Es tiempo de bayas en Finlandia y en los países escandinavos. Ya en primavera, los pequeños arbustos que hay por los bosques silenciosos del norte de Europa empiezan a desperezarse y a asomar sus ramitas entre la nieve. Y los frutos que son pequeños en esa estación del año, en verano ya crecieron y empiezan a madurar. Arándanos negros, arándanos rojos, la mora de los pantanos, …las bayas de los bosques nórdicos llegan unos tras otros durante el corto verano. Aunque justo este año resulta que es el verano más largo y caluroso que se recuerda en Finlandia y sus vecinos. Comenzó en mayo y todo el mes de julio ha sido una sucesión de días cálidos, con altas temperaturas y poca lluvia, por lo que las bayas son más pequeñas de lo que suelen ser. Lo cual hace que la sustancia se concentre en los pequeños frutos silvestres y meterlos en la boca se convierta en una explosión de sabor.
Durante los largos días del verano finlandés recorrimos parques nacionales, bosques al lado de ciudades y pueblos de Finlandia, haciendo rutas de senderismo a la sombra de pinos, abedules, abetos y álamos, los árboles que conforman el típico bosque finlandés. Y un manto de arbustos cubría la inmensidad del mismo, destacando esas pequeñas bolitas azules y rojas a lo largo de los senderos. No hay más que alargar la mano y cogerlas, están al alcance de todos los paseantes.
¡Acompáñennos pues a hacer una ruta por los bosques de Finlandia para recoger bayas!
Los finlandeses y los nórdicos adoran recolectar bayas
En Finlandia la gente se funde con sus bosques, forman parte de su vida, penetran junto a la luz en sus casas a través de esas amplias ventanas, tanto en los días luminosos del verano como en la oscuridad del invierno. Los bosques están siempre ahí, y los finlandeses los buscan a cualquier hora. El 65% del territorio de Finlandia está cubierto por bosques, y no solo están los numerosos parques nacionales, el bosque está muy cerca siempre, al alcance de la mano, se adentran en las ciudades también. En poco tiempo la naturaleza los rodea, lejos de todo, solo los ruidos de los bosques, el silencio de los lagos.
Ya que la naturaleza forma parte de sus vidas, recolectar bayas en los bosques es una de las actividades favoritas de los finlandeses en verano, así como la recolección de setas en otoño. Se comienza a aprender los secretos de los frutos de los bosques desde niño, los finlandeses pasean en familia para recolectarlos, por lo que los más pequeños ya conocen los diferentes tipos de setas y de bayas silvestres que existen, y aquellos que son venenosos.
En verano se lanzan con sus cubos a recolectar las más deliciosas bayas, los vimos en los parques nacionales, en los bosques de las ciudades, de los pueblos,…agachados recogiendo bayas para llevar a casa y conservarlas para el invierno.
Nosotros recorrimos los bosques de Finlandia acompañados por guías de los parques nacionales o compañeros de viaje que estuvieron por un tiempo compartiendo ruta con nosotros. Con ellos aprendimos también de primera mano a recolectar las más deliciosas bayas, siempre degustándolas en el camino en las rutas por los bosques del país.
Bosques democráticos en Finlandia. Every’s mans right– El Derecho de todos
Cualquiera puede recolectar bayas y setas en los bosques de Finlandia y disfrutar de los mismos a lo largo del año gracias al “Derecho de todos”, que permite que tanto locales como extranjeros puedan disfrutar de todo lo que los bosques ofrecen sin importar a quien pertenezcan. Los bosques finlandeses están dibujados con numerosas rutas de senderismo señalizadas que recorren los finlandeses en todas las estaciones del año. En invierno, cuando la nieve cubre los senderos y las copas de los árboles, con raquetas o haciendo esquí de fondo. Caminando en otoño, en tiempo de la Ruska, cuando los bosques de Finlandia se tiñen de color amarillo, anaranjado y rojo, y llegan las setas, otra de las pasiones de los finlandeses, grandes especialistas en su recolección. En primavera, cuando la naturaleza empieza a despertar, y los bosques comienzan a llenarse de sonidos de animales y del hielo derritiéndose. Y en verano, en julio y agosto, cuando las bayas están en pleno apogeo y la gente acude a los bosques a recolectarlas.
Así que nos sentimos como en casa en Finlandia, como si los bosques fueran nuestros, recorriendo sus entrañas, bañándonos en sus lagos y recolectando bayas. Tal y como habíamos hecho en nuestro anterior viaje a Finlandia en otoño. En aquella ocasión era tiempo de setas, ¡y cómo disfrutamos recolectándolas y cocinándolas en los mullidos y húmedos bosques finlandeses!.
Eso sí, los habitantes de Finlandia y de los países nórdicos lo tienen muy claro, ¡hay que respetar el entorno!. Sin abusar en la recolección de frutos, respetando los arbustos que hay alrededor de las casas, que pertenecen a su propietario, y dejando limpios los bosques a su paso. En los parques nacionales hay unas regulaciones muy concretas que hay que conocer antes de comenzar el viaje a Finlandia. Se prohíbe la caza, el uso de vehículos, la acampada libre y hacer fuego. Hay unos lugares especiales para acampar y hacer barbacoas, muy bien acondicionados con lavus– lugares cubiertos para dormir -, baños secos, espacios con leña para usar. Pero siempre hay que enterarse si es posible hacer fuego en ese momento, ya que se prohíbe si hay peligro de incendios por sequía y calor excesivo.
A lo largo de nuestro viaje en Finlandia fuimos conscientes de nuestras responsabilidades con el entorno natural, y disfrutamos mucho de ese “Derecho de todos”que convierte a los bosques finlandeses en bosques democráticos.
Bayas variadas y saludables: arándanos, mora de los pantanos, serba, frambuesas, espino amarillo,…
¡Qué privilegio poder recolectar bayas en Finlandia en plena naturaleza! No se trata de esas bayas procedentes de invernaderos o de plantaciones industriales, sino de bayas que crecen en los bosques de Finlandia y de los países escandinavos de forma natural, en un aire limpio de contaminación y de pesticidas. Lo cual, junto al poder del sol de medianoche, que los hace muy ricos desde el punto de vista nutricional, consigue que las bayas silvestres de Finlandia sean unas de las más deliciosas del mundo.
En el mes de julio los arándanos azules o mustikka, en finlandés, bluelberries en inglés, los más abundantes durante esta época y unos de los más deliciosos. Cubren los suelos de los bosques, y en todos los paseos que dimos y las rutas de senderismo por los parques nacionales nos agachábamos para comerlos, pequeños estallidos de sabor en nuestro paladar, momentos de placer durante la caminata.
Hay que competir con los animales salvajes para comer arándanos, pero al parecer hay para todos, sobre todo arándanos azules, otra cosa son las bayas menos abundantes, como las moras árticas o mesimarja y las fresas salvajes o metsämansikka. No vimos muchos animales salvajes en los bosques de Finlandia en verano, estarían agazapados, esperando su oportunidad, antes de que los fineses se hicieran con todo el preciado botín…
Los arándanos rojos son de dos tipos: los Karpalo–cranberry en inglés- y los puolukka–lingonberry en inglés- y comenzaron a asomar al final del mes de julio, por lo que solo pudimos degustar los del año pasado en deliciosos desayunos. Son más agrios, pero a los finlandeses les encanta en mermeladas y zumos.
Pero una de las bayas preferidas en los países escandinavos es la mora de los pantanos o lakka, y podemos jurar que son un auténtico manjar. Los probamos en el pasado viaje a Finlandia, en una deliciosa mermelada, un sabor entre dulce y ácido, perfecto – se me hace la boca agua solo evocándolo – . Pero en este viaje a Finlandia no pudimos recolectarlos, ya que la época de maduración es en agosto. Quizás algún día podamos hacerlo, mientras, animamos a todos los viajeros que vayan ahora en agosto a Finlandia, a hacer una ruta por los bosques para recolectar moras de los pantanos.
Hay otras bayas o frutos del bosque como las frambuesas o vadelma, muy abundantes en Finlandia. También está el espino cerval o tyrnijauhe, que se come menso por su sabor amargo, la grosella negra, la grosella roja, el espino amarillo o tyrni, la serba pihlajanmarja, crowberries variksenmarja o kaarnikka y las bayas de enebro katajanmarja.
Los finlandeses saben que las bayas son muy saludables, por eso se lanzan a los bosques en verano para recolectar muchos frutos, comerlos in situ o guardarlos en el congelador para disfrutarlos en invierno. De hecho, cada finlandés come unos 8 o 10 kilos de frutos silvestres a lo largo del año. Por ejemplo, los arándanos azules y los rojos son ricos en vitamina C, incluso más que otros cítricos, además de ser ricos en hierro, potasio y calcio, y fuente de fibra. Sus pigmentos naturales tienen una acción antioxidante. ¡Qué bien les vino a estos viajeros giroscópicos estas altas dosis de arándanos a lo largo de todo el mes de julio en Finlandia!.
Degustando las fresas finlandesas
Otro de los frutos que recolectamos en nuestro viaje por Finlandia fueron las fresas salvajes o metsämansikka. Aunque también nos deleitamos con las fresas o mansikka que por su sabor difieren mucho de las que conocemos, ya que aquí en Finlandia el gusto de las fresas es muy intenso y delicioso. Eran numerosas en los mercados de las grandes ciudades como Turku, Tampere, Helsinki, Jyväskylä o Lahti. Pero nosotros las probamos en Suonenjoki, conocida en toda Finlandia por ser la ciudad de las fresas. Una tarrina de esas rojas y brillantes mansikka, cada una un deleite para el sentido del gusto. Y como nos convertimos en auténticos gourmets en Finlandia, acompañamos el café con un pedazo de tarta de fresas y nata, mmmmmmm!!
Bayas en invierno. Comidas con bayas…¡y hasta vino de bayas!
¿Qué hacen los finlandeses con tantas bayas?. Hay que pensar que la temporada de recolección de bayas es muy corta, por lo que la gente se dedica a hacer acopio de unos buenos kilos de arándanos para disfrutarlos también durante el invierno. Así los congelan o los deshidratan y los van consumiendo poco a poco.
Nos contaron mil y una recetas con bayas silvestres y frutos del bosque, y nosotros mismos tuvimos la fortuna de degustar muchas de ellas.
Aunque lo mejor es el sabor natural del fruto recién cogido, ese momento de comer el fruto, un placer para los sentidos, inmersos en esa naturaleza excepcional. Pero tenemos que reconocer que los finlandeses son genios imaginando recetas con bayas. Una muy simple es zambullir los arándanos azules en leche, que acaba tiñéndose de azul y adquiriendo un sabor delicioso. Pero también hay gente que hace pequeños helados con esta leche teñida, tartas de arándanos rojos, mermeladas,…También los utilizan en guisos, vinagretas y salsas.
En nuestros desayunos diarios en Finlandia las bayas eran una de las protagonistas: acompañando al muesli con yogur, a las tostadas del delicioso pan finlandés en forma de mermelada, en zumo o batido,…
Pero una de las sorpresas más grandes que nos llevamos fue cuando descubrimos que los finlandeses hacen ¡vino de bayas!. Sabíamos que en Finlandia no hay vino, por eso cuando nos decían que lo tenían nos extrañaba. Hasta que nos enteramos que elaboran vino con bayas. Visitamos dos bodegas en Finlandia, una en el Archipiélago de Turku y la otra en el interior de Tampere. Allí degustamos numerosos “vinos”y licores de bayas, y la sorpresa fue tremenda. Nos gustaron sobre todo los secos, acostumbrados como estamos a los vinos más secos españoles, al contrario de los finlandeses que adoran los vinos de bayas dulces. Estos últimos nos parecieron demasiado dulces.
Las extensiones de terrenos con bayas son enormes y rodean bodegas muy bien montadas, especializadas también en eventos como bodas, congresos y reuniones varias. Siempre situadas en entornos naturales magníficos, frente a un lago en el Archipiélago de Turku, y en plena campiña finlandesa, en el caso de Tampere. Las bodegas tienen sus lugares de degustación y sus tiendas.
Junto con las pequeñas fábricas de cerveza local, muy numerosas, las bodegas de vino de bayas fueron una de las sorpresas de este viaje a Finlandia.
Recolectando bayas en el caluroso verano de Finlandia
Como la temporada de verano dura poco, los finlandeses acuden raudos a los bosques para recolectar bayas. Pero este verano no es corto en absoluto, comenzó ya en mayo con temperaturas altísimas, mientras en el sur de Europa hacía un frío anormal para la época. Y todo el mes de julio fue un regalo para los finlandeses que disfrutan del auténtico verano como nunca. Dicen que hacía años que no tenían un verano tan caluroso.
Esas temperaturas secan los bosques y hacen que las bayas sean más pequeñas de lo normal y menos numerosas, pero el mágico sol de medianoche presente durante los eternos días del verano de Finlandia hace que estos frutos codiciados concentren todo su sabor, que es más intenso.
Pudimos saborearlos en las rutas por numerosos parques nacionales de Finlandia: Linnasaari, Konnevesi, …Kuopio, siempre bien acompañados de los mejores guías, como Tiina o Markko, con los que compartimos momentos extraordinarios en los bosques mágicos de Finlandia. pero también en pequeñas rutas a las afueras de las ciudades. Como en Seinäjoki, acompañados por Sanna, que nos enseñó a utilizar el marjanpoimuri, un recogedor de lo más práctico, que se usa suavemente para no romper las ramas de los arbustos. Los finlandeses conocen bien los marjanpoimuri, que en otros tiempos fueron de madera o metal, y que hoy son de plástico y en todas las casas hay uno.
En poco tiempo habíamos recolectado una buena cestita de arándanos azules que cuando llegamos al hotel guardamos rápidamente en la nevera para que no perdieran su frescor, sobre todo en estos calurosos días.
Es el final del viaje, entre los recuerdos están los sabores, las bayas todavía en nuestro paladar, recordándonos esos tremendos desayunos, y esos momentos de paz caminando por el silencio de los bosques finlandeses en buena compañía, haciendo el gesto de agacharnos para recolectar una vez más esos valiosos frutos silvestres.
Agradecimientos
Muchas gracias a Tuula Lahti por su acogida y a Visit Seinäjoki por la estupenda visita a la ciudad, nos ha encantado visitar el patrimonio de Alvar Aalto, alojamientos con encanto como el Hotel Alba, que recupera una parte del patrimonio de la ciudad, visitar lugares como el parque de diversión Dudeson Park, dar un paseo por el río, y asistir a algunos eventos deportivos, como el beisbol finlandés o el fútbol. Gracias a Sanna Roininen por acompañarnos a recolectar bayas y por su simpatía.
Rosa Del Castillo
- Edit
Excelente recolección de bayas. Cuando visite iré a esos lugares maravillosos!!
Pingback: Kotka-Hamina - Guía de Turismo de Finlandia
Pingback: La sorpresa del vino de bayas en Finlandia -
Pingback: Qué ver en Finlandia en verano. Ideas bajo el Sol de Medianoche. Parte I -
Pingback: Paseo con huskies en Syöte, el norte salvaje de Finlandia -
Rafael
- Edit
Hola me llamo Rafael quiero saber si hay alguna empresa en la que pueda ir a trabajar en tiempo de turismo,
El Giróscopo Viajero
- Edit
Hola, dependiendo de en lo que quiera trabajar, es posible. Sobre todo empresas de actividades, las hay en todo el país, pero tendría que buscar y ponerse en contacto con ellos.
Pingback: Abrazar árboles en Laponia. Magia en los bosques de Levi -