Axolotitlán, el Museo del Axolote en Ciudad de México

«Fue su quietud lo que me hizo inclinarme fascinado la primera vez que vi a los axólotl.»Axólotl. Julio Cortázar

El mundo animal siempre ha generado fascinación, desde los Darwin, Malaspina o Humboldt hasta literatos como el propio Cortázar que en su cuento Axólotl describe la fascinación por el pequeño animal endémico del México central.

Detalle de las branquias del ajolote
Detalle de las branquias del ajolote

Hacía tiempo que habíamos oído hablar del axolote (léase y pronúnciese ajolote) y en uno de nuestros viajes a Ciudad de México quisimos dedicar tiempo para conocerlo a fondo explícitamente en el refugio de Axolotitlán.

Axolotitán

Axolotitlán, el Museo del Axolotl es un interesante museo ambiental que promueve el conocimiento y divulgación del extraño y valioso anfibio. Es sede de exposiciones de artes plásticas, talleres y reuniones de divulgación educativa, cuyo objetivo es el cuidado de los pocos ejemplares que perviven.

Axolotitlán, el Museo del Axolotl
Axolotitlán, el Museo del Axolotl

Su historia comienza en 2017 como un centro de investigación habilitado en una cúpula geodésica construida íntegramente con materiales reciclados. Otros dos «iglús»  completaron el centro, ofreciendo un programa de educación medioambiental completado con visitas bioculturales.

Domos geodésicos que albergan las salas del museo del ajolote.
Domos geodésicos que albergan las salas del museo del ajolote.

Del mismo modo, Axolotitlán es una clínica veterinario para atender a los ajolotes del valle de México, sean especímenes de los canales y lagunas o algunos ilegales requisados.

La ingente labor científica detrás del centro se vive de igual modo con una pasión inusitada tanto por los voluntarios como por los visitantes que llegan para hipnotizarse con la mirada de los ajolotes que habitan los acuarios. El museo puede completarse con los tours en la zona de Xochimilco.

Uno de los ajolotes en el Museo de Axolotitlán
Uno de los ajolotes en el Museo de Axolotitlán

La fascinación por el axolote no es nueva ni importada. Son numerosas las referencias y leyendas de diferentes poblaciones prehispánicas, continuadas por las descripciones científicas de humanistas aventureros que llegaron al «Nuevo Mundo».

El origen de la palabra ajolote proviene del náhuatl ‘axolotl’, que significa “monstruo de agua”. La mueca natural de su boca parece una sonrisa fotogénica, la aleta de renacuajo se mantiene en época adulta y su cabeza parece un penacho floreado. Los curiosos colores rosa y albino de algunos ajolotes son en realidad fruto de una mutación en cautividad, ya que el color natural en su medio es gris o negro.

Talleres para niños en el museo del ajolote
Talleres para niños en el museo del ajolote

¿Por qué son especiales los Ajolotes?

Los ajolotes, cuyo nombre científico es Ambystoma mexicanum’, son una especie de salamandra que solo habita el entorno de Ciudad de México.

Ajolote en el museo
Ajolote en el museo

Al ser transparentes al nacer, esa ausencia de pigmento permite a los investigadores ver la evolución sin tener que recurrir a especímenes diseccionados.

Los axolotes son peculiares por varios motivos, desde su capacidad para regenerar extremidades u órganos vitales como el corazón y el cerebro (por ello es conocido como el Peter Pan de las salamandras), lo que permite un campo de estudio para la aplicación futura en seres humanos; a su facilidad para adaptarse a mutaciones genéticas o incluso hibridación con otros ajolotes cuyas partes pueden ser trasplantadas; o  por seres que conservan el estado juvenil en el organismo adulto (fenómeno conocido como neotenia) lo que significa que no envejece su organismo.

Ciclo de vida del axolote
Ciclo de vida del axolote

Otra de las características de los ajolotes es que cuando se producen alteraciones de su ecosistema son capaces de adaptarse a cambios bruscos, como por ejemplo vivir fuera del agua como si fueran salamandras, produciéndose una metamorfosis forzada. Los ajolotes son un gran bioindicador de la situación de un ecosistema, ya que su sensibilidad indica el grado de cambios que sufre un paisaje.

De hecho los ajolotes tienen un sistema de respiración por varias vías. además de las tradicionales branquias, transpiran por la boca, la piel, pulmones y por los cuernos de la cabeza. Es por ello que no ha mejor definición que la de un monstruo fruto de la evolución.

Esa asombrosa capacidad es también su perdición ya que la contaminación de su hábitat les afecta de forma más agresiva al ser grandes captadores de oxígeno. Siendo una especie en peligro de extinción, se estima que existen solo entre 700 y 1.200 especímenes.

Recorrido por el museo del axolote
Recorrido por el museo del axolote

Preservar la vida de los ajolotes solo es posible mediante la conservación de su hábitat, en franco retroceso a causa de la agresiva expansión urbana y la presión humana. Los pocos lugares que quedan en los que hay ecosistemas aptos para la vida y reproducción del ajolote sufren vertidos, depósitos furtivos de basura, sobrepesca, introducción de especies invasoras o incluso la rapiña de ajolotes para la venta ilegal.

VISITA MUSEO AXOLOTE

Ya desde la entrada el visitante comprende el trabajo por la defensa del ajolote. Varios murales decoran la entrada del museo, y una escultura sirve de bienvenida para sacarse fotografías.

Escultura del ajolote en la entrada al museo
Escultura del ajolote en la entrada al museo

Axolotitlán es hogar de varios especímenes de ajolotes. Si no fuera por el movimiento espasmódico de las branquias del ajolote, el visitante podría pensar que esos seres son un ser mezcla de los dibujos animados y de un ejercicio del algoritmo de la IA.

Figuras del axolote en el museo
Figuras del axolote en el museo

Salas de exhibición

Hay tres salas de exhibición permanente por las que discurre la visita al museo. La primera llamada «Exposición 50 Axolotes» actúa como presentación e introducción sobre los ajolotes y su hábitat. Podemos ver el billete mexicano de $50 pesos decorado con un diseño del axolote, además de obras de 50 artistas, hombres y mujeres de diversas edades.

Billete mexicano de $50 pesos decorado con un diseño del axolote
Billete mexicano de $50 pesos decorado con un diseño del axolote

Se continua por la sala 2, con proyecciones audiovisuales sobre el axolote y los peligros que rodean al animal en peligro de extinción.

Axolote reposando en el fondo de la vitrina
Axolote reposando en el fondo de la vitrina

En la tercera sala hay un ajolotario con axolotes vivos en la que podemos ver de cerca a los pequeños y fascinantes animales. Los guías ofrecen explicaciones sobre todo lo que rodea a los anfibios, desde su reproducción, crecimiento, peculiaridades y peligros que acechan.

Tienda del museo del Ajolote
Tienda del museo del Ajolote

Después de la visita podemos tomar un refrigerio, destacando la cerveza artesana de la fábrica Monstruo de Agua, que referencia a los axolotes en su etiqueta.

Cerveza artesana de la fábrica Monstruo de Agua
Cerveza artesana de la fábrica Monstruo de Agua

INFORMACIÓN MUSEO AXOLOTE

Dónde está Axolotitlán

El museo y centro cultural se halla dentro del Parque de Tarango, conocido como el Segundo Parque de las Águilas.

Cómo llegar a Axolotitlán

Axolotitlán Museo del Ajolote se encuentra en la Prolongación 5 de Mayo 521, 2do Parque las Águilas, CP 01750.

Colonia Álvaro Obregón, Ciudad de México

Tels.: 55 7898 7876, 55 4574 2826

contacto@museodelaxolote.org.mx

Horarios y costos

Martes a domingo de 9:00 a 16:00 h. Lunes cerrado.

Costo de entrada general, maestros, estudiantes y niños: $50

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