Segovia más allá del Acueducto y el Alcázar

Segovia es un ejemplo más de la amalgama de culturas y religiones que durante un gran tiempo convivieron como una aleación en España. La historia suele hacer más hincapié en los conflictos, cubriendo con un velo los periodos más productivos de la paz social que tanto sirvió para el renacer económico en la baja Edad Media.

En otros viajes hemos disfrutado de otros bellos parajes de Castilla y León, visitando Burgos, Ciudad Rodrigo, Zamora, la Sierra de la DemandaBenavente, Salamanca o León, y esta vez los pasos nos han conducido a una de las ciudades más bellas de España: Segovia.

Qué ver en Segovia

Segovia merece más que ese día de ajetreada excursión o tour frenético que pretende asimilar en unas horas el ritmo pausado de una ciudad donde los estratos de historia son tan densos que obligan a degustarlos con calma. Más allá de la belleza incuestionable del Acueducto y del Alcazar, hay itinerarios que nos conducen a través de la judería, paseos tocando las robustas murallas, y pequeñas excursiones fuera del centro histórico que nos brindan algunas de las mejores estampas de sus monumentos perfilados en el horizonte.

Caminando por las calles del centro de Segovia con una compañía peculiar
Caminando por las calles del centro de Segovia con una compañía peculiar

Las Iglesias Románicas de Segovia constituyen de por si un recorrido temático por una de las ciudades con mejor patrimonio arquitectónico del estilo del siglo XI y y XII. Ejemplos de ello son San Millán, San Clemente, San Martín, la Iglesia de la Trinidad, San Miguel, San Andrés, San Pedro de los Picos, la Iglesia de la Vera Cruz, San Esteban, San Nicolás, San Juan de los Caballeros, San Sebastián, San Justo, San Lorenzo, San Marcos o  la iglesia de Santa Eulalia.

Iglesia de la Vera Cruz fuera de las murallas de Segovia
Iglesia de la Vera Cruz fuera de las murallas de Segovia

Y por si fuera poco, si extendemos dos o tres días más el viaje en Segovia aún nos quedan escapadas a la Granja de San Ildefonso o a la ruta de los castillos de Turégano, Pedraza, Coca y el Castillo de los Alburquerque en Cuellar.

Ruta por el centro de Segovia – Qué ver

Acueducto romano

Emprendemos el camino desde los pies del acueducto no sin antes clavar los pies para admirar la maestría con la que los ingenieros romanos trazaron un sistema de abastecimiento de agua que, desde el manantial de manantial de la Fuenfría en la Sierra de Guadarrama, recorría  más de 16 km hasta lo alto de la peña donde estaba el castro romano.

Acueducto de Segovia acariciado por el sol de invierno
Acueducto de Segovia acariciado por el sol de invierno

Todo lo que atañe a su precisión resulta fascinante ya que en su construcción no hay mortero que sirva de amalgama. Los bloques de piedra granítica eran tallados a mano para distribuir el peso de forma simétrica y compensar la presión del canal superior y las arcadas. Estos 166 arcos sufren los extremos de un clima muy frío en invierno y muy caluroso en verano, lo que añade una razón más valorar la consistencia de las estructuras romanas.

Dos mil años después el acueducto sigue siendo testigo mudo de la vida cotidiana de Segovia. Ya en 1884 fue declarado Monumento Nacional Histórico-Artístico y en 1985 Unesco lo designó Patrimonio de la Humanidad junto al conjunto de edificios románicos y el resto de palacios, palacios y torres que suponen una fusión arquitectónica de diferentes comunidades en la Edad Media.

Hay tesis que fijan su construcción entre el 50 y el 80 d.C. si bien otros expertos después de las catas arqueológicas que sacaron a la luz partes de terra sigilata, creen que fue en época de Trajano o Adriano a principios del siglo II d.C. cuando se alzó.

Aunque la parte más fotografiada y conocida es la sucesión de arcos que cruzan la plaza del Azoguejo, el acueducto tiene una longitud de 16,2 km, 28 metros de altura en la parte más elevada que consta de dos niveles, 120 pilares y 167 arcos (subdivididos en 75 arcos sencillos , 44 arcadas de orden doble (que suman 88 arcos) y cuatro arcos sencillos).

Tramo del acueducto romano de Segovia
Tramo del acueducto romano de Segovia

Una vez que superaba el desnivel y el agua discurría lenta pero eficazmente hasta el actual centro histórico dentro de las murallas, el sistema de abastecimiento transportaba el agua hasta el Alcázar. A la altura de la Plaza Mayor está uno de las estructuras que permitían eliminar la arena o residuos del agua, depositados en el fondo del desarenador. A través de arquetas el agua era canalizado hacia fuentes, aljibes o domus privadas que disponían del lujo de abastecimiento de agua.

El agua era símbolo de prosperidad de una ciudad romana ya que implicaba un esfuerzo ingente en la construcción de un acueducto. Segovia, al igual que otro de los grandes acueductos conservados como el de Pont de Gard que proveía de agua a la colonia romana de Nemausus (Nimes), ejemplificaban ese poderío técnico y económico del Imperio Romano.

En el siglo XV durante el reinado de los Reyes Católicos se llevaron a cabo una de las primeras y más importantes actuaciones para reconstruir un tramo dañado por los musulmanes en el año 1072. De esta época de restauración también es la colocación de las imágenes de la Virgen del Carmen  y San Sebastián.

Estatua de la Virgen del Carmen en el acueducto de Segovia
Estatua de la Virgen del Carmen en el acueducto de Segovia

La incapacidad del ser humano para explicar obras grandiosas ha llevado desde tiempos inmemoriales a la aparición de leyendas, a menudo asociadas a fuerzas oscuras y malévolas. Es recurrente encontrar alusiones al diablo en la construcción de puentes a lo largo y ancho de Europa y el acueducto romano de Segovia no se salva. Para explicar las huecos en los sillares de piedra se recurrió a una historia sobre una muchacha que cansada de llevar agua hizo un trato con el diablo. Si este era capaz de levantar el acueducto en una noche antes del amanecer, ella le entregaría su alma. Justo al rallar el alba y que el gallo cantase anunciando la llegada de un nuevo día, el diablo fatigado por la tormenta que había asolado Segovia, no llegó a tiempo de colocar la última piedra. Su propósito de conseguir el alma de la joven fue fallido y por contra la ciudad consiguió un abastecimiento regular de agua con el acueducto. El susodicho hueco que no llegó a rellenar el Diablo es donde hoy se puede ver la estatua (una réplica) de la Virgen del Carmen, y que muy posiblemente era el nicho donde estaba colocada una estatua de una deidad romana (se piensa que una era Hércules Egipcio) o de un emperador. La realidad es para desgracia de los creyentes en mitos más sencilla, los huecos permitían que las pinzas de hierro apretasen los bloques que se izaban con poleas. Sea como fuere la leyenda ha cobrado más intensidad con la pequeña estatua de un diablo rechoncho que se colocó en enero de 2019 en la calle San Juan, cuya vista del acueducto es merecedora de caminar hasta allí. El diablo en cuestión tiene un móvil en la mano y su pose selfie se ha convertido en una de las sensaciones de Instagram de Segovia. También al otro lado del acueducto al inicio de la cuesta de San Juan está la estatua de la Loba Capitolina amamantando a Rémulo y Remo, «fundadores» de Roma según la mitología.

Con el atardecer y la noche Segovia recobra esa paz y serenidad e incluso frente al acueducto uno se puede plantar en medio de la plaza y disfrutar de esa obra de arte de la ingeniería romana solo disturbado por los pasos de algún transeúnte que vuelve a casa.

La calle Cervantes nos guía hacia el mirador de la Canaleja e inmediatamente a la derecha se alza uno de los tantos palacios medievales que caracterizan el centro de Segovia. En este caso el palacio de los Picos funcionaba como casa torre, con una fachada peculiar por los triángulos que como un armadillo son sutil advertencia para los que osaran atacarlo. Don Pedro López de Ayala la edificó en el siglo XV y su situación no es casual ya que adosada a la muralla, la casa de los Picos defendía la entrada a la ciudad de la ya desaparecida Puerta de San Martín. El remate defensivo de la fachada es obra de la familia de la Hoz, que adquirió la casa más tarde.

Casa de los Picos, uno de los edificios peculiares de Segovia
Casa de los Picos, uno de los edificios peculiares de Segovia

El burgo medieval sigue con casas y palacios como el Aspiroz -o del conde Alpuente-o la Alhondiga donde se almacenaba el grano, hasta que en la Plaza Medina del Campo se abre  para mostrarnos el cielo azul y la Iglesia románica de San Martín acomodada a la perfección sobre la pendiente del terreno. Comenzada en el siglo XII no se finalizó hasta el siglo XX. Tres atrios engalanan su perímetro con esmerados capitales que mezclan religiosidad con elementos mitológicos. La torre mudéjar se culmina con el clásico chapitel barroco con el que se sustituyeron numerosas coronas de torres románicas en Segovia.

Iglesia románica de San Martín en Segovia
Iglesia románica de San Martín en Segovia

Junto a la iglesia y con el torreón de Lozoya como telón de fondo, la estatua de Juan Bravo, uno de los líderes de la revuelta comunera de 1520, que significó su ejecución, pero que sirvió para que las figuras de estos nobles de media alcurnia fuesen reconocidos por el pueblo en su lucha contra las tropas de Carlos I.

Judería de Segovia

Caminamos por las calles abigarradas del barrio judío, advirtiendo detalles que nos transportan a la Edad Media en Segovia. En lo alto de numerosos palacetes galerías abiertas nos recuerdan que servían como secaderos de lana. Por contra, cuando bajamos la mirada, marcas en el suelo indican que nos encontramos frente a un edificio histórico relacionado con la comunidad judía.  Es el Convento del Corpus Christi, antigua Sinagoga Mayor o Sinagoga del Corpus Christi. Era una de las cinco templos de oración de la comunidad judía de Segovia, reconvertido después de la expulsión de los hebreos en iglesia católica, y restaurado recientemente después del grave incendio de 1899. Los arcos de herradura de la nave central insinúan que antes de sinagoga pudo ser mezquita durante los siglos del Califato de Córdoba.

El camino sinuoso nos conduce a la antigua casa de Abraham Senior, sede actual del Centro Didáctico de la Judería. Abraham Senior, rabino de la comunidad judía de Segovia, era al mismo tiempo un influyente banquero y administrador de la corona castellana bajo el cargo de almojarife mayor de Castilla. Detrás de esta injustamente desconocida figura de la historia y en un contexto histórico crucial, está la labor de un hombre que favoreció la unión de las coronas de Castilla y Aragón con el matrimonio de los denominados Reyes Católicos, o defendió las aventuras marítimas de Colón para llegar al «Nuevo Mundo».

Al igual que en Sicilia normanda en la que numerosos asesores de los monarcas eran musulmanes, los reyes españoles se sirvieron del conocimiento y del pragmatismo de judíos para desempeñar altos cargos en la corte, hasta que los intereses económicos, disfrazados de religiosidad, desembocaron en la conversión forzosa o la expulsión de lo más granado de la sociedad medieval peninsular.

Callejeamos con el ábside de la catedral como referencia, para aparecer en la Plaza Mayor. En los lados el ayuntamiento y el teatro Juan Bravo, y en el centro el quiosco o templete. Como en toda plaza castellana tanto el ocio, la economía, la política y la religiosidad se expresaban en este «ágora» donde se sucedían mercados, ajusticiamientos, fiestas religiosas, o corridas de toros. Al mismo tiempo el típico paseo de domingo siempre hacía y hace de la Plaza Mayor un lugar de encuentro en el corazón de Segovia.

Ayuntamiento de Segovia en la Plaza Mayor
Ayuntamiento de Segovia en la Plaza Mayor

Catedral de Segovia

La Catedral de Segovia es peculiar por varios motivos, uno de los más significativos es que su emplazamiento es fruto de una decisión subordinada a la política, o mejor dicho al espectro militar. La catedral primigenia de Segovia estaba situada frente al Alcázar, donde hoy en día está el monumento a los Héroes del 2 de Mayo.  La presencia de la catedral de Santa María frente a la sede cortesana suponía un riesgo para la seguridad del Alcázar, y tal fue así que durante la guerra de las Comunidades los comuneros se alzaron para protestar contra el rey Carlos I, refugiándose en el interior del templo y así asediar el Alcázar. El enfrentamiento dañó la catedral, pero el rey vio claro que la presencia tan cercana a su morada era una amenaza, y de este modo se procedió a su traslado.

Catedral de Segovia de noche
Catedral de Segovia de noche

Sin embargo el monarca siempre mantuvo las distancias y no contribuyó a la sufragación de las obras, que quedó en mano de donantes, en el impulso del obispo Juan Arias Dávila y en la de la gente de la ciudad a la que se instó a ayudar en las obras. Esa contribución «ociosa» la llamaron “ir a echar piedra”, sacado del poco tiempo que disponían los fieles. El encargo quedó en manos del jefe de obra Juan Gil de Hontañón, cantero real que había participado en otras grandes obras, continuado a su muerte por su hijo Rodrigo Gil de Hontañón. De esta forma se alzó la que sería la última catedral gótica en España, ya en siglo XVI, con el sobrenombre de la Dama de las Catedrales.

Interior de la catedral de Segovia
Interior de la catedral de Segovia

Una de las mayores peculiaridades es que en vez de comenzarse por el ábside como era lo habitual, se ejecutó la Puerta del Perdón, en el lado opuesto, donde está la torre. Se reaprovechó gran parte de la piedra de la vieja catedral y mide 33 metros en el cuerpo central, con 88 en la torre del campanario, que es uno de los mejores miradores de Segovia, abierta al público. Tras casi cien años – desde 1525 a 1615- la catedral se dio por finalizada.

El Interior de catedral es como un pulmón hinchado, espacioso y acogedor, con vidrieras que permiten la entrada de bastante luz. El coro es otro de los tesoros, herencia también de la antigua Catedral de Santa María, y el claustro, el archivo de la catedral y el ya citado campanario merecen dedicar un rato a la visita del templo.

Alcázar de Segovia

La unión estratégica de la Corona de Castilla y la de Aragón comenzó a fraguarse en el interior del Alcázar, lugar donde Isabel y Fernando se conocieron. También fue aquí donde años después se llevó a cabo la visita de Cristóbal Colón para intentar convencer a los monarcas del patrocinio de su aventura a las Indias orientales que significó a la postre la conquista de América.

Entrada al Alcázar de Segovia
Entrada al Alcázar de Segovia

El jardín que precede al Alcázar era el espacio donde se ubicaba la antigua catedral, y a la derecha las vistas del valle del Eresma nos permiten ver el Monasterio de Santa María del Parral, la antigua Casa Real de la Moneda o la coqueta iglesia de la Vera Cruz.

El Alcázar fue por su ubicación, el mejor refugio contra cualquier agresión. Por eso desde época prerromana ha sido el lugar elegido para que romanos, visigodos, musulmanes y luego las monarquías se hayan guarecido, transformando su fisonomía. Residencia de Alfonso VIII, y una de las residencias preferidas de Alfonso X, fue la dinastía de los Trastámara

Accedemos al Alcázar oteando el abrupto acantilado que servía de defensa natural y vamos recorriendo las diferentes estancias reales que los monarcas añadieron sucesivamente. La Sala de la Galera fue una petición de Catalina de Lancaster , la Sala del Cordón de Alfonso X, y la sala de las Piñas de Enrique IV. Cada monarca fue añadiendo una fase constructiva, y como indicábamos los Reyes Católicos o posteriormente Felipe II vivieron momentos cruciales de su monarquía en el Alcázar. Carlos III reconvirtió la prisión en la que se había convertido en  Real Colegio de Artillería allá por 1762, El incendio de 1862 fue catastrófico, si bien se pudieron salvar algunas joyas de la decoración, lanzadas por las ventanas al barranco. Rehabilitado en 1898 mientras España perdía las últimas posesiones de ultramar en Cuba y Filipinas, en 1953 pasó a convertirse en museo.

Techo de madera policromada de estilo morisco en el interior del alcázar de Segovia
Techo de madera policromada de estilo morisco en el interior del alcázar de Segovia

Al final de la visita, tras admirar la armería, salimos al patio del Pozo, «mascarón» de este inmenso barco que levita mirando orgulloso el horizonte.  A la salida del Alcázar podemos hacer un paseo panorámico no muy frecuentado sobre las murallas que van por la calle Don Juan Ii hasta el Museo de Segovia, dentro del antiguo matadero.

Paseo sobre las murallas desde el Alcázar de Segovia
Paseo sobre las murallas desde el Alcázar de Segovia

Lo mismo sucede cuando encandilados por el reclamo de alguna foto nocturna que hemos visto, bajamos por las escaleras junto al Alcázar pasando por la cueva de la zorra, cruzamos el río Eresma y llegamos al Mirador de la Pradera de San Marcos para enmudecer con las vistas del Alcázar iluminado.

Segovia desde sus miradores

El centro histórico de Segovia enrocado en la colina permite al viajero encontrar su perfil bueno en las fotografías que vamos sacando desde diferentes ángulos. Los miradores extramuros del antiguo cementerio judío o del Mirador de la Pradera de San Marcos son sublimes a cualquier hora.  Nosotros, encandilados por el reclamo de alguna foto nocturna que hemos visto, bajamos por las escaleras junto al Alcázar pasando por la cueva de la zorra, cruzamos el río Eresma y llegamos al Mirador de la Pradera de San Marcos para enmudecer con las vistas del Alcázar iluminado.

Alcázar de Segovia de noche
Alcázar de Segovia de noche

Postrados en la oscuridad no somos los únicos que desde el mirador advertimos que el Alcazar asemeja la proa de un inmenso transatlántico encajonado por la confluencia de los ríos Eresma y Clamores.

Solo el frío nocturno y el rocío nos hacen despertar de ese letargo mágico, y deshacemos los pasos hacia la Puerta de Santiago. La puerta es uno de los accesos de las murallas de Segovia, donde hoy está la Colección de Títeres Francisco Peralta que recuerda al gran maestro titiritero con una exposición. Por la Puerta de Santiago entraban los viajeros que llegaban de Medina del Campo, cuya feria de Ganado era una de las más importantes en la Edad Media.

Segovia Románica

Retomamos el camino hasta llegar a la Calle Velarde en el barrio de las Canongías. Allí nos paramos en la puerta de la Claustra, la única de las tres que cerraba el barrio, y que ha sobrevivido al infausto cortejo del séquito de Ana de Austria que acudió a Segovia para casarse con Felipe II. Las Canongías quedó casi embalsamado en el tiempo, conservando su arquitectura románica, e incluso hoy es una zona poco transitada, ideal para perderse por la Segovia más desconocida. Era el barrio habitado por los canónigos que formaban parte del obispado, y cuya tarea era el cuidado de la catedral y otros edificios religiosos. Un canal excavado en la roca servía de suministro de agua del canal principal del acueducto, y las casas que aún conservan su morfología eran muy codiciadas por su espaciosa distribución.

Durante las revueltas comuneras las Canongías fueron empleadas como bastión de resistencia gracias a su posición estratégica y su facilidad para defenderlo. Por esta razón, una vez fueron sofocados los altercados se eliminó esa clausura que aislaba el barrio.

Antes de introducirnos en el viaje literario de la Casa de Antonio Machado hacemos una parada frente a la iglesia de San Esteban, una de las joyas románicas de Segovia. Se construyó en el siglo XII pero han sido cuantiosas y no siempre afortunadas las intervenciones a lo largo de los siglos.​ Su imponente torre de 56 metros de alto parece un desafío en un centro histórico donde la mayoría de las casas no superan los dos pisos, y así debió pensarlo el rayo que en 1886 destruyó el capitel barroco. El pórtico que da a la plaza homónima es admirable, con diez arcos y capiteles con grabados medievales. esculpidos. Por contra el interior es barroco, reconstruido tras un incendio en el siglo XVIII.

Casa del poeta Antonio Machado

«Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido….»

Hubo un tiempo en el que la lectura de poemas como «A un olmo seco» de Machado eran felizmente habituales en las escuelas. Por eso para los que esa poesía tan carnal y permeable nos caló de por vida, se hace especial la visita a la casa donde vivió el poeta en su paso por Segovia.

Casa Museo de Machado en Segovia
Casa Museo de Machado en Segovia

Suele ser frecuente dejar de lado la visita a la Casa de Machado en pos de los principales monumentos de Segovia pero la paz que transmite la casa es merecedora de una hora de nuestra ruta. Machado pasó en Segovia varios años de su vida -desde 1919 a 1931- como profesor de francés en el Instituto General y Técnico.

La casa museo es la posada original donde Machado vivió, conservada gracias a doña Luisa Torrego, dueña de la casa, y amigos del poeta que en las décadas posteriores a su muerte fueron arrendando primero la habitación y finalmente comprando la casa y la finca.

Dormitorio de la Casa Museo de Antonio Machado
Dormitorio de la Casa Museo de Antonio Machado

Llegamos a las puertas de la casa en la calle Desamparados que casi fue premonitoria para el destino fatal de Machado, muerto en el exilio en la ciudad francesa de Colliure. La visita es un viaje en el tiempo, en el que no se ha hecho necesario teatralizar o apenas modificar los espacios, que se mantienen intactos y eternos como su poesía. Paseamos por las habitaciones, temerosos de hacer crujir su suelo de madera, avanzando por la cocina,mirando por las ventanas los tejados de Segovia como seguramente hizo muchas veces Machado, hasta llegar al dormitorio donde dormía. La historia del poeta, sus impresiones de Segovia o algunos de sus poemas recitados en la audioguía nos sirven de cicerone en esta preciosa casa museo del gran poeta universal.

Casa de la Moneda

Como decíamos la visita precipitada a Segovia se olvida de tesoros como la Casa de la Moneda, que a su vez es el centro de Interpretación del Acueducto.

Situada frente a la puerta de Santiago, su recuperación es una de las mejores noticias para acercarnos la historia de las cecas, los lugares donde se creaban las monedas. Esta en cuestión era conocida como el “Real Ingenio de Segovia”, ya que implementó avanzad técnicas en la época para acuñar las monedas y evitar las continuas falsificaciones. Los ingenios mecanizados que actuaban en cadena, anticipando el sistema en serie de la Revolución Industrial que llegaría dos siglos después. Fundada por el rey Felipe II en 1583 fue la primera de su género en España, y a través de un proceso de laminación y acuñación que llevaban a cabo ruedas movidas de forma hidráulica, consiguieron rapidez y productividad, implementando la técnica que los Augsburgo utilizaban en otras ciudades de Centro Europa como Innsbruck. Para ello la maquinaria fue traída desde el Imperio Austrohúngaro en una travesía por tierra y mar que duró seis meses. Más adelante, ya con los Borbones en la monarquía se sustituyó el sistema de acuñación por una prensa de volante (1771) y e en 1866 se puso en marcha una prensa automática, que solo duró tres años ya que la Real Casa de Moneda de Segovia cesó su actividad en 1868-69.

Gracias a los compañeros de Turismo de Segovia por su dedicación y colaboración en nuestro viaje por la ciudad.

Agradecimiento a los compañeros de la Oficina de Turismo de Segovia
Agradecimiento a los compañeros de la Oficina de Turismo de Segovia

DONDE COMER Y QUÉ COMER EN SEGOVIA

En Segovia se come muy bien, la calidad de los productos y los contundentes platos que sirven para sobrellevar el frío de invierno hacen de la ciudad un buen destino gastronómico. Nosotros lo pudimos comprobar en uno de sus restaurantes más famosos, el Bernardino.

El Restaurante-Asador “El Bernardino” es un clásico de Segovia. Desde 1939 esta casa de comidas se consolidó como una de las mejores opciones para comer, especialmente si buscamos cochinillo segoviano o cordero, dos de sus especialidades. Los precios son medio altos pero tenemos asegurada la calidad y la satisfacción.

Otras opciones son Restaurante Taberna López, el Asador Maribel Restaurante, El Oso Blanco, el Mesón Don Jimeno, el Diablo Cojuelo o el Restaurante Muñoz.

Por otro lado si buscamos probar alguna de las cervezas artesanas de Segovia como Cerveza Goose, Cervezas Sanfrutos, en la cervecería Santa Eulalia, o en el bar los Tarines.

CÓMO LLEGAR A SEGOVIA

Las opciones de transporte público para llegar a Segovia son realmente buenas, tanto en autobús como en tren. Por un lado hay una conexión directa de autobuses sin paradas que sale desde el Intercambiador de Moncloa hasta la estación de autobús de Segovia, que está a unos 5-10 minutos del centro.

Por otro lado hay trenes regionales y AVE de larga distancia que permiten llegar a Segovia. La estación de tren está en la parte nueva de Segovia y desde allí tenemos un paseo o las opciones de taxi y autobús local para alcanzar el centro.

OFICINAS DE TURISMO EN SEGOVIA

Hay varias oficinas de turismo distribuidas por el centro de Segovia. Las primeras las encontramos a la llegada a la ciudad tanto en la estación de autobús como en la estación de tren del Ave

PUNTO DE INFORMACIÓN Y TURISMO DE LA ESTACIÓN DE AUTOBUSES

Pº Ezequiel Gonzalez, s/n- 40002 Segovia Telf. 921 436 569 e-mail: informacion.estacion@turismodesegovia.com

Horario: de miércoles a domingo de 10:00 a 16:00 h

PUNTO DE INFORMACIÓN Y TURISMO DE LA ESTACIÓN DEL AVE

Camino de la Ermita de Juarrillos, s/n 40195 Hontoria (Segovia) Telf. 921 447 262 E- mail:informacion.ave@turismodesegovia.com

Horario: Sábado y domingo de 10h. a 13h.

CENTRO DE RECEPCIÓN DE VISITANTES

La oficina principal de turismo está junto al acueducto, en la calle Azoguejo, 1 – 40001 Segovia. Teléfono: 921 46 67 20. Es el punto para llevar a cabo las reservas de las visitas guiadas y espacios turísticos de Segovia:  info@reservasdesegovia.com

OFICINA DE TURISMO JCYL (JUNTA CASTILLA Y LEÓN)

En la Plaza Mayor número 10 está otra de las oficinas de turismo de Segovia Teléfono: 921 460 334 e-mail: oficionadeturismodesegovia@jcyl.es

Horario: De lunes a sábado: De 09.30 a 14.00 y 16.00 a 19.00. Domingos: De 09.30 a 17.00. Temporada Alta: Julio, Agosto, 1/2 Septiembre, S.Santa y Puentes. De lunes a sábado: De 09.30 a 14.00 y 17.00 a 20.00. Domingos: De 09.30 a 17.00. CERRADO: 25 de Diciembre, 01 de Enero y tardes del 24 y 31 de Diciembre.

PUNTO DE INFORMACIÓN TURÍSTICA LA MURALLA

Finalmente hay otro punto de información sobre el turismo de Segovia en la Plaza del Socorro, 2-3 Telf. 921 46 12 97 E-mail: informacion.muralla@turismodesegovia.com

Horario: de lunes a domingo de 11:00 a 15:00 h

PATRONATO PROVINCIAL DE TURISMO (Oficina de gestión)

Plaza Mayor, 9 – 40001 Segovia Telf. 921 466 070 Fax: 921 460 492

Mapa con los principales monumentos y espacios turísticos de Segovia

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