Glasgow, la auténtica y vibrante ciudad de Escocia

Dicen en Glasgow que aunque Edimburgo es la capital de Escocia, ellos tienen el capital. Y es que la rivalidad entre ambas tiene connotaciones políticas, económicas y sociales. Al final ambos recelos son los típicos entre dos grandes ciudades, presentes en casi cualquier país del mundo, pero por encima de todo prevalece el amor por Escocia.

Lo que es evidente es que Glasgow es un torbellino. Dinámica como pocas ciudades en Europea, parece un motor que no se para nunca, una olla a presión que bulle de forma constante donde siempre pasa algo. Quizá tenga que ver con esa imagen nocturna y musical, en la que a cada canción le sigue otra, como si no hubiese freno ni pausa.

Glasgow repleto de murales
Glasgow repleto de murales

Nosotros llegamos a Glasgow después de un circuito muy completo por gran parte de Escocia. Tras Edimburgo, Saint Andrew, Stoneheaven,  los castillos del interior de Escocia, el Lago Ness, Eilean Donan, la Isla de Skye, Fort William, Glencoe, y Stirling, Glasgow era el colofón a un inolvidable viaje.

Sin duda es un error dejar Glasgow fuera del recorrido, ya que aporta un contrapunto a todo lo que ofrece el resto de Escocia.vContrapunto a la perfección de Edimburgo, Glasgow festeja su relativo caos, y aunque  la primera capa parezca no lucir tanto, conviene pisarla para ir descubriendo un alma muy auténtico.

Que ver y hacer en Glasgow

Subida al carro del turismo, Glasgow ha sabido conservar su pasado obrero e industrial para reclamar con orgullo sus raíces. La apertura del boulevar que sigue el cauce del río Clyde sirve para entender ese carácter progresista y reivindicativo. Los murales y graffitis parecen esporas que se reproducen llevadas por el viento, y la sucesión de puentes que cruzan el río demuestra el trajín comercial de esta autopista fluvial hacia el mar. De hecho es el río (al igual que pasó en Bilbao) el eje sobre el cual se ha articulado la reconversión arquitectónica de Glasgow, con la construcción de modernos y vistosos edificios como el Auditorio Clyde, conocido por su forma como «El Armadillo» situado en el Queen’s Dock y obra de Norman Foster; o el Riverside Museum  Museo de Transporte de Glasgow diseñado por la arquitecta iraquí Zaha Hadid en el espacio que ocuparon los antiguos astilleros A. & J. Inglis Shipyard.

Buchanan Street, peatonalizada e ideal para pasear y hacer compras
Buchanan Street, peatonalizada e ideal para pasear y hacer compras

La oferta cultural la ponen museos como el Art Gallery & Museum Kelvingrove, exponente del arte en Glasgow, y cuyo edificio de estilo  Eduardiano tiene en su interior una de las colecciones más prestigiosas de Reino Unido. Exceptuando los museos de Londres, Kelvingrove es el más visitado. Su oferta es realmente amplia y un día se antoja poco tiempo para disfrutar obras de arte de Dalí o de los coloristas escoceses Glasgow Boys ( S. J. Peploe, F. C. B. Cadell, Leslie Hunter y J. D. Fergusson), además de una ingente propuesta sobre la historia de Escocia, y cuyo avión Spitfire de la segunda guerra mundial es un reclamo fascinante.

Glasgow , su música y su especial ambiente de fiesta

Glasgow es vibrante como la cuerda de un arpa o una guitarra, con melodías que parecen no cesar. Capital de la cultura en 1990, actualmente se desarrollan más de 130 eventos musicales que van desde el pop, rock, música celta, ópera, jazz o fusión.

En los viajes hay momentos que ni buscándolos se encuentran, y que seguramente si intentamos repetirlos ya no serán igual. La magia precisamente se produce cuando uno no se ha creado expectativas y de repente la conjunción astral alinea mil casualidades. Nuestro equipo viajero dejamos las maletas en el alojamiento y nos dirigimos al pub The Squirrel Bar, en el barrio West End, invitados por encuentro con Podgie del grupo irlandés Shebeen.

El día anterior les habíamos encontrado de casualidad, -o mejor dicho gracias al olfato de Marcela- en un pequeño pero intenso pub del centro de Stirling. Hay promesas que al calor de las unas cervezas parecen eternas, pero de ahí a que se esperasen que al día siguiente íbamos a aparecer en el pub que nos habían comentado que tocarían, dista un océano.

Al entrar nuestro amigo Podgie y sus compañeros del grupo ya templaban las cuerdas animando el local, y sus cejas se enarcaron cuando nos vio entrar por la puerta. Nada más acabar la canción nos saludó al micrófono, diciendo que sus nuevos amigos españoles le habían honrado viniendo al concierto. Sin tiempo para sentarnos los dueños del bar nos pusieron unas jarras invitación de la cada y los músicos y al ritmo de las canciones irlandesas y escocesas el bar se empezó a animar.

El pub era casi un museo del Celtic de Glasgow, club de fútbol católico, con muchas simpatías con los irlandeses. De hecho los seguidores del Celtic se autodenominan los «bhoys», un apodo entre los emigrantes irlandeses.

Mientras sonaba «Viva la quinta brigada», la canción compuesta para honrar a los brigadistas irlandeses que combatieron en la Guerra Civil española, la gente se acercaba a charlar con nosotros, a sacarnos a bailar, y por supuesto a traernos una y otra pinta de cerveza. El calor era propio de una sauna finlandesa, y nuestros nuevos amigos comenzaron un baile de camisetas, intercambiando las suyas del Celtic de Glasgow o de la selección irlandesa con nosotros. En estas circunstancias puedes hacer dos cosas, o dejarte ir y disfrutar o no venir, porque el ambiente festivo se desmadra.  Nosotros optamos por quedarnos y bailar brindando sin parar.

Tras el concierto abrazos de despedida y mil invitaciones para volver a Glasgow, partido de fútbol incluido en el estadio; Podgie y los demás chicos continuaban la noche en otro pub en el centro de la ciudad, en la zona de moda de Bath Street, así que les seguimos y esta vez en una discoteca mucho más grande seguimos entonando sus canciones hasta que las cuerdas vocales dijeron basta y las jarras de cerveza parecían demasiadas.

Al día siguiente tocaba patear la ciudad descubriendo su animado ambiente callejero. Como nuestro alojamiento estaba en el centro paseamos a lo largo de una de las arterias de Glasgow, Buchanan Street, preciosa y amplia calle que después de suprimir el tráfico permite ver algunos de los edificios más imponentes de la ciudad.

Delante del Gallery of Modern Art nos sorprendió una estatua ecuestre con un cono de tráfico naranja en la cabeza. Es el Duque de Wellington, cuya escultura se ha convertido en una de las más famosas de Glasgow. Desde que Lonely Planet la apodara Coneheid se ha convertido en un lugar a visitar en la ruta por la ciudad. La estatua forjada por  Carlo Marochetti  en 1844 podría pasar desapercibida, y aunque el Duque de Wellington sea célebre por derrotar a Napoleón Bonaparte en la batalla de Waterloo la historia del cono parece que viene de los años 80, cuando un estudiante algo pasado de copas se encaramó a lo alto de la estatua y colocó un cono de tráfico en la cabeza. La hazaña podía haberse quedado solo en su memoria (si logró recordarla al día siguiente a tenor de la embriaguez), pero cuando las autoridades retiraron el cono, se generó una corriente burlona de repetir la acción.

Estatua del Duque de Wellington con el cono en su cabeza
Estatua del Duque de Wellington con el cono en su cabeza

Todo esfuerzo de la policía por vigilar y salvaguardar el honor del duque fue infructuoso y aunque se proyectó proteger el pedestal donde se alza la estatua, el ayuntamiento reculó cuando se generaron protestas y una defensa acérrima por parte de ciudadanos, que consideraban ya un símbolo el cono. Save the cone!! y «keep it coney!» exhortan, en un gesto que define bien el humor entre los escoceses.

Volviendo unas calles atrás salimos a la plaza George Square, amplia explanada que honra al rey Jorge III. Construida en 1781, en George Square está el Ayuntamiento.

George's Square con el ayuntamiento detrás
George’s Square con el ayuntamiento detrás

Dejamos George Square y continuamos buscando la catedral por George Street con varios graffitis muy interesantes como los «Hip Hop Puppets» del artista, o los conjuntos que dan vida a la Strathclyde University.

La Catedral de Glasgow está algo alejada del centro, pero las distancias son cortas y paseo por la ciudad nos permite ir descubriendo lugares menos conocidos de la ciudad.

La catedral  es conocida como High Kirk de Glasgow, pero también podemos escuchar que la mencionan como San Kentigerno o especialmente como catedral de San Mungo. Su espigada torre con la aguja coronando la catedral hace que ya asome mientras nos dirigimos a ella. El tejado verde hace de contraste con la piedra ennegrecida del cuerpo del templo.

Rodeando la catedral un amplio cementerio de estilo victoriano forma una alfombra de tumbas, cada cual más imponente y ostentosa, y cuyo recorrido supone un ejercicio de alarde de los potentados industriales del XVIII y XIX cuando Glasgow fue la Segunda Ciudad del Imperio Británico. Es un lugar ideal para pasear y obtener vistas de los alrededores desde su posición elevada.

Catedral de San Mungo en Glasgow
Catedral de San Mungo en Glasgow

San Mungo fue la única catedral medieval que sobrevivió a la reforma protestante de 1560 en Escocia. De estilo gótico aplicado en el siglo XV, reformó la iglesia previa, ya presente en el siglo XII

Delante de la catedral está el Museo de Vida y Arte Religiosos San Mungo, con exposiciones de arte sacro internacional, no solo de la religión católica o protestante, si no de expresiones de culto de todo el mundo.

Vidriera en el interior de la Catedral de San Mungo
Vidriera en el interior de la Catedral de San Mungo

En el interior los ojos se acostumbran a la oscuridad, y a la escasa luz que entra a través de las coloridas vidrieras, dañadas durante los bombardeos de la segunda Guerra Mundial, y sustituidos por unos nuevos. En la cripta está la tumba de San Mungo la tumba de San Kentigerno, que curiosamente es más conocido como San Mungo, un evangelizador cristiano del siglo VI, patrón de la ciudad.

Después de la catedral podemos dirigirnos hacia el río Clyde y encaminarnos hacia el mercado The Barras, pasando antes por Glasgow Cross un cruce importante en el centro de la ciudad de Glasgow, presidido por Tolbooth Steeple, (1625-26), torre con un campanario y reloj, que es el único rastro de antiguos edificios demolidos en 1921 cuando se reordenó esta parte de la ciudad.

Tolbooth Steeple
Tolbooth Steeple

El Rastro The Barras of Gallowgate

The Barras es el rastro o mercado de las pulgas de Glasgow, en el barrio del East End . «Bar» es un vocablo del dialecto de Glasgow (de por si el escocés ya requiere su esfuerzo) que hace referencia a los barrow, las carretillas empleadas para mover la mercancía.

El mercado The Barras en Glasgow
El mercado The Barras en Glasgow

Hay puestos en las calles, pero también en un mercado interior, donde podemos encontrar objetos y antigüedades realmente curiosas.  Alrededor the The Barras hay bastantes clubs y pubs. La atmósfera es ideal para completar la visita a Glasgow, y nosotros sacamos un rato para recorrer sus puestos. Hunde sus raíces en el inicio del siglo pasado, y para la década de los años 20  ya estaba cubierto.

Obras de Mackintosh y el Glasgow Style

Tardó en llegar el reconocimiento a Charles Rennie Mackintosh, buque insigna del “Glasgow Style”. Al inconfundible estilo victoriano se añadieron los toques de la corriente del Art Nouveau. que a en la segunda mitad del XIX destacó en muchos países de Europa bajo diferentes nombres (Liberty en Italia o modernismo en España, particularmente en Cataluña).

Edificio Lihgthouse en Glasgow
Edificio Lihgthouse en Glasgow

Hay rutas a cargo de alumnos o antiguos alumnos de la Glasgow School of Art, donde hoy si la figura de Mackintosh es ejemplo de la importancia de la corriente no solo en Glasgow. Muchos edificios como los Willow Tea Rooms, el Grecian Chambers, el Glasgow Art Club, el  North British & Mercantile Building, (sede de la sociedad mercantil del Norte de Gran Bretaña ), el Mercantile Chambers, James Salmon II, el Waterloo Chambers, Sir John James Burnet, el Grand Central Hotel, el almacén de muebles Ca’d’Oro, el Glasgow Herald Building, los Tea Rooms de  Buchanan Street, el Daily Record Building, el The Hatrack Glasgow o el edificio comercial de Lion Chambers, James Salmon II y John Gaff Gillespie son ejemplos de la corriente del Glasgow Style.

Murales de Glasgow

En una ciudad con un pasado tan industrial, aún repleta de edificios de color apagado, sucios o semiabandonados, el toque de color del arte urbano de Glasgow es un aliciente para encontrarnos auténticas obras de arte al aire libre.

Curiosamente fue el ayuntamiento de Glasgow quién en 2014, coincidiendo con los juegos de la Commonwell que agrupan a antiguos territorios británicos, impulsó la iniciativa creando una ruta llamada City Centre Mural Trail. Además de la temática deportiva, otros murales de artistas internacionales como SmugOne, Rogue-one, Klingatron, Mark Worst, Guido Van Helten, Ali Wyllie o Recoat fueron copando espacios nuevos.  En mayo de 2017 se realizó un festival de arte urbano en Yardworks.

Graffiti del milagro de San Mungo
Graffiti del milagro de San Mungo

En la calle Mitchell St el mural de Smug Girl with a Magnifying Glass, hace que nos sintamos observados como unos insectos, mientras que en el parking de Ingram St animales de todo tipo asoman de entre la vegetación mural donde entre otros la vaca peluda de las Highlands nos observa a través de su tupido flequillo. Uno de los más fotografiados es el black cab de Rogue-one en Mitchell St, elevado como en la película de Pixar UP con globos. También célebre por su realismo y por estar de camino a la catedral de San Mungo, Smug actualizó el «Milagro de San Mungo», dando vida a un petirrojo .

Cerca del río Clyde está el bar The Clutha, cuyo exterior está decorado con murales de músicos que han actuado aquí como Billy Connolly, o Frank Zappa

Mural del pub The Cuthla en Glasgow
Mural del pub The Cuthla en Glasgow

Cerca del The Lighthouse. el oso panda del graffitero Klingatron, y en Wilson Street  está el mural de Badmington del australiano Guido Van Helten, pero si quieres ver todos lo mejor es ver la ruta y mapa actualizado que proporciona el ayuntamiento de Glasgow. Más información

Mapa de los murales en Glasgow

Con más tiempo se puede estirar el viaje por Glasgow visitando en una ruta futbolera el Hampden Park, estadio nacional de la selección de fútbol en Escocia (y de los Glasgow Rangers), el Scottish Football Museum (museo del fútbol), y el Celtic Park, campo de los históricos rivales de los rangers, el Celtic. También destaca el  el Jardín Botánico, el planetario y museo de ciencia del Glasgow Science Centre, el célebre edificio Lighthouse, o la Galería de Arte Moderno de Glasgow en la plaza Royal Exchange Square”.

Tours y actividades organizadas en Glasgow

Como llegar a Glasgow

Tanto el tren (First ScotRail), como el autobús desde / para Londres (Megabus) o para Edimburgo, Stirling y el resto de Escocia (Scottish Citylink) son dos perfectas maneras para llegar a Glasgow sin tener que recurrir al alquiler de coche.

Central Station de Glasgow
Central Station de Glasgow

Las conexiones de vuelos a Glasgow son también excepcionales. A las afueras de la ciudad está el aeropuerto internacional, con vuelos a toda Europa y otras partes del mundo, mientras que algo más lejos, unos 50 km, el aeropuerto de Prestwick es otra alternativa, con vuelos low cost con muchas ciudades de España. Es importante no confundirlos y tener claro a cual de los dos volamos ya que si bien hay buenas conexiones de autobuses desde el centro de Glasgow a ambos, desde los aeropuertos no es fácil moverse en transporte público para ir de uno a otro.

Alquiler de coche

Glasgow es un buen lugar para iniciar la ruta en coche por Escocia. Hay muchas opciones de alquiler de vehículos, pero si llegamos en avión es aconsejable recogerlo en uno de los dos aeropuertos.

Oficinas de turismo en Glasgow

La oficina de Visit Scotland de Glasgow se encuentra en el número 156a/158 Buchanan Street, donde podemos obtener información sobre que ver en la ciudad, además de un plano

Mapa de monumentos y lugares interesantes de Glasgow
Mapa de monumentos y lugares interesantes de Glasgow

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