Rute, tierra de anís y dulces en la Subbética Cordobesa

El famoso Anís de Rute

El anís y los dulces de Rute traspasan fronteras con su fama bien merecida y una larga historia de tradición. Enclavado en las Sierras Subbéticas, con un mar de olivos a sus pies, este pueblo blanco de la provincia de Córdoba, conquista al viajero por su paladar. Éste se encuentra con una larga ruta de museos del anís, del chocolate, del azúcar, de dulces exquisitos y ¡hasta del jamón!. Por lo que debe ir bien preparado y con el estómago vacío para degustar tantas exquisiteces juntas. O mejor aún, le invitamos a hacer alguna de las rutas de senderismo para disfrutar de los bellísimos paisajes del Geoparque de las Subbéticas Cordobesas, para poder comer mejor y con más ganas y glotonería las delicias de Rute. 

Anís y dulces de Rute

En realidad, necesitaría por lo menos dos días para conocer todos los museos gastronómicos de Rute y bien degustar los productos de sus fábricas y alambiques. Visitar uno de los patios cordobeses más espectacular de la provincia, premiado por su belleza, que nada tiene que envidiar a los de la capital, Córdoba. Una joya oculta tras el Museo del Anís. Y descubrir la naturaleza de estas sierras. Por lo que les animamos a quedarse a hacer noche en el propio Rute, o mejor aún, pasar unos días haciendo una ruta por los encantadores pueblos de la Subbética Cordobesa: Almedinilla, Benamejí, Cabra, Carcabuey, Doña Mencía, Encinas Reales, Fuente Tójar, Iznájar, Lucena, Luque, Palenciana, Priego de Córdoba y Zuheros. Además, Rute, se encuentra en un punto central equidistante de cuatro capitales andaluzas: Córdoba, Jaen, Granada y Málaga.

Pero por el momento, vayámonos a la dulce tierra del anís y de la confitería, donde los efluvios de los anisados, los aromas de los chocolates, los azúcares y los dulces despiertan nuestros sentidos nada más entrar en Rute.

Qué hacer en Rute

El Museo del Azúcar, La Flor de Rute

La Catedral de San Basilio de Moscú, ¡de azúcar! en el Museo del Azúcar de Rute

No imaginábamos lo que nos encontraríamos en el Museo del Azúcar de Rute. La idea que llevábamos era la de un homenaje al azúcar, ingrediente necesario para los dulces de Rute, un repaso por su historia. Habíamos entrado a la tienda llena de mantecados elaborados en la antigua fábrica familiar, y a continuación nos esperaba una interesante exposición de maquinaria, utensilios, recetarios antiguos acerca del proceso de fabricación. 

Pero la sorpresa fue encontrarnos con monumentos realizados con azúcar, auténticas obras de artes hechas por maestros confiteros con todo lujo de detalles, cuyos modelos son la Alhambra de Granada, la Giralda de Sevilla, la Mezquita de Córdoba, la Torre del Oro, el Teatro de Falla,…Una exposición titulada “Andalucía en azúcar” realizada por D. Luis Muixí, profesor de la escuela de pastelería de Barcelona y maestro pastelero, dos veces campeón de Europa de pastelería y ganador de concursos de figuras de chocolate y premios nacionales e internacionales. Uno de los grandes maestros de la pastelería y chocolatería capaz de reproducir estos conocidos monumentos a partir de un souvenir o una fotografía. En su establecimiento de Balaguer (Lleida) exponía hasta 2020 algunas de sus piezas realizadas en chocolate y azúcar.

Varios monumentos andaluces y mundiales hechos de Azúcar

Otro gran maestro pastelero, Juanjo Garrido, propietario junto a su hermano Rafael de La Flor de Rute, ha completado las obras expuestas en el museo con sus propias piezas de azúcar: grandes monumentos internacionales como la Ópera de Sydney, el Taj Mahal o la Catedral de San Basilio. Además de personalidades famosas como Dalí, Picasso o Michael Jackson, y pinturas como Las Meninas o el Guernica.

En el Museo del Azúcar de Rute también se hace un recorrido por la historia de los dulces navideños con la reproducción de una antigua industrial familiar de mantecados. Bombón navideño, Cordobesas, Glorias de Coco, Pastel Ángel, Glorias de Trufa, Rutenios, Turroncillos,….¡Una auténtica delicia los mantecados y los dulces de Navidad de «La Flor de Rute” que nos llevamos a casa.

Dulces tradicionales y el Belén de chocolate de Galleros Artesanos

El castillo del Belén de chocolate de Galleros Artesanos

Del azúcar al chocolate, en Rute todo es dulce. Turrones, frutas confitadas, turrolates, dulces navideños, bombones de chocolate,…la revolución de los sentidos continúa en nuestra segunda parada en Galleros Artesanos. Una empresa familiar con más de un siglo de historia que elabora dulces tradicionales que llegan a todas las casas andaluzas en Navidad, así como los de las otras fábricas de Rute. Pero estos maestros artesanos no sólo nos conquistan por los sabores de sus dulces, sino por la magnífica obra que realizan todos los años para inaugurar la Navidad: un Belén de chocolate, el más grande del mundo, realizado artesanalmente desde hace 90 años en el que se emplean ¡nada menos que 1450 kilos de chocolate en 56 metros cuadrados!. El de nuestra visita se inspiró en la Alsacia francesa: preciosas casitas de cuento con los tejados nevados, un castillo, panaderías, pescaderías, fruterías,… bosques y un río, el pesebre y los habitantes de este pueblo de ensueño. Chocolate de colores y pequeños detalles de mazapán y azúcar. Una maravillosa obra de arte que encanta a pequeños y a grandes.

Tampoco nos dejan indiferentes las personalidades de chocolate: la familia Real española, Rocío Jurado, personajes religiosos, y espectaculares pasos de Semana Santa hechos de azúcar. El Museo del Turrón muestra, por su parte, los procesos de fabricación del turrón y los materiales necesarios.

Galleros Artesanos, su belén, sus piononos y sus chocolates

Desde 1948, Galleros artesanos continúan haciendo año tras año las delicias de los ruteños y visitantes que pasan por sus instalaciones y desembocan en la gran tienda en la que degustamos hojaldres, Manoletes y los famosos Piononos de Rute. Una delicia explosiva hecha de harina tostadas, huevos, leche, canela y rellenos de crema de la Abuela Dolores, todo ello envuelto en bizcocho fino enriquecido. Con la boca todavía haciéndosenos agua, salimos cargados de turrones de almendra, avellana y chocolate, bombones, almendrados, roscos de anís y otros dulces.

El Museo del Jamón

Cervantes habla del jamón de Rute

Aunque se suele comenzar por lo salado, en Rute el Jamón fue tras un atracón de dulces. ¿Sabían que los aires frescos y secos de la sierra favorecen la curación óptima de los jamones?. Y jamones y productos derivados del cerdo son populares en esta zona. Visitamos la Casa Museo de Jamones Rute, una empresa fundada por la familia Jiménez hace más de 60 años y llevada de forma excelente por su hijo Pablo Jiménez Cobos. Además de una tienda con productos cárnicos, abren al visitante un interesante y bonito museo que hace justicia a la historia de la charina y la elaboración del jamón más artesano. 

En el recorrido por la Casa Museo del Jamón a través de cinco salas, encontramos diferentes útiles ya en desuso por los avances técnicos que relacionan con la elaboración del jamón. Tambien bellos mosaicos de cerámica que homenajean al cerdo, creados por el artista Tomás Egea Azcona. 

En el Museo del Jamón de Rute

¡Hasta D. Miguel de Cervantes hacía referencia a los famosos jamones de Rute en su libro El Casamiento Engañoso: «….si la convalecencia la sufre, unas lonchas de jamón de Rute, nos harán la salva….» y también en obra La gran sultana: «….Paladéente las musas con jamón y vino añejo de Rute….”. ¡Muchas gracias por el recimiento familia Jiménez! Sentimos no habernos quedado más tiempo escuchando las interesantes historias que nos estaban contando. ¡Volveremos!

Anís de Rute, la fama te precede

Alambiques ruteños y anís listo para degustar

Vámonos ahora con el Anís de Rute, con foma en toda Andalucía y fuerade ella. Imaginamos los campos de la provincia de Málaga llenos de matalahúvas (Pimpinella Anisum) o anises, cuyas semillas serán la base para el aguardiente de Rute, conocido también como Ruteño o Anís de Rute. No se trata del anisete típico que conocemos por marcas como Marie Brizard, que no son sino licores elaborados con aguardiente, azúcar y anís. Que probamos alguna vez, pero no conquistaron nuestro paladar como lo hizo el anís de Rute. Éste es aguardiente puro de anís y está realmente delicioso, eso sí, para la gente a la que le gustan este tipo de bebidas fuertes. Al igual que el Anís del Mono, el Anís de Rute contiene alcohol 96º, semilla de matalahúga, de la cual se extrae el aceite esencial que le da ese aroma y sabor característicos, y agua pura procedente de los manantiales locales. El proceso de destilación del Anís de Rute es totalmente artesanal, realizado en los alambiques ruteños manejados por maestros caldereros – que acumulan siglos de saber y experiencia – que se calientan con leña de olivo. Las cabezas dematalahúga se separan de las colas, obteniéndose por un doble proceso de destilación el anisado extra seco de 55º.

La estrella de Rute, el anís, se prepara así desde el siglo XVII y fábricas como Duende, Machaquito, Raza y Altamirano continúan una tradición que ha llevado a esta bebida a alegrar los paladares de gentes en muchos rincones del mundo. En nuestro viaje a Rute visitamos sólo el Museo del Anís Duende y Machaquito, suficiente para llevarnos una interesante idea de la historia y el valor del Anís de Rute.

Machaquito, anís y licores

Anís Machaquito

Una de las destilarías más populares es la de Machaquito, Anís y Licores en la que Rafael Reyes e hijos elaboran desde 1876 estos productos tan ruteños. “Anís Machaquito” nace en 1860 en la destilería que Rafael Reyes tenía en su casa. Arriero de profesión, lo lleva por una buena parte de Andalucía, a posadas de pueblos y ciudades, vendiéndolo a granel antes de crear la marca que lo haría célebre. El nombre de “Machaquito” le viene al anís por un torero que en 1892 le dio su nombre. Ya en el siglo XX, en una época en la que solo se bebía vino, coñac y aguardiente, el anís tuvo un gran éxito y la marca de “Anís Machaquito” se consolidó. Las nuevas generaciones continuaron con la tradición de elaborar anís. 

En la visita a la fábrica vemos los preciosos alambiques de cobre donde se continúa haciendo el anís de forma tradicional, utilizando combustible de leña de olivo y encina. Cuando la visitamos estaban en plena renovación, preparando un estupendo local de degustación, con una pintura mural de las tres generaciones de propietarios realizado por el artista Doger. 

Visita a la destilería Anís Machaquito

Probamos el Anís Machaquito y podemos decir que es ¡una auténtica delicia!. Y eso que no somos muy de anís…pero el “Ruteño” nos ha conquistado. También hay licores de guindas, licores de hierbas, de café,…Varias razones más para regresar a Rute.

El Museo del Anís

Rute y su anís continúancon la visita al Museo del Anís en Destilerías Duende, una auténtica sorpresa, sobre todo por la interesantísima personalidad de Anselmo Córdoba, su creador. Un hombre con el que pasarse horas escuchando hablar de anís, de Rute, de Córdoba, de Andalucía. Un apasionado de la cultura, el arte, la gastronomía…

La primera parte de la visita fue en el Museo del Anís, donde hicimos un recorrido en varias salas por la historia de los aguardientes puros de vino desde el siglo XVII al XXI. Una de las cuales, la Sala de Alambiques, ocupa una antigua destilería, con dos alambiques de cobre realizados por artesanos locales, cuyo diseño diferencia el Anís de Rute – un anís con denominación geográfica protegida –. Actualmente se siguen utilizando estos alambiques con la misma técnica artesanal del siglo XVIII.

Museo del Anís de Rute

A continuación está la Sala de Maceraciones, con tinajas lucentinas de barro vidriado de los siglos XVII y XVIII, en donde se dejaba reposar la fruta: endrinas, guindas, junto a café y plantas aromáticas. Unos recipientes que no permiten las oscilaciones térmicas por lo que permanece el gusto de estos frutos y plantas. También se exponen objetos publicitarios, envases, documentos, útiles, series de anís dedicadas a animales, a la tauromaquia. 

En la Sala de la Mujer, destacan objetos que muestran la importancia que tuvo en la promoción del anís durante siglos. También hay series dedicadas a artistas, políticos, escritores… Un total de 738 piezas que forman una recopilación del legado de las empresas que se dedicaron a la destilación de anís y licores. Todos los detalles están cuidadísimos y la vista se nos va a una y otra vitrina, objetos expuestos en paredes y suelo.

Otra gran sala, en el antiguo muelle de carga y despacho de fábrica, tiene un ambiente totalmente navideño con una decoración de lo más original, una lámpara hecha por un artista ruteño denominada “El Cielo Ruteño”. Se trata de una sala de usos múltiples en las que hay presentaciones, actividades, degustaciones y catas. Por fin, en el antiguo despacho se pueden comprar anisados diferentes: Anís Seco de 55º, anís dulce de 36º, anisette, ginebra, vodka y licores varios.

Bodega costumbrista y un jardín cordobés muy especial.

Un patio con Duende

Un patio con Duende

No esperábamos encontrar una bodega tras el Museo del Anís. Desde luego, este edificio es una caja de sorpresas. Dos calles con barriles de roble americano que contienen brandy puro de vino, firmados por personajes famosos. Magníficos objetos de otras épocas y una mesa de madera en la que degustar brandy y anís. Pero ésta no será la única sorpresa. Anselmo Córdoba nos abre la puerta a un patio que no tiene nada que envidiarle a los patios de Córdoba. Un patio con Duende que nos recibe al atardecer con el sonido de los surtidores de las fuentes del estanque, los aromas de diamelas, clavellinas, limoneros centenarios, cipreses, rosales de pitiminí, claveles reventones de olor, plantas aromáticas,…Un espectáculo que despierta nuestros sentidos con el frescor sobre la piel en los días de verano…también por su colorido y su luz que seguro transforma el patio a lo largo de las diferentes estaciones. Escenario de veladas musicales, fiestas y encuentros culturales, el patio del Museo del Anís de Rute, creado por Anselmo Córdoba, acumula premios. Posee magníficas estancias llenas de vida, como el dormitorio y la cocina costumbrista, que abren sus ventanas todos los días a este fantástico oasis.

Para los amantes de las flores, los patios y los jardines, ellos sabrán apreciarlo. A nosotros, este patio mágico, con Duende, nos ha atrapado por su belleza. 

La bodega y el Patio con Duende

Rute, enclave en el Geoparque de la Subbética Cordobesa.

La noche nos sorprende en este patio con Duende y despidiéndonos con brandy de vino, entre historias de Rute, de anís, de música y de Andalucía. Quisiéramos quedarnos para recorrer los senderos de Rute y continuar descubriendo el paisaje de las Subbéticas cordobesas que comenzamos en Cabra, Lucena, Priego de Córdoba, Zuheros e Iznájar. Pero todavía vamos hacia Almedinilla. Bellos pueblos blancos, con un patrimonio cultural y paisajístico impresionante, se sitúan en el sureste de la provincia de Córdoba, en pleno centro de Andalucía. El Parque Natural de las Sierras Subbéticas es el espacio protegido que vertebra la riqueza natural que los une. Estos días recorrimos su territorio montañoso, dominado por bellas cumbres de roca calcárea, zonas de bosque mediterráneo y campos de olivares. Un territorio que tiene la huella de antiguos fondos marinos con más de 200 años de historia. 

Pero ya les llevaremos de ruta por la Subbética cordobesa. Y a Rute, ya volveremos, para disfrutar de su naturaleza tanto como de sus dulces y anisados. 

Rute en un mar de olivos. La belleza dle paisaje de la Subbética cordobesa. ©Turismo Rute

Agradecimientos

¡Gracias a Turismo de Rute y a Carmen Rodríguez Moreno, estupenda anfitriona de la tierra del Anís y de los dulces!

Gracias a Anselmo Córdoba, del Museo del Anís y el Patio con Duende; a Pablo Jiménez Cobos y familia del Museo del Jamón;  a Rafael y Juanjo Garrido de la Flor de Rute; a María Sánchez Ortega, de Machaquito, Anís y Licores; y a Jorge Garrido Reyes de Galleros Artesanos. Gracias a todos por la cálida acogida y por conseguir que se nos hiciese la boca agua.

Cómo llegar a Rute

Rute está situado en una posición central en Andalucía, entre cuatro capitales de provincia. Está a sólo 1 hora de Córdoba, a 1h 15 de Málaga por la A-45; a 1h22 de Jaen por la Autovía del Olivar /A-316; y a 1h30 de Granada por la A-92.

Con Anselmo Córdoba en su patio con Duende. ¡Hasta pronto, Rute!

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