La Reserva Natural de Jujols en los Pirineos Orientales. El balcón del Canigou

La Reserva Natural de Jujols es un balcón al macizo del Canigou

El otoño cubre todavía con sus colores el paisaje de la Reserva Natural de Jujols, en los Pirineos Orientales. Una buena época para embarcarse en el Tren Amarillo, el canario que nos lleva a un viaje en el tiempo por los Pirineos Orientales O para relajarse en los Baños termales de Saint-ThomasEs tiempo también para hacer senderismo en este rincón del hexágono: cuando los árboles empiezan a perder las hojas y el frío se va instalando poco a poco en las cumbres pirenaicas, dejando paso al invierno. Esta provincia del sur de Francia está entre el Mediterráneo y los Pirineos, gracias a lo cual el clima es bastante benigno hasta bien entrado diciembre. Por lo que hemos aprovechado la ocasión para visitar otra de las nueve reservas naturales que poseen los Pirineos Orientales. Como la Reserva Natural de Nohèdes, donde se puede hacer una ruta por los espesos bosques de hayas y llegar a varias lagunas. Un disfrute para los sentidos para todos los amantes de la naturaleza. 

La Reserva Natural de Jujols es un auténtico mirador al Macizo del Canigou – el macizo más grande de los Pirineos próximo al Mediterráneo, que culmina a 2784 metros de altitud -, uno de los tesoros naturales del sureste de Francia. Protege 472 hectáreas desde los 1100 metros a los 2172 metros del Mont Coronat. Su sublime paisaje de montaña nos fascinó la primera vez que estuvimos haciendo el llamado “Sendero del Descubrimiento de la reserva”. Ahora estamos decidiéndonos entre el Sendero de la Garriga y el Sendero de las “bergeries” (refugios de rebaño). El primero es más fácil, adaptado a las familias con niños, y atraviesa antiguas terrazas de cultivo (“feixes”) y encinares -. Muy atractivo, pero tenemos ganas de ganar altura, y el el Sendero de las “bergeries” tiene un desnivel de 800 metros, perfecto para los amantes de las rutas de montaña. Además, será interesante seguir los pasos de los pastores y los rebaños de cabras cuando suben a zonas más frescas en verano (“estives”).

El Sendero de descubrimiento de la Reserva de Jujols. Vistas privilegiadas del Canigó

Para llegar a Jujols desde Perpiñán, pasamos dos de los pueblos más célebres de la comarca del Conflent: Prades – capital histórica medieval de la comarca, conocida por el Festival de Música Pau Casals – y Villefranche-de-Conflent – por su fortificación de Vauban, patrimonio UNESCO -. en dirección a Andorra. El desvío está poco después de Olette: una magnífica subida de 5 kilómetros por una carretera panorámica, con vistas al macizo del Canigou. Es siempre un placer vertiginoso subir por las carreteras que suben a los pueblos pirenaicos.

Jujols, pueblo-mirador de los Pirineos Orientales

Sentados frente a esta inmensidad, disfrutamos del silencio que reina en Jujols y contemplamos la maravilla del paisaje de los Pirineos.

Alejado del mundanal ruido, a 1100 metros de altitud, en el flanco sureste del Monte Coronat, se encuentra el pueblito de Jujols, habitado por apenas 45 habitantes. Mucha gente de la zona escoge quedarse en estos pueblos desperdigados, disfrutando de una gran calidad de vida, teniendo no tan lejos grandes ciudades como Perpiñán. Y, al mismo tiempo, todas las ventajas de vivir en zonas rurales en plenos Pirineos, con la belleza natural que los rodea. Otrora, aldeas alejadas perdieron su población y fueron abandonadas, como es el caso de la cercana población de Comes. Desde luego, Jujols es uno de esos pueblos encantadores que encontramos en el Conflent, donde cualquier amante de la naturaleza y de la tranquilidad se quedaría a vivir. 

Nos recibe la bonita iglesia de St Julien, del siglo XI, situada en un enclave privilegiado, con panorámicas espectaculares de 180º de los montes circundantes. Sentados frente a esta inmensidad, disfrutamos del silencio que reina en Jujols y contemplamos la maravilla del paisaje de los Pirineos. Montañas imponentes, valles salpicados de aldeas y dibujados por carreteras zigzagueantes.

La iglesia de St Julien está situada en un emplazamiento privilegiado

Antes de iniciar la ruta a la Reserva natural de Jujols, rodeamos la iglesia de St Julien para admirar su abside semicircular con arcos lombardos y su campanario – que originalmente tenía una torre cuadrangular como base. Tras lo cual seguimos las señales de la ruta del “Chemin de bergeries”.

La Reserva Natural de Jujols. El balcón del Canigou

Ruta del Camino de las “bergeries”

Atravesamos el antiguo pueblo fortificado de Jujols, por callejuelas empinadas donde las chimeneas ya echan humo de las casas de piedra en esta mañana fresca de diciembre. No hay caminantes en la ruta hacia la montaña, el silencio es casi total, a excepción de los pájaros que encuentran este clima cálido todavía.

El pueblo de Jujols

En poco tiempo ganamos bastante altura y las vistas son cada vez más espectaculares – la reserva se caracteriza por sus pendientes marcadas -. A lo largo de esta ruta panorámica, el macizo del Canigou está siempre visible, con la cima ya nevada hace un tiempo. Por algo se conoce a esta reserva como “El Balcón del Canigou”. Grandes espacios se abren a nosotros, mientras el caminar discurre por el sendero de los pastores. Praderas y landas en esta parte baja de la Reserva Natural de Jujols.

En un momento determinado vemos un camino a la derecha que lleva a la ruta circular de descubrimiento de la reserva (ver abajo PR33). Seguimos nuestro camino y tras un buen rato de subida decidimos hacer un alto en el camino para tomar un tentenpié con vistas. El vuelo de algunas aves rapaces despierta nuestra curiosidad, así como el de alguna mariposa despistada. Al parecer, en la Reserva Natural de Jujols hay nada menos que 800 especies de mariposas. La diversidad faunística de este espacio salvaje es evidente: desde el escorpión amarillo hasta el águila real, el halcón peregrino, y pequeñas aves, como el carbonero garrapinos, la tarabilla común, o el verderón serrano…

Contemplando el Canigou, uno de los macizos más grandes de los Pirineos cercanos al Mediterráneo

Emprendiendo la marcha confirmamos una vez más la riqueza biológica de la reserva cuando llegamos a una zona de bosques de pinos, paisaje característico de la parte alta de la reserva. Agradecidos quedarán los caminantes en verano, amparándose del calor mediterráneo bajo los pinares.

La presencia de los rebaños es anunciada por un canal de agua fresca, antes de llegar a la primera de las cimas de la Reserva Natural de Jujols: el Col Diagre (1471 metros), que ofrece vistas excepcionales de 180º. Las panorámicas del macizo del Canigou son, si cabe, más impresionantes todavía. Disfrutamos de ellas, mientras hacemos planes para regresar en primavera y subir a las siguientes cumbres, ya que estamos en los días más cortos del año y todavía tenemos que descender. 

Panorámicas desde el Col Diagre, un collado situado a 1471 metros

Una carretera discurre hacia arriba y el “Sentier des bergeries” se adentra en la reserva, promesa de nuevas aventuras. No podremos ver las “bergeries” de Font Freda, situada a 1760 metros de altitud – al igual que la fuente de Font Freda -. Ni la «Bergerie» del Peiro donde pasan el verano los rebaños de cabras. Hoy son refugios de montañeros y senderistas.

La próxima vez nos esperarán esos refugios de piedra para los rebaños: las “bergeries”, llamados “cortals” en el catalán de los Pirineos Orientales. Y también los “orris”, las cabañas estivales de alta montaña. Al parecer estaban compuestas por una cabaña para los pastores, un establo y una cabaña para la fabricación de queso. Testimonios de la importancia de la actividad pastoral en el pasado, que hoy sigue teniendo relevancia en la zona de Jujols y de los Pirineos Orientales en general.

De vuelta a Jujols

Descendemos hacia Jujols, ahora sí, mirando al Canigou. Poblaciones lejanas se ven minúsculas, así como las nieves de las cumbres, que contrastan espectacularmente con los amarillos del otoño de los robles – los últimos en perder los verdes -.

Espectaculares vistas desde la ruta panorámica de la Reserva Natural de Jujols

Nos subimos a una de esas rocas enormes que hay en el camino para observar los valles y las montañas sin prisa. Llaman la atención por sus formas laminadas tan bonitas – la geología de la reserva se caracteriza por las lutitas pizarrosas, rocas sedimentarias detríticas formadas por granos dispuestos de forma laminada -. 

El sol acaba de esconderse tras las montañas del Carança, anunciando el final del día. Es la hora azul, ideal para hacer las últimas fotografías del Canigou dormido.

La hora azul con el Canigou dormido

Informaciones prácticas

Ruta PR34: Jujols – Sendero de Bergeries (Sentier des Bergeries)

Distancia: 10,3 km

Desnivel: 801 metros (positivo) /798 metros (negativo)

Altitud máxima: 1781; altitud mínima:968 metros

Duración: 5 horas

Dificultad: alta

Cimas: Col Diagre, Font Frède, le Peyro.

Ruta PR33: Jujols – Reserva Natural

Imágenes de la «Ruta del Descubrimiento de la Reserva Natural de Jujols»

Se trata del circuito de descubrimiento de la Reserva Natural.

Distancia: 8 kilómetros

Desnivel: 500 metros

Duración: 3 horas y 10 minutos

Dficultad: Media

Otras rutas de senderismo en Jujols

Senderos señalizados en el pueblo de Jujols

Sentier de la Garrigue

Distancia: 3,7 kilómetros

Desnivel: 60 metros

Duración: 1 horas

Chemin de Flassa (i/v)

Duración: 2 horas y 40 minutos

Desnivel: +145

Cómo llegar a Jujols

Para llegar a Jujols hay que coger la carretera N116 en dirección a Prades, pasar por Villefranche, Olette y justo antes de la salida de éste publo, tomar la carretera que sube a la derecha. Seguir por esta carretera panorámica 5 kilómetros.

Aparcamiento de visitantes

Junto a la iglesia hay un aparcamiento de visitantes gratuito. Es obligatorio aparcar allí, ya que en el pueblo no hay sitio. Ahí mismo está el panel indicativo de las rutas de senderismo y otro explicativo de la Reserva Natural de Jujols.

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