De senderismo por Galicia II. Tras los pasos del río Barbeira

El poético nombre de esta ruta de senderismo (Tras los pasos del Río Barbeira – Ruta de la Libertad) se debe a que los presos del centro penitenciario de A Lama colaboraron en el proyecto realizado por la Asociación Cultural Río Barbeira. Después de haber descubierto el día anterior la Ruta de Tras los Pasos del Camino Real, también como ésta perteneciente al municipio de A Lama (Pontevedra), continuamos bajo el efecto de la fascinación que experimentamos tras descubrir la magia de los senderos de esta región en invierno.

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Debemos decir que no hicimos la ruta completa, ya que es una ruta circular de 18 kilómetros que no podíamos recorrer debido a que se hace de noche relativamente pronto, y que el terreno de charcos en algunos tramos nos obligaba a ir más despacio, amén de que no queríamos ir con prisas.

Al principio pensábamos hacer otra ruta de senderismo, la Ruta de A Escuadra, que transcurre por el monte del mismo nombre, desde cuyo mirador parece que se pueden divisar las tres rías de la provincia de Pontevedra, pero el desnivel y la dificultad eran mayores, y como íbamos con niños, preferimos otra opción, de la que nos informaron en el bar Casa Florencio donde comienza la ruta Tras os Pasos do Río Barbeira.

Un placer andar por estos caminos
Un placer andar por estos caminos

Esta señalizada con marcas blancas y verdes y la dificultad es media-alta. Para llegar al inicio de la ruta hay que seguir la carretera PO-240, cerca de la cárcel de A Lama, donde se unen los ríos Verdugo y Barbeira. Hay una playa fluvial que en verano se llena, y al otro lado se encuentra el panel de inicio, en la parroquia de A Escuadra.

Otro día luminoso nos espera, a pesar del viento de las primeras horas de la mañana, lo que nos anima a iniciar esta ruta. Desde el principio nos acompaña un perro con pinta de abandonado que se une rápidamente al entusiasmo de los niños y se ofrece a hacernos de guía. Subimos la corredoira que nos lleva al campo de la fiesta de la aldea de O Peso. Poco después, en un alto, vemos la capilla de Santa Minia tras lo que seguimos por un sendero empedrado con muros de piedra que recuerda a los de la ruta del día anterior, aunque la altura es más grande y la perspectiva por lo tanto diferente. El sendero nos conduce al puente de O Peso que es una parada de la ruta Tras los pasos del Camino Real el cual seguiremos paralelamente a lo largo de nuestra ruta de hoy.

Puente de O Peso, un rincón para pararse en nuestra ruta
Puente de O Peso, un rincón para pararse en nuestra ruta

Continuamos la senda dirección la aldea de Os Pasos, que está a tan sólo 700 metros, pero lo que parece algo tan sencillo se convierte en toda una aventura, ya que el camino está lleno de charcos, lama y piedras inestables. Los que olvidaron en casa el calzado adecuado para esta época y este terreno lo están sintiendo ahora, ya que se van calando poco a poco, a pesar de no haber recorrido muchos metros. Y lo que debería ser coser y cantar en tiempo seco, se conviertió en una auténtica prueba de fuego, o debería decir de agua, ya que hubo que sortear los temibles charcos subiéndonos a las estrechas elevaciones del camino o agarrándonos a manos amigas que, sin embargo, no evitaron la mojadura y el fango que se adhería poco a poco a los pies.

Los 700 metros que nos separaban de la aldea de As Chozas fueron eternos, para algunos más que para los otros, y una vez allí hubimos de encontrar una solución al problema, si no algunos de nosotros tendrían que dejar el camino casi nada más empezar. En esos momentos de crisis es cuando la imaginación acude siempre a nuestra ayuda, y la conjunción de unas risas, más unas bolsas de plástico y unos calcetines secos que algún previsor llevaba de más, arreglaron el problema en un santiamén. Desde luego, los pies mojados cambiaron en seguida de cara, o más bien de pies…y la emoción volvió a nuestra ruta de senderismo por la Galicia verde.

A mal tiempo...buenas soluciones. ©Jaico Parcero
A mal tiempo…buenas soluciones. ©Jaico Parcero

En la aldea de As Chozas las casas están desperdigadas, cada una con su extenso prado verde cerrado con muros de piedra de la zona, las casas también se construyen con esta piedra. El bosque bajo sobre las colinas es apenas invisible porque el invierno se lo comió, aunque si lo observamos bien podemos imaginar cómo era tan sólo hace unas semanas, con el otoño envejeciéndolo y embelleciéndolo a la vez. Colinas anaranjadas y amarillas en contraste con el verde siempre presente en Galicia.

La fila serpenteante y colorida de caminantes sigue su recorrido por A Ruta de Libertade. No somos conscientes de esa libertad que sintieron los presos que participaron en el proyecto de esta ruta, muchas veces olvidamos disfrutar el sabor de la libertad, la satisfacción de poder mirar, tocar, sentir la naturaleza y hacerla nuestra.

Una fila de color discurre por el sendero del Barbeira
Una fila de color discurre por el sendero del Barbeira

Es un privilegio el poder pararnos a mirar los detalles, acercarnos a un regato que discurre entre las piedras, con hojas de roble secas pegadas que, aun muertas, forman todavía parte de la naturaleza. Ampliamos el enfoque sobre el musgo que de cerca se convierte en algo totalmente diferente, en pequeñas plantitas que adoptan formas distintas. Entre el verde del musgo, caen llorosos los ombligos de venus, conocidos localmente como couselos.

Poesía en el camino
Poesía en el camino

Mientras unos se paran en estos rincones de verdor, otros se sienten tentados por unas naranjas aún no maduras que decoran los senderos de la región de A Lama. Momentos, fotografías de rincones que no pasan desapercibidos para nosotros, hacen del camino un viaje lleno de pequeñas sorpresas.

Llega el momento de decidir si continuamos la ruta de Tras os Pasos do Río Barbeira, y con pesar decidimos que no hay tiempo, si fuese verano podría ser, ya que los días son más largos, y posponemos una ruta de senderismo que todavía nos reserva una poza negra, numerosos molinos a lo largo del río Barbeira, senderos que seguramente en verano no están tan llenos de musgo y que conducen a una culminación desde donde puede verse a lo lejos las rías de Vigo y de Pontevedra.

La tentación de las naranjas en el camino
La tentación de las naranjas en el camino

Es hora de hacer un alto en el camino y la aldea de San Lorenzo nos ofrece rincones ideales. Decidimos sentarnos detrás de la singular iglesia con su fachada balconada. Nuestra ruta no se termina ahí, ya que todavía queremos visitar la aldea de Covelo, que forma parte de la ruta Tras os Pasos deoRío Barbeira, pero a la que llegaremos por un atajo.

Las corredoiras son sustituidas ahora por caminos asfaltados, aunque la ruta continúa siendo bella. Siguen llamándonos la atención los hórreos con cubierta de piedra típicos de la región, y también los Petos das ánimas, pequeños santuarios de piedra, numerosos en las encrucijadas a lo largo de nuestro camino que, al igual que los cruceiros, constituyen una muestra del culto a los muertos y a las ánimas que existe en Galicia.

Peto das ánimas, un clásico en los senderos de Galicia
Peto das ánimas, un clásico en los senderos de Galicia

Su significado procede de la creencia de la continuidad del alma después de la muerte y de la existencia de un paso intermedio. Los vivos, con sus ofrendas, pretenden salvar las almas en pena que no encontraron descanso en el purgatorio. En algún peto das ánimas de Galicia puede leerse: Un alma tienes y no más, si la pierdes qué harás…”.

Seguimos parándonos en las cosas pequeñas que nos ofrece el camino, un ternero mamando, una vaca que mira con ojos tristes, un hórreo tras el que se abre en abanico un roble centenario, los niños que se paran a jugar con hojas secas, y se hunden hasta el fondo sin poder parar de reír a carcajadas, mientras corren entre las hojas sin poder apenas moverse. Claramente la felicidad está en las cosas pequeñas.

Hundirse en las hojas todavía produce felicidad en los niños
Hundirse en las hojas todavía produce felicidad en los niños

Volvemos a A Escuadra, y desde ahí atravesamos la carretera para volver a introducirnos por senderos que nos conducirán a la aldea de Covelo. Nuestro fiel acompañante, al que los niños le han puesto ya nombre Penny, sigue nuestros pasos, o más bien es nuestro perro guía. Estuvo con nosotros a lo largo de la ruta de senderismo, y a pesar de que seguramente pertenece a la localidad de A Escuadra, decide seguir con nosotros. Se ve que prefiere mil veces corretear y jugar con los niños a lo que hace normalmente, ¡es todo un perro aventurero!.

De nuevo estamos en la espesura de los bosques de A Lama, bosques desnudos, pero llenos de hojas secas, de ramas infinitas que se unen unas con otras formando mil y un arcos bajo los que pasamos felices. El musgo verde sigue manchando los caminos del color de Galicia.

Uno de los hórreos de la zona de A Lama, recuerdan a los de A Costa da Morte
Uno de los hórreos de la zona de A Lama, recuerdan a los de A Costa da Morte

En una de las subidas nos encontramos con una sorpresa: el Outeiro de Xián, una enorme roca granítica con una leyenda que reza: “Se queres casar, una pedra de tirar encima del otero tiene que parar”). Otra muestra de la riqueza en leyendas y enclaves mágicos que posee Galicia.

Los caminantes que hacen la ruta hacia Covelo, deciden probar suerte, por si acaso la piedra que tiran se queda encima del outeiro y conquistan a su amor. Por mucho que nos cueste creer en estos ritos y leyendas, nos dejamos llevar por su belleza.

Casi sin darnos cuenta llegamos a la aldea de Covelo, de la que tan bien nos han hablado por los curiosos relieves que poseen muchas de sus casas. Lo cierto es que nos habíamos hecho demasiadas ilusiones y esperábamos algo más espectacular. El pueblo es bonito como los otros de A Lama, con sus casas de piedra, sus hórreos, sus esculturas y la belleza del entorno. Pero no es mucho más bonito que los otros.

Relieves en las casas de la aldea de Covelo
Relieves en las casas de la aldea de Covelo

Un emigrante gallego que estuvo en Brasil decidió embellecer su aldea de origen e invirtió una parte de su riqueza en construir estas casas con bajorrelieves que representan dioses de la mitología clásica, escenas de la vida cotidiana o seres como grifos o harpías. En uno de los hórreos de Covelo puede verse una escultura de un gaitero.

A la vuelta de nuestra ruta de senderismo sentimos el cansancio y la satisfacción de habernos adentrado en bosques llenos encanto que, a pesar del invierno, mantienen su belleza intacta. Otra ruta que junto a las de la Ribeira Sacra (la ruta de la pasarela del río Mao y la ruta del Cañón del Sil) nos ha permitido descubrir un pedacito de la Galicia verde. Ya sólo queda despedirnos de nuestro perro guía que ha permanecido con nosotros hasta el final, la satisfacción también se adivina en su mirada.

Gracias a Penny, nuestra perra guía, que anduvo durante horas al lado de los niños
Gracias a Penny, nuestra perra guía, que anduvo durante horas al lado de los niños

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