Todo viaje tiene sus motivos y el nuestro a Macedonia se debía a varios. Para empezar era el último país de la Ex Yugoslavia que nos faltaba por conocer, y el hecho de que fuera uno -quizá junto a Montenegro- de los más desconocidos y menos ajado por el turismo nos parecía una poderosa razón para descubrirlo ahora.
La organización del viaje nos permitió estudiar las ciudades, espacios naturales y puntos de interés que debían estar obligatoriamente en nuestro itinerario, pero sobre la marcha y con la ayuda de nuestro partner agencia de viajes y excursiones en Macedonia, fuimos elaborando un recorrido que se iba actualizando sobre la marcha, incluso sobre el terreno, con sorpresas inesperadas.
Algunos lugares como la mezquita pintada de Tetovo no pudimos visitarlos porque nos percatamos de su existencia demasiado tarde, y otros como el lago de Berovo o Krushevo -marcados en el circuito inicial- fueron imposibles por una cuestión de tiempo y de que sobre la marcha priorizamos otros o simplemente disfrutar más tranquilamente del viaje.
La capital Skopje
Skopje se convirtió en nuestro punto de entrada en Macedonia, y la suerte de pasar un par de días allí nos hizo diluir la extraña sensación que produce el primer vistazo. El intenso lavado de cara arquitectónico de la capital produce una sensación encontrada que con miradas más atentas hace que salga la milenaria ciudad romana, eslava y otomana que aparece tras rascar el «disfraz» del proyecto Sopke 2014. Lugares como el castillo, las vistas desde la Iglesia del Milenio, el cañón Matka a las afueras, la ciudad romana de Skupi y el acueducto, el hamman convertido en galería de arte, los caravanserai que servían de refugio a los comerciantes en la ruta de Oriente a Occidente o los fondos del Museo Arqueológico son respuesta a los que dicen que no hay nada que ver. El solo argumento de que Skopje sufriera un terrible terremoto en 1963 que captó la atención del mundo y sirvió de engranaje solidario de la ayuda internacional de todo el mundo -en un contexto de Guerra Fría- y como se ha reconvertido, actúan como razón de peso para mostrar interés por conocerla.
Uno de los eventos a los que acudimos el día antes de irnos fue el Skopje Beer Fest, al que acudimos para profundizar en las cervezas locales. Ya habíamos tenido la oportunidad de probar las más famosas Skopsko (en macedonio Скопско) y Zlaten Dab, ambas industriales y suaves, ideales para el intenso calor que hizo en septiembre, pero la preferencia que tenemos por las cervezas artesanas nos hizo decantarnos por la primera Craft Beer del país, Temov Pivo (Pivo=cerveza es una de esas palabras que interesa conocer en los Balcanes y en general el este de Europa).
Posibles rutas por Macedonia
Macedonia ofrece mucha variedad a la hora de combinar los intereses del viaj empezando por la Macedonia arqueológica. Aquí están dos de los yacimientos romanos más importantes del Imperio de Occidente, Stobi y Herclae Lincestis. La calidad de los mosaicos es una muestra de la riqueza de unas ciudades que eran paso obligatorio en la Via Egnatia que unia las colonias romanas desde el Mar Adriático hasta Bizancio (Constantinopla y por ende el Estambul actual), atravesando las antiguas provincias de Iliria, Macedonia y Tracia. Los restos de Skupi a las afueras de Skopje y de Ohrid bajo la ciudad van saliendo a la luz con campañas arqueológicas muy prometedoras en cuanto a la cantidad y calidad de los vestigios.
Del mismo modo una de las razones más poderosas que invita a venir a Macedonia es su naturaleza. Aunque aún hay un trabajo pe pedagógico pendiente sobre el civismo y el cuidado del medio ambiente -ya que algunos preciosos lugares están descuidados- los tres parques naturales, la belleza insonora de los lagos, y las rutas de trekking casi vírgenes de las montañas de Macedonia tapan esas primeras impresiones. El cañón de Matka, el falso «océano» del Lago Ohrid, manantiales turquesas como el de Crn Drim, o las cascadas del sureste del país dan para muchos días de ruta en contacto con la naturaleza.
La influencia de la religión -convertida en otro negocio turístico- es aún determinante en la sociedad macedonia, y se hace tan visible que mezquitas e iglesias ortodoxas se llenan por igual. El peregrinaje de serbios o búlgaros a algunos de los monasterios como San Neum en Ochrid o Joachim Osogovski es un fluido caudal de gente y de generosas donaciones. En Skopje nació Teresa de Calcuta cuando gran parte de los Balcanes aún pertenecía al Imperio Otomano y con el fin de Yugoslavia el sentimiento religioso se convirtió paradojicamente en una tabla de flotación en los convulsos años 80 y 90. Mientras Europa camina hacia el laicismo y el pensamiento ilustrado, en Macedonia o Polonia la religión es más fuerte que nunca, gracias en parte a las generosas donaciones de Turquía o Arabia Saudí sufragando mezquitas. Sin duda religión y geopolítica van de la mano en una nueva era de las órbitas de confrontación política y territorial.
El vino macedonio, al igual que el croata o el esloveno es aún desconocido para el público español, pero los viñedos y bodegas son muy apreciados en los mercados escandinavos, Estados Unidos o China, y la región vinícola en torno a Stobi es un aliciente para dormir en alojamientos con encanto y disfrutar de los ritmos sosegados balcánicos.
El factor humano
No hace falta escalar una montaña para encontrar la Macedonia más auténtica. La velocidad frenética del cambio urbanístico de Skopje aturde pero si no se pierde por su antiguo bazar o se aleja de los lugares más turísticos y concurridos, tendrá a su alcance experiencias muy enriquecedoras con la gente. El idioma no es excusa, nosotros hemos pasado horas comunicándonos con señas y gestos con gente que no hablaba ni pizca de inglés. La comida une y siempre hay gente dispuesta a ayudar a entenderse. Algunas personas que se conocen se convierten en amigos si mostramos respeto e interés, y en seguida abren sus puertas para enseñarnos sus vidas. En pueblos como Kratovo palpamos esa calidez, con gente como Stevce y Valentina en su Etno House, departiando con muecas sobre sus sabrosos platos; o con nuestro guía Suad que nos abrió la senda de su Kosovo querido con la sencillez y humildad que lo caracterizan. Miki, Daniela, Dragan o Goran nos hicieron sentir como en casa, como en una casa a la que seguro que volveremos.
Kosovo
Viajar a Skopje permite tener a tiro de piedra Kosovo, y dedicar al menos un par de días sirve para sacudir muchos prejuicios del país más joven de Europa. No hay rastros de la Guerra, y las inversiones estadounidenses se han encargado de que la ola de futuro y modernidad choque con las viejas tradiciones. la ciudad de Prizren es cautivadora y Pristina se esfuerza en encontrar motivos para visitarla, entre ellos el monasterio de Gracanica, que junto al Patriarcado de Pec, Nuestra señora de Ljeviš (en Prizren) y el monasterio Visoki Decani, son patrimonios Unesco, vigilados por las fuerzas de la KFOR (unidades de la OTAN en Kosov) para protegerlos ante cualquier evento hostil por parte de la población musulmana. Nosotros los visitamos tras mostrar los pasaportes en la entrada, como si viajásemos a un país dentro de un país. Afortunadamente las aguas bajan calmadas, pero a veces la chispa de la estupidez humana y la irresponsabilidad política bastan para encender los ánimos.
Artículos sobre el completo viaje a Macedonia
Con mimo y paciencia iremos desgranando los pasos que dimos día a día en nuestro viaje de diez jornadas, y el siguiente listado sirve de anticipo para detallar algunos de los lugares y recorridos que hicimos en Macedonia.
Skopje, la indescriptible capital de Macedonia
Cañón Matka y la cruz del milenio
Parque Nacional Mavrovo
Museo de coches Filip en Krklino (Bitola)
Escapada a Kosovo, el país más joven de Europa
Los yacimientos de Stobi y Heraclea Lincestis
El pueblo pintoresco de Kratovo y las Stone Dolls
Stobi, Popova Kula y Tivkes, vinos y bodegas de Macedonia
Cascadas y monasterios en Strumica al sur de Macedonia
Cómo llegar a Macedonia
Hasta ahora había vuelo a Macedonia desde España a través de Barcelona, gestionado por Wizzair, pero parece que la aerolínea húngara está pensando en suprimirlo. Las otras opciones pasan por volar a Tesalónica en Grecia (con Ryanair desde Girona), o con escala a Albania o Montenegro y luego cruzar a Montenegro. Finalmente una buena opción es volar a Sofía en Bulgaria y luego solicitar un traslado a Skopje con precios bastantes económicos.
Alojamiento en Macedonia
Los precios de los alojamientos en Macedonia son muy económicos y es una ventaja para economizar durante el viaje o elegir hoteles con algunos extras. Normalmente todos tienen WIFI, y es cierto que el número de estrellas en los hoteles no es totalmente indicativo de la calidad, por lo que mejor guiarse por los comentarios o por las fotos.
Alquiler de coche vs excursiones
La conducción en Macedonia no es para todos, pero si ya hemos recorrido Italia no nos vamos a asustar. Es cierto que hay ciertas normas no escritas que a veces pueden confundir al viajero pero la asimilación es rápida. Por tanto, si nos gusta viajar de forma independiente y a nuestro aire el alquiler de coche es una elección ideal a nuestro entender. Por otro lado la comodidad de los tours y excursiones organizados, los precios baratos y el simple hecho de olvidarnos si tomamos unas cervezas o visitamos las bodegas, también son una razón para contratar un conductor o un guía. Nosotros hemos conocido opciones muy recomendables, además de servicios de transfer, por lo que nos podéis escribir y os ayudaremos.
Clima y tiempo
La mejor época para viajar a Macedonia es junio o septiembre, dos meses con luz y con un clima normalmente excelente. Julio y Agosto pueden ser meses de mucho calor, y como las únicas opciones para bañarse son los lagos, hay que pensar que en las horas centrales del día podemos sufrir bajo el sol. Por otro lado en invierno acuden muchos turistas atraídos por los precios económicos de las pistas de esquí y los resorts, y es cierto que los famosos inviernos con metros de nieve cada vez son menos frecuentes, aunque es probable que en zona de montaña algunas carreteras estén cortadas.
Información práctica de ayuda para el viaje a Macedonia
Moneda: Denares macedonios. En algunos lugares turísticos como Ohrid aceptan euros o incluso en los peajes, aunque con una conversión clara a favor de ellos. En las ciudades importantes como Skopje y Ohrid hay numerosos lugares para cambiar moneda, y en bastantes restaurantes es posible pagar con tarjeta, pero siempre es mejor preguntar primero.
Comunicaciones y Transporte: Las carreteras de Macedonia están en buen estado, con algunas autopistas (de peaje) ya construidas y otras en ejecución. Si hemos viajado antes a Italia se puede comparar diciendo que las carreteras en Macedonia están mejor que las italianas. Si tenemos intención de movernos a pueblos en montaña o hacer trekking es posible que las carreteras sean más estrechas, con curvas y en algunos casos de tierra. El GPS o Google Maps no siempre ofrecen la mejor ruta ya que sus «atajos» suponen pasar por centros de pueblos o por caminos en no tan buen estado, así que en la medida de lo posible es mejor dejarnos guiar por los habitantes.
Enchufes: Son los mismos en formato y potencia que en España.
Oficinas de turismo: Son de poca ayuda, y cuando aparecen indicadas en el mapa no siempre están abiertas o en uso (después de verano cierran normalmente). Por otro lado hay agencias de turismo privadas que ejercen de oficina de turismo, vendiendo sus actividades, y a veces cobrando por los folletos.
Seguridad: Macedonia es muy segura. No vivimos ninguna situación de peligro, ni siquiera robos. Es cierto que hay gente pidiendo limosna, muchas veces aprovechando a los niños, pero no hay problema es caminar por la noche.
Y si aún quieres conocer más te invitamos a que leas nuestra nueva guía de Macedonia, una web con información detallada sobre que ver y hacer.
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