Concierto Sirenia & Against Myself Sala Groove Portugalete

Descubrimos la Sala Groove de Portugalete con el tremendo concierto de Sirenia y Against Myself. Metal sinfónico puente y ruidoso en una sala de sonido exquisito, con un ambiente supercordial.

Sirenia & Against Myself, Sala Groove Portugalete 13/02/2024

La música es una de las primeras formas que el ser humano tuvo para viajar, quizá por eso, en este blog de viajes, muchas veces la usamos para recorrer el mundo. Un concierto o un festival pueden ser una excusa sibilina para desplazarse, descubrir nuevos lugares y nuevas personas. La música y los festivales hacen viajar a millones de personas y generan millones de euros cada año, en Europa, América y Japón. Durante la crisis del sector de la música, a comienzos de los años 2000, los conciertos se convirtieron en el refugio para que los músicos y la industria musical sobrevivieran. Poco a poco, aquellos que conseguían tocar en los grandes festivales o los estadios de las principales urbes, veían como se ganaba mucho más durante las giras que con los magros ingresos de la venta de CDs.

Hoy se han producido algunos cambios. La venta física se ha revitalizado un poco, gracias a la vuelta de los vinilos. Sin embargo, a pesar de que hoy se vendan más vinilos que CD, los ingresos de los músicos y de la industria llegan sobre todo, del streaming, y también, de los conciertos.

Elizabeth Amoedo, cantante de Against Myself, voz y personalidad poderosa, un ejemplo de que los músicos están hechos de una materia especial.

Lo que no ha cambiado es que hay ganadores y perdedores, como siempre. La digitalización y su acceso casi gratuito, posibilita descubrir y escuchar cualquier música grabada en la tierra, de cualquier país o estilo. Pero, paradójicamente, la uniformización de gustos y estilos parece ser mayor ahora que en los años 1980 o 90. Un puñado de famosísimos y ultra comerciales cantantes copan la casi totalidad de los ingresos, royalties, ventas, etc. Para el resto, la música rápidamente deja de ser romántica y revolucionaria transformándose en un trabajo exigente y, sobre todo, desagradecido.

Eso es lo que podemos pensar desde fuera, aquellos que disfrutamos de la música pero no somos capaces de crearla. Porque los músicos están hechos de otra pasta. Son personas especiales, capaces de dejarlo todo, embarcarse en una furgoneta y recorrer España, Europao el Mundo si hay suerte. Buscando, no la fama o el dinero, que también, sino algo especial, algo único, algo relacionado con lo absurdo y lo artístico. No hay otra explicación que haga entendible el esfuerzo infructuoso, tantas veces, de tantos músicos que, dándolo todo y sin esperar mucho, nos hacen viajar con su música.

Estudios Groove de Portugalete, en Vizcaya. Brotes verdes en un gris panorama.

Sala Groove, aire fresco con mucho metal y buen rock para Vizcaya.

Si hay muchos Quijotes en el gremio de los músicos, los hay también entre muchos dueños de salas de conciertos. Porque no se trata de un negocio redondo, sino de un trabajo con muchos quebraderos de cabeza. Eso es lo que conlleva abrir, regentar y hacer sobrevivir a una sala de conciertos en los años 2020. En España, la música cuesta que llegue más allá de Madrid y Barcelona. Hay festivales veraniegos en muchas partes, en Levante, Andalucía, en Madrid o Cataluña o el Norte. Hay regiones donde giran más grupos de los que se podría esperar, como en Galicia. No obstante, las grandes ciudades medias como Valencia, Sevilla, Bilbao, Zaragoza o Málaga tienen una oferta musical bastante menor de la que pueden tener otras ciudades similares en Alemania, Escandinavia, Gran Bretaña y, qué decir, en Estados Unidos, Canadá o Australia.

Hay muchos motivos, entre ellos que no tenemos en cuenta los conciertos de la música más comercial y, sin duda muy popular, reguetón, rap-r&b o pop comercial. Hasta la música clásica y la ópera tienen más presencia gracias a las subvenciones y la etiqueta de música culta que la protege, por suerte. En cambio, el jazz no goza ni de demasiado apoyo popular ni de soporte institucional. Y el rock ha envejecido, haciendo que locales y empresarios pierdan el interés por el género. Una lástima porque la capacidad de gasto y muchas veces, las posibilidades de viajar o desplazarse son mucho mayores entre los amantes del rock, metal o incluso jazz, que entre los que tienen menos de 35 años. Y sobre todo que el rock, entendido como una gran etiqueta, es una de las mejores músicas, ¡¡¡de eso no hay duda!!!.

Against Myself, la banda que no conocíamos y que nos deslumbró.

Más allá de consideraciones socioeconómicas, puede que haya un problema de cultura musical. En EEUU, Canada, Australia, Gran Bretaña, o incluso en Escandinavia, la industria musical es muy importante. Pero además, la cultura popular y culta, incluyen al rock, junto a la clásica y opera, jazz y folk. En España y otros países mediterráneos, no se cumplen ninguno de estos preceptos. La industria es pequeña y los artistas que ahora dominan eso que se llama «música urbana» generan royalties para empresas de otros países, casi nunca localmente.

Estas consideraciones pueden ser un poco subjetivas, sin duda, pero hace ya muchos años que nos sorprendemos de la falta de solidez de un circuito de salas. Y no hay duda que esa fragilidad de las salas de conciertos es un síntoma de la fragilidad de la industria y del aprecio por la música en el país. El resultado es que, año tras año, tantas bandas grandes y los grupos medios, los que son el músculo de la música no giren en España. O si son españolas, que desaparezcan por falta de posibilidades para vivir de su trabajo. Por todo ello, es muy loable y merece todo el apoyo cualquier iniciativa para revitalizar y diversificar la oferta y la cultura musical.

Ahí es donde entramos por primera vez en Estudios Groove de Portugalete. La localidad vizcaína de la margen izquierda del Nervión ha visto nacer una nueva sala que se une a las tres o cuatro de la provincia. Una red demasiado magra para una zona, la del Gran Bilbao que posee una población cercana a las 900 mil personas personas.

Una historia corta, pero apasionante.

Emmanuelle Zoldan de Sirenia, una veterana del metal europeo.

La Sala Groove de Portugalete surge en 2017 y, a pesar de la Pandemia, ha conseguido consolidarse con una oferta amplia y diversa de servicios musicales. Porque, por supuesto, está la Sala de Conciertos, la parte visible del iceberg. Una sala pequeña, pero con un sonido excelente que cuida a las bandas que tocan en ella y al público que las apoya.

Enfocada en principio hacia el metal en todas sus declinaciones, progresivamente se está abriendo a otros estilos afines, como el rock menos duro. Una apertura necesaria para tocar más palos musicales y atraer aún a más gente. Mes tras mes, tras el fin de la Pandemia, nuevas bandas nacionales e internacionales tocan en Groove, descubriendo el trabajo de sus fundadores y haciendo que más y más gente se desplace hasta Portugalete para disfrutar de la música.

Sin embargo, Estudios Grove es también un conjunto de salas de ensayo donde las bandas, pequeñas, medianas o ya con intenciones de grabación, pueden tocar con toda comodidad. Y justo para esas bandas que ya están a punto de dar el salto de lo amateur a lo profesional, dos salas de grabación con todo el material necesario para registrar esos primeros discos, o confirmar ya a bandas de la escena local vizcaína y de todo el norte de España.

Sala de grabación en los Estudios Groove de Portugalete. ©Estudios Groove

Las 22 salas de ensayo y los dos estudios de grabación, así como su material, pueden alquilarse por horas, días, semanas o meses, en caso de las salas de ensayo. Al situarse en un polígono un poco alejado del casco urbano, el acceso a las salas y su uso, puede hacerse las 24 horas de los siete días de la semana. Un servicio de seguridad y un parking gratuito hace muy atractiva la localización de Groove.

Toca hablar un poco de los fundadores de Groove, apasionados de la música, músicos ellos mismos. Ha sido el amor por la música el que les ha llevado a dejarlo casi todo y crear Groove Studios, porque su ocupación anterior era regentar una carnicería. De los filetes, el jamón y los embutidos han pasado a organizar una compleja empresa que exige mucho detalle para que todo funcione de manera óptima.

No es fácil obtener el capital y después acceder al equipo necesario para montar salas de grabaciones y una sala de conciertos que suene tan bien como Groove. Y qué decir de conseguir los contactos y después convencer a las bandas para que alarguen la gira por España o Europa, con una fecha mas en Portugalete. Una tarea de titanes que está siendo fructífera: cada semana nuevas bandas se acercan a Portugalete y llenan de sonido a toda Vizcaya.

El público es un público calmado pero apasionado, fiel, veterano y sabedor del esfuerzo de la Sala Groove. Desde la cola para entrar ya se nota que casi forman una familia. Son habituales de la sala que se pasan cada semana o cada mes a disfrutar de un buen concierto en un ambiente sano, agradable y musical.

Descubriendo la Sala Groove de la mano de Sirenia y Against Myself.

Sirenia, una banda de metal melódico potente y dulce a la vez.

Una vez hecha está larga introducción, podemos pasar al directo, a los grupos que nos animaron a descubrir la Sala Groove. La tarde del 13 de febrero era corta y la noche ya daba color de concierto. La idea de los dueños de Estudios Groove es adelantar lo máximo posible los conciertos para que el público pueda acercarse a la La Sala Groove al terminar de trabajar. Y que pueda volverse con el último tren o metro a Bilbao o cualquier a de las localidades vizcaínas cercanas. Como decíamos, el público es mixto, hay jovenes y estudiantes, pero sobre todo, hay padres, madres trabajadores, que al día siguiente madrugan.

La sala no es inmensa ya que su aforo está entre los 150 y las 200 personas. Pero esto no es un problema, al revés, es una virtud, ya que la relación y el contacto entre músicos y público es perfecta. Además uno de los dueños, Álvaro García, que es también músico y adora la calidad del sonido, se ha preocupado de dotar a la sala de una acústica remarcable. Una barra para disfrutar de la música con una cervecita completa una coqueta sala donde a los músicos se les ve desde cerca.

Álvaro García, el dueño fundador de la Sala Groove recogiendo el premio ‘Koska Saria’ al mejor garito de 2023.

Tanto Against Myself como Sirenia son bandas poderosas que hacen metal sinfónico melódico y potente. Sin embargo, creo que fue el primer concierto del que salimos sin el clásico zumbido en los oídos que duran unas cuantas horas. Ruido y volumen no faltaron, pero la acústica es tan buena que no hay reverberación.

Against Myself, un potente descubrimiento.

Elizabeth Amoedo es la voz de Against Myself. Una presencia radiante y alegre que se lleva al público de calle.

Fue una muy agradable sorpresa para nosotros, pero esta banda lo que ya tiene es mucha experiencia, tablas y carácter. Surgidos en 2009 en Argamasilla de Alba en Ciudad Real, la formación manchega ha cambiado mucho. Dirigidos por Charly Carretón, que abandonó las guitarras del inicio, para convertirse en un potente baterista.

El grupo actual tiene raíces en buena parte de la geografía española, a la que se añade el tecladista italiano Francesco Antonelli y el bajo omnipresente de Alejandro Fong, venido desde Venezuela. Liderados por la avasalladora presencia y voz de Elizabeth Amoedo, con amplia experiencia en el ámbito del metal en España, la diva metalera está siempre flanqueada por la guitarra de Unai Iglesias Lecuona, venido de la vecina San Sebastián y el bajo de Alejandro con sus ondeantes melenas.

Formación actual de Against Myself, con su líder y fundador Charly a las baquetas. Elizabeth a la voz, Alejandro al bajo, Unai con la guitarra y Francesco en los teclados.

La nueva alineación desde 2019 y, sobre todo, después del final de la Pandemia, ha confirmado todo lo bueno que llevaba trabajando desde años atrás. Un heavy melódico y progresivo que bebe de tres de las bandas seminales del metal sinfónico europeo y mundial del siglo XXI: los fineses Nightwish, y los holandeses Epica y Within Temptation, también, tres de nuestras bandas preferidas.

La voz de Elizabeth Amoedo y la gran presencia de sus escuderos Unai y Alejando en directo, hace que el público se ponga en pie. Por detrás, menos visibles, pero igual de importantes los teclados de Francesco y la batería y dirección de Charly completan un trabajo superprofesional que aúna calidad artística y seriedad. Parece que viajan acompañados de un grupo de amigos o fans que les ayudan en la gira y que graban las actuaciones. Se nota que la banda es un equipo, un grupo de amigos bien conjuntado y sólido.

Elizabeth Amoedo, un torbellino sobre el escenario, magníficamente escudada por toda la banda.

Viendo el gran trabajo que hacen, tanto los grupos como las salas que apuestan por ellos da mucha pena que el panorama comercial y mediático de la música, en Europa, y sobre todo en España, sea tan pacato y tan simple. En la década de 1980 ya era complicado vivir de la música fuera del mainstrean discotequero y del pop más manido. Pero ahora en la década de 2020, con la «pandemia» omnipresente de reguetón y falso R&B, el rock, heavy, glam, metal, se han unido al jazz como músicas de culto, underground, de minorías.

Por suerte existe internet y los festivales. El nicho del rock y del metal, al final, genera mucho más dinero del que Tik tok y los adolescentes que siguen a las grupos creados por expertos de marketing o programas de television. Es lamentable que no existan más  espacios para más tipos de música en medios tradicionales: televisión, radio o periódicos. Gracias pues a Against Myself por combatir todo eso desde su juventud, sus ganas y su esfuerzo, a veces poco recompensado.

Tides of Insanity, un discazo, que presentaron a medias.

Ruge la voz de Elizabeth Amoedo, pero hay momentos de calma y de sentimientos profundos.

En el concierto de Portugalete, el tiempo era restringido por ser los teloneros y eso hizo que nos quedásemos con ganas de más. De más Elizabeth Amoedo, de más temas de Against Myself. Pudieron presentar buena parte de su último trabajo Tides of Insanity, publicado en 2023 por On Fire Records. Este disco, editado por el momento sólo en cd, es de nuevo un trabajo a contracorriente. Y lo es porque se plantea como una obra total, alejada del gusto de tantos por las playlist y la colección de éxitos.

El disco comienza con una reunión The Gathering que presenta a los personajes del disco, antes de su epopeya. Una versión épica y metalera de Moby Dick, quizá, o quizá una revisión del viaje vital de la banda, que se enfrenta a nuevos desafíos en el océano misterioso. La vida es siempre ese océano prometedor pero también lleno de peligros. La apoteósica sinfonía de Tides of Insanity con sus cinco capítulos fue el colofón a un corto, pero excelente concierto. Una redención que lleva a la banda y sus seguidores a la batalla final (Worlds collide); donde la victoria es opaca y traicionera (Bound to surrender). Los supervivientes llegan a tierra firme (Mainland) tras un viaje incierto que habrá cambiado sus vidas.

Se trata de un disco para escuchar de principio a fin. Hay que disfrutar de sus matices, de sus subidas y bajadas, de los momentos épicos y de aquellos más pausados, donde la parte romántica y sentimental de todo metalero tiene que salir a flote.

Nos quedamos con ganas de más Against Myself.

El disco ha sido producido con cabeza y se le ha sacado el mejor sonido. En directo, a veces se pierden matices que en el disco son más fáciles de reconocer, pero se gana en presencia y en actitud.

La voz de Elizabeth Amoedo, recuerda por momentos a la cristalina transparencia de Simone Simons de Epica. Los teclados de Francesco nos llevan a los de Tuomas Holopainen fundador de Nightwish. Y la batería de Charly también se acerca a la de Jukka de Nightwish también. La guitarra de Lecuona y el bajo de Fong se dan un aire a ¡Within Temptation! Pero no nos confundamos, son Against Myself, tienen su propia marca y aún sabiendo cuales son sus influencias construyen un espectáculo personal y diferente.

El público lo apreciaba, un público también diverso, veterano y masculino, pero no tanto finalmente. La mitad del aforo era más joven que la pluma que escribe, había muchas parejas y bastante público femenino. Algo normal y tan sano como necesario para que este estilo de música llegue a las nuevas generaciones, mezcle personas y edades que quieran disfrutar del poder del metal!.

Sirenia, la confirmación de Torsten Veland y Emmanuelle Zoldan.

Emmanuelle Zoldan ha insuflado toques de chanson y de pop al metal noruego de Sirenia. Las versiones de Voyage Voyage y la personal «Twist in My Sobriety» de Tanita Tikaram.

El poder del metal, es un tópico y un comodín, pero aludimos a él porque al final es un elemento de unión entre gente diferente. En la barra de los Estudios Groove, entre concierto y concierto, me crucé con personas que al día siguiente se levantaban a las seis de la mañana para ir a trabajar a la obra o la oficina. Habían hecho el esfuerzo de venir a Portugalete para disfrutar de las dos bandas y de la música, perdiendo horas de sueño. Se habían juntado con otras personas como ellas y aunque, muchas veces, como es común en el norte, las emociones son algo más contenidas, en el brillo de sus ojos se notaba que disfrutaban.

Ese es el poder del metal, el poder de la música, que une y reúne, que lima las diferencias sociales, económicas, geográficas y crea un equipo, un grupo común que comparte algo. La magia del directo, no hay duda.

Caldeados por la excelente actuación de Against Myself y recordando la fuerza de Elizabeth Amoedo, Emmanuelle Zoldan sube al escenario para tomar el testigo junto a Morten Veland ,fundador de Sirenia. Los noruegos son un grupo mítico del metal sinfónico noruego, y la cantera nórdica es inagotable. O mejor dicho noruego franceses, por contar con Emmanuelle y el guitarra Nils Courbaron junto al batería británico Michael Brusch.

Morten Veland y Emmanuelle Zoldan, se complementan perfectamente sobre el escenario.

Se les ve rodados como relojes suizos, profesionales excepcionales que, sin embargo, parecían necesitar calentar los motores. Against Myself salió con todo desde el inicio, a luchar por cada nota y por cada palabra. Haciendo un símil futbolero tan cerca de San Mamés, Against Myself era el Athletic de este año, soberbio en lo físico y además con una gran calidad de juego. Sirenia juega en otra liga y su actuación fue la de un equipo de Champions, un Real Madrid o un Barcelona, con todo muy controlado, pero un pelín fríos, porque saben que tienen calidad de sobra.

Presentando 1977, último disco de Sirenia.

Comenzaron con Deatdlight, de su último trabajo y, desde el principio, Emmanuelle mostró su dominio vocal y su presencia en el escenario. Morten Veland comenzó tranquilo, metronómico, al público le costó sacarle la sonrisa, ya terciada su actuación. Fueron Nils Courbaron y el batería Michael Brust los que dieron más juego al espectáculo, con contundencia y saber hacer.

El grupo surge en Stavanger en 2001 y Morten Veland es su mentor incontestable y único miembro original que sigue en la formación. Sirenia tuvo también mucha relación con España, ya que entre 2008 y 2016 fue Aylin la cantante de la banda. Hoy el grupo se centra en Morten Veland que toca casi todo, y la voz fuerte y melódica de Emamnuelle Zoldan. La influencia francesa se nota en algunos temas y versiones como la de la archifamosa Voyage, Voyage de Desirless, que en la versión de metal sinfónico de Sirenia supera a la original.

¡Sirenia en acción!

En España presentaban su último disco: 1977 en donde encontramos otra versión revisitada desde del metal. Se trata de «Twist in My Sobriety» de Tanita Tikaram, que sin embargo no tocaron. De su último disco 1977, sólo interpretaron cuatro temas Deadlight, como decíamos; Wintry Heart; Nomadic y la bella y trágica A Thousand Scars.

De su disco anterior Arcane Astral Aeons, tocaron In to the Night; In Stix Embrace y la versión de Voyage Voyage. No faltaron, por supuesto, algunos de los temas emblemáticos del grupo como My mind’s Eye; The Other Side y The Path of decay; Dims days of Dolor; Lost in Live y Treasure N’Treason.

La voz de Emmanuelle Zoldan se adapta de maravilla al registro melódico del metal de Sirenia.

Un concierto muy completo, sin fallos, pero al que faltó quizá, un poco más de pasión por parte de la banda para enfervorizar al público que, cierto es, estaba demasiado tranquilo. Justamente esa tranquilidad fue la que nos permitió disfrutar de ambos grupos desde la primera linea y poder hacer unas buenas fotos y primeros planos de cantantes e instrumentistas.

Fue una pena que, con la espada de Damocles de perder el último tren, no pudiéramos conversar un poco más con las dos formaciones para saber cómo les había ido la gira por España y Europa, cuáles eran sus esperanzas, planes y deseos para este año que ha comenzado.

Queremos agradecer a todo el personal de la Sala Groove de Portugalete por las facilidades que nos dieron para visitarles y descubrirles. Sin duda, volveremos de nuevo a disfrutar y aportar nuestro granito de arena este magnífico proyecto musical en Vizcaya. ¡¡Larga vida al rock and roll y al metal!!

María e Iñigo, de El Giróscopo Viajero, con los miembros de las dos bandas que actuaron esa noche en la Sala Groove

Cómo llegar a la Sala Groove de Portugalete.

Estudios Groove se encuentra a 1 km andando de la parada metro Portugalete de la línea 2 del Metro de Bilbao. Se puede llegar en 10 minutos andando. En coche hay un parking gratuito en el polígono, con cómodos accesos desde Portugalete, y la autovía A-8 Bilbao-Santander.

Dirección y contacto :

Polígono Nervión 23
48920 Portugalete (Vizcaya)
Teléfono: 637 73 16 86
Email: groove.theclub@gmail.com

Mapa de la localización de los Estudios Groove de Portugalete.

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