El Baix Llobregat es una comarca de las afueras de Barcelona que cuenta con numerosos puntos de interés. De la mano del Consorci de Turisme nos hemos vuelto a dejar guiar para conocer los encantos de Sant Boi de Llobregat.
Las Termas Romanas de Sant Boi pertenecen a un conjunto privado de baños termales (balnea) del Bajo Imperio (siglo II d.C.), propiedad de unos patricios romanos, y es uno de los mejor conservados de toda Cataluña (incluido dentro del listado de Bienes de Interés Nacional). De hecho la construcción de una casa encima del recinto termal permitió su preservación durante siglos, sin que la construcción fuese destruida para construir casas o muros como fue habitual durante la Edad Media.
Aún hay debate y carencia de fundamentos arqueológicos para cerrar el debate sobre si Sant boi era un asentamiento romano o una villa rural extensa donde los esclavos también participaban en tareas agrícolas que permitían crear una industria de producción y exportación vinícola.
En 1953 siguiendo la estela oral que hablaba y de hecho denominaba el área de las termas como La Mezquita, el arqueólogo aficionado Ramon Mas y el historiador Carles Martí iniciaron las excavaciones que toparon con el frigidarium. Excavaciones de este siglo XXI permitieron encontrar otras termas de mitad del siglo I a.C. que a causa de un incendio fueron abandonadas.
La cercanía con el río cuyo cauce y discurso ha cambiado a lo largo de los siglos (recordemos que el Delta es una formación relativamente cercana en el tiempo y que las naves en la Edad Romana y Medieval aún entraban desde el mar hasta Sant Boi), pudo causar inundaciones que dañaron las termas, motivo por el que se abandonarían aproximadamente en el siglo V.
El recinto de termas lo formaban dos grupos de edificios anexos, el primero que comprende el apodyterium (vestidor) y el frigidarium (piscina de aguas frías); mientras el otro engloba el tepydarium (sala templada para la transición), sudatorium (sala de vapor) y el caldarium (piscina de aguas calientes), todo ello dotado de un sistema de calefacción conocido como hipocausto. Las gradas y escaleras diseñadas para ver el recinto sin erosionarlo permiten a vuelo de pájaro ver las diferentes salas de las termas, apreciando el pavimento de mosaicos y haciendo un recorrido por la vida cotidiana romana de una villa rural.
Dos piezas excepcionales permitieron ahondar más en la historia del yacimiento romano de Sant Boi. El primero una vasija cerámica cuya inscripción reza una solemne maldición «Germani sum. Fur caue malum» (Soy propiedad de Germanus. Ladrón, teme el maleficio). Curiosa, graciosa y poco habitual (sólo hay testimonios de algo similar en Pompeya y en el sur de la Galia romana) quizá servía para simplemente indicar la pertenencia del objeto al esclavo Germanus, pero para el arqueólogo es una joya que nos transmite el nombre de un esclavo, hecho que raramente queda testimoniado. Esta situación nos permite reflexionar en la razón por la que el esclavo sabía escribir, hecho sobre el que hay muchas opiniones. La pieza se encontró en 2005 el subsuelo de lo que hoy es el museo de Sant Boi, casa de residencia de Rafael Casanova antiguo Casal conocido como Ca La Teresa de l’Oli.
El otro testimonio viene de un plato de cerámica con la firma de Primitiva, una esclava, que de igual manera «firmó» su pertenencia para que quedase claro de quién era.
Del mismo modo, las marcas en las ánforas de Iulius Anicetus, encontradas bajo el Frigidarium de las Termas, en lo que parecía ser una fábrica de vasijas del siglo I a.C. para contener vino, reflejan como existía un floreciente comercio que queda testimoniado con vasijas de este productos halladas en diferentes puntos del Mediterráneo.
Sant Boi ha sabido interpretar el patrimonio de las Termas Romanas gracias a un evento anual, el LUDI RUBRICATI, un festival romano que permite acercar a la ciudadanía y con especial énfasis a los niños año pasado.
El Museo de Can Barraquer
Frente a Can Torrent, alzada sobre los restos romanos y sede del Archivo Municipal de Sant Boi, llegamos al Museo de Can Barraquer, una novedosa propuesta cultural que sirve para poner en relieve el carácter patrimonial de Sant Boi, que junto a la Torre Benviure (que no pudimos visitar) forman un conjunto del que los ciudadanos pueden sentirse orgullosos.
Can Barraquer además de ser una masía histórica, es conocida porque aquí pasó los últimos años de su vida el jurista y político Rafaél Casanova i Comes, Conseller en Cap de Barcelona durante el asedio borbónico, icono del catalanismo, y partidario de los Austrias en la Guerra de Sucesión.
El recorrido por el Museo muestra en el primer piso la exposición permanente ‘Sant Boi Tiempo y Espacio, un recorrido por la historia desde la época íbera hasta nuestros días’, con piezas encontradas en las excavaciones, como el recipiente de Germanus y la vasija de Primitiva antes mencionados, y con su juego de luces y audiovisuales nos acerca a la época íbera y romana de Sant Boi. De forma cronológica vamos recorriendo el museo con otras piezas de época medieval, moderna y contemporánea, siendo muy espectacular el cañón inglés de tipo Carronada.
En la segunda planta el fondo temático se centra en la figura de Rafael Casanova, el conflicto entre Borbones y Austrias en la Guerra de Sucesión y el surgimiento del nacionalismo catalán hasta nuestros días.
El Museo de Sant Boi además de su función de difusión de la historia del municipio es un ente activo en el que se desarrollan numerosas exposiciones, talleres y servicios pedagógicos.
Sus horarios de apertura son Jueves y Viernes de 17h a 20h, sábados de 11 a 14h. y 17 a 20h, y domingos de 11 a 14h. Para visitas de escuelas, talleres y grupos organizados abre de martes a viernes por la mañana, con visitas concertadas. Además la visita al museo es gratuita.
Recreación de las Termas de Sant Boi gracias al audiovisual creado por el Museu de Sant Boi de Llobregat y el Laboratori Multimèdia de la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Industrial de Barcelona.
Después del tour de las termas
Como llegar a Sant Boi, Termas y Museo
Las termas se hallan junto al río Llobregat, en la falda del promontorio donde se halla la Parroquia Sant Baldiri, y poco más adelante está el museo Can Barraquer. Para llegar en transporte público lo más fácil es tomar los trenes de ferrocarrils de la Generalitat desde la estación de Plaça Espanya. Cualquiera de los trenes para en la estación de Sant Boi. Al salir de la estación podemos girar a la izquierda por el Carrer de Josep Torras i Bages que luego se transforma en la Avenida María Girona que tras unos minutos andando nos lleva a la puerta de las Termas romanas. Desde allí asciende el Carrer del Hospitala que en unos pasos nos lleva a la entrada del Museo de Sant Boi.