Ruta de los murales por Bilbao. El Street Art pinta la ciudad con Graffitis

Bilbao ha cambiado mucho. En los años 80 y 90 los únicos graffitis eran la manifestación de los convulsos años que vivió el País Vasco y España. Dianas amenazantes, loas a ETA y a los presos o banderas pintadas eran la pobre temática que cubrían las paredes de un Bilbao igual de gris.

El arte urbano en Bilbao ha tomado otros derroteros y numerosos artistas locales y extranjeros han plasmado sus obras en edificios, pilares de puentes o laterales de las autopistas. Las ediciones del festival de arte urbano Festival Blv-Art han contribuido a que Bilbao se pinte de color.

Bilbao es nuestra casa, y como buen refugio al volver de la acumulación de viajes, nos proporciona el placer de recorrerla con tranquilidad desgastando las aceras. El pasado obrero e industrial todavía es una huella arquitectónica y caminar por los diferentes barrios de Bilbao nos permite redescubrir y poner en valor un patrimonio a menudo poco valorado por nosotros mismos.

Iniciamos la ruta en el barrio de Irala, cuya transformación urbanística gracias al soterramiento de las vías del tren ha servido para romper el aislamiento que tenía con Rekalde y Amézola. Después de cumplir 100 años de vida en 2017, el barrio ha reivindicado su historia. Pocos saben que fue el primer barrio satélite creado en España, es decir, un proyecto urbanístico de la mano del emprendedor Juan José Irala -y ejecutado por el arquitecto Federico Ugalde – que permitió dotar de viviendas asequibles a obreros de su empresa Harino Panadera, y más tarde una incipiente clase media que adquirió casas como las «villas» de colores de estilo inglés que aún perviven en Irala.

Casas de colores en el barrio de Bilbao de Irala
Casas de colores en el barrio de Bilbao de Irala

Casi al final de la avenida Kirikiño se alcanza la plaza cerrada por un anfiteatro de casas cuyas fachadas han sido pintadas con murales. El conjunto de Street Art es uno de los mayores en extensión de Bilbao, y poco a poco los vecinos se están acostumbrando a que lleguen viajeros armados de cámaras de fotos. Jorge Rubio, Fermín Moreno y José Ramón Bañales estuvieron detrás del diseño, repitiendo en la decoración del pabellón de deportes de la Casilla.

Murales al final de la Avenida Kirikiño
Murales al final de la Avenida Kirikiño

Continuamos la ruta cruzando Juan de Garay, a la altura del cuartel donde durante años hubo manifestaciones para lograr la abolición del servicio militar obligatorio. Esta arteria es una de las entradas al botxo, el corazón de Bilbao envuelto de las montañas. Al otro lado comienza el conjunto de nuevas viviendas del barrio de Miribilla, donde se encuentra el nuevo Pabellón de Deportes y el parque que actúa de nuevo pulmón de Bilbao. Desde el parque las vistas de Bilbao son prodigiosas en este día soleado, y poco a poco vamos bajando por la Calle Mina San Luis hasta la nueva parada, el graffiti en la fachada de una casa en la calle Santiago Aznar, frente al bar Carvi. La obra es de Aryz (2014), titulada ‘El fin justificado’ y representa tanto la evolución de los homínidos como hileras de cuerpos enterrados siguiendo ritos funerarios.

Mural El fin justificado
Mural El fin justificado

Murales Bilbao la Vieja

Muy cerca está la ría y siguiendo la ribera del Muelle Urazurrutia hay varios graffitis poco conocidos, primero un oso en unas escalera y luego ya cerca del puente de San Antón un clásico, los coloridos tonos de Erb Mon, al lado de la Casa Cuna, un edificio de la caridad obra de Ricardo Bastida en 1916, con influencias del modernismo catalán.

Graffiti de Erb Mon
Graffiti de Erb Mon

La calle de las Cortes y San Francisco no han sido ajenas a la revolución que ha vivido Bilbao. Las calles de Bilbao la Vieja fueron un foco conflictivo en los años 80 y 90, degradadas por la presencia del trinomio delincuencia, drogas y prostitución. Simplemente pasar por allí era un ejercicio cuando menos arriesgado en unos años de sombras alargadas. Hoy en día algunos problemas persisten pero sin duda la presencia del turismo ya delata que las cosas han cambiado. Museos como el de las Reproducciones Artísticas en el interior de la antigua iglesia neogótica del Corazón de María desde 2006;  galerías de arte como SC Gallery – Gallery + Art Management, o bares de moda son síntomas de la reconversión de las Cortes.

Algunos puntos de la ruta incluyen el graffiti ‘Futurismo primitivo’ (2012) , del autor catalán Sixe Paredes en unas escaleras al comienzo de la calle Bilbao la Vieja (número 29). Un poco más arriba, algo escondidos entre la maraña de calles y cuestas están dos fachadas pintadas, una con motivos geométricos de colores vivos que se fusionan con las ventanas donde los vecinos cuelgan la ropa (Obra de Anna Taratiel OVNI en la Plaza de los Tres Pilares); y otro gran mural de unos coches ya cerca de la Calle Olano.

Graffiti Futurismo primitivo en las Cortes
Graffiti Futurismo primitivo en las Cortes

En la misma calle Olano se alza el Horno de calcinación de la mina de San Luis, junto a la reformada Plaza Saralegi. Afortunadamente se ha conservado uno de los pocos hornos que quedan, y que son patrimonio de la actividad minera de Bilbao. Con el agotamiento de la extracción de hierro en el País Vasco se empezó a emplear la siderita (carbonato de hierro) como alternativa. Aunque menos pura (la concentración férrea es menor al 50%) el mineral extraído en la misma colina donde se encuentran las casas, se calcinaba para eliminar las impurezas, y luego se cargaba en la ría para ser transportado en barco. La mina de San Luis estuvo activa hasta 1960 y hoy el horno está integrado en la fisonomía de un barrio a tiro de piedra del Casco Viejo.

Siguiendo por la Calle de las Cortes nos paramos a fotografiar la pared donde está «Adolescente» y «Águilas vs Drones», de Andoni Euba, y en nada llegamos a la esquina con la calle Laguna donde dos graffitis lucen en las esquinas opuestas. En un lado los ojos inocentes de la obra «Niño Jama Masjid» de los colombianos Stinkfish y Juan Malk, y en el otro la representación de una mujer con un corazón en la mano, de la artista Ruth Juan (creadora de Junita Makina), que reza «Al que esté triste ilumínale».

Mural en las Cortes
Mural en las Cortes

El puente de la Ribera nos conduce al casco viejo donde hay algunos graffiti que no hay que dejar de visitar, y dirigimos la vista a la derecha advertiremos que en el lateral de una fachada hay una reproducción de los vagones aéreos que transportaban mineral. Uno curioso y que a veces pasa desapercibido está en el techo de los soportales frente al Mercado de la Ribera, «La leyenda de Kixmi» de Roberto Zabildea, que reproduce la historia oral sobre como la mitología precristiana en la zona rural del País Vasco actual denominaba despectivamente (Kixmi equivaldría a monito) a la figura de «Jesús».

El corazón de la villa bilbaína es objeto de actuaciones constantes, algunas con una vida corta, pero siempre conviene recorrer las siete calles para detectar novedades. Nosotros tomamos camino hacia la Plaza Unamuno, que da nombre a un genio literario denostado por un carácter y un pensamiento que no dejaba títeres con cabeza ni contentos a ninguno de los que señalaba con sus afiladas palabras. Desde la plaza ascienden las escaleras de Mallona, y al principio está el edificio de la antigua estación de las Calzadas cuyos trenes enfilaban camino a Lezama y el cementerio. Hoy es la sede del Museo de Arqueología de Bizkaia que tenemos el gusto de conocer, pero hoy los pasos nos llevan al mural que oculto está detrás del edificio, y que podemos alcanzar si tomamos el desvío a la izquierda situado por encima de la entrada al museo.

Mural en la antigua estación de Mallona
Mural en la antigua estación de Mallona

El mural del tren que parte de Eva Mena nos escenifica como eran los andenes que estaban situados justo en este lugar, y el realismo nostálgico del mural es una de las expresiones de Street Art más carismáticas de Bilbao.

Ahora toca andar un rato, sorteando el Arenal y caminando por el cauce la ría del Nervión pasamos primero el puente de Calatrava hasta llegar al puente de la Salve junto al Museo Guggenheim. En los pilares del puente el mural se ha convertido en una institución y en una invitación a la comunicación don dos mujeres de diferente edad que charlan. Es obra de Verónica y Christina Werckmeister (pintado en 2012), y lleva por título ‘Giltza bat’ («Una llave» en Euskera)

Mural Giltza bat
Mural Giltza bat

La ría nos sirve de nuevo de «autopista» para llegar a otro punto panorámico desde donde disfrutar de dos inmensos murales. El primero es uno de los más nuevos, titulado «Soñar» (2015) del artista madrileño «Spy», y es que precisamente esta es la palabra que como un gigantesco cartel publicitario, sobresale de entre el conjunto de casas del barrio de Olabeaga. Para disfrutarlo podemos pararnos en el puente Euskalduna o continuar hasta la isla de Zorrozaure, que espera el gran proyecto de reconversión de esta otrora zona industrial.

Mural Soñar en Olabeaga
Mural Soñar en Olabeaga

Más arriba, camuflada en la ladera de la montaña de Enekuri, y «orquestando» el intenso tráfico de la autovía A8, el mural «Miradas de Bilbao». Es obra de Jorge López de Guereñu y es uno de los más grandes del mundo, de hecho está en la lista de los Records Guiness. Se emplearon más de 600 litros de pintura y el tamaño es tal, que sus 3.595,51 m² de lienzo fueron un auténtico desafío para su autor.

Pero la ruta del graffiti no acaba aquí, cada día nacen nuevas propuestas, y nos queda pendiente visitar algunos lugares como la calle Mena 5, donde está la obra de Bada, Fermín Moreno, Jorge Rubio (2002); las fachadas pintadas en Bolueta, el Mural céramico bajo la autopista de Rekalde, los numerosos que hay en Zorroza en las afueras de Bilbao,  o el mural fotográfico de Matiko de Estudios Durero (2016), así que iremos actualizando el artículo.

Mapa de la ruta de los murales y graffitis de Bilbao

El Mapa es un «regalo» prestado de la web Bilbao Arte en la calle que es la mejor manera de estar al tanto de las novedades de murales y graffitis en Bilbao. Y si te gusta el mundo de los graffiti puedes leer nuestro artículo de arte urbano por el mundo.

3 comentarios de “Ruta de los murales por Bilbao. El Street Art pinta la ciudad con Graffitis

  1. Es un buen artículo sobre el stret art, arte de la calle, en la ciudad de Bilbao y su conurbación.
    Me atrae por lo detallado de las obras y lo fácil de encontrar su ubicación.
    Si que me agradaría que escribierais sobre el graffiti de la old School de Bilbao, pues estuve por los años 90 y tomé algunas fotos del mismo y no se como localizar más material del periodo de inicios de este movimiento.
    Mis felicitaciones por el artículo que si tengo oportunidad me servirá de guía. Enhorabuena.

    1. El Giróscopo Viajero

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      Hola Tacho!

      Gracias por tus palabras y tus comentarios. Cuando pasemos de nuevo por Bilbao haremos un recorrido para sacar más fotos y encontrar más graffiti en la ciudad.

      Saludos!!

  2. Hola
    Me parece una idea excelente la ruta de los graffitis de Bilbao. Me gustaría saber quien es el autor del mural cerámico que hay en Luis Power 18, en Deusto.
    ¡Enhorabuena por el trabajo!

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