De nuevo regresamos a nuestra querida isla de Cerdeña para en esta ocasión conocer el Bajo Sulcis, y especialmente algunos de los destinos que no pudimos visitar en el viaje anterior por el Sulcis Iglesiente.
Cerdeña es un destino cuya fama viene precedida por sus playas, su clima y su hospitalidad. Pero como isla de gran dimensión, y con una orografía de fuertes contrastes y relieves, siempre brinda la posibilidad de que haya territorios menos conocidos.
Es el caso del Bajo Sulcis, la zona más meridional de la comarca del Sulcis Iglesiente, en el suroeste de Cerdeña. Pese a haber conseguido crear una marca e identidad turística propia en los últimos años, aún sorprende la paz que podemos encontrar fuera de los meses estivales de julio y agosto.
Pequeños pueblos aparecen diseminados asomados a la costa, algunos de ellos nacidos en el interior a una distancia prudencial para prevenir las incursiones marinas de los diferentes invasores que llegaron durante siglos.
En este viaje hemos conocido algunos de ellos, pendientes del anterior viaje que hicimos hace años por el Sulcis Iglesiente. Teniendo en cuenta que hay muchas opciones, merecía la pena centrarse en una porción de tierra y mar más pequeña, pero no menos cargada de puntos de interés, desde Carbonia a Giba, pasando por, Masainas, Narcao, Nuxis, Perdaxius, Santadi, Sant’Anna Arresi, Tratalias o Porto Pino.
Estos “medaus” (pequeños pueblos rurales, típicos de la zona de Sulcis) se enclavan a menudo algo alejados de la línea de costa, herencia de los tiempos de ataques berberiscos y sarracenos.
La zona de Sulcis es la zona geológica más antigua de Cerdeña, protegido por espléndidas montañas, y ofreciendo un paisaje de colores siempre cambiante. Las suaves colinas descienden hasta preciosas playas de arena blanca acompañadas de pinares, salinas y pequeñas islas.
Son numerosos los lazos que unen a Cerdeña y en concreto al Sulcis con España. La dominación durante siglos de la Corona de Aragón significó una influencia cultural, gastronómica y lingüística de la que aún quedan rastros muy visibles como hemos comprobado en nuestro viaje.
SULCIS, TIERRA DE CARIGNANO
El Bajo Sulcis es territorio de carignano, con permiso del vermentino y otras uvas que también se embotellan en el suroeste de Cerdeña.
La uva cariñena «desembarcó» en Cerdeña de la mano de la Corona de Aragón, que desplegó viñedos por diferentes zonas de la isla. El área del Sulcis demostró ser especialmente apto para su producción, con un rendimiento y calidad favorecido por el tipo de tierra arenosa que se orienta hacia el cálido sur Mediterráneo.
El Bajo Sulcis, a lo largo de la franja costera en el Valle de Porto Pino se caracteriza por la presencia de numerosos viñedos, algunos de ellos con más de cien años y compuestos por cepas plantadas en el típico suelo arenoso.
Aquí la influencia del mar tiene un impacto significativo en el clima, mitigando con el viento el calor del verano en la parte más meridional de la zona del Sulcis.
Las brisas marinas refrescan las vides y el aire salado garantiza la frescura y vivacidad de los sabores de la uva Carignano, favoreciendo su estilo delicioso y fácil de beber. Además, los vientos de esta zona juegan un papel importante en la prevención de enfermedades fúngicas derivadas de la humedad, asegurando así el cultivo de uvas sanas y de alta calidad.
La industria vitivinícola en la zona tradicional del Sulcis comenzó en 1932, mientras que la D.O.C. Carignano del Sulcis se formalizó en 1977, siendo una premisa que, además del cultivo, el procesado y embotellado sea en territorio del Sulcis.
El Carignano se cultiva tradicionalmente con el sistema Alberello (conducción en vaso), que proporciona una mayor resistencia a la escasez de agua y a las altas temperaturas. Las brisas marinas refrescan las viñas y el aire salado da frescura y vivacidad a los sabores del Carignano, haciéndolo deliciosamente fácil de beber.
Bodegas Mesa
Una inmensa greca preside la fachada de las bodegas Mesa en Sant’Anna Arresi. No es una casualidad que el diseño y el marketing sean una carta de presentación de Cantina Mesa. Creada por el prestigioso publicista Gavino Sanna, Mesa ha mostrado un recorrido meteórico desde su nacimiento en 2004.
Concebida como una «declaración de amor por Cerdeña» en cada rincón de las bodegas se palpa ese binomio entre culturas y tradiciones sardas y vino.
Los viñedos de Mesa cubren más de 74 hectáreas, plantados a 78 metros del nivel del mar, generando una producción anual de unas 730 mil botellas.
Visitamos el interior de las bodegas Mesa, un gran espacio contemporáneo y funcional de tres pisos en el que se obtienen sus vinos.
El reserva DOC Buio Buio («oscuro oscuro» en italiano) es un emblema de la Cantina Mesa con una complejidad aromática espléndida y un sabor sugerente que tiene un final largo de bayas silvestres y hierbas. Al igual que Buio se elabora exclusivamente con Carignano, madurando durante doce meses en la oscuridad de las barricas, envuelto en las sombras de la bodega.
Bodegas Santadi
Las Bodegas Santadi son el reflejo del buen hacer de los vinos del Sulcis. Nacida en 1960, su apuesta por el carignano ha definido todas estas décadas en las que se ha convertido en la quinta bodega en botellas embotelladas de toda Cerdeña, con dos millones anuales y 650 hectáreas de viñedos.
El asesoramiento de Giacomo Tachis, prestigioso enólogo reconocido internacionalmente, permitió a partir de la década de los 80 enfilar la dirección hacia la obtención de vinos con un exuberante contenido extractivo, una noble estructura tánica y un perfecto equilibrio entre el componente ácido orgánico, el contenido alcohólico y el valor polifenólico.
Además del carignano del que su Terre Brune (DOC carignano del Sulcis superior con su primera edición en 1984) es una oda al paladar, también podemos encontrar uvas tradicionales de Cerdeña, como Vermentino, Nuragus y Nasco.
Toda la recogida durante la vendimia se lleva a cabo de forma manual, empleando barricas francesas durante cuatro años añejando los caldos para lograr los DOC superiores. Pasear por la costa en bicicleta como lo hemos constatado desde Porto Pino a Porto Botte, nos permite admirar los viñedos de Santadi.
PLAYAS PARA TODOS
Una de las ventajas de la franja costera del Sulcis es que podemos encontrar paisajes muy diferentes, desde ensenadas con playas alargadas y aguas tranquilas, pasando por lagunas salinas con vientos potentes que permiten la práctica de actividades de vela, como acantilados rocosos con fondos marinos llenos de vida.
Hablando de playas podemos mencionar unos ejemplos que hemos conocido en este viaje: Porto Pino , Spiaggia di Su Port’e Su Trigu e Is Solinas .
Playa de Porto Pino
El arenal blanco de Porto Pino se extiende a lo largo de varios tramos por más de 4 km hasta alcanzar las célebres dunas de Is Arenas Biancas.
Es una de las playas más populares de la zona, en parte por sus aguas transparentes y su poca profundidad, y en verano la afluencia lo demuestra. Fuera de temporada está muy tranquila y podemos disfrutarla incluso con un paseo a caballo o en barco echando el ancla frente a la playa. Hay una zona para perros y cuenta con acceso para personas con movilidad reducida.
Y como la playa siempre abre el apetito, en el restaurante la Peschiera di San Basilio de Porto Pino degustaremos tanto producto del mar como fabulosas carnes a base de recetas del interior del Sulcis. El lucio y el corazón de atún seco con vinos blancos y rosados de Cantina Mesa nos maravilló.
Su Port’e Su Trigu
En el lado opuesto encontramos la Spiaggia di Su Port’e Su Trigu, que es en realidad una pequeña cala algo más escondida y apartada. La vegetación típica mediterránea de arbustos bajos llega casi hasta el mar y sus aguas no necesitan los filtros de instagram para mostrarse con colores intensos.
Spiaggia Is Solinas
Para los que sentarse al sol durante horas sea un suplicio y necesiten practicar deportes, la Spiaggia Is Solinas será sin duda la mejor. Es un lugar popular entre los kitesurfistas debido a los vientos favorables y al espacio en el agua, pero podremos practicar windsurf, wakeboard y cualquier deporte en el que «volemos» sobre el agua. Y si no sopla el viento tocará mover el remo 🙂
TRADICIONES
No faltan las fiestas y eventos en el territorio del Sulcis. Cualquier época es buena ya que muchas de estos festejos están asociados a los productos gastronómicos de cada periodo, o a periodos relacionados con la siembra y la vendimia. Cada pueblo, por pequeño que sea, vive con orgullo y exaltación los festejos, haciendo partícipe a todo el que acuda.
Lo hemos podido comprobar in situ durante la Festa Madonna della Salute de Masainas, en la que en honor de la efigie religiosa se celebra una procesión y desfile de vestidos típicos sardos.
La monumental exhibición de fuegos pirotécnicos abre la veda para que se degusten los productos típicos, entre los que no falta cerdo a las brasas, castañas o turrón. Sin duda una buena oportunidad para que el viajero participe y palpe la forma de vivir y disfrutar su territorio.
Si tenéis la suerte de coincidir la primera semana de octubre con la Fiesta de la Virgen de la Salud disfrutaréis de varios días cargados de actividades. Pero si no es así, os recomendamos que al menos vayáis a cenar al Agriturismo Sa Reina , Sa Reina, en el barrio de Is Fiascus, Masainas
Está ubicado en una finca biodinámica, es decir construida siguiendo las técnicas antiguas para hacer las casas, con adobe. La cocina es de temporada y la mayoría de los productos provienen de su huerto y animales.
DEPORTE EN EL SULCIS
Es difícil resistirse a las fenomenales playas que hay en el litoral del Sulcis, pero con tanta comida los deportistas encontrarán muchas opciones para disfrutar de la naturaleza. Las actividades náuticas son la carta de presentación de las lagunas junto a Porto Pino y Porto Botte, en las que en los días de viento se cuentan por decenas las velas de kitesurf, windsurf y wakeboarding que parecen flotar sobre el agua.
Escuelas como la SkyHigh de Porto Botte nos permiten a los neófitos aprender los básico para mantener el equilibrio, y para los ya practicantes habituales o expertos se ofrecen alquiler de equipo y un área de relax y descanso con una «vibra» que complementa los saltos con refrigerio y la posibilidad de hacer amigos del dios Eolo.
Si somos más terrestres y nos van las rutas en bicicleta en el Sulcis nos encontraremos con una amplia red de vías específicas para las dos ruedas. Estas pistas cicloturísticas son seguras para movernos, y por si fuera poco podemos optar por otras rutas de caminos de tierra que nos ofrecen un paisaje sorprendente entre pinos, viñedos de carignano, cactus, playas o lagunas con flamencos y muchas aves más.
Nosotros hicimos un pequeño circuito en bici eléctrica entre Porto Pino y Porto Botte y la sensación de conexión con la naturaleza fue enorme.
UNA ALFOMBRA DE YACIMIENTOS, MINAS Y GRUTAS
El Sulcis es tremendamente atractivo para los apasionados a la historia, la arqueología, la espeleología y la minería. Desde tiempos paleolítico hay constancia del uso de las numerosas cavidades del Sulcis como refugio o usos funerarios, más tarde como minas para la extracción de preciados minerales, y finalmente hoy como atractivo turístico para indagar en las particularidades geológicas de uno de los territorios más «viejos» del continente europeo.
Gruta Is Zuddas
La gruta de Is Zuddas en Santadi es un espectáculo visual para los amantes de la geología y las rutas espeleológicas. Bajo el sistema cárstico del monte Meana las oquedades de roca dolomítica se han ido erosionando durante millones de años. Este material rocoso es el más antiguo de Cerdeña y de toda Italia, formado en el Cámbrico Inferior hace 530 millones de años.
El agua ha ido dibujando con paciencia -la dolomía es un material bastante duro que necesita mucho tiempo para desgastarse- una red de imponentes galerías de gran tamaño en las que abundan las formaciones de estalactitas y estalagmitas que dan lugar a curiosas formas. Cada visitante encuentra sus propios asociaciones de animales o figuras, independientemente si son adultos o niños los que entran a Is Zuddas.
Una de las sorpresas de la gruta es la presencia de aragonita, con formas denominadas excéntricas (o frostwork en inglés) por lo anárquica de su disposición. Son tan poco habituales que solo en Is Zuddas podemos disfrutarlas en territorio de Italia, y en el resto de Europa es la cueva del Soplao en Cantabria, al norte de España, donde están presentes.
Poblado minero de Rosas
En el antiguo poblado minero de Rosas, a las afueras de Narcao, aún se puede leer y palpar la historia de los mineros, de sus familias, de los administradores e inversores que desde la concesión de explotación de la mina en 1851, trabajaron y vivieron aquí hasta el cierre definitivo en 1980.
Fundamental fue el descubrimiento de la rosasita es un mineral de la clase de los minerales carbonatos y nitratos en 1908 en la mina «Rosas», siendo bautizado así por el nombre de la mina.
En el museo se expone la historia de las personas que dieron vida al poblado de Rosas, y en los diferentes edificios del conjunto como la enfermería, la escuela o la oficina postal, podemos vivir un pasado no tan lejano.
El sonido atronador del lavadero de minerales del poblado minero de Rosas nos sumerge en el periodo en el que de las entrañas de la tierra brotaba el plomo, el zinc y el cobre, y en el «albergo diffusso«, podemos pernoctar en las casas del los mineros -llegó a haber más de 700 personas viviendo en Rosas a principios del siglo XX-, hoy convertidas en alojamiento rural para los visitantes.
Necrópolis prehistórica de Montessu
Los vestigios más antiguos de presencia humana en el Sulcis se remontan al Mesolítico (9000 a. C.), y son precisamente las Domus de Janas -cubículos excavados en piedra conocidos en Cerdeña como «casas de las hadas»- de la necrópolis de Montessu (segunda mitad del cuarto milenio a.C.) en Villaperuccio, el exponente más significativo del territorio sulcitano.
Rodeado de nuraghes y dólmenes, el yacimiento de Montessu se abre al sur y al mar, diseminado como en la ladera del monte y formando una cuenca repleta de tumbas. Sugerente y mística, el entorno natural que la acoge la convierte en una excursión arqueológica única en Cerdeña.
El grafismo de bajorrelieves esculpidos y los colores aún visibles de la denominada tumba de las espirales reflejan un ya interés por la ornamentación de los espacios funerarios.
A lo largo del recorrido por el parque de la necrópolis observamos los diferentes conjuntos de hipogeos -35 tumbas en total-, de diversa tipología y tamaño, usados hasta hace no mucho por pastores y sus rebaños como abrigo o abrevaderos.
Algunas como Sa Grutta de Is Procus o Sa Cresiedda son admirables por su enorme capacidad -hasta dos metros de altura- y la presencia de varias estancias o células, asemejando los ojos de un gigante dormido.
Yacimiento geo-espeleológico de Sa Marchesa
No lejos de la Miniera di Rosas, ya en el barrio de Acquacadda perteneciente a Nuxis, alcanzamos el espacio espeleo-arqueológico de Sa Marchesa.
Gracias a la asociación cultural Speleo Club Nuxis y sus voluntarios, Sa Marchesa ofrece una interesante visita a la antigua mina. El museo nos introduce en primera instancia en aspectos geológicos y de la explotación humana de los yacimientos minerales a lo largo de la historia, con rocas procedentes de todo el mundo.
También hay una propuesta antropológica sobre la evolución humana de los homínidos y de los instrumentos que han permitido alcanzar el grado de perfección técnica de las sociedades actuales.
Posteriormente se accede a la gruta de Acquacadda, en cuyo interior, además de las formaciones geológicas y geomorfológicas, los arqueólogos hallaron un importante depósito funerario con vasijas rotas formando una capa de estratos.
Para visitar Sa Marchesa – Nuxis, Sito Geo Speleo Archeologico , es necesario concertar una cita con antelación, ¡porque está atendido por guías voluntarios a diario!
Lo mejor es escribir o llamar el día antes, o al menos unas horas antes. Los voluntarios viven cerca, pero aún necesitan al menos media hora para llegar allí. Si no sabes italiano, asegúrate de pedir un guía que hable, por ejemplo, inglés.
A las afueras de Nuxis, la Iglesia de Sant’Elia di Tattinu es otro punto de interés por su origen bizantino, construida con pequeñas piedras sin escuadrar en un periodo comprendido entre los siglos IX y XII. Rodeada del verde de los bosques, se yergue con planta de cruz griega, bóvedas de cañón y cúpula central troncocónica.
Tratalias
Hay lugares que existieron para luego desaparecer o al menos dejar de ser visibles. Y algunos de ellos reaparecen tras excavaciones arqueológicas o situaciones particulares. El pueblo de Tratalias es uno de ellos.
La construcción de un embalse del lago di Monte Pronu generó problemas de infiltraciones y humedad, obligando a abandonar el pueblo de Tratalias para moverlo a apenas un kilómetro sobre una pequeña colina. El burgo medieval se convirtió en un paisaje fantasmal, sepultando muchas historias, ahora recuperadas en el museo ubicado en el antiguo palacio del obispado, frente a la catedral.
Y es precisamente la catedral románica-pisana de Santa Maria de Monserrato -consagrada en 1213-, el eje sobre el que orbita la recuperación de un asentamiento que, ya en la Baja Edad Media, cobró importancia como punto de control del territorio, a medio camino de la costa y del interior. La advocación a la virgen de Monserrat es una clara reminiscencia del periodo de dominio aragonés, y son muchos los catalanes que se sorprenden de su presencia al visitar Tratalias.
La rehabilitación de Tratalias ha permitido dinamizar su antiguo pueblo medieval, gracias a su preciosa catedral, el museo, y las casas en las que hay talleres de artesanos que recuperan antiguos oficios.
Después de la visita a Tratalias Vecchia se nos abre el apetito y en el restaurante del agriturismo Su Merueddu (Via Nuraxi 12) nos acogen como en casa para comer. El ambiente familiar es acogedor y desde que se entra por la puerta uno percibe la certeza de que va a comer muy pero que muy bien.
Aprender más de la gastronomía del Sulcis
Si además de comer bien queremos aprender más sobre la elaboración de la pasta y los postres típicos de Cerdeña y en concreto del Sulcis, podemos apuntarnos a una clase de cocina y degustación como la que nosotros hicimos.
Y es que la mejor manera de aprender algo nuevo es experimentarlo y haciéndolo uno mismo. Y en el restaurante del Parco San Leonardo del pueblo de Perdaxius tenemos una de las mejores actividades para aprender y luego comer.
Son clases de cocina prácticas y divertidas en las que, con las manos en la masa como se suele decir, nos sentimos privilegiados de aprender con cocineras de toda la vida.
El restaurante San Leonardo es un lugar poco conocido para los turistas, pero donde la presencia de los lugareños es el mejor indicador de que se come de maravilla.
El paraje del restaurante con la antigua ermita y los olivos centenarios es ideal para un día de comida casera a base de productos locales.
Alojamiento en Sulcis
Un lugar muy recomendable para la visita a estos y otros lugares del Sulcis es el Hotel Lu’ Porto Pino cerca de Sant’Anna Arresi. Cuenta con habitaciones grandes con balcón, baño cómodo y espacioso. El hotel dispone de bar y restaurante, piscina y pista de paddel. Los desayunos son muy variados y también puedes comer o cenar muy bien en su restaurante.
Lu’ Hotel es una conocida cadena hotelera en el suroeste de Cerdeña con cuatro hoteles: Lu’ Hotel Carbonia – Centro de bienestar y conferencias, Lu’ Hotel Riviera – Exclusive & Chic (Carloforte, en la isla de San Pietro), Lu’ Hotel Maladroxia , Hotel de playa situado en Sant’Antioco, y el ya citado en el que nos hemos alojado.
Muy cerca del hotel está el restaurante La Perla, cuyas pizzas horneadas en horno de leña fueron las mejores que comimos en nuestro viaje por el Sulcis.
Agradecimientos
Son muchas las personas a las que habría que mencionar en este viaje por el Sulcis. Todos ellos amables y encantadores, pero hay que resaltar a Mauro, Raffaele y a Ciccio, como grandes anfitriones que han hecho posible nuestro regreso a un territorio que ya consideramos segunda casa.