Costa Daurada ha sido durante décadas sinónimo de playas de arena fina y dorada que dan nombre a la costa. El fenómeno del turismo interior en los años 60, durante el desarrollismo, fomentó la creación del concepto turístico de la Costa Daurada, a la sazón la franja costera de la provincia de Tarragona.
En numerosas ocasiones hemos podido disfrutar de los rincones de la provincia de Tarragona y sus comarcas del Baix Penedès, el Tarragonès, el Baix Camp y Reus, la Conca de Barberà, el Priorat y l’Alt Camp; atentos siempre al testimonio arqueológico de la provincia romana Tarraconense con la colonia Colonia Iulia Urbs Triumphalis Tarraco, la actual Tarragona como capital, y con vestigios sorpendentes como el acueducto Pont del Diable, el Arco de Berà, las Villas Romanas de Centcelles en Constantí y Els Munts de Altafulla.
Sin embargo, en esta ocasión nos hemos centrado en el tramo de costa de Cambrils, Vilaseca, la Pineda y Salou, donde hemos disfrutado del famtrip Costa Daurada Life, un encuentro para mostrar y dar a conocer su patrimonio.
Desde la construcción del Parque de atracciones Port Aventura, toda Tarragona se posicionó como un destino familiar muy potente a nivel Europeo. Pero Costa Daurada es mucho más, y crece como destino para escapadas de pareja, fanáticos de la enogastronomía, deportistas de vela, trekking, escalada, pesca, y multitud de deportes náuticos como submarinismo.
La cercanía con Barcelona es un aliciente ya que funciona como un hub internacional que atrae turismo de todo el mundo, y permite al mismo tiempo excursiones para conocer la inmensa propuesta monumental de la capital de Cataluña.
Desde Salou, Cambrils y la Pineda también tenemos a mano el Delta del Ebro, que año a año aumenta su abanico de actividades que van desde las excursiones en barco, las rutas en bicicleta, su pródiga gastronomía y un creciente turismo ornitológico o de pesca.
Además en muchas poblaciones de la costa Daurada como Salou, o en Cambrils con su precioso Parc Samà, encontramos la huella del modernismo, con villas de las familias nobles de Reús que gracias a las fortunas amasadas en prósperos negocios con las colonias americanas, edificaron una arquitectura estival con residencias de verano cuando el calor apretaba y los «baños de mar» se comenzaban a popularizar.
Nuestra llegada a costa Daurada fue un festival, con una cena que no se acababa nunca en el Club Naútico de Salou, completada con Ron Cremat. Está compuesto de ron con café en grano, azúcar, piel de limón y especias como canela y que después de quemarse en la cazuela es realmente una pila calórica, utilizada por los marineros cuando salían a faenar, y que hoy en día en habitual en los conciertos de habaneras en Cataluña.
Después de la cena los organizadores del Costa Daurada Life nos sorprendieron con la fuente cibernética en el paseo marítimo, con un especátaculo de luces y sonido digno de ver. La historia de la costa tarraconina, sus tradiciones y su música habananera se mezclan para construir un mar de sensaciones plasmados en hologramas sobre las formas del agua de la Fuente Danzante.
Sin apenas respiro el estruendo llegó de la mano de los Ball Diables Maleïts de Salou (Baile de Diablos Malditos), cuyo bailes al son de los petardos hizo aún más mágica la noche, poniendo colofón al primer día.
Al día siguiente pudimos ponernos en contacto con hosteleros y asociaciones de promoción de la Costa Daurada en un workshop, antes de repartirnos para elegir la actividad del día. Parte de los asistentes fueron a Port Aventura World, mientras otros se encaminaban a la Tarraco romana, y otros a un plan más activo en el pueblo de Siurana en el Priorat. Nosotros nos decantamos por convertirnos en «Enólogos por un día», acercándonos de la mano de la Bodega Buil y Giné a los vinos del Priorat.
El Priorat es junto a la Rioja, el único territorio con distinción DOQ y su relieve de suaves colinas con terrazas de viñedos es de por si una postal que merece ser vista con una ruta por las carreteras que serpentean su geografía.
Tras un breve descanso en el hotel nos pusimos de nuevo en marcha para conocer el impresionante Parc Samá a las afueras de Cambrils. El Parque Samà es uno de los mejores ejemplos de la unión de la arquitectura indiana con las influencias modernistas y exóticas de finales del siglo XIX.
Salvador Samà i Torrens (1861-1933), marqués de Marianao cimentó su riqueza en los negocios de la Cuba colonial. Influenciado en el ambiente exótico del Caribe, ordenó construir a Josep Fontserè, que ya había diseñado el Parque de la Ciudadela de Barcelona un jardín donde crecieran especies de flores y plantas llegadas de América, además de animales del nuevo Mundo. Fontserè contó con Antoni Gaudí como ayudante.
En el interior pudimos recorrer el jardín histórico declarado Bien Cultural de Interés Nacional, en un inmenso terreno de catorce hectáreas donde faisanes, gamos, tortugas, patos de diferentes especies, pavos reales y otras aves exóticas conviven.
Algunos de los árboles son ya centenarios, como los tilos y los castaños de indias, que impresionan por su tamaño, y donde los pavos reales se encaraman El lago parece sacado de un cuento, con pequeñas islas rocosas unidas por puentes, y grutas, mientras que la antigua residencia esconde numerosos detalles ornamentales que seguramente eran guiños a sus propietarios
En el centro del recinto nos esperaba un concierto de música cubana, un perfecto homenaje al encuentro de dos mundos y las reminiscencias indianas de Parc Samá. Con su alegre música amenizando nuestra bienvenida pasamos a cenar probando las delicias gastronómicas de Tarragona.
Al día siguiente nos esperaban aún nuevas sorpresas. Y aunque el tiempo indicaba lluvia, lo cierto es que el día soleado nos permitió conocer Costa Daurada desde el mar, con una excursión en barco que salió desde el puerto de Salou y atracando en Cambrils, donde la fanfarria de gigantes nos condujo en un desfile por el centro de la ciudad marinera al ritmo de la música.
El colofón fue la degustación de productos en la feria gastronómica TASTUM de Vila-seca, en los jardines del Castillo, donde restauradores locales y bodegas de la provincia de Tarragona nos mostraron los vinos de sus bodegas.
Recomendaciones de lugares para visitar en la Costa Daurada
Estas son algunas de las ideas para disfrutar de la Costa Daurada en vacaciones:
Ciudad de Tarragona
– Ruta Tarraco romana conociendo el anfiteatro y el conjunto de restos del glorioso pasado de la Colonia de Roma.
Comarca del Baix Camp
– Ruta modernista y del vermut por Reus
– Ermita de la Mare de Déu de la Roca en Mont-Roig del Camp, lugar de inspiración del maestro Joan Miró.
– Castell d’Escornalbou
Comarca del Baix Penedés
– Aguas terapéuticas de Coma-ruga
– Ruta del vino DO Penedès
Comarca de la Conca del Barberà
– Monasterio de Santa María del Poblet dentro de la Ruta del Cister – Patrimonio de la Humanidad
– Itinerarios de trekking por la ruta del GR175
– Cuevas de l’Espluga de Francolí
Comarca del Alt Camp
– Probar los Calçots en la temporada de enero a abril, y saborear la salsa romesco
– Conocer la tradición de los castells en la tierra que los vio nacer
– Recorrer las montañas de Prades y del Gaià, y probar los vinos
– Visita al Monasterio de Santes Creus, donde están las tumbas de los reyes de la Corona de Aragón: Pere el Gran y Jaume II
Comarca del Priorat
– Pasear entre viñedos y llevar a cabo catas de vinos del Priorat
– Adentrarse en el Parc Natural del Montsant
– Acercarse a conocer los pueblos de Escaladei, Siurana y Albarca
Agradecimientos al consorcio de Costa Daurada, el hotel Gran Palas de la Pineda, el Parc Samá, las oficinas de turismo de Salou, Cambrils y la Pineda, y a todos los que han hecho posible que descubramos esta preciosa zona de Tarragona durante el famtrip Costa Daurada Life.
Vídeo sobre los atractivos de turismo en Costa Daurada
