Cuando Alexander von Humboldt afirmaba que Bonn era la octava maravilla del mundo exageraba, pero no se puede negar que si el famoso geógrafo – además de humanista, naturalista y viajero-, que conoció parajes tan diferentes, como pocos lo hicieron en su época, lo afirmó, sería por algo.
A nosotros Bonn nos recibe con una intensa nevada el primer día de nuestro viaje por la zona de Alemania de Westfalia Renania del Norte. Sin embargo, más que un obstáculo fue una sorpresa agradable cuando el sol salió de entre las nubes durante los días siguientes, dejando una preciosa estampa invernal.
La capital de la Alemania Occidental o República Federal de Alemania (RFA) ha tratado de reconvertirse después de que en 1991, con un ajustado margen de votos, se decidió que la nueva capital de la Alemania unificada sería de nuevo Berlín. Bonn fue durante décadas una ciudad en el foco geopolítico de la convulsa segunda mitad del siglo XX europeo. Los edificios de Bonn ondeaban las banderas de todos los países del mundo, que tenían la embajada aquí. Cosmopolita y vanguardista Bonn supo no «deprimirse» económicamente y culturalmente tras la pérdida de la capitalidad, y el efecto fue precisamente redoblar su propuesta de ocio con la proliferación de algunos de los museos más modernos de Alemania.
Qué ver en Bonn
Durante los dos días que dedicamos a descubrir Bonn nos dio tiempo a pasear por su centro histórico, visitar sus principales museos, participar en su alegre carnaval y acompañar a Beethoven por su ciudad natal.
La arquitectura del siglo XXI se ha cincelado a base de propuestas visuales como el moderno auditorio frente al Rhin, cuyo nombre, Beethovendenkmal, es de nuevo un homenaje a Beethoven.
También junto al Rhin, el bastión de Alter Zoll con los cañones regalo del emperador Guillermo I a la ciudad es hoy un jardín y mirador sobre el río.
Casi inmediatamente se accede al conjunto del Kurfürstliches Schloss , antiguo palacio residencial de los príncipes de Colonia hasta la ocupación francesa por parte de las tropas de Napoleón. Inaugurada en 1818 por el rey Federico Guillermo III de Prusia como Universidad, en ella estudiaron los jóvenes Karl Marx y Friedrich Nietzsche. En una de las alas se encuentra el Museo Egipcio de Bonn, el Ägyptisches Museum, cerca de la puerta Koblenzer Tor. Todo recto siguiendo la avenida ajardinada se distingue el Poppelsdolfer Schloss, sede de la Universidad y a la vez jardín botánico.
Volviendo al centro llegamos a la Marktplatz, con su forma casi de trapecio y que nos sirve de parada para comer en los foodtrucks que mezclan gastronomías del mundo con platos autóctonos. Y de paso nos ayuda a calentar las manos, el estómago y el alma. Marktplatz fue y sigue siendo la plaza del mercado, escenario cerrado en una esquina por el Rathaus, el elegante antiguo ayuntamiento de Bonn. Hoy es uno de los puntos de reunión de la gente, lugar donde estadistas como De Gaulle, Kennedy y Gorbachov hablaron a Bonn y al mundo.
Catedral de Bonn
Camino de la oficina de turismo para recoger nuestro kit de información -incluyendo la Bonn Card– nos topamos con la Catedral de Bonn (Münsterkirche), una de las más antiguas de Alemania, iniciada en el siglo XI y acabada en el siglo XIII. En uno de los lados nos sorprende encontrar una escultura de Chillida, llamada «Música IV», inconfundible con sus retorcidas formas férreas.
Dos enormes cabezas reposan frente a la catedral. Son las esculturas de los «mártires» romanos Casio y Florencio, legionarios ajusticiados por el emperador Diocleciano por negarse a ajusticiar a los cristianos. Son obra del escultor turco alemán Iskender Yediler, que también compuso unas piezas similares frente a las iglesias de St. Benno en Munich y St. Gereon en Colonia.
El centro histórico estaba rodeado por una muralla de la que apenas quedan huellas, pero que podemos imaginar gracias a la puerta Sterntor, integrada entre casas de colores, justo detrás de la catedral.
Beethoven, algo más que el hijo pródigo
Beethoven está tan presente que su música parece sonar mientras paseamos por la ciudad, calles en su nombre, esculturas e incluso graffitis recuerdan al hijo pródigo que nació y vivió hasta que se mudó a Viena.
En la plaza de Münsterplatz la estatua del compositor ejerce de director de orquesta. Ahora en invierno solo dirige el vuelo de las palomas, pero en verano la plaza es uno de los lugares más animados de Bonn, con terrazas y cafeterías, ahora cubiertas por la nieve.
La Beethoven-Haus, casa natal de Ludwig van Beethoven
En la calle Bonngasse se encuentra la casa de Beethoven, donde vivió su familia y que vio nacer al maestro en 1770. Su memoria y la casa natal -la familia Beethoven vivió en otras tres casas en Bonn, pero no se han sobrevivido el paso del tiempo- se han conservado gracias a la devoción de la Asociación que vela por promover no solo su figura, si no su legado.
En las salas del edificio el ruido del suelo de madera al caminar nos recuerda los primeros pasos del genial músico por esta casa, tocando virtuosamente desde temprana edad. Objetos, manuscritos, o incluso el teclado del órgano que tocaba en la Iglesia de San Remigio.
La audioguía en español nos permite viajar temporalmente por su vertiginosa vida, sus viajes a Viena, Praga y Budapest donde exhibió sus cualidades para tocar y componer, y la sordera que intentaba ahogar los ecos musicales de un genio inigualable.
Museos de Bonn
La apuesta cultural de Bonn abarca todas las disciplinas y un arco temporal que va desde el Ägyptisches Museum (Museo egipcio), pasando por el Kunstmuseum Bonn (Museo de arte moderno, donde descubrimos las obras de August Macke, un exponente del expresionismo alemán Der Blaue Reiter; el Arithmeum, el Museo de las Matemáticas; Haus der Geschichte der Bundesrepublik Deutschland (Museo de historia de la República Federal de Alemania); o el impresionante Kunst- und Ausstellungshalle der Bundesrepublik Deutschland (Salón de arte y exposiciones de la República Federal de Alemania)
Algunos como el LVR-LandesMuseum son muy interesantes, pero la ausencia de paneles informativos en inglés hace que el interés turístico quede limitado a los alemanes. Aquí está el cráneo del famoso Neanderthal que en 1856 fue descubierto en la localidad del mismo nombre, cercana a Düsseldorf.
Uno de los lugares curiosos de Bonn es el Museum Koenig (Museo de historia natural, que fue el lugar de primera reunión del parlamento alemán tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Carnaval de Bonn
Colonia tiene la fama del mejor Carnaval pero en realidad tanto Bonn, Aachen y Düsseldorf, lo celebran a lo grande, cada uno con sus peculiaridad. Por ejemplo en Bonn el jueves de carnaval celebra en el barrio de Beuel, en el lado derecho del Rhin, el Weiberfastnacht, el Carnaval de las mujeres. Este evento abre el carnaval, y hay que estar atento con evitar las corbatas ese día porque corremos el riesgo de que literalmente nos la corten con tijeras, aunque a cambio recibiremos un beso.
La tradición del carnaval de Beuel nace en 1824,cuando las lavanderas se unieron para protestar contra la explotación de la mujer, y sobre todo contra el papel secundario que tenían en la sociedad. Asociadas en un comité acordaron reunirse cada año, el jueves antes de carnaval para seguir legitimando la protesta. Actualmente una elegida actúa como «Princesa de las lavanderas”., y encabeza el «asalto» al grito de ‘Alaaf’ (Carnaval!!) al ayuntamiento de Beuel, llevándose por medio cualquier corbata que asome.
Qué ver cerca de Bonn
Nuestro viaje por esta parte occidental de Alemania no acabó en Bonn ya que visitamos Colonia, Aquisgrán (Aachen) y Düsseldorf, además de una excursión para conocer un lugar muy recomendable, Drachenburg.
Königswinter y el palacio de Drachenburg
El sol de febrero luce, y aunque el frío es intenso tomamos el tren hacia el sur de Bonn, siguiendo el Rhin hasta Königswinter. De las montañas Siebengebirge en torno a Königswinter se extrajeron las piedras que servirían para la construcción de la catedral de Colonia.
En una de esas colinas, Drachenfels, podemos visitar las ruinas del castillo del siglo XII que pertenecía al arzobispo de Colonia. Las vistas desde lo alto de las montañas son para enmudecer, tal y como dejaron al poeta Lord Byron cuando pasó por aquí y dejó sus impresiones en su obra Las peregrinaciones de Childe Harold.
La montaña está cargada de simbolismo y mitología, especialmente tras la época del Romanticismo alemán y por supuesto gracias a la ópera de Wagner, El anillo del nibelungo.
Aquí os contamos en profundidad la visita al palacio de Drachenburg, subiendo desde la parada de tranvía en el centro de Königswinter. El pueblo es perfecto para comer después de la visita a Drachenburg, y en la calle principal podemos ver algunos ejemplos de arquitectura medieval alemana, con casas preciosas. Aunque a priori nos venga como traducción del nombre «El invierno del rey», en realidad la palabra Kuoningwinteren se deformó, aludiendo a los viñedos del rey, que aún encontramos mientars subimos andando a conocer el palacio de Drachenburg.
Hoteles y alojamiento en Bonn
Tours y actividades en Bonn
Como llegar a Bonn
El aeropuerto de Köln / Bonn situado entre las dos ciudades es la mejor forma de llegar con vuelos desde España. Desde el aeropuerto el autobús SB60 que sale desde una parada a izquierda de la salida de la terminal. Se pueden comprar los billetes en el bus (sólo con efectivo) y en las máquinas junto a la parada con tarjeta. El autobús tarda una media hora hasta el centro de Bonn, dejándonos cerca de la estación de tren HBF, o en otras paradas anteriores si nos es más práctico.
Información y oficinas de turismo de Bonn
La oficina de turismo de Bonn está junto a la plaza central de Bonn Münsterplatz (que da a la catedral) en la calle Windeckstraße 1, 53111 Bonn, Alemania
Teléfono +49 228 775000
Ernesto
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Es la primera información que he leido sobre Bonn, a donde pienso ir a principios de pròximo año y me ha parecido estupenda.
Gracias
El Giróscopo Viajero
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Gracias Ernesto. Bonn es una ciudad que merece visitar durante el viaje a Alemania. Puedes leer otros artículos de Düsseldorf y Aachen.
Bonn
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Gracias por la información, increíble ciudad alemana.
María González
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Me parece increible Bonn.Mucha historia y toda interesante.Ser la cuna de ese gigante de la música clásica, le concede un interés particular, para los que lo amamos y lo seguimos. Todo es bello y bueno allá.Algún día iré. Felicitaciones.
El Giróscopo Viajero
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Hola María!
Tienes toda la razón, Bonn esconde muchos lugares preciosos para viajeros que buscan cultura y música. Gracias por seguirnos.