Festival Jazzándaluz, Jazz en Priego de Cordoba

Festival Jazzándaluz Priego de Cordoba.

El Jazzándaluz es uno de los principales y más jóvenes certámenes de Jazz en España, y se celebra en la localidad andaluza de Priego de Córdoba. Cartel del último Festival de Jazz de Priego de Córdoba. Este cartel fue diseñado por Clara Ares, que rinde homenaje al desaparecido trombonista valenciano Toni Belenguer, fallecido en 2020.

El Festival Jazzándaluz de Priego de Cordoba es uno de los principales eventos relacionados con este estilo de música en Andalucía. Un festival joven, pero ya con la madurez suficiente para atraer a algunas de las bandas y solistas más importantes de España. Un encuentro que nació en 2016 de la mano de la Asociación Jazz P.C (Priego de Cordoba). Se trata de una organización sin animo de lucro, que reúne a músicos y amantes del jazz de toda la Subbética Cordobesa y del sur de España. Jazzándaluz existe gracias al esfuerzo, la dedicación y el tiempo de una miríada de voluntarios. Ellos con su trabajo laborioso han conseguido que el Festival se sentase y vaya camino de confirmarse como gran momento de la temporada de verano de jazz en España.

Dorantes en el Festival JazzÁndaluz de Priego de Córdoba

Al mismo tiempo, por su apertura y su mestizaje, Jazzándaluz acoge a todas la influencias y estilos, que de alguna manera toca, se relacionan o se interesan por el jazz. Las que más nos gustan y los que más nos discuten, lo que siempre es una excelente idea.

Por último, una de las particularidades del Festival JJazzándaluz son sus deliciosas Jam Sessions. Al terminar los conciertos oficiales, en un escenario secundario se reúnen todos los músicos y parte del público. Las Jam Sessions son accesibles a todo aquel que sabe tocar, el concierto no termina y se alarga con virtuosos jóvenes y desconocidos, con miembros de los grupos que han tocado en el escenario principal y superbandas de una noche, de un sólo tema. Esperemos, que en próximas ediciones las noches de jazz lleguen hasta el amanecer, para que los asistentes puedan ver nacer el día en esa preciosa región de la Subbética Cordobesa.

Músicos disfrutando y haciendo disfrutar durante las Jam Sessions del Jazzándaluz. Foto superior, Nacho Megina en la batería. Abajo Manuel Morillo con la flauta y Jorge Carbó en los teclados.

Jazzeando desde 2016

Jazzándaluz es el nombre del festival nacido de la pasión y el trabajo de docenas de voluntarios y músicos que aman el jazz. La primera edición tuvo lugar en 2016 y fue la consecuencia de la actividad cultural de la localidad de Priego de Cordoba. Esta localidad del centro de Andalucía, es una ciudad pequeña, un pueblo grande con ya más de 20 mil habitantes que, sin embargo, apuesta por la cultura, tanto a nivel ciudadano como institucional. Priego de Córdoba es, por ejemplo, la sede del Festival Internacional de Música, Teatro y Danza, que con sus 72 ediciones es uno de los más veteranos de toda España.

Pero volvamos al jazz. En 2015 un grupo de músicos de la Subbética cordobesa piensa que el jazz puede ser un elemento de atracción cultural y turística para la ciudad. Convencidos de las posibilidades de un estilo de música en buen estado de forma en España, este grupo se organiza, busca apoyos institucionales y se lanza al vacío. Su esfuerzo tiene éxito y consiguen el apoyo del Ayuntamiento, así desde 2016 preparan cada edición con trabajo, dedicación y, sobre todo, con mucho cariño.

Festival Jazzándaluz 2021, volviendo a la normalidad. RAZZ en el escenario del primer día.

Ese mismo grupo de amantes del jazz se consolida, dos años después del comienzo del Festival Jazzándaluz, con la creación de la Asociación Jazz P.C. La nueva asociación se encargará de la realización del mismo, pero también de la coordinación toda la actividad musical y cultural que tiene lugar durante el resto del año.

Uno de los ejes de la Asociación Jazz P.C y del Festival Jazzándaluz, ha sido crear un espacio para los músicos que viven y desarrollan su labor musical en la Subbética. En la Subbética cordobesa, pero por extensión, también en Andalucía y hasta en el resto de España. La Asociación tenía claro que estos músicos, muchas veces, necesitan apoyo para poder mostrar sus creaciones. Por eso el Festival Jazzándaluz y las diversas actividades musicales que tienen lugar en toda la Subbética, abren sus escenarios y dan eco a la gran calidad de los músicos de la comarca.

Se trata de un festival de Jazz, pero sin fronteras. El jazz tiene muchas posibilidades de mestizaje, y en Andalucía no podía dejar de acercarse al flamenco; pero también a la música clásica; la world music y el rock. No obstante, el Festival Jazzándaluz ya ha contado con la presencia de grandes estrellas del panorama nacional como Dorantes o Pepa Niebla, cabezas de cartel en la edición de 2021.

La edición de 2021.

El grupo Razz formado por algunos músicos locales. Con Matias López “El Mati” a la caja.

Tras la imposibilidad de celebrar la 5ª edición en 2020 por culpa de la pandemia de COVID, en 2021, los organizadores hicieron todo lo posible por retomar la celebración del Festival. Con el apoyo del Ayuntamiento de Priego de Córdoba –  que no ha dudado nunca en ayudar de todas la maneras posibles a este evento – se planificó una edición diferente.

Poniendo por delante la celebración, se redujo el aforo y se limitaron los horarios. La cuestión era poder realizar el Festival con todas las garantías y medidas de seguridad posibles. Las ediciones anteriores se celebraron en el jardín del Recreo de Castilla/ Huerta de las Infantas, situado junto a la muralla del Adarve bajo el Castillo de Priego. Para garantizar espacio y facilidad de acceso en 2021, los conciertos se desplazaron del coqueto Recreo de Castilla al Parque Niceto Alcalá-Zamora, en el recinto ferial de Priego de Córdoba. El recinto, que ha servido como centro de vacunación durante este periodo, cuenta con un inmenso aparcamiento y una explanada donde se podía garantizar un aforo conveniente, con las obligadas distancias de seguridad.

El grupo RAZZ en plena actuación. David León en la batería y Rafa redondo al piano.

La climatología veraniega de Córdoba, siempre benigna y donde es raro que llueva, sería una fiel aliada de músicos y espectadores. ¡Y que decir de las noches de estas tierras de olivar y montañas calizas! Noches de julio con su elenco de astros y soles en miniatura, temperaturas magnificas, sobre todo, para estas manos norteñas que siempre aprecian el calor. Y así transcurrió el Jazzándaluz, bajo un firmamento prístino, la mejor techumbre para todas las estrellas, grandes y pequeñas, las que amenizaron corazones y palmas deseosos de disfrutar la música y la vida.

Probablemente la Pandemia no haya servido de nada y el egoísmo inherente al ser humano reaparezca más pronto que tarde. Sin embargo, en los conciertos, cuando la música, cualquier música, penetra en la requebrada mente de las personas, se logra una tregua, una pequeña victoria en una guerra ya perdida. Pero, la música de esos días aunó corazones y unió gentes, la más bella de todas las victorias.

En el centro de Andalucía.

Formación del trio con Dorantes y sus manos reflejadas en el piano.

La Subbetica es el centro geográfico de la región española, un cruce de caminos para quienes vienen de Madrid, de Sevilla, de Málaga, Almería o Murcia. Andalucía ha sido siempre eso, un crisol, un cruce, un refugio y un edén para todos los que hasta aquí han llegado. De esa mezcla curiosa y múltiple quizá le viene al Festival de Jazz de Priego de Córdoba ese eclecticismo y ese gusto por la fusión. Sea cualquiera el origen, sean cuales quieran las influencias, todo se recibe con agradable curiosidad. De nuestra experiencia propia podemos contar, norteños de acentos acerados llegamos a esta tierra, y desde el primer día se nos acogió con agrado y sin reticencias. Se nos escucha y se nos contesta, se nos enseña y se nos discute, pero todo sin fronteras alzadas. Se puede estar de acuerdo o se puede discordar absolutamente, pero siempre dentro de un dialogo que busca un consenso mínimo.

Así es el Festival de Jazz de Priego de Córdoba, un escenario donde grandísimos músicos muestran sus quehaceres y sus dudas, sus certezas tambaleantes y su miedos más profundos. Y todo eso con virtuosismo, pero sin miradas por encima del hombro. Todos los conciertos, desde el de Dorantes, -una estrella del firmamento pianístico flamenco, pero también clásico y mestizado con el jazz-, hasta las jam sessions, donde todo aquel que sabe tocar, sube a un escenario modesto, abigarrado y repleto de grandes músicos, por todas partes se oyen notas de dialogo.

Músicos siempre fotogénicos. Javier Moreno, contrabajo del trio de Dorantes.

Ritmos caribeños que se entroncan con el bop delicioso y revolucionario; melodías arrastradas que llegan de Brasil con somnolencia y sugestión; tambores africanos donde ruge el corazón de un león, la delicadeza de un pájaro; teclas simples con aires escandinavos… Y, de repente, suena una guitarra española, el piano claro y nítido que resuena como el cristal en una sala palaciega. No se ha callado el silencioso tintineo del marfil y ya suena una flauta y varios metales combinados, y un bajo barrigudo y tremebundo. Entre todo el barullo se escucha leve, delicado el sonido de las baquetas de jazz, que acarician la superficie de tambores, timbales y platillos, mientras el éxtasis nubla los ojos del baterista. De las rastas y los cabellos ensortijados surgen dos brazos fibrosos que machacan con ritmos sincopados las planchas simples, pero tremendamente musicales del cajón. Entre las trompetas que nos llevan muy por encima de las montañas de la Subbética, suene también un canto flamenco y gitano. Y árabe y castellano y medieval y norteño, un eco sordo de canto eterno que da toda la vuelta al globo, para volver, repleto de nuevas sensaciones y sabores y sonidos. Los que, seguro, se fundirán, nuevos sonidos, nuevos cantos para la próxima edición del Festival de Jazz de Priego de Córdoba. Nosotros, esperamos estar allí, rodeados de amigos, una vez más.

Queremos dar las gracias Jorge Carbó y a Lola que nos ayudaron en todo para que pudiéramos descubrir y disfrutar el Jazzándaluz. Con ellos esperamos estar de nuevo ahí el próximo año.

Más información sobre el Festival JazzAndaluz y la Asociación Jazz P.C (Priego de Cordoba)

Jam Session tras el concierto, con el guitarrista Gon Navarro y Jorge Carbó, coordinador del Festival con los teclados.

Resumen de la Edición de 2021.

Entre el 13 y el 15 de agosto tuvieron lugar tres jornadas con conciertos que reunieron al público local y gentes venidas de toda la comarca y buena parte de Andalucía.

Las estrellas de esta quinta edición fueron R.A.Z.Z., Pepa Niebla y Dorantes. En las Jam Session participaron algunos de los músicos que habían actuado en el gran escenario. Para animar estas sesiones hubo un músico principal en cada una de ellas. Fueron el guitarrista Gon Navarro, los bateristas Luisongo Landa y Nacho Megina, y el saxofonista Sergio Albacete.

Priego de Córdoba centro del jazz en Andalucía a mediados de agosto. Nacho Megina con las baquetas y Javier Moreno con el contrabajo.

Cartel de cada uno de los días.

13 de agosto, RAzz.

El grupo de la Subbética contó con la siguiente formación:

Rafa Redondo: Piano.
Antonio del Caño: Contrabajo.
David León: Percusión.
Pedro Cortejosa: Saxos, flauta.
Matias López “El Mati”: Cante, cajón, coros.

14 de agosto, Pepa Niebla.

Este día la protagonistas fue la cantante Pepa Niebla, cuya versátil voz hace que navegue entre múltiples estilos y disciplinas. Pepa Niebla ha cantado jazz, por supuesto, pero también soul, blues y música cubana y pop. Desde Bruselas, donde reside y compone, se dirige hacia nuevos horizontes sonoros.

15 de agosto, Dorantes.

Dorantes félicita a sus compañeros.

Dorantes es uno de los pianistas más reconocidos de toda Europa. Su estilo mestizo pero, al mismo tiempo alejado de la fusión más redundante, hace que sea realmente un electrón libre. Tan pronto dirige sus notas hacia la música clásica, tan pronto hacia el jazz o la música contemporánea. Quizá esa es su gran virtud, la dificultad para ser definido, a lo que une un virtuosismo ligero, que planea sobre el escenario y encanta al público. Durante el festival Jazzándaluz se presentó en formación de trío, mostrando su último trabajo El Tiempo Por Testigo. Música que sin ser ni jazz, ni clásico, ni flamenco, lo es al tiempo. Un jazz personal y potente.

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