En el corazón de la Provenza, entre campos de lavanda y viñedos un mar de colores fulgurantes, rojizos y anaranjados sumergen al visitante en un paisaje insólito. Dos sitios naturales fantásticos y sorprendentes: el llamado “Colorado Provenzal”, en Rustrel y el “Sendero de los Ocres”, en Roussillon. Paisajes hechos por la mano del hombre y por el paso del tiempo. Siglos de explotación de las canteras de ocres del Luberon han dado lugar a dos rutas de senderismo donde tiene cabida el encantamiento. Hoy les hablaremos de una de ellas, la del Colorado Provenzal.
Maravillas en el Macizo del Luberon. Campos de lavanda, pueblos provenzales
Qué ver, qué hacer en el Luberon
El Luberon es uno de los destinos favoritos de muchos viajeros que buscan en la Provenza los campos de lavanda entre mediados del mes de julio y mediados del mes de agosto. Espléndidas extensiones de lavanda cubren el Luberon en está época. Y, en medio de esta belleza natural, efímera, un patrimonio excepcional: pueblos provenzales bien conservados, muchos de ellos colgantes, situados en espolones rocoso, con casas de piedra y callejuelas sinuosas que dibujan un laberinto en el que es un placer perderse. Gordes, Sault, Apt, Bonnieux, L’Isle sur la Sorgue, Forcalquier, Manosque,…
Acompáñennos pues a una ruta por dos de los pueblos provenzales del Luberon, Rustrel y Roussillon, que poseen además sitios naturales de excepción, construidos por el hombre en las entrañas del Macizo del Luberon, ligados a la historia industrial del color: los Ocres del Luberon. Les invitamos a las rutas por el sendero de los Ocres del Roussillon (en un próximo artículo) y por el Colorado Provenzal, en Rustrel.
Los Ocres, un poco de geología
El paisaje del Macizo de los Ocres del Luberon es una formación geológica de lo más original, en la que ha intervenido el hombre y la erosión. Para comprender mejor este sitio natural es preciso saber algo de su geología. Cuando todavía la Provenza estaba bajo el agua, los sedimentos marinos se fueron acumulando durante millones de años: calizas blancas, arcillas grises y arenas verdes con arcilla rica en hierro. La Provenza surgió con los movimientos tectónicos, y se instaló un clima tropical con lluvias torrenciales que alteraron las arenas verdes que se convirtieron en arenas ocres y blancas. La maravilla natural del Macizo de los Ocres que vemos hoy luce por su rica paleta de colores, que no son más que caolinitas cristalizadas (silicatos de aluminio) pigmentados por goethita, limonita, hematita.
El ocre, pigmento natural
El ocre es un pigmento natural mezclado con arena de los acantilados. El óxido de hierro lo tiñe desde el amarillo al violeta. Se utiliza desde la Prehistoria – se utilizaron en las pinturas rupestres de las Cuevas de Lascaux – y su explotación en Provenza data de los romanos, y en el Luberon se convierte en un producto industrial cuando a finales del siglo XVIII, en Roussillon se le ocurre a Jean-Etienne Astier lavar las arenas de los ocres para extraer pigmento puro. Se utilizó en la construcción, en la pintura, la coloración,…En Rustrel trajo la prosperidad. El mineral se extraía a cielo abierto y se lavaba allí mismo, transportando la mezcla de agua y mineral por los riachuelos – que más tarde veremos en la ruta por el Colorado Provenzal -, que se separaba por sedimentación en un estanque de decantación. Tras el secado hay un trabajo de secado, cocción, molido, tamizado y acondicionamiento.
Los visitantes pueden hacer una visita guiada de la reconstitución a pequeña escala de la epopeya industrial de la explotación de los ocres en el “Lavado de los Ocres del Colorado Provenzal”.
Visita del Colorado Provenzal, los Ocres de Rustrel
En nuestra ruta por la Provenza, recorremos en esta ocasión uno de los pueblos provenzales del Luberon, dejando para otra ocasión los campos de lavanda de Gordes, Apt o Forcalquier. Nos detenemos en Rustrel, un pueblo medieval situado a 1 hora de Aviñón y a 10 km de Apt, en un entorno natural de gran belleza, entre los Montes de Vaucluse y la colina de Caseneuve. Un pueblito provenzal encantador con sus casas de piedra, la Iglesia románica de Nôtre Dame des Anges del siglo XII. Uno de los monumentos más imponentes de Rustrel es el castillo del siglo XVII, sede del ayuntamiento, un molino de aceite del siglo XVIII (abierto al público en verano), y una fábrica de hierro. Paseamos por el pueblo antes de dirigirnos al Colorado Provenzal.
Con ese nombre intuimos que debe ser un sitio natural excepcional que recuerda al Cañón del Colorado de Estados Unidos por su paisaje insólito, vestigios de antiguas canteras de ocres de diferentes tonalidades explotadas en la zona desde fines del siglo XVII hasta el año 1992.
Estacionamos en un parking bien acondicionado situado en la carretera D22, y tras 300 metros nos encontramos en el punto de partida de la Grande Randonnée 6 (GR6), la ruta de senderismo principal del Colorado Provenzal.
Ruta entre acantilados y esculturas color ocre. Un mundo de color
La ruta Grande Randonnée 6 (GR6), que comienza en el Circo de Barrières, nos lleva desde el primer momento por un sorprendente mundo de color. No sabía que el ocre podía tener tantas tonalidades, es realmente bello, un lugar que es paraíso para los fotógrafos que encuentran una foto en cualquier rincón. Nosotros nos paramos a contemplar esta belleza, sin dejarnos de asombrar por lo extraordinario del lugar.
Seguimos un camino señalizado en verde a través de un bosque, para después tomar otro sendero con la señalización en blanco hasta pasar por el Río de Arena, que pisamos como si caminásemos por una alfombra. Desde allí, las vistas del Circo de Barrières son extraordinarias. Pasamos por esculturas con formas originales, sorprendentes. Si se continúa el sendero hay pequeñas cascadas, más bosque, otro riachuelo.
Los vestigios de la explotación de los ocres en el pasado son evidentes. Hay galerías y túneles, y también vías de ferrocarril y vagones abandonados. A lo largo del recorrido hay cabañas y abrigos que atestiguan la existencia en el pasado de una importante industria de explotación de los ocres.
El lugar que fue en otro tiempo un sitio de explotación natural es hoy un magnífico sitio de interés turístico, otra excusa más para venir de vacaciones a la Provenza.
Las Chimeneas de las Hadas
Y como si fuera poca la belleza ocre que nos envuelve a lo largo de esta ruta de senderismo, nos acercamos a uno de los lugares más bellos del Colorado Provenzal: Las Chimeneas de las Hadas (Cheminées de fée).
Para llegar allí pasamos antes por el Desierto Blanco, conocido como “Sahara”, las tonalidades cambian aquí, hasta llegar al Circo de Bouvène, y después a las Chimeneas de las Hadas. Enormes rocas de mineral de hierro con formas de chimenea que adoptan diferentes tonalidades de ocre: anaranjado, rojizo, amarillento, blanquecino, violáceo,…
Nos quedamos un buen rato disfrutando de estas esculturas insólitas, cuyas siluetas se recortan contra el cielo azul de la Provenza. Un buen momento para hacer un picnic y disfrutar bajo la sombra de los árboles de este espectáculo realizado por los artesanos de los ocres, el hombre, pero también la erosión, la lluvia y el viento.
El sol comienza a caer en el Colorado Provenzal, intensificando el colorido de los ocres, un atardecer que se torna mágico en este lugar excepcional.
Informaciones prácticas
Cómo llegar al Colorado Provenzal
El pueblo de Rustrel se encuentra a 1 hora de una de las ciudades más importantes de la Provenza: Aix-en-Provence por la autopista A7, a 1h10 de Marsella, a 1h15 de Aviñón por la carretera D900.
Hay un parking de pago en el Colorado Provenzal, fuente principal de financiamiento de las obras de acondicionamiento del lugar.
Podrían aprovechar su visita al Colorado Provenzal para hacer la Ruta de la Lavanda por los pueblos del Luberon.
Más información sobre La Provenza
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