Descubrimos un Tenerife diferente a través de las medianías, esas tierras de interior que miran hacia el mar desde las alturas y que suben hacia el Teide, un destino sorprendente y lleno de sorpresas para aquellos viajeros que quieren alejarse de las grandes zonas turísticas.
Las medianías son las tierras medias, como su palabra indica, de una altitud que se encuentra entre los 600 y los 1500 metros sobre el nivel del mar. Los municipios en la isla de Tenerife son muy grandes y se extienden desde el litoral hacia las zonas altas del Parque Nacional del Teide. La riqueza del patrimonio natural y cultural de la isla no se encuentra únicamente en las zonas de la costa, como las maravillas geológicas de los acantilados de Los Gigantes, el Parque Rural de Anaga, o en el Teide. También está en las medianías.
Algunos lugares bien conocidos de Tenerife como La Orotava, Los Realejos, Icos de los Vinos, Santiago del Teide, Guia de Isora, Adeje, Arona, …se encuentran también también medianías. En anteriores viajes que hicimos a la isla de Tenerife, descubrimos magníficos pueblos de medianías, como Tegueste, a las puertas de Anaga, o Vilaflor, pegado al Parque Nacional del Teide, donde también descubrimos algunos de los asombrosos vinos de Tenerife, una delicia para el paladar. También en este viaje nos sorprendimos gratamente con un pueblo de las medianías del este: Güímar, conocido por su fantástica ruta por el malpaís. Ya desde el principio fuimos conscientes de la belleza de medianías y supimos que Tenerife era mucho más que la maravilla natural del Teide, o que una isla de sol y playa, con una concentración de turistas en Costa Adeje, Playa de las Américas o Los Cristianos.
Ciertamente el suroeste de Tenerife es la zona más soleada de la isla, un destino privilegiado para aquellos que buscan buen tiempo. Pudimos constatarlo en este viaje cuando hicimos un bautismo de buceo en Los Cristianos y cuando participamos en una carrera en Las Galletas. Pero, sin quererlo, en nuestra búsqueda habitual de una gastronomía auténtica, típica de la isla, y en nuestra ansia de explorar lugares menos tocados por el turismo, nos encontramos con la sorpresa de las medianías del sur.
En realidad, la carretera TF-28 que va desde la capital, Santiago de Tenerife hasta el sur, es la vía para conocer los pueblos de medianías, que poseen un rico patrimonio monumental, cultural y gastronómico, además de una asombrosa red de senderos y un paisaje espectacular.
Asomándonos a las medianías del sur de Tenerife. Vistas panorámicas
Nos asomamos pues a las medianías del sur de Tenerife, tomando la carretera TF-28 en Granadilla de Abona, que linda con las medianías de San Miguel de Abona, Arico y La Orotava. El contraste es claro entre la costa suroeste más bulliciosa, donde se encuentran los grandes complejos turísticos de sobras conocidos en Europa, y las medianías, más tranquilas, como un remanso de paz desde el que se puede contemplar la costa. Las medianías son un mirador a las zonas bajas de la isla. El paisaje nos gusta desde el principio, porque en seguida alcanzamos cierta altura y contemplamos el mar y la orografía volcánica del sur surcando las carreteras panorámicas de las medianías. Dominan los colores verdes de los muchos huertos aterrazados y los colores pardos de las tierras volcánicas.
Descubrimos pueblos, como Granadilla de Abona y Arico que nos asombran por su rico patrimonio monumental,con un casco histórico bien conservado. Parecen pueblos por los que no han pasado los siglos. Granadilla de Abona es un municipio que comienza en la costa, donde se encuentra la conocida Montaña Roja y llega a la cumbre, hasta Las Cañadas del Teide, donde se encuentra la conocida formación geológica llamada Paisaje Lunar. A causa de un incendio no pudimos hacer una ruta para conocer esta formación, pero sí pudimos hacer otra ruta partiendo desde el pueblo de Granadilla, para descubrir el paisaje de la medianía.
Guachinches, restaurantes, tascas. La gastronomía auténtica de Tenerife
Atraidos por la gastronomía auténtica de Tenerife, vamos al encuentro de uno de los restaurantes de comida casera de Granadilla de Abona. Nos habían hablado de un guachinche bien conocido en la zona y allí nos dirigimos. Cuando hablamos de gastronomía auténtica, nos referimos a los platos tradicionales de la isla de Tenerife, algunos de los cuales son básicos en el día a día de los tinerfeños, como las papas arrugás, queso asado, cherne a la brasa, costillas con piñas de millo, guisos caseros (como garbanzas o fabada), carne fiesta, ropa vieja, bubangos,chicharros, sardinas fritas, churros de pescado, escaldón, platos hechos con gofio, como el escaldón y, claro, los mojos, entre otros. Son algunas de las delicias gastronómicas comunes a todas las islas Canarias. Olores y sabores que forman parte del viaje. No podríamos ir a un lugar sin probar sus platos típicos en los establecimientos donde se cocinan de forma tradicional. De este modo, viviendo el día a día de los habitantes del lugar, nos acercamos a ellos, y el viaje tiene más sentido.
Ya habíamos descubierto esta fantástica gastronomía en los guachinches, restaurantes y tascas del norte de Tenerife, donde se concentra un buen número de estos establecimientos. Ciertamente, allí es más fácil encontrar lugares para comer canario. Lo que no sabíamos era que en las medianías del sur también podríamos hacerlo, hasta que nos hablaron de tascas y guachinches célebres algunos, otros no tanto, pero de buena calidad todos ellos.
En el restaurante Cumbres de Abona hay un ambiente que recuerda a las casas de comida de toda la vida, que al estar lleno nos hace pensar que sí se come bien allí. Pedimos algunos platos estrella, y para acompañarlos un vino de Vilaflor de Chasna, de una bodega que visitamos en un viaje anterior y que nos había encantado. Aunque en muchos de los restaurantes y guachinches de Tenerife se suele servir el vino a granel y se ofrecen vinos de la Península, olvidándose que hay maravillas de vinos con Denominación de Origen de las muchas bodegas que hay en Tenerife. Numerosos viticultores y bodegueros de Tenerife ofrecen un vino realmente singular, resultado de las cepas prefiloxéricas, el clima benigno – soleado y seco – y el cultivo en tierra volcánica.
Durante la segunda jornada que estuvimos por las medianías del sur de Tenerife, también comimos canario en La Cruz de Tea, en la tasca El Horno, un establecimiento de comida casera donde los platos tinerfeños estaban de rechupete. Tenían los ya conocidos, aunque con modificaciones que los hacían más deliciosos: las garbanzas con bacalao y pulpo, el queso a la plancha espectacular, y el escaldón lo pedimos de pescado esta vez, y estaba espectacular. Estos no son los únicos establecimientos donde se come la gastronomía tradicional de Tenerife. En realidad son numerosos en las medianías del sur. Sorprende el número y la calidad de las especialidades. Una pena que estos pueblos de Tenerife sean tan poco conocidos por los que llegan de viaje a la isla. Aunque muchas veces son los propios turistas, que no se preocupan por buscar la gastronomía canaria.
La riqueza del Patrimonio monumental en las medianías del sur
La ciudad de Granadilla de Abona está casi desierta, será porque es domingo y la gente prefiere pasear por la costa. Recorremos su casco histórico, uno de los conjuntos de arquitectura tradicional mejor conservados de Tenerife. Una cúpula de reminiscencias bizantinas sobresale entre los edificios: es la de la Iglesia de San Antonio de Padua, una de las iglesias más importantes de la isla, declarada Bien de Interés Cultural. Nos dirigimos a ella por una calle del centro histórico de Granadilla, sorprendiéndonos con una casa notable de color amarillo que se extiende a lo largo de la calle San Francisco: es el Hotel Rural Senderos de Abona,…Impresiona ver el buen estado de conservación del edificio.
Al llegar a la plaza, nos quedamos admirados con la Iglesia de San Antonio de Padua, con su portada barroca del siglo XVIII. Aunque lo que realmente llama la atención es la bonita torre de planta cuadrada, con tres cuerpos separados por cornisas de cantería, y sobre todo el cuerpo superior octogonal con ocho arcos de medio punto, coronado con la cupula de inspiración morisca. Una pena no poder ver su interior, ya que está cerrada, pues al parecer tiene una bonita cubierta de artesonado mudéjar con decoración geométrica.
Este mismo día conoceremos otra iglesia similar, también bellísima, declarada Monumento Histórico-artístico en la Villa de Arico: la Iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVIII, con una fachada barroca y una torre cuadrangular que recuerdan a la de Granadilla. Ambas son una muestra de la riqueza del patrimonio monumental de las medianías del sur de Tenerife.
Entre paisajes de barrancos y de volcanes, continuamos la ruta por la medianía de Granadilla de Abona, pasando por Chimiche y adentrándonos en Las Rosas donde nos encontramos con que en las medianías del sur de Tenerife hay un interesantísima oferta de casas rurales situadas en edificios restaurados y de restaurantes de calidad. Una pena que un domingo de plena primavera estuvieran cerrados tantos restaurantes, y que hubiese tan poco ambiente en la medianía. Quizás desde Turismo tendrían que pensar en darle un impulso, ya que el potencial está ahí.
Senderismo en las medianías del sur de Tenerife. Panorámicas de la isla
Otra de las sorpresas de las medianías del sur es la gran red de rutas de senderismo señalizadas que hay. Así que decidimos hacer una ruta desde Cruz de Tea siguiendo un Camino Real hacia El Pinar. Una de las mejores maneras de conocer los paisajes de Tenerife es haciendo trekking, ya que hay muchísimas rutas por toda la isla. Y para nosotros ya es una pasión adentrarnos en esta naturaleza volcánica.
Y en la medianía de Granadilla de Abona se ven en el relieve las huellas de las erupciones cuaternarias e históricas que afectaron a la isla: conos volcánicos, apilamientos sálicos y extraordinarias formaciones volcánicas que hoy son montañas.
Sin querer echar la vista atrás, nos dirigimos de la aglomeración de Cruz de Tea, que está a 5 km al noroeste de Granadilla de Abona y a 900 metros de altitud a una ruta en cuesta. El día está azul y las temperaturas son muy buenas en este mes de abril; en realidad el clima es benigno en las medianías del sur de Tenerife, con altas temperaturas y escasas precipitaciones durante el año. Lo que hace que la vegetación se adapte a la sequía y las especies sean básicamente xerófilas. Apenas vemos jaguarzos negros y escobones, y sobre todo pino canario, esa especie resistente a los fuegos, que ya nos hemos acostumbrado a ver y a apreciar en los bosques de Canarias.
En seguida alcanzamos una altitud considerable, unos 1000 metros de altitud, y las vistas panorámicas de la medianía de Granadilla de Abona son fantásticas: el océano Atlántico al fondo, el litoral recortado, con la Montaña Roja al fondo, un cono volcánico con una caldera de 1 kilómetro, a la que subimos en nuestro primer viaje a Tenerife. También hay zonas arenosas llamadas médanos, de ahí el nombre de la playa de El Médano. Este conjunto es Reserva natural especial, un espacio protegido por su valor paisajístico. Un punto de vista muy diferente el que tenemos ahora, desde las alturas, igualmente bello.
En esta panorámica, si venimos hacia arriba, está el pueblo de Granadilla, donde destaca la Montaña Gorda, a la que también se puede subir en otra ruta de senderismo. Nos fascina este paisaje de conos volcánicos, barrancos y montañas. Una vez más nos asombra lo que puede ofrecernos la isla a nivel paisajístico.
Podríamos seguir la ruta, ya que es muy larga, pero decidimos dar la vuelta porque se hace tarde. Un corredor nos adelanta bajando veloz por el difícil pavimento del Camino Real, seguramente entrenándose para alguna de las pruebas de trail que suelen celebrarse en Tenerife. Nosotros seguimos a paso lento, disfrutando el paisaje, ahora con huertas y plantaciones de papa sobre jable que nos alucina. Como en las medianías del sur hay escasez de suelos aptos para el cultivo, desde antiguo se aprovechó la abundancia de depósitos de piroclastos ácidos procedentes de erupciones volcánicas altamente explosivas. Estos depósitos son los jables de color blanquecino que caracterizan los suelos de esta zona, y el aspecto de las papas es excelente, como excelente su sabor, tal y como comprobamos en los restaurantes donde hemos comido.
Llegamos al final de la ruta: Cruz de Tea se muestra rodeado de conos volcánicos, orgulloso por estar en este bonito paisaje volcánico. Esta corta ruta por la medianía de Granadilla de Abona es un ejemplo de la riqueza de las rutas de senderismo que hay por las medianías del sur. Aquellos viajeros que quieran descubrir otros paisajes en Tenerife, tienen aquí un interesante número de trails por explorar. Y no solo eso, las medianías del sur ofrecen un rico patrimonio monumental, una gastronomía de calidad y una interesante oferta hotelera. Ideal para los amantes del turismo rural.
Para nosotros, habernos asomado a las medianías de Tenerife es una invitación a volver y continuar explorando este Tenerife menos conodido.
Cómo llegar a las medianías del sur. Cómo llegar a Granadilla de Abona
Para llegar a las medianías del sur, pueden tomar la autopista TF-1 desde la capital de Tenerife. Granadilla de Abona está a 69,9 km, 44 minutos. Pero lo dieal es tomar la carretera TF-28, en que va desde Santa Cruz de Tenerife a la Playa de las Américas, para recorrer las medianías.