Costa del Sol occidental: Estepona, Marbella e Istán

Marbella y Estepona son dos de las ciudades más conocidas y famosas de la Costa del Sol Occidental. Ambas destacan por su ambiente glamouroso y por los famosos que acostumbran a pasar sus vacaciones en esta zona de la provincia de Málaga. Son dos de las ciudades más chics de Andalucía. Sin embargo, tienen muchos otros alicientes, más allá de su magnifico clima, su sol y las playas.

Descubriendo la Estepona menos conocida.

Gracias a un viaje de prensa organizado por nuestros amigos de Turismo Andaluz, -en el que coincidimos con varios colegas del sector-, pudimos profundizar nuestro conocimiento de esta Costa del Sol Occidental. Nos adentramos en la cara menos visible, pero igualmente interesante, de Estepona y Marbella. Desde las maravillas submarinas de la Costa del Sol, hasta una de las perlas ocultas en las estribaciones de la Sierra de las Nieves, Istán. Un pueblo del que ya habíamos hablado en nuestra Guía de la Andalucía Insólita, una puerta al Parque Nacional y una de las poblaciones con mayor potencial turístico de la zona.

Turismo verde, turismo gastronómico y turismo cultural en la costa, los valles y los montes de Málaga.

¡Comenzamos!

Estepona marinera.

La Costa del Sol se asocia ineludiblemente al mar Mediterráneo. Sin embargo, esa asociación muchas veces se limita a unas pocas decenas de metros de costa, a la franja litoral frente a las playas de la costa malagueña. Es la carta postal que se ve, desde hoteles y apartamentos, de un mar cercano sólo en apariencia. Un turismo que muchas veces se ha desarrollado ajeno a ese mar, fuente de vida y de recursos para Andalucía.

Los delfines nos acompañaron durante nuestra singladura frente a las costas de Estepona.

Precisamente por eso, los proyectos que descubrimos en Estepona nos ha parecido tan interesantes. Turismo Marinero de Costa del Sol (https://www.turismomarinero.com) es una empresa que intenta mostrar aquello que no se suele ver en la Costa del Sol. En un viaje en barco, varias millas al interior del Mediterráneo, se descubre la costa de Estepona pero también proyectos de desarrollo económico marino. Las visitas de Turismo Marinero no son sólo lúdicas, aunque la parte del disfrute y del placer siempre es vía introductoria para descubrir el resto.

Shonia Cruz, su CEO y fundadora organiza la visitas como un recorrido completo. Yendo desde la siempre agradable visita por la costa, avistando delfines, peces voladores, aves y otras especies marinas, hasta el meollo económico la pesca. Veremos descargar las capturas desde los pesqueros para luego asistir a la subasta en la lonja. Patrona de barco, la familia de Shonia está ligada al mar desde hace generaciones. Pero los tiempos cambian y de la pesca masiva y descontadla los nuevos emprendedores conjugan una pesca mucho más selectiva y sostenible junto al turismo y las actividades marinas. El sector pesquero, que aún sigue siendo pujante, se diversifica siendo más resistente y sólido

Zamburiñas en Estepona!

Zamburiñas en el Mediterráneo.

Una de las mayores sorpresas de la visita en el barco de Shonia fue degustar zamburiñas y ostras del Mediterráneo. Hablamos probado las ostras en el Languedoc francés, pero nunca habíamos imaginado que se podrían cultivar zamburiñas en la parte mediterránea de España. Tradicionalmente se asocia este bivalvo delicioso a Galicia y su fachada atlántica. Pero el genio y el trabajo duro, unido a una fuerte inversión económica han conseguido viabilizar la producción de zamburiñas frente a la costa de Málaga.

El responsable de este proyecto que parecía alocado es, el biólogo holandés afincado en Estepona, Khwame Paloeloe Helder. Gracias a un largo trabajo de aclimatación y de producción en profundidad, Paloeloe ha conseguido que las zamburiñas locales se reproduzca y lleguen a los restaurantes de mayor calidad de la zona. Las probamos durante la visita en barco con Shonia y estaban deliciosas. Suaves y saladas, una delicia acompañada de vino blanco de la provincia. Con Paloeloe y Shonia hablamos de sus proyectos, que muchas veces van de la mano y que integran en estas visitas, desarrollo económico, turismo y sostenibilidad. Las zamburiñas se cultivan en profundidad, ya que en esta zona del Mediterráneo no se pueden colocar bateas, por la excesiva navegación, principalmente.

Y además vinos submarinos.

Una botella de vino «submarino» de Escaramujo Wines.

Pues sí, Paloeloe, que francamente no debe tener mucho tiempo libre, dirige junto Victor M. Gomez una de las primeras bodegas submarinas de España, Escaramujo Wines. Entre ambos han desarrollado un sistema de crianza de vinos en medio submarino. Siete referencias de vino de diversos cepages que se crian en barrica y después, durante varios meses, en profundidad.

Los vinos se embotellan de manera cuidadosa para evitar que las botellas estallen por las diferencias de presión. Dejamos la degustación para la siguiente vez y nos dirigimos, escoltados por delfines, de vuelta al puerto pesquero de Estepona.

La subasta en la lonja de Estepona.

Tamara de la Rosa, patrona pesquera en el puerto de Estepona, descarga sus capturas justo antes de la subasta en la lonja.Para quien nunca haya asistido a una subasta de pescado y marisco, la experiencia puede ser incomprensible al principio. Sobre todo, porque las pujas son vertiginosas y además se hacen, normalmente, de manera descendente.

Lo primero que hicimos tras fondear el pequeño yate de Turismo Marinero, fue ver la descarga de los pesqueros. Los barcos que faenan por el día llegan a puerto al final de la tarde, por lo que vimos como los pescadores escogían la pesca y descargaban cajas de todo tipo de pescados y mariscos. Todo dirigido por Tamara de la Rosa, la primera patrona de pesca de Estepona y una de las pocas de toda España. Autoridad y saber hacer para llevar este pesquero a buen puerto. Hoy, ella y su tripulación, lo traen con unas buenas cajas de gambas, cigalas, merluzas y rapes…

Cigalas justo antes de las pujas.

La subasta se hace, como en al mayoría de las lonjas de pesca, de forma descendente. Se empieza con un precio muy alto y éste baja rápidamente. El primer pujador se queda el lote al precio más alto que la sala está dispuesta a pagar. De esta manera, los pescadores y compradores pueden recibir un precio más justo con el que se especula poco. Si se duda o se tarda mucho, se pierde el lote.

Las cajas del barco de Tamara. y de los otros pescadores de Estepona, repletas de cigalas, gambas, rapes, merluzas, van desfilando delante de nosotros. Los compradores, todos profesionales del sector de la hostelería, supermercados y pescaderías no dudan, y van pulsando el mando sin pestañear. Algunos se acercan a las cajas para comprobar la mercancía y la marcan con un signo.

En un cuarto de hora, todo el genero ya está empaquetado con hielo para que los compradores se lo lleven. Y en unas horas los felices comensales de las cenas veraniegas se los comerán, fresquísimo. Bon appetit!

Estepona de tarde de terral a noche de degustación.

Calles y edificios de Estepona.

Este verano ha sido caluroso como pocos. Llegamos al centro de Estepona en una tarde de terral que nos azotó al salir el coche. El terral es un viento, que como indica su nombre sopla desde la tierra, descendiendo desde las sierras hacia el mar que se enfría más lentamente, calentándose y secándose aún más. La combinación de la brisa hacia el mar y el efecto Foehn provoca el ascenso rapidísimo de las temperaturas y una sensación de sofoco. Por suerte no es demasiado habitual, pero esa tarde convirtió a Estepona en un horno a cielo abierto. Al día siguiente las temperaturas volvieron a su estado normal y descendieron 10 grados, sin que ello signifique que hiciera frio, ni mucho menos.

A pesar del terral, o por él, disfrutamos mucho de la cena y de las cervezas heladas. El centro histórico de Estepona es parecido al de Marbella. Calles peatonales que confluyen en una amplia plaza central. La Plaza de las Flores está llena de parterres con árboles, varios hoteles y algunos restaurantes muy apetecibles que completaban un cuadro idílico para un atardecer.

Callejear es una de las recomendaciones en Estepona. Hay muchos recodos engalanados con flores y las calles del centro son animadas y bonitas. Plazas, jardines, fuentes mientras pasamos por la calle Terraza, la calle Real o la plaza del Reloj, junto al mercado.

Orquidario de Estepona.

Otro de los lugares que se pueden visitar todo el año es, el Orquidario de Estepona. Se trata de uno de los principales de toda Europa con unas 1300 especies de orquídeas. No le envidia ¡ni el de Keukenhof en Holanda! Nosotros llegamos tarde y estaba cerrado, quedará para otra ocasión.

Su parque es muy bonito y daba un poco de frescor a la tarde. Muy cerca se encuentran algunos de los murales que también han puesto a Estepona en la ruta del Graffiti de España.

Muy cerca de Estepona.

Por último, si disponemos de coche, podemos acercarnos al sitio Corominas. Allí se encuentra el museo homónimo de los Dólmenes de Corominas. A menos de 5 km del centro de Estepona, un espacio ceremonial datado hace unos 5000 años, reúne 5 dólmenes megalíticos.

Plaza de las Flores de Estepona. El Hotel Silken El Pilar y su restaurante son muy buenas pistas a tener en cuenta.

El día terminó en el restaurante Casafina, del espectacular Hotel Silken El Pilar, en la misma Plaza de las Flores. La animación era tremenda, la plaza repleta de gente que disfrutaba de la noche en Estepona a pesar del terral. Pudimos degustar platos de pescado marinado fresquísimo, que seguro venía de la propia lonja de la ciudad. Una conversación amena entre colegas de trabajo, pensando en como mejorar el turismo fue el colofón a un día largo e intenso.

Marbella de otra manera.

Impresionantes vistas de la montaña de La Concha desde el balcón del Hotel Barceló Marbella.

Nuestro hotel, el Barceló Marbella, se encontraba a medio camino entre Estepona y la propia Marbella. Marbella es un municipio muy grande y muy poblado, compuesto de la propia Marbella, de San Pedro de Alcántara, de Guadalmina, donde se sitúa el hotel Barceló, etc… Desde allí nos dirigimos hasta el centro de Marbella, que ya conocíamos, pero que siempre es un disfrute volver a visitar.

El casco antiguo de la ciudad de Marbella es tan bonito como inesperado. Aún contándolo, la gente no se cree que exista un centro tan coqueto, tan bonito y tan lleno de monumentos y edificios con historia.

Un pueblo dentro de la ciudad, el casco antiguo de Marbella.

Vistas del casco histórico de Marbella.

Justo por encima del Parque de la Alameda empieza el casco antiguo. Hemos dejado atrás su playas kilométricas, y los hoteles de su Milla del Oro. En el centro los alojamientos son pequeños y selectos hoteles boutiques, ocultos en calles encaladas llenas de flores.

Allí hay que visitar la Plaza de los Naranjos, creada en 1485 ,tras la conquista castellana de esta zona del reino de Granada. Posee la iglesia más antigua de la ciudad, la Ermita de Santiago, así como la Casa del Corregidor y el Ayuntamiento.

Las calles que la rodean son ejemplos de la bella arquitectura popular urbana de Andalucía. Mezclan, trazado árabe de casas blancas encaladas, con palacetes de raigambre mudejar, barroca y edificios restaurados. Las calles Caballeros, Remedios, Estación, Alamo o Soledad, son ejemplos de ello. Y entre ellas, perpendicular al mar, la calle Ancha, que atraviesa todo el casco viejo, con la misma belleza y urbanismo, pero más amplia.

Otro de los monumentos que hay que visitar es la Iglesia de Santa María de la Encarnación del siglo XVII. Junto a ella se encuentran los restos de las murallas y de la Alcazaba, la fortaleza que construyó Abderramán III.

Marbella montaraz.

Otra vista de La Cocha desde el paraíso marbellí.

Marbella tiene su propia montaña, la Concha, que forma parte de la Sierra de las Nieves. Esta montaña protege a Marbella del Terral, de los excesos de calor y frío creando un microclima muy agradable en la costa marbellí. Una de las razones de su éxito turístico ha sido este microclima. ¡Por algo la zona fue poblada desde hace tanto tiempo!

El pico de la Concha con sus 1215 metros de altura sigue protegiendo Marbella de los excesos climáticos, incluso en este verano tan extremo. La cresta de la sierra, que culmina en La Concha, parece el dorso estriado de un molusco. No obstante, curiosamente, el pico que da nombre a la Sierra no es el más alto, lo supera el Lastonar con 1275 metros.

La ascensión a la Sierra de la Concha es otra de las actividades inesperadas que se pueden realizar en esta ciudad. Pero, por supuesto, hay que dejarlo para el otoño tardío, el invierno o la primavera. Andalucía y la Costa del Sol son destinos magníficos durante esas épocas, donde además, hay menos gente.

Playas de Marbella.

Marbella, como Estepona, destacan por sus playas y por su ambiente nocturno. Pero todo eso es ya de sobra conocido, así que nosotros nos hemos centrado en aspectos menos habituales.

De cualquier manera, si quieren más información sobre Marbella consulten este otro artículo.

La guinda: Istán una joya de la Sierra de las Nieves.

Plaza de la Iglesia de San Miguel, en el centro de Istán.

Si no se conoce Istán, su descubrimiento puede ser la sorpresa más espectacular del viaje a la Costa del Sol Occidental. Ciertamente, hay muchos otros pueblos semejantes con mucho encanto y parecidas características. Gaucín, Ojén, Algatocín, Jubrique, Júzcar, Parauta, Casares, Genalguacil y muchos otros…

Istán se oculta tras la sierra de la Concha, tras el alto pico de Lastonar, en la parte más alta del embalse de la Concepción, que es la fuente de Marbella. Una carretera sinuosa nos lleva ascendiendo sin pausa y sin tregua, desde el mar calmado de Marbella, hasta el pueblecito de casas blancas, como no podía ser de otra manera. Situado a casi 300 metros de altura, Istán es un pueblo pequeño de unos 1500 habitantes. Un remanso de calma alejado del bullicio de la Costa del Sol, pero sólo a sólo 20km (una media hora dependiendo del tráfico) del centro de Marbella.

Restos de la atalaya árabe de la Torre del Escalante en Istán.

Istán posee varios monumentos, algunos no demasiado visibles, pero de gran importancia. Entre los mas evidentes está su casco antiguo, bello y abigarrado. Nada más entrar al pueblo vemos el edificio del Ayuntamiento ya casi colgado del barranco. Adentrándonos en Istán por la calle Marbella, bordeamos la ladera en la que se asienta el pueblo.

La plaza de la Iglesia de San Martín es uno de los lugares más coquetos y acogedores. Poco más allá se encuentra Torre del Escalante. Son los restos de una atalaya y fortaleza de origen árabe que fue destruida durante los conflictos entre cristianos y moriscos.

Los miradores de Istán.

Vista del bello Istán desde el mirador de la Herriza.

Los miradores son otro de los alicientes de Istán. Empezamos por el mirador de los Jarales un poco mas alejado del pueblo. Después, se encadenan tres de los mas bonitos empezando en el centro del pueblo.

Tras visitar los restos de la Torre del Escalante, descendemos hacia el cementerio y vamos descubriendo el segundo mirador de la Herriza, luego el del Tajo Banderas y, por fin, el más espectacular: el de la Herriza. Este se alza en un pequeño promontorio que domina la majestuosa vista hacia el mar sobre el embalse de la Concepción. Desde aquí hay bonitas vistas de Istán bajo la Sierra de la Concha. Lugar para fotos y selfies aseguradas!

La ruta del Río Verde.

Istán es una de las puertas de entrada al Parque Nacional de la Sierra de las Nieves. Hay muchas formas de disfrutar de este espacio natural preservado y algunas encuentran su llave en este bonito pueblo. En nuestra Guía de la Andalucía Insólita hablamos de la ruta hasta el río verde.

Vega del río verde que sube poco a poco hacia las cumbres de la Sierra de las Nieves.

Entre alcornoques centenarios, por un muy campestre sendero que acompaña a este arrollo, se llega al Charco del Canalón. Se trata de un conjunto de pozas de agua fresca. Es el final de un recorrido de cañoning que empieza  Sierra arriba. Recorrer este sendero desde el pueblo, o desde el parking más cercano, dependiendo de la estación, es un placer. En cualquier caso, cuando el calor aprieta, el baño en el Charco del Canalón es delicioso.

Durante el recorrido, sobre todo en la zona aledaña a Istán, se puede disfrutar de la maestría acumulada de los agricultores que, desviaron secularmente el agua del río, para usarla en las terrazas cultivadas. Las acequias que trajeron los árabes se quedaron aquí. Tras los campesinos musulmanes o mozárabes, fueron los cristianos y moriscos, los que siguieron la tradición y permitieron la agricultura en estas tierras. Todos lo perpetuaron con su trabajo, sin que la religión modificase un ápice el rumor de las aguas felices que caían, y siguen cayendo, por las acequias muchas veces centenarias. Este Istán desconocido e insólito que nos encantó en nuestro primer viaje, se confirma en este segundo, que seguro no ser el último.

Descubriendo sabores.

Para comer, el bar Troyano, en la Plaza de la Iglesia se encarga de confeccionar recetas simples y deliciosas, que con una bebida fría son una delicia en cualquier época.

Si quieren comer un poco más exquisito y menos informal, -porque hay días para todo-, les recomendamos el restaurante Raíces. Se encuentra en la parte más alta del pueblo, junto a la piscina. Las vistas son maravillosas y la comida, elaborada a la par que sabrosísima. Una mezcla fusionada de cocina andaluza, y española en general, con atrevidos toques japoneses. Ambos restaurantes son una apuesta segura.

Una miguina de miel.

Aprendiendo de abejas y miel con Francisco Moreno, creador de Ystán Miel.


Y para despedirnos con sabor dulce hasta la vuelta a Málaga, queremos hablar de miel. Una de las pequeñas empresas innovadoras es Ystán Miel (https://ystanmiel.com). Un proyecto familiar que nos deja con la miel en los labios literalmente. Sin olvidar, que se cimentó en el sudor y el trabajo bien hecho, pero muchas veces sin recompensa. Miel natural 100% de calidad, que busca las mejoras plantas para nutrir a sus abejas  y que se preocupa de garantizar que la miel sea lo que promete, sabor y salud.

Fernando Moreno es su creador. Además de enseñarnos la complicada tarea del fabricante de miel, llena de esfuerzo constante plagado de riesgos y desencuentros, nos hizo degustar el producto de su cosecha. Este año la miel de aguacate no fue posible, ya que por los problemas de la sequía, no se consiguió el porcentaje mínimo para poder darle ese nombre. Esa miel se convirtió en miel mil flores.

En cambio pudimos notar las sensibles diferencias entre la miel de azahar, la más suave y dulce; la de intermedia de milflores; y la más intensa en sabor, pero menos dulce de castaño. Esa última nos encanto por su complejidad, su intensidad alejada del dulzor extremo del azúcar industrial, que se encuentra en tantas mieles del comercio generalista.

Graffitis y murales de Estepona, otra ruta a tener en cuenta en la Costa del Sol Occidental.

Una vez más en los pequeños pueblos se encuentran las cosas más simples y más intensas. Un muestra más de que hay muchas oportunidades para el turismo, pero también para la vida en esos pueblitos de esa España, y esa Europa rural, que en lugar de vaciarse deberían abrirse a tanta gente que busca otos horizontes.

Málaga de nuevo nos ha encantado en todos los sentidos de la palabra. Desde su costa ruidosa y animada hasta las cumbres de sus montes con sus bosques quietos y silenciosos. En todas partes resuena una sonrisa y hay un compañero con el conversar.

Más información en nuestra Guía Insólita de Andalucía.

Agradecimientos.

Un abrazo para Ana Díaz y Carmen Vigo, de Turismo Andalúz, con las que viajar por Andalucía siempre es un placer y una alegría. Hasta pronto. Y un saludo para nuestros compañeros de viajes que muchas veces, sin quererlo se convirtieron en modelos.

Un recuerdo especial para todos los emprendedores que buscan desarrollar un turismo y una economía de mejor y mayor calidad, alejada de los tópicos y los caminos trillados. Gracias a Shonia, Paloeloe, Tamara, a Fernando, y a todos los demás, gracias por intentarlo y mostrárnoslo.

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