Génova, su puerto, su acuario y su patrimonio Unesco

A priori Génova se antojaba únicamente como punto de llegada para el viaje a Cinque Terre, y sin embargo desde el momento que empezamos a indagar los atractivos de la ciudad nos fue captando interés. Una vez en comunicación con los responsables de la oficina de turismo y de la región de Liguria, nos fueron abriendo las puertas y visitas de los monumentos y museos más importantes de la ciudad.

Fachadas del puerto de Génova
Fachadas del puerto de Génova

Historia de Génova

Para entender Génova conviene conocer su pasado, su historia y su vocación marítima. La república de Génova fue autónoma e independiente entre los siglos XI y finales del XVIII, con un control comercial, económico y político que trascendió la costa ligur, y que con sólidas conexiones estables tejía su red hasta el norte de África, Crimea y las islas de Córcega y Cerdeña.

La inmensa riqueza arquitectónica de Génova es fruto de ese pasado glorioso, primero con la pujanza de la República Genovesa que se plasmaba con el poder de las familias Spinola, Fieschi, Grimaldi o Doria; y luego con ese estrato de prestamistas y banqueros que daban crédito a las monarquías europeas -especialmente la de Carlos V- a cambio de unos intereses notables que permitieron la llegada de la plata de América. Esa riqueza se traducía en un hormiguero de familias aristocráticas que compitieron por levantar palacios más esbeltos y lujosos, dando lugar a la actual Via Garibaldi y los Rolli, los palacios que Unesco concedió el estatus de Patrimonio de la Humanidad.

Génova era conocida como la «Superba«, la Soberbia, y formaba parte del Grand Tour del Viaje a Italia que los ilustrados y artistas trazaban por Italia. Por Génova pasaron Montaigne, Blasco Ibañez, Rubens, Montesquieu, el Marqués De Sade, Goya, Goethe, Sthendal, Shelley, Byron, Dickens, Flaubert, Turner, James, Browning o Proust, dejando para bien o para mal múltiples sensaciones en la mente y obra de ellos.

Qué ver en Génova

Es cierto que la ciudad desprende un aire decadente, que por momentos da una sensación agridulce al ver edificios emblemáticos como el Palazzo del Principe, Andrea Doria, en un estado de degradación importante, o el ambiente sombrío y algo lúgubre de los Caruggi, las callejuelas estrechas que se adentran en el centro desde el puerto. Pero no hay que dejarse llevar por las primeras impresiones y cuando paseamos por otras zonas nobles del centro de Génova descubrimos que el trabajo de recuperación de insignes edificios barrocos y palacios renacentistas es palpable y meritorio.

El proyecto del arquitecto italiano Renzo Piano pretendía abrir Génova al mar de nuevo, recuperando para el turismo y el ciudadano genovés espacios desde donde las naves de la Serenínima República había controlado gran marte del Mediterráneo. El aniversario del quinto centenario de la llegada de Colón a América 1n 1992, -una figura que reclaman para sí los genoveses- sirvió de estímulo para que una contundente inversión pusiera en marcha la reconversión del puerto. La fuerte crisis económica y decadencia que había provocado una emigración masiva de genoveses e italianos hacia América, había transformado la ciudad para convertir el puerto de Génova en un puerto industrial y comercial, dando la espalda a la ciudad. Renzo Piano planteo un proyecto de revalorización, con una apuesta firme por los espacios culturales y de ocio, y donde el acuario, la Biosfera, el ascensor BIGO y los museos han añadido un plus de interés a la ciudad de los Rolli.

Desgraciadamente la presencia del viaducto que sobrevuela el puerto hiere la vista, rompiendo la estética de cualquier ciudad costera que mira al mar, y desgarrando y dividiendo el centro de la ciudad del paseo marítimo. El ayuntamiento tiene aquí una labor y un desafío de reconversión que de lograrse daría una nueva imagen de la ciudad.

Mapa del puerto de Génova
Mapa del puerto de Génova

La visita a Génova la distribuimos en dos días, el primero el de llegada, antes de comenzar el itinerario de los pueblos de Cinque Terre; y el segundo el último antes de partir rumbo a casa.

Los planes los modificamos sobre la marcha porque al comprar los billetes de avión meses atrás no nos percatamos de que ese fin de semana era puente por la fiesta del 25 de abril, la liberación de Italia frente a los nazis, que caía en lunes. Por este motivo Génova bullía, especialmente con familias que se atiborraban en colas infinitas para visitar el acuario.

Ante esta perspectiva de no disfrutar la visita al acuario decidimos posponerla al último día y centrarnos en otros espacios menos masificados, y la verdad es que dimos en el blanco.

La invitación para conocer los Museos de Génova incluía el Acuario, el Museo del Mar Galata, el ascensor panorámico BIGO y el Museo de la Antártida. Los gestores de los edificios y de la oficina de turismo nos habían abierto las puertas para montarnos nuestro propio BlogTrip.

Biosfera

Como las oficinas del acuario están al lado de la Biosfera y apenas había gente, iniciamos nuestra ruta por el puerto visitando este pequeño ecosistema recreado dentro de una esfera de cristal. En su interior el calor aumenta para recrear el ecosistema tropical de América Central. Como si de una burbuja que flota en el agua se tratase, la fragilidad de este hábitat -cuyos cristales se empañan cuando afuera hace frío – sirve para concienciar sobre la importancia de la preservación de la naturaleza en otros climas y continentes lejanos al Mediterráneo.

Biosfera de Génova
Biosfera de Génova

Nos hizo ilusión reencontrarnos con algunas aves que habíamos conocido en Iguzú, Brasil, en el Parque das Aves, como la Ibis Colorada (Eudocimus ruber),  y que aquí revolteaban sin inmutarse por nuestra presencia.

La Biosfera, a la que llaman la Bolla di Renzo Piano se terminó en 2001, coincidiendo con la cumbre del G8 de Génova y funciona con un sistema computerizado que controla la temperatura para que no se produzcan variaciones que puedan afectar a la vida interior del globo.

La visita se hace rápido, pero merece la pena poner atención para detectar a algunas especies que se camuflan entre los árboles y las rocas, como tortugas, iguanas y mariposas. En la entrada está una de las mayores atracciones de la Biosfera, el papagayo blanco que con su grito y su movimiento danzón es la foto más buscada.

El papagayo blanco de la Biosfera de Génova
El papagayo blanco de la Biosfera de Génova

Museo de la Antártida

Optamos por empezar por el Museo Nacional de la Antártida MNA, que puede parecer un tanto anacrónico en un país que está lejos del polo sur, y cuyo clima poco se parece al frío glaciar. Sin embargo, de la mano de sus responsables conocimos que Italia posee una base científica permanente, llamada Mario Zucchelli, al sur de Australia, sobre territorio antártico.

Espacio selfie del Museo de la Antártida de Génova
Espacio selfie del Museo de la Antártida de Génova

El museo acerca al público diferentes ámbitos del continente helado, desde un punto de vista geológico, naturalístico y paisajístico, con especial atención a la labor y condiciones de vida de los investigadores que pasan allí largas temporadas para estudiar la Antártida.

La parte interactiva del museo permite ponernos las chaquetas que emplean en las condiciones extremas de frío, y sacarnos una foto selfie subidos en la moto de nieve o el quad, o incluso meternos en las tiendas que se emplean.

Submarino d exploración en el Museo de la Antártida
Submarino d exploración en el Museo de la Antártida

Se expone material auténtico utilizado por los exploradores en el siglo XX, cuando se desarrollaron numerosas misiones de exploración. Y la verdad es que al confrontar el equipo con las herramientas actuales sorprende como aquellos aventureros pudieron llevar a cabo la conquista de los polos.

Centro histórico de Génova

Dejamos el puerto a la altura del Palazzo San Giorgio, uno de los más elegantes de la fachada costera para introducirnos por los caruggi, esos callejones que gracias a su estrechez permitían defender el corazón de la ciudad evitando que entrasen muchos enemigos a la vez y con material más pesado. Enseguida tropezamos con la Loggia dei Banchi, y cruzamos las animadas calles llenas de históricas tiendas que aún resisten las opas hostiles de las grandes marcas que la globalización ha llevado a copar en las principales ciudades de todo el mundo.

Palazzo San Giorgio
Palazzo San Giorgio

Disfrutando de los contrastes de luz entre las calles sombriegas y las fachadas que se estiraban para que el sol las iluminase, aparecimos en Piazza de Ferrari, un escenario donde la luz baña los edificios del Teatro Carlo Felice, el monumento de Garibaldi, el Palazzo de la Borsa y el lateral del Palazzo Ducale, cuya fachada da a Piazza Matteoti. La fuente preside el centro con su armoniosa ofrenda de agua.

El itinerario nos condujo a la Porta Soprana, la icónica entrada a la ciudad, que conserva sus torreones y parte de la muralla que defendía el sur de la ciudad. A su lado los restos del claustro del convento de Sant’Andrea.

Camino de Porta Soprana
Camino de Porta Soprana en Génova

Anexo al jardín del Claustro se encuentra la denominada Casa de Colón, en la que se dice que vivió la juventud el navegante de mil patrias, que seguramente poco le importaba su origen y mucho le interesaba conocer otros lugares. Nos contentamos con verla desde fuera porque el precio de visita nos pareció algo elevado en comparación con otros lugares de Génova que preferíamos disfrutar. De modo que continuamos, esta vez deshaciendo los pasos en dirección a la Catedral.

Claustro de Sant'Andrea
Claustro de Sant’Andrea en Génova

Antes de alcanzarla aparecimos en la fachada del Palazzo Ducale, desde donde la foto de uno de los edificios más importantes de Génova es mucho más amplia. Sede del gobierno de la República Genovesa, el palacio existe desde el Siglo XIII cuando después de las victorias contra su rival Pisa, Génova incrementa su poder político y necesita una sede que represente su hegemonía. Las familias Doria y Spinola promueven su construcción, si bien lo que vemos hoy es el resultado de una profunda reconstrucción tras el incendio del siglo XVIII.

Palazzo Ducale de Génova
Palazzo Ducale de Génova

Actualmente su función ha cambiado totalmente y es un espacio colectivo donde se suceden las exposiciones de arte más destacadas que llegan a Génova. Nosotros nos quedamos con ganas de ver una de nuestros fotógrafos preferidos, Sebastião Salgado, cuya última colección estaba de paso en la ciudad.

En la misma calle ya empezamos a ver el lateral de la catedral de San Lorenzo, cuya fachada nos daba la bienvenida unos pasos más adelante. Bien por la verticalidad o por el pequeño espacio de la plaza por la que se accede, a nuestra cámara le costaba abarcar toda la fachada, que bien merece un descanso para advertir los detalles. Los leones de cara triste que presiden la escalinata de entrada eran domados por niños que los cabalgaban y al entrar…

Catedral de Génova
Catedral de Génova

Los Palacios Rolli de Génova

Cuando embocamos gelato en mano Via Garibaldi, la antigua Strada Nuova nos invadió una sensación de ir en cámara lenta, parando cada pocos pasos a observar los detalles de las imponentes fachadas de los palacios.

Abigarrados y pegados entre si se iban sucediendo los antiguos palacios nobiliarios, los Palazzi dei Rolli, llamados así por ser los «Palacios de la lista», excelsas obras de vanidad que hoy nos permiten ver esa competencia por lo estético que desbordó a la aristocracia genovesa y las familias célebres de la ciudad como los Doria o los Spinola. Las personalidades importantes de la época, reyes, embajadores, papas, y artistas se hospedaban en los Rolli siguiendo un acuerdo que sorteaba el palacio que los alojaría, en función de tres niveles de calidad o exigencia, despertando una competición de egos por presumir quién albergaba a la celebridad de turno.

Interior de la Cámara de Comercio, uno de Palazzo Rolli de Génova
Interior de la Cámara de Comercio, uno de Palazzo Rolli de Génova

Artistas célebres de la época pasaron por Génova para dejar su impronta en los Rolli, como Rubens, Van Dyck, Caravaggio, Zurbarán o Murillo. Unesco quiso premiar en 2006 la concentración arquitectónica de los Rolli de Génova, incluyendo 42 edificios en este patrimonio de la Humanidad.

Palazzo Rosso, uno de los Rolli de Genova
Palazzo Rosso, uno de los Rolli de Genova

El Palazzo Tursi, el Palazzo Bianco, el Palazzo Rosso, el Palazzo Reale y el Palazzo Spinola di Pellicceria son hoy sedes de diversos museos pictóricos e históricos, donde no sólo prima la belleza del contenido, y donde el contenedor es en si una obra de arte, con frescos y mobiliario de una belleza que nos recordaba a los frescos de los Museos Vaticanos y de algunas villas palaciegas de Tívoli o Florencia.

Nuestro primer día en Génova acababa y después del intervalo para visitar Cinque Terre volvimos para seguir con la crónica de los espacios que no habíamos terminado de ver.

El acuario fue lo primero con lo que empezamos el día tras llegar en tren de la Spezia. Sabíamos que nos llevaría un buen rato así que madrugamos y a las 9 y media ya estábamos iniciando el recorrido que os contamos en este artículo sobre la visita al acuario.

Cabracho del acuario de Génova
Cabracho del acuario de Génova

Tres horas después salíamos del acuario para continuar recorriendo Génova, y como lo más cercano era el BIGO nos dirigimos hacia allí.

BIGO, el ascensor panorámico

El BIGO es un curioso ascensor panorámico que asemeja una araña, un pulpo o un monstruo marino que emerge de las aguas del puerto de Génova. Obra también de Renzo Piano, las comparaciones son habituales con sus visitantes, muchos de ellos sin entender la simetría con la que quería reproducir el arquitecto las estructuras de grúas que no lejos siguen cargando containers en los buques de carga.

Bigo, el ascensor panorámico de Génova
Bigo, el ascensor panorámico de Génova

La cabina que se alza verticalmente llega hasta los 40 metros, desde donde la perspectiva del puerto y de los edificios de las colinas es fantástica para tomar fotos panorámicas.

Museo del Mar Galata

Nuestra última visita de Génova la dedicamos al Museo del Mar, sin duda uno de los más completos de su genero, ya que además de destacar por el tamaño (tres plantas), la calidad de las exposiciones sin duda hace merecedor del tiempo que dedicamos.

Barco a escala de los transatlánticos que salían del puerto de Génova
Barco a escala de los transatlánticos que salían del puerto de Génova

La primera planta comienza con una aproximación a los inicios del puerto de Génova, con los primeros asentamientos en la bahía, la transformación del puerto mediante técnicas para ganar terreno al mar, desecar espacios y construir los astilleros donde se empezaron a fabricar barcos. Génova, uno de los puertos más importantes del Mediterráneo extendió sus lazos comerciales por toda la extensión, desde España hasta Crimea y el Norte de África, y los mapas y paneles nos transportan a esos siglos de la Edad Media y el Renacimiento en los que la ciudad era una metrópoli y una potencia marítima. Los vídeos interactivos nos ponen en el centro de la historia, pudiendo elegir el rol que interpretamos, seamos marinero alistado, reo o esclavo.

Galeón en el Museo del Mar Galata
Galeón en el Museo del Mar Galata

La segunda planta avanza cronológicamente con la evolución tecnológica de los barcos que ya emplean el carbón como combustible, y con una impresionante recreación del Brigantino Anna.

La tercera planta está dedicada a la emigración italiana hacia América, principalmente a Estados Unidos, y refleja la situación de los que partían desesperados en busca de la prosperidad. La teatralización de las salas permite acercarse a la dura experiencia del viaje transatlántico en unas condiciones pésimas de higiene. El toque ameno con el que se escenifica, como si nosotros mismos fuésemos los pasajeros, llevando con nosotros un pasaporte ficticio que nos da una personalidad concreta lo hace más divertido. A nosotros nos tocaron el de un anarquista que huye por la represión política, y el de un empresario que viaja en primera clase.

Pasaporte para el embarque del viaje interactivo en el Museo Galata
Pasaporte para el embarque del viaje interactivo en el Museo Galata

Además del contexto previo y durante el viaje, la exposición refleja lo que los emigrantes encontraron al llegar a las costas de Estados Unidos, Argentina y México, con explicaciones de personas reales cuya historia se relata.

Como contraste, varias salas contraponen el drama de los refugiados que llegan a las costas italianas cruzando el Mediterráneo, arriesgando sus vidas, gracias a los testimonios de la experiencia de varios inmigrantes que explican sus vivencias. Sin duda el acierto con el que se comparan ambas situaciones, no distantes temporalmente pero desgraciadamente lejanas y distintas a la hora de abordarlas.

En la darsena del exterior del museo está el Nazarius Saurio (S518), el submarino de la marina italiana que desde 2009 reposa» en el dique que se preparó ad hoc. En funcionamiento entre 1980 y…su último viaje fue desde el Arsenal de la Spezia donde hay una base del ejército, para cumpliar una función menos bélica y más productiva. Podemos conocer su interior para hacernos cargo de lo mínimos que pueden resultar los espacios en un sumergible que en ocasiones permanecía hasta un mes debajo del agua.

Submarino Nazario Saurio en el puerto de Génova
Submarino Nazario Saurio en el puerto de Génova

Hicimos buenas migas con el encargado y nos estuvo contando infinidad de anécdotas de los oficiales que habían estado al cargo del submarino durante su vida en activo. Desafortunadamente el tiempo pasaba rápido y nos quedamos con las ganas de escuchar más historias. El tiempo del viaje a Génova acababa y tocaba regresar.

Dónde comer en Génova

Para elegir restaurante donde comer nos dejamos guiar por las sugerencias de un amigo ligur de Imperia, que nos recomendó Da María, un local de comida casera y gastronomía ligur en la zona histórica de la ciudad. Nada más llegar ya nos pareció que la comida iba a terminar en homenaje porque en la entrada había una cola, especialmente de extranjeros, pero también de gente local que esperaba a las puertas del restaurante.  Afortunadamente y pese a ser sábado no esperamos mucho y nos ubicaron en el piso de arriba. El ambiente y la decoración es de trattoria de toda la vida, con decoración clásica y manteles de cuadros rojos y blancos que ahora se vuelven a  poner de moda pero que en Da María no eran vintage.

restaurantes_genova
Trenette al Pesto

El menú es amplio, variado y el encanto de que lo escriban a mano le da un toque auténtico. Nosotros optamos por troffie al pesto y trenette al pesto.

Consejos para llegar al centro de Génova

El aeropuerto de Génova, Cristoforo Colombo se conecta con el dentro de la ciudad a través del Volabus, un autobús rápido. La otra alternativa y desde luego más barata si contamos con algo más de tiempo es tomar el minibus que conecta con la estación de tren Sestri Ponente, a la afueras de Génova, y desde allí o bien subir a los autobuses 1 y 3 que se dirigen hacia el centro; o bien mirar horarios y si pasa el tren tomarlo para que nos deje en la estación de Piazza Principe, cerca del puerto. El billete de autobús+tren combinado es bastante más económico y en tiempo sumado es de aproximadamente una hora, mientras que el Volabus tarda menos de media hora en llegar al centro.

Agradecimientos

Muchas gracias al departamento de turismo y marketing de la Ciudad de Génova, al ente de turismo de la región de Liguria y a Costa Edutainment por su gentileza y facilidades para visitar el Acuario, el Bigo y los museos de la ciudad Galata y Museo Nacional de la Antártida MNA.

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