Las leyendas sirven siempre para adornar la Historia, para rellenar los huecos que el ser humano no puede explicar, o para controlar las mentes débiles y temerosas bajo el yugo del miedo.
Nuestro viaje continua por el Peloponeso, esta vez alcanzando Nauplia en el golfo Argólico. Aún nos queda mucho por ver y pronto iniciaremos camino hacia Epidauro. Pero si hay un sitio que era importante en nuestro itinerario era sin duda las ruinas de la antigua Micenas. Según la leyenda -y los escritos de Pausanias– fue Perseo quién la fundó, semidiós hijo de Zeus y de la mortal Dánae. Concebido por la lluvia de oro que lanzó el dios de dioses de la mitología griega sobre la torre donde Acrisio había encerado a su hija, Perseo alzó la ciudad con la ayuda de los cíclopes, cuya fuerza permitió fortificar las murallas de la ciudad con gigantescos bloques de piedra. Por esta razón se denominan ciclópeas.
Homero menciona a Micenas en la Iliada, definiéndola como una «ciudad rica en oro y la morada del rey Agamenón», héroe de la guerra de Troya, dirigiendo la coalición de reinos del resto e Grecia para cobrarse la afrenta del «rapto» de Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta.
Historia de Micenas
Micenas constituye uno de los lugares esenciales de la historia de la Antigua Grecia. Fueron tribus de aqueos los que llegaron a territorio de la actual Grecia en torno al 2200 a. C. asentándose en el Peloponeso alrededor del año 1600 a. C. Muchos investigadores los denominan como «el primer pueblo griego» ya que su lengua era una especie de griego primitivo (sistema de escritura conocido como lineal B), y entre sus creencias estaba el culto a deidades como Zeus, Hera, Poseidon, Hermes, Atenea o Dioniso.
Gracias a Homero conocemos parte de sus logros bélicos en la Iliada y la Odisea. A pesar de sr un pueblo eminentemente guerrero, su élite apreciaba las artes. Contemporáneos de la Civilización Minoica de Creta, una vez que esta colapso, se hicieron con su territorio de influencia, adoptando eso si parte de su amor por las artes.
Convertidos en una civilización, los micenicas entendieron su área de control por gran parte de la Grecia actual (Peloponeso, Ática, Beocia, parte de las islas Cicladas) hasta que aproximadamente en el 1200 a.C. su poder menguó y el empuje de los dorios y de pueblos del mar, un siglo después, hizo que se diluyeran en la historia.
Las ciudades micénicas se caracterizaban por aprovechar zonas elevadas donde fuera más fácil defenderse de posibles agresiones. Rodeando el perímetro se elevaba una línea de altas y gruesas murallas a base de bloques de piedra tallados, concepto que vemos no solo en Micenas si no en la cercana Tirinto. Fortificada como un castillo medieval, pero 2.500 años antes de que los ingenios militares permitieran construir sistemas defensivos como los del Medioevo, Micenas tenía murallas de hasta 13 metros de alto y 7 metros de grosor, con un perímetro de forma de triángulo isósceles y 25.000 metros cuadrados que envolvían la colina donde se asentaba la acrópolis.
La ciudadela era la residencia del rey de Micenas (llamado wanax) y su cohorte de guardia personal y nobles. En el extramuros vivían los campesinos, que en caso de ataque o asedio entraban en la ciudad resguardados por las sólidas murallas.
Excavaciones de Micenas
El hallazgo de Micenas y su excavación arqueológica sirvió para denominar al conjunto de yacimientos del mismo periodo como «civilización micénica». Y aunque Micenas fue una de las mayores ciudades, es probable que el resto funcionase como ciudades o reinos independientes.
El arqueólogo griego Kyriakos Pittakis llevó a cabo las primeras excavaciones en Micenas en 1841, desenterrando y reconstruyendo la Puerta de los Leones. Posteriormente fue Schliemann, famoso por su «filantropía» (o excentricidad de millonario) quién con sus cuestionados sistemas de excavación trabajó en Micenas desde 1874. Previamente había estado en la costa turca, obcecado por encontrar la antigua Troya de la crónica de Homero. Y una vez descubierta su posible ubicación, regresó al Peloponeso para estudiar Micenas como la posible morada del rey Agamenón.
Bajo la supervisión de Panayotis Stamatakis, Schliemann sacó a la luz el Círculo de tumbas A, y el mismo Stamatakis trabajó directamente entre 1876-1877. En 1884 y 1902 fue Christos Tsountas quién llevó a cabo varias campañas de excavaciones. A lo largo del XIX primero fue Escuela Británica de Atenas y la Sociedad Arqueológica de Atenas en seguir excavando, más tarde Alan Wace cuyo mérito fue el hallazgo de la mayoría de las tablillas con inscripciones en lineal B, y Ioannis Papadimitriou que en 1954 descubrió el Círculo de tumbas B. Continuaron William Taylor y George Mylonas, para recaer los posteriores trabajos en el Ministerio de Cultura de Grecia.
El descubrimiento de tablillas de arcilla con inscripciones en lineal B fue vital para la interpretación de la cultura micénica. En diferentes puntos de Micenas se encontraron estos registros fechados entre 1250 y 1200 a. C. con información sobre transacciones, inventarios y registros de lana, aceite, vasijas, especias o de plantas aromáticas. A través de su «lectura» se ha podido reconstruir el modelo social de las ciudades micenicas, regidas por un soberano (wanax) cuya cohorte de soldados estaba comandada por un jefe del ejército (lawagetas), título que podía también poseer el mismo rey. También se pudo identificar la existencia de un centro de culto, con varios edificios religiosos, donde se encontraron una serie de estatuillas antropomorfas de terracota y de serpientes enroscadas.
Visita a Micenas – Qué ver
En 1999 Unesco declaró los yacimientos arqueológicos de Micenas y Tirinto, Patrimonio de la Humanidad. La acrópolis de Micenas tiene como puntos esenciales la Puerta de los Leones, el círculo de tumbas, los palacios y «megaron» y el aljibe subterráneo. Además podemos visitar el museo del yacimiento y «Tesoro de Atreo» que está aun kilómetro de las ruinas, y cuya entrada está incluida con la visita a Micenas.
Círculo de tumbas B
Antes de entrar en el interior de las murallas para ascender por la acrópolis con dirección al palacio, conviene hacer una parada en los restos que se presentan a nuestra derecha, tras acceder al recinto arqueológico. Se trata del denominado Círculo de Tumbas B, un conjunto de tumbas situado al oeste de la acrópolis de Micenas. La importancia de los objetos encontrados en el círculo de tumbas B permitió la interpretación histórica de la primera fase de ocupación de la ciudad micénica, del1650 al 1550 a. C.
En las tumbas en fosa y otras más pequeñas de forma rectangular excavadas en la roca, se hallaron destacados ajuares funerarios compuestos de material bélico (lanzas y espadas con empuñaduras de oro y marfil), cerámica, ofrendas de pequeños animales y objetos de ornamentación. Se piensa que pudieron pertenecer a los wanax (soberanos) de Micenas, marcados con estelas que podrían indicar la pertenencia de una misma familia durante los cien años que se usaron como lugar de enterramiento. Uno de los cuerpos era de una mujer cuyo vestido portaba incrustaciones de oro y plata y un ajuar rico en joyas, collares, pendientes y diademas.
A su lado hay dos tumbas monumentales, denominadas Tolos de Clitemnestra (esposa de Agamenón) y Tolos de Egisto (amante de Clitemnestra que según Homero urdió un plan para matar a Agamenon), ambas nombradas así por una connotación romántica, ya que no hay indicios históricos que lo atestigüen.
MURALLAS CICLÓPEAS
Sorprende nada más pasar el acceso al yacimiento, el colosal tamaño de las murallas de Micenas. No es el único ejemplo ya que en varias polis de la civilización micénica, se construyeron este tipo de defensa monumental, denominada ciclópea por el enorme despliegue para ejecutarlas, atribuible a los cíclopes de la mitología griega.
PUERTA DE LOS LEONES
En realidad el nombre de la Puerta de los Leones debería ser de Puerta de las Leonas ya que las felinas esculpidas en el tímpano triangular del dintel son hembras. La puerta sostiene veinte toneladas y era el único acceso por este lado noroeste de la acrópolis. El vano es de 3,1 metros de ancho y 2,95 de alto en su base, y se cerraba con una puerta de madera revestida de bronce. Horadados en la piedra podemos ver el grosor de los cerrojos.
La Puerta de los Leones es sin duda el símbolo más conocido de Micenas, utilizado hasta la saciedad para distinguirlo de otros yacimientos micénicos. Las leonas se yerguen rampantes, y en la de la derecha aún se pueden distinguir el anclaje donde iba sujeta la cabeza, que eran piezas independientes, incrustadas en el relieve.
Es el espacio donde se condensa más gente, lo que hace complicado sacar una fotografía en la que no salga alguien posando, pero si tenemos paciencia y admiramos el relieve de los leones podemos observar que las leonas suben sus patas delanteras sobre una plataforma tipo altar donde sobresale una columna coronada con motivos circulares.
CÍRCULO DE TUMBAS A
Traspasada la puerta de los Leones sorprende un recinto circular que en realidad es una necrópolis intramuros cerrado con dos hileras de losas colocadas verticalmente. Se trata del círculo de tumbas A (siglo XVI a. C.). Este cementerio circular de 26,5 metros de diámetro fue hallado por Schliemann, extrayendo de las seis tumbas ajuares funerarios de influencia minoica compuestos por joyas y donde destaca la máscara funeraria atribuida a Agamenón.
Las seis tumbas contenían diecinueve cuerpos en posición fetal, ocho hombres, nueve mujeres y dos niños. Las piezas evidencian el contacto comercial con áreas muy alejadas de Micenas, como una empuñadura de espada de ámbar báltico.
Inmediatamente anexas hay una serie de tres casas donde las excavaciones arrojaron descubrimientos como el Jarrón del Guerrero encontrado en la «Casa de la cratera de los guerreros», y las otras dos viviendas llamadas la «Casa de la rampa» y la «Casa sur».
La rampa nos conduce a una de las primeras terrazas de la acrópolis. A la derecha estaban los talleres de artesanos (conocidas como «Casa oeste», «Casa de las Esfinges», «Casa del comerciante de aceite» y «Casa de los Escudos») y a la izquierda una zona de viviendas. Se piensa que estas viviendas estaban destinadas a la fabricación de perfumes. El ascenso a la acrópolis zigzaguea hasta llegar al conjunto palaciego.
Palacio de Agamenón – Megaron
Sobre la colina una serie de edificios formaban el Palacio de Agamenón (1350-1330 a. C.). El edificio principal del conjunto de todo palacio micénico es el «megaron» o «gran salón», donde se desarrollaban los eventos más importantes de la política como la recepción de huéspedes y los consejos de guerra, o los lúdicos como las actuaciones de los rapsodas y aedos de forma privada para el soberano, e incluso los grandes banquetes.
La composición arquitectónica del megaron se componía de un pórtico abierto con columnas dobles, un vestíbulo o pronaos y la sala principal de forma rectangular llamada cella o naos. En la sala estaba el trono del rey y un hogar o fuego sagrado en el centro, con cuatro columnas decoradas como el resto del edificio con colores vivos.
«El Centro de Culto de Micenas (fines del siglo XIV-mediados del siglo XIII a. C.) está situado en la parte suroeste de la acrópolis. Se le ha llamado también «Casa de la Ciudadela», y luego «Casa de los Ídolos». Consta de un santuario oriental, al que se ha llamado «Templo».
Allí se hallaron estatuillas antropomorfas de terracota y de serpientes enroscadas. Se supone que eran colocadas en palos y exhibidas en las ceremonias. También se encontró un megaron o habitación; un santuario occidental, llamado «Habitación de los Frescos», que se cree que se dedicaba a una diosa de la fecundidad y donde se encontraron fragmentos de pinturas al fresco; y parte de la «Casa de Tsountas», que se halla más al sur y se compone de almacenes, de un megaron y de un santuario dedicado probablemente a una divinidad de la guerra.
CISTERNA
El descenso por las escaleras que lleva a la cisterna es una reminiscencia del Hades, el inframundo griego. Las avispas en la entrada parecen una advertencia y poco a poco la luz mengua hasta sumirnos en la plena oscuridad, agradeciendo el fresco. La exigua luz del móvil nos permite alcanzar el punto más bajo donde el pozo funcionaba como un oasis, suministrando agua en caso de asedio. La cisterna subterránea se nutría mediante unos conductos de terracota que conectaba una fuente a 300 metros de la Ciudadela. Recubierta con una doble capa de yeso permitía almacenar el agua sin que se filtrase.
PUERTA NORTE
El sol aprieta inclemente cuando llegamos a la puerta norte, llamada del Postigo. Por aquí -siempre según Homero- Orestes, hijo de Agamenón huyó de Micenas tras vengar el asesinato de su padre llevado a cabo por Egisto, amante de Clitemnestra, esposa de Agamenón. Sófocles en cambio cuenta que la niñera Arsínoe, huyó con Orestes antes de que su madre Clitemnestra lo matase.
MUSEO DE MICENAS
Al final del recorrido de las ruinas de Micenas un sendero conduce al museo, cuya visita permite contextualizar los espacios que hemos visitado. Antes de llegar al edificio encontramos el tholos de la tumba de los leones, que repite el mismo modelo constructivo de pasillo y tumba abovedada cubierta de tierra, aunque en este caso el techo colapsó.
Una de las piezas más conocidas del museo de Micenas es la denominada «Máscara de Agamenón» (aunque es en realidad una réplica ya que la original está en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas), título que se lo otorgó a esta pieza funeraria Schliemann, seguramente más por devoción que por rigor histórico. Varias salas reúnen las más de 2.500 piezas expuestas en el museo, que engloban cerámica, armas, joyas y herramientas. De gran valor para conocer aspectos del día a día son conjuntos como los bronce hallados en la tumba de un herrero.
TESORO DE ATREO
A las afueras de la ciudadela está el Tholos funerario denominado Tesoro de Atreo. Edificaciones como estas servían para la sepultura de personajes importantes y seguían un patrón de planta circular abovedada. El Tesoro de Atreo no es el único hallado ya que se identificaron seis tholos más, en los que si se encontraron sepulturas con su ajuar funerario.
El nombre fue asignado por el cronista Pausanias identificando la tumba don la del primer rey de Micenas Atreo. Construida entre el 1.350 y el 1.250 a.C. , es la de mayor tamaño de la Grecia antigua. Desde su hallazgo se ha querido interpretar que estamos ante la tumba de Agamenón, lo que a día de hoy resulta difícil de constatar ya que fue expoliada antes de iniciar los primeros trabajos arqueológicos en el siglo XIX. Si que es probable que por sus magnas dimensiones fuese la cámara funeraria de algunos monarcas micénicos.
El ancho corredor amurallado al aire libre conduce hacia la cámara del Tholos. Este pasillo de unos 36 metros de largo y 6 de ancho desemboca en una monumental puerta de 7 metros de altura. En el interior la cúpula alcanza 13,2 metros, sellada por piedras que pese a alcanzar hasta 120 toneladas están distribuidas parecen plumas. El tholos se sepultaba con tierra y su puerta se sellaba para impedir su entrada pero a lo largo de los siglos fue profanado y no quedó constancia del ajuar funerario. El Tesoro de Atreo se encuentra a apenas 200 metros de la entrada a Micenas por lo que podemos optar por un paseo admirando la Acrópolis al atardecer, o ir en coche ya que hay un aparcamiento.
Reservar Excursiones a Micenas
Mapa del yacimiento arqueológico de Micenas
Horario visita Micenas
Dependiendo del mes del año hay variaciones del horario de entrada a la acrópolis de Micenas.
De enero a marzo: 08:00h.-15:00h
Abril: 08:00h.-19:00h
De mayo a agosto: 08:00h.-20:00h
Septiembre: 08:00h.-19:00h
Octubre: 08:00h.-18:00h
Noviembre: 08:00h.-17:00h
Diciembre: 08:00h.-15:00h
Por otro lado el 25 y 26 de diciembre, el 1 de enero, 25 de marzo y 1 de mayo el yacimiento de Micenas cierra sus puertas. De toas formas conviene asegurarse sobre modicicaciones en la Web del ministerio de cultura.
Cómo llegar a Micenas
Desde Atenas hasta el yacimiento arqueológico de Micenas hay 120 kilómetros y una hora y media de camino en coche, mientras que de Nauplio hay media hora y 24 km.
El autobús Atenas-Nauplia (Nafplion) sale de la Terminal A en la calle Kifissou 100, haciendo parada en el pueblo moderno de Micenas, a 2 km del yacimiento, distancia que podemos hacer en autobús (solo los meses de verano) taxi o caminando media hora. En temporada baja no hay transporte público hasta la acrópolis de Micenas por lo que deberemos llegar en excursiones o en coche de alquiler. Desde Nauplia hay autobuses gestionados por la empresa KTEL Argolidas pero conviene mirar los horarios.
Excursiones organizadas al Palacio de Micenas
Los tours clásicos suelen combinar la visita al yacimiento micénico con el canal de Corinto y el teatro de Epidauro.
ALOJAMIENTO EN MICENAS
Lo normal suele ser buscar un alojamiento en Nauplia para llevar a cabo la excursión de un día a Micenas, pero si deseamos dormir cerca del yacimiento podemos encontrar algunas casas rurales y B&b con encanto en la zona.
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Alfredo
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Me ha gustado mucho la explicación de la visita al Palacio de Micenas en Grecia 🙂
El Giróscopo Viajero
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Hola Alfredo!
Pues nos deja muy contentos saber que te gustan e interesan nuestros artículos: Muchas gracias y disfruta del palacio de Micenas, una maravilla de nuestra querida Grecia.
Saludos