciudades como Orleáns, Tours, Angers o Nantes. Un viaje para descubrir el patrimonio monumental, paisajístico, gastronómico y vinícola del Valle del Loira a ritmo de bicicleta.

Ruta en bici a orillas del Río Loira

Ruta en bici Tours-Angers (200 kilómetros)

Atravesando el Parque Natural Regional Loire-Anjou-Touraine

El tramo del “Loira en bici” que descubriremos discurre entre Tours y Nantes, una zona ocupada por el Parque Natural Regional Loire-Anjou-Touraine, uno de los 56 parques naturales de Francia, reconocidos a nivel nacional por la calidad de su patrimonio. Paisajes excepcionales creados por la confluencia del Loira con sus afluentes: el Cher, el Indre, el Viena, el Thouet y el Authion.

Magnífico paisaje del Parque Natural Regional Loire-Anjou-Touraine

Patrimonio monumental en el “Valle de los reyes”. Castillos del Loira, palacios, fortalezas, abadías

Los Castillos del Loira en la ruta en bici. Castillo de Azay-le-Rideau

Los reyes de Francia se enamoraron del Valle del Loira – conocido como “El valle de los reyes” -, de su clima suave y su ritmo tranquilo. Unas tierras fértiles donde el río permitió a lo largo de la historia estratégicos intercambios comerciales. Y allí se construyeron fortalezas medievales, como la de Chinon o la de Angers, y castillos de piedra de toba que tuvieron en la Edad Media una finalidad defensiva. El Loira está lleno de sitios emblemáticos en la historia de Francia: cuenta con más de 500 monumentos.

Fue en el Renacimiento cuando, inspirándose en la arquitectura italiana, los transforman en magníficos palacios rodeados de jardines: los llamados Castillos del Loira. Auténticos remansos de paz, situados lejos de las ciudades, en plena naturaleza. La residencia ideal para los reyes y la nobleza que consiguen alcanzar el nivel de las cortes refinadas de los príncipes italianos. 

Los Castillos del Loira, fortalezas, abadías, iglesias,…el ingente patrimonio monumental del Valle del Loira

De los cien castillos y palacetes que se concentran en el Valle del Loira visitaremos sólo algunos en este tramo. Quizás menos conocidos que los que rodean Blois, donde están los famosos castillos del Loira de Chambord o Chenonceaux. Pero igualmente magníficos, como el Castillo de Villandry – con sus espectaculares jardines -, o los de Azay-le-Rideau y l’Islette – donde vivieron sus amores Camille Claudel y Rodin -. 

Entre Tours y Angers también visitaremos significativos monumentos como el Castillo de Angers, o sitios UNESCO como la Abadía Real de Fontevraud o la Fortaleza de Chinon – bajo la cual sorprenden unas insólitas bodegas de algunos de los más célebres vinos y champanes del Loira. 

Castillos del Loira. Castillo y jardines de Villandry

Valle del Loira, la 3ª región vinícola de Francia

Viñedos del Loira. En bici por el Valle del Loira

De hecho, necesitaríamos hacer toda la ruta del Loira en bici para descubrir las 80 denominaciones del vino del Valle del Loira. Más de 40 mil hectáreas de viñedos. Sólo en Anjou-Saumur hay 19 denominaciones de origen y más de 21 mil hectáreas, y en Anjou-Touraine cuentan con 27 denominaciones. Una gran producción sobre todo de las variedades de uva Cabernet Franc para los tintos y Chenin para los blancos, que se dan en terrenos de esquisto y toba.

Esta variedad de suelos, relieves y climas dan una diversidad de vinos de gran riqueza aromática. Tendremos el privilegio de degustar muchos de ellos en bodegas y restaurantes a lo largo de toda la ruta ciclista de “La Loire à vélo”. Al mismo tiempo que descubrimos los espléndidos paisajes de viñedos del Valle del Loira.

Vinos del Loira

Ruta gastronómica por el valle del Loira. Restaurantes, “guinguettes” y alojamientos con encanto

Otro de los grandes protagonistas de esta ruta en bici por el Valle del Loira ha sido la gastronomía, que en Francia todos sabemos que es arte. Hemos tenido el privilegio de probar platos deliciosos en algunos de los restaurantes, brasseries y guinguettes más preciados de la región del País del Loira y de la región Centro Valle del Loira.

En el Loira hay alojamientos con encanto, restaurantes y guinguettes donde comer delicias gastronómicas

Además, las paradas para descansar en pueblos y ciudades de la “Loire à vélo” nos abrirán las puertas a excelentes alojamientos y restaurantes con productos y especialidades locales realizadas por cocineros de alto nivel. ¡Y es que está ruta cicloturista por el Valle del Loira es también una ruta gastronómica!.

Mapa del Valle del Loira y Mapa de la Ruta “El Loira en bici”

Mapa de la Ruta «EL Loira en bici»

Ruta cicloturista por el Loira “La Loire à vélo”. De Tours à Angers (200 km)

Símbolo de la Ruta cicloturista «El Loira en bici»

1ª etapa (35 km). De Tours a los Castillos del Loira

De la ciudad de Tours parte la primera etapa de la ruta, tras admirar la esplendorosa estación de tren del siglo XIX con sus cuadros de cerámica Art Déco. Y comenzar con buen sabor de boca en el cercano restaurante “Le Chien Jaune”, un bistró de los años 30 con sus paredes cubiertas de placas esmaltadas y murales de personajes anónimos de Tours.

Restaurantes de la ruta en bici por el Loira. En Tours, el restaurante «Le chien jaune»

Tras alquilar las bicicletas, hacemos  el tramo de 22 km que nos separan de uno de los Castillos del Loira: el Castillo de Villandry. 

En bici a orillas del Río Cher, afluente del Loira. La confluencia de ambos crea paisajes hermosos

Seguimos por una ruta señalizada a orillas del Río Cher, afluente del Loira, que tiene ya un aire otoñal. Vamos a paso ligero, contagiándonos con el ritmo suave de las aguas. En el camino hacemos alguna parada fotográfica para contemplar pueblos de postal que miran al río, como Savonniers, con sus casas de piedra toba y tejados de pizarra. Un tipo de arquitectura típico de la zona que iremos encontrando a lo largo de este viaje en bici. Sólo nos separan 3 kilómetros de uno de los jardines más bellos de los Castillos del Loira.

Pueblos de postal que contemplan el río Loira. Savonniers, cerca de Tours

Visita Castillo de Villandry y jardines renacentistas

Ahí está, imponente, el Château de Villandry, que todavía conserva la antigua Torre Homenaje heredada de la antigua fortaleza medieval de Colombiers. Aunque esencialmente es un palacio renacentista con sus galerías porticadas, sus elegantes tejados de pizarra, sus buhardillas con frontones y chimeneas.

Dejamos nuestras bicis para recorrer el interior del castillo, en el que destacan “la habitación del huerto” con vistas a los jardines, la galería de pinturas con obras del Siglo de Oro español, colección de los propietarios Joachim Carvallo y Ann Coleman. Así como el salón oriental con un magnífico techo hispano-morisco.

El Castillo de Villandry con sus magníficos jardines

Pero los Jardines de Villandry son el auténtico tesoro del palacio, que contemplamos primero desde lo alto de la Torre Homenaje que nos ofrece panorámicas únicas de los jardines y el canal. Una fabulosa colección de estilos del arte francés en jardinería: medieval, renacentista, jardín a la francesa y huerto ornamental.

Un paseo al atardecer nos lleva al Jardín del Amor y de las Cruces, al Jardín de la Música, al Laberinto, al Jardín del Sol o al Jardín del agua. Bonitos nombres de los que emana el espíritu renacentista de bienestar.

Los magníficos jardines del Castillo de Villandry

En bici de Villandry a Azay-le-Rideau (13 km)

Atardece en este luminoso día de finales de verano y dejamos el Loira para ir en dirección a Azay-le-Rideau, antiguo pueblo construido a orillas del Río Indre, otro de sus afluentes. Atravesamos las callejuelas adoquinadas con sus excelsas casas de toba hasta el Hotel de Biencourt, situado en un emplazamiento privilegiado a tan sólo dos pasos del esplendoroso castillo que visitaremos al día siguiente. 

Ciclistas en el pueblo de Azay-le-Rideau para ver uno de los castillos del Loira

El Hotel de Biencourt está en un espléndido edificio de los siglos XVII-XVIII que fue un albergue en el pasado, después propiedad del marqués de Biencourt antes de convertirse en escuela napoleónica. Nos sorprende con un encantador patio a través del cual se acceden a las habitaciones decoradas con alusiones a la escuela que fue.

Disfrutamos de delicias gastronómicas de la región en el restaurante Côté Cour, situado al lado del Castillo de Azay-le-Rideau.

El hotel Biencourt, una antigua escuela napoleónica. Azay-le-Rideau

DÍA 2 – 2ª etapa: Azay-le-Rideau –  (35 km)

Visita del Castillo de Azay-le-Rideau

El Castillo de Azay-le-Rideau

Amanece en Azay-le-Rideau y sólo hay que andar unos pasos por la calle Balzac hasta el palacio, pasando antes por la iglesia con su fachada carolingia. Aunque nuestras miradas se dirigen al château citado por Balzac en una de sus obras. Un soberbio palacio que sorprende por estar construido sobre una isla, abrazado por el Río Indre, rodeado de un parque del siglo XIX, al que se accede a través de pequeñas pasarelas y puentes. Contrasta con la fisonomía del entorno de Villandry y sus jardines creados (magníficamente) por el hombre. Un auténtico oasis de paz en el que el Indre se convierte en espejo del propio palacio, que se mira en sus aguas devolviéndonos su bello reflejo.

Destaca su torre de silueta gótica del siglo XIX, así como su magnífica fachada esculpida, considerada una obra maestra de la arquitectura y de la escultura del primer Renacimiento francés. Un perfecto ejemplo del cambio que estaban operando las artes a principios del siglo XIX, con innovaciones venidas de Italia. Como la escalera con barandilla, el elemento más innovador en una época en la que sólo había escaleras de caracol.

El interior del Castillo de Azay-le-Rideau

En su interior, otra obra maestra de la carpintería del siglo XVI – arte inscrito en el patrimonio inmaterial de la humanidad – el techo del ático hecho con una técnica del Renacimiento.

La arquitectura y el paisaje del Castillo de Azay-le-Rideau encuentrará en su vecino, el Castillo de l’Islette, un eco sorprendente.

Azay-le-Rideau – L’Islette (3 km)

El Castillo de l’Islette ilustra espléndidamente la belleza de los Castillos del Loira

3 kilómetros separan ambos palacios. El Castillo de L’Islette también está situado en una isla rodeada por el río Indre y por un parque. En el puente nos recibe Benedicte, dueña junto a su marido de un castillo abandonado que transformaron espectacularmente. De los jardines y del parque emana la elegancia y delicadeza del palacio renacentista que fue en el pasado.

Descubrimos que L’Islette fue escenario de los amores tormentosos entre los escultores Camille Claudel y Auguste Rodin, a quienes sus actuales dueños homenajean. La gran sala con su espléndido techo de madera contiene obras de arte de los escultores y huellas de su vida. Benedicte nos despide con una carta de amor recordándonos a los privilegiados huéspedes.

Con Benedicte en el interior del Castillo de l’Islette

Parada gastronómica en Brehémont

Con la historia de Camille y Rodin en la mente, contemplamos los paisajes próximos al palacio hasta regresar al río Loira de nuevo. Allí degustaremos pescados capturados por el dueño del restaurante La Cabane à Matelot, Romain Gadais, pescador profesional.  Allí el chef Abroise Voreux crea platos inspiradores, maridados a la perfección con los vinos de la región.

Restaurantes en la ruta «La Loire à vélo». La Cabane de Matelot

Vinos del Loira. Bodegas bajo la Fortaleza de Chinon

Tras lo cual ya tenemos fuerzas para recorrer los 22 kilómetros que nos separan de nuestro próximo destino: Chinon. Atravesamos un paisaje de viñedos de donde proceden las uvas de los vinos locales. 

Una sorpresa nos espera en las bodegas de M. Plouzeau, ya que se encuentran ubicadas en un lugar fuera de lo común: una cueva excavada bajo la fortaleza de Chinon en el siglo X, donde una higrometría perfecta y una temperatura constante de 12º permite la maduración lenta de estos vinos.

Bodegas en cuevas. Los vinos del Valle del Loira son los terceros en producción de Francia

El secreto de esta bodega es que fue en el pasado la cantera desde donde se extraía piedra toba para construir la Fortaleza de Chinon – podemos ver los pozos de extracción in situ -. En la cata confirmamos una vez más la calidad de los vinos del Loira.

Hemos aprendido que los suelos arenosos del norte producen vinos afrutados, mientras que los pedregosos junto al río Vienne producen vinos ligeros y muy aromáticos. Y los de piedra caliza, vinos más robustos.

Delicias gastronómicas en Chinon

Delicias gastronómicas del chef Nicolas Gaulandeau en el restaurante Nemrod

Al final del día atravesamos el magnífico puente de Chinon del siglo XII hasta el Hotel Rive Sud, donde nos alojaremos. Atardece sobre el río Vienne – tan importante para la economía de Chinon a lo largo de su historia -. Desde allí las vistas del casco antiguo y de la Fortaleza Real de Chinon son espléndidas. 

Paseamos por las callejuelas de noche, disfrutando del buen ambiente de la ciudad hasta el Restaurante Nemrod, donde el chef Nicolas Gaulandeau demostrará su amor por los productos locales y su dominio de técnicas innovadoras en platos excepcionales. No por casualidad ha recibido el título de “Maitre Restaurateur” para Nemrod. 

Esta jornada nos confirma que la ruta en bici por el Loira es también una ruta gastronómica y vinícola extraordinaria.

3ª etapa: Chinon-Saumur (57 km)

Desde lo alto de la Fortaleza Real de Chinon

Chinon y su espectacular fortaleza

Todavía con el souvenir en el paladar que nos ha dejado la cena, subimos en bicicleta hasta la Fortaleza Real de Chinon, situada  sobre un espolón rocoso. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta fortaleza real guarda entre sus muros algunos de los momentos más importantes de la Edad Media en Francia. Juana de Arco se encuentra allí con Carlos VII en 1429 antes de liberar Orleans. Fue el último refugio del rey de Inglaterra Enrique II Plantagenet, acogió a Leonor de Aquitania, Carlos VII y Juana de Arco. 

En sus murallas destacan numerosas torres defensivas: la Torre del Reloj, la Torre de Coudray, la Torre del Tesoro o la Torre de Boissy, entre otras. Las cuales ilustran magníficamente la historia de la arquitectura militar de los siglos XII a XV.

La Torre del Reloj de la Fortaleza de Chinon

El interior del recinto está dividido por fosos en tres partes que los reyes llamaron sus “castillos”: el Fuerte de Coudray, el Fuerte Saint-Geroges y el Castillo del Medio. Éste ocupa el centro de la Fortaleza y su torre de entrada (Torre del Reloj) alberga una de las campanas más antiguas de la región. 

A lo largo de la visita disfrutaremos de vistas panorámicas espectaculares desde distintos puntos. La terraza de la Torre del Tesoro nos ofrece un panorama del Río Vienne, del puente de Chinon, de los viñedos y los tejados de pizarra de la preservada ciudad histórica. Muchas de sus casas son mansiones privadas que albergaron la corte de Carlos VII. Una visita tranquila por el casco antiguo completa la visita a la fortaleza.

Panorámicas de Chinon y del Río Vienne, afluente del Loira, desde la fortaleza

La Abadía de Fontevraud, Patrimonio UNESCO

27 kilómetros separan estos dos magníficos monumentos del Valle del Loira, ambos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su carácter único. La Abadía de Fontevraud nos asombra por numerosas razones. Es las ciudad monástica más grande de Europa en la que llegaron a vivir 3000 monjas – fue dirigida por abadesas durante dos siglos -. Pero, además de monasterio, fue también residencia de Leonor de Aquitania y prisión tras la Revolución de 1789. Desde 1975, es un centro cultural y acoge un museo de Arte moderno.

La sorprendente cocina de la Abadía de Fontevraud, con sus chimeneas

Contemplamos el conjunto desde sus jardines, reponiendo fuerzas y asimilando tanta historia y grandiosa arquitectura. La visita a la iglesia románica del siglo XII, nos pone nada menos que ante las tumbas de la familia real de Plantagenet, reyes de Inglaterra y señores de Aquitania. Ricardo Corazón de León, Enrique II de Inglaterra y su esposa Leonor, o Isabel de Angulema. 

Sigue la visita en el bellísimo claustro, uno de los más grandes de Europa. Y la última sorpresa: las cocinas románicas con su curioso tejado octogonal de 28 metros de altura y sus numerosas chimeneas que continúan planteando preguntas a los historiadores.

La Fortaleza de Fontevraud

Tras media jornada visitando maravillas de la Humanidad, regresamos a los paisajes del Valle del Loira, que se convierten casi únicamente en viñedos.

En bici por tierras de viñedos. Vinos espumosos de Saumur. Bodegas Ackerman (25 km)

En bici por tierras de vinos. Paisajes otoñales

Nuestras bicicletas nos llevan por colinas de viña y pequeñas poblaciones de vida tranquila. Aunque estamos ya a las puertas de otra gran ciudad: Saumur, conocida por sus grandes bodegas excavadas en cuevas desde 1830, célebres por sus vinos espumosos. El «champán del Loira», aunque no pueda llamarse así porque no pertenecer a la DO Champán.

Atravesamos el casco antiguo para visitar una de las pioneras: las bodegas Ackerman, que también se encuentran antiguas canteras . Pero éstas aún más impresionantes por su gigantismo y porque parecen un laberinto.

Vino espumoso de las Bodegas Ackerman

Estas bodegas trogloditas combinan vino con arte experimental: expone creaciones de arte contemporáneo efímeras y apoya, junto a Fontevraud La Scène una residencia de artistas.

Especializada en la elaboración de las denominaciones de origen Saumur y Crémant de Loire, según el método tradicional, la Maison Ackerman es uno de los principales productores de vinos espumosos.

En bici por el Valle del Loira

El restaurante L’essentiel de Saumur

Continúa la experiencia vinícola y gastronómica en la ciudad de Saumur, elegante villa blanca – por la piedra toba – situada a orillas del Loira, en la que asoma la silueta de su castillo. 

El restaurante L’Essentiel, como los de toda la ruta del Loira nos propondrá creaciones donde se combinan mágicamente productos locales y de temporada. L’oeuf parfait, escalope de Foie gras, magret de canard, …así suenan algunos platos que, acompañados de vinos de la región del Loira, intensifican su sabor.

Restaurante L’Essentiel de Saumur

4ª etapa: Saumur – Les Ponts de Cé (64 km)

Paisajes del Parque Natural Regional Loire-Anjou-Touraine

Paisajes del Parque Natural y patrimonio del Valle del Loira

Una intensa etapa nos espera, así que salimos temprano, por lo que disfrutamos de la luz del amanecer reflejada en el río Loira. Seguiremos paralelos al mismo en gran parte por carretera. Hacemos algunas paradas para fotografiar iglesias o playas fluviales donde anidan aves residentes del Parque Natural Regional Loire-Anjou-Touraine.

30 km hasta el Priorato de Saint-Rémy-la-Varenne

Priorato de St Rémy la Varenne

Tras 30 kilómetros disfrutando de la belleza de los paisajes del Parque Natural, llegamos a Saint-Rémy-la-Varenne. Allí no podemos dejar de visitar el convento benedictino del siglo XII con motivo de las Jornadas del Patrimonio. Fue ocupado por monjes hasta el siglo XV, transformándose después en una casa solariega renacentista. 

El tesoro de la abadía de Saint Remy la Varenne, una chimenea monumental esculpida y policromada

Ha sido una estupenda visita teatralizada, lo que nos permitió comprender mejor cómo era la vida en aquellos tiempos. Nos sorprenden los frescos románicos más antiguos de Anjou en la sala capitular. Así como la magnífica chimenea monumental esculpida y policromada, un tesoro descubierto oculto tras capas de cal que propiciaron su magnífico estado de conservación. Una excelente visita para celebrar las Jornadas del Patrimonio.

Comida mirando al Loira en la Guinguette La Riviera

Pedaleamos pocos kilómetros hasta una playa que mira al bonito pueblo de Saint-Mathurin-sur-Loire, al lado de un puente de hierro. Hay pescadores faenando, canoas que se deslizan por el Loira, bicis que pasan,…Tenemos delante una magnífica postal del Río que disfrutaremos tranquilamente en la Guinguette La Riviera.

Las guinguettes, restaurantes junto al río Loira. Guinguette La Riviera

Para aquellos que no sepan qué es una “guinguette”, les pedimos que recuerden el París de otra época, de esos restaurantes animados al aire libre a orillas del Sena, donde se bailaba y había una gran animación. Pues en la ribera del Loira todavía hay «guinguettes» y hemos parado en unas cuantas, aunque no hemos bailado, ya que teníamos mucho que pedalear.

En la Guinguette la Riviera disfrutamos largamente de un momento muy agradable degustando delicias gastronómicas del Loira antes de seguir camino.

Disfrutando de los platos y de las vistas del Río Loira

Crucero por el río Loira

Pocos kilómetros después nos embarcamos en un crucero por el Loira con Loire Odyssée, una asociación que ofrece estos paseos en barco de abril a octubre. Salen del puerto Saint Maur La Ménitré. Contemplamos ahora el río Loira desde otro punto de vista, al ritmo de sus aguas, mientras aprendemos más sobre su historia, su riqueza, la fauna y la flora que lo habita.

Crucero por el río Loira

Lluvia hasta Les Ponts de Cé – 25 km

La lluvia llega poco después del crucero, así que tendremos que reducir la velocidad por la carretera y los caminos durante 25 kilómetros. Hasta este momento hemos tenido un tiempo espléndido, pero con la lluvia estamos preparados para pedalear con nuestros chubasqueros y mucha precaución.

Hôtel La Nuit – Les 3 Lieux, Les Ponts-de-Cé

El Hotel Les 3 Lieux mira al río Loira

Ha merecido la pena el esfuerzo para llegar a la última noche de este viaje en bici por el Loira. En el Hôtel La Nuit – Les 3 Lieux lo podemos contemplar desde nuestras ventanas.

Situado en el pueblo de Les Ponts-de-Cé, a pocos kilómetros de Angers, este encantador hotel nos cuenta su historia. Tras la Segunda Guerra Mundial fue una fábrica de anzuelos que hace poco se convirtió en complejo hotelero. Los talleres albergan las habitaciones y la casa burguesa un restaurante gourmet que propone una cocina refinada.

El arte de la cocina francesa, en el restaurante gastronómico «La Table»

Degustamos especialidades locales preparadas con técnicas de vanguardia por jóvenes cocineros que hacen de cada plato una obra de arte. El eficiente servicio nos propone los mejores vinos del Loira.

Etapa 5ª – Les Ponts de Cé – Angers (18 km)

Angers, 1ª ciudad verde de Francia

La Ruta en bicicleta por el Loira. Parada en Angers

Ya sólo nos separan 18 kilómetros del final de nuestra ruta en bici por el Loira, que se termina en la ciudad de Angers, primera ciudad verde de Francia por su patrimonio paisajístico único. Comprobamos la densidad de los espacios naturales por los senderos que seguimos a orillas del Loira. Los habitantes de la ciudad salen a hacer deporte y a disfrutar de esta naturaleza. Nos cruzamos con ciclistas, corredores y paseantes. 

A 13 kilómetros al sur de Angers, confluyen el río Maine y el río Loire, configurando un paisaje singular: bancos de arena típicos de la región, zonas boscosas de vegetación frondosa.

La ciudad de Angers nos saluda a lo lejos, y a medida que avanzamos divisamos uno de sus monumentos principales: la fortaleza, situada en un promontorio sobre el río Maine.

El Castillo de Angers, final de la ruta “El Loira en bici”

El Castillo de Angers, una fortaleza espectacular

Terminamos la ruta “El Loira en bici” visitando una de las fortalezas medievales mejor conservadas de Francia: el Castillo de Angers (s.XIII), símbolo de la ciudad de Angers, la capital del Anjou. Desde la bici vemos algunas de sus 17 torres defensivas realizadas en piedra negra de esquisto y toba de la zona. 

La visita al Castillo de Angers comienza en el Camino de Ronda, 500 metros de muralla que une las espectaculares torres defensivas. Asombran las vistas panorámicas de 360º de la ciudad medieval, del Río Maine y del barrio de Doutre. No es de extrañar que este lugar estratégico haya sido ocupado desde la Prehistoria.

El camino de ronda del Castillo de Angers

Continuamos por los jardines que hay sobre las murallas, ¡y hasta hay huertos y viñas en homenaje al vino de la región!.

El Tapiz del Apocalipsis, Patrimonio Mundial de la UNESCO

El Tapiz del Apocalipsis, el conjunto de tapices más largo de la Edad Media

Pero el tesoro del Castillo de Angers se encuentra en el interior: el Tapiz del Apocalipsis, el conjunto más grandes de tapices medievales del mundo, con 103 metros de largo y 4,5 metros de alto. 71 escenas de las visiones de San Juan que ilustran el contexto histórico que vivía Francia en el siglo XIV: la Guerra de los Cien Años, las epidemias y el hambre. 

Es una auténtica obra maestra realizada a partir de 1375 con la técnica de bajo lizo. Esta visita nos deja ganas de seguir conociendo la ciudad de Angers.

En el camino nos han quedado muchos lugares por conocer. Otros castillos del Loira como el Castillo de Usé, conocido como el Castillo de la Bella Durmiente, la Fortaleza de Langeais, la Casa de Max Ernst o el Castillo de Luynes,…


Una deliciosa ruta por el Loira en bici que nos queda para el recuerdo

Aunque lo ideal sería hacer toda la “Loire à vélo”, los 900 kilómetros en un viaje como el que acabamos de hacer, que combine deporte, paisajes naturales, visitas a castillos y otros monumentos. Así como un recorrido por los viñedos y bodegas del Valle del Loira, para degustar otras denominaciones de origen. Por no hablar de la gastronomía, de los restaurantes, guinguettes y alojamientos con encanto que se encuentran el la ruta. 

Con sólo el tramo de 200 kilómetros que hemos hecho entre Tours y Angers, podemos constatar que el Loira en bici es una de las rutas cicloturistas más bellas de Francia. Celebramos con este artículo su 20 aniversario.

Momentos de la ruta en bici por el Valle del Loira

INFORMACIONES PRÁCTICAS

Símbolo de bici en un pueblo del Valle del Loira

¿Cuál es la mejor época para hacer “El Loira en bici”?

La ruta en bici por el Loira puede hacerse en cualquier época del año. Sin embargo, recomendamos especialmente finales de verano y el otoño, ya que son épocas tranquilas, cuando el paisaje comienza a teñirse de ocres y amarillos. El verano es una época con muchas actividades a lo largo de toda la ruta, aunque quizás haga más calor.

Una buena época para hacer «La Loire á vélo» es a finales del verano y principios del otoño

La primavera avanzada también es un buen período, sobre todo cuando ya los paisajes están resplandecientes. En invierno el paisaje no está tan bonito, pero hay muchas festividades interesantes por todas las ciudades de la ruta.

¿Es difícil la ruta cicloturista “La Loire à vélo”?

Las rutas cicloturistas del «Loira en bici» son también caminos de peatones
«La Loire à vélo», ruta en bici por el Loira que se comparte con coches, ¡prudencia!

¿Cómo llegar al Valle del Loira?

Para llegar al Valle del Loira desde España, lo más rápido es ir en avión a París, y después en tren a cualquier punto de la ruta. Nosotros fuimos desde el Aeropuerto Charles de Gaulle hasta Tours. 

Alquiler de bicis

Alquilamos las bicicletas en Paulette Bike, situada en Tours, aunque esta empresa también está en otras ciudades de «La Loire à vélo». Y no es la única empresa, hay otras muchas de alquiler de bicis.

Buenas bicicletas para hacer la ruta cicloturista «El Loira en bici»
Alquiler de bicis en el Loira

El pasaporte «La Loire à vélo»

El pasaporte «La Loire à vélo» se puede llevar en la mochila para que en cada etapa de la ruta puedan poner el sello. Acudan a  las oficinas de turismo.

El Pasaporte de «La Loire à vélo». ©La Loire à vélo

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