El Pueblo de Peratallada es una de esas joyas de la geografía de Cataluña que durante décadas vivió ajena al turismo, pero que con la llegada del fenómeno de las escapadas de fin de semana ha adquirido una relevancia enorme como uno de los pueblos medievales más bonitos de la provincia de Girona.
Peratallada se convirtió desde el siglo X en una encrucijada de caminos que ponía en contacto la zona de turons de les Gavarres y las tierras de la llanura del Baix Empordá (Bajo Ampurdán). El nombre deriva sin duda de los trabajos para fortificarla, Peratallada, que deriva de Petra scisse o Petra taiata, Piedra Tallada, y que ya aparece en testimonios del siglo X. Con suma probabilidad ya existía en el alto medievo y quizá fue un castro romano o asentamiento de las problaciones nativas.
El linaje de la familia oriunda de la villa, los Peratallada controlarán durante el periodo altomedieval el Baix Empordá, hasta que en siglo XIII el matrimonio dinástico los une con los Cruïlles.
Resulta singular su notorio sistema defensivo formado por tres recintos de murallas y un foso que llega a medir siete-ocho metros de altura, cuya datación es sin embargo poco precisa. Las torres cumplían también una vocación de vigilancia y prevención de ataques.
Ubicado en la comarca del Baix Empordà el aspecto feudal circunscrito al interior de las murallas de Peratallada se ha conservado durante siglos, manteniendo su fisonomía medieval. Las casas normalmente constan de un almacén o bodega en la planta baja, una unidad residencial en el primer piso y un zaguán (golfes) utilizado como granero, además de un posible patio o solar tras la casa.
Conjunto Histórico-Artístico, sus calles respiran un ambiente especial, que quizá queda algo pervertido durante los fines de semana y el verano cuando la llegada de turistas lo masifica. Por otro lado al convertirse en un destino turístico importante de Cataluña el ambiente de pueblo auténtico ha dejado paso a una perfección algo desnaturalizada. Aún así la belleza de sus calles, de sus edificios, arcos, pórticos, y rincones lo hacen absolutamente recomendable.
Aunque Peratallada es el más famoso y el que suele aparecer como una de las típicas postales del interior de la Costa Brava, en su entorno hay otros igualmente bellos como Forallac, Fonteta, Vulpellac o Canapost.
Qué ver en Peratallada – Turismo
El encanto de Peratallada viene dado por el conjunto, uniforme y cuyo ambiente no está muy alterado por nuevas construcciones. Los edificios que destacan en la villa medieval son las murallas que rodean el núcleo histórico, sólidas y secundadas de fosos; el castillo en el centro del pueblo, la Plaça les Voltes, y la Iglesia de San Esteve fuera de las murallas.
Nosotros entramos por el aparcamiento que queda junto a la Torre de las horas y la torre Maestra o bien la Torre del Homenaje, con su cresta almenada formando parte del castillo.
Nada más entrar se advierten las huellas de un intenso tránsito de carros que durante siglo han horadado la piedra dejando desgastada la calzada.
Nos dejamos engañar por las estrechas calles que casi siempre llevan al mismo lugar y de una forma u otra desembocamos en la Plaça de les Voltes. Esta plaza es una de las más bonitas del Ampordan y como su nombre indica, voltes, hace referencia a los arcos o bóvedas de los pórticos. En ellos se protegían los mercaderes que en los días de mercado acudían a Peratallada a vender sus productos. Aquí se concentra la vida social del pueblo, con restaurantes donde comer.
El castillo – palacio de Peratallada
Lo que hoy presenta una forma más palaciega fue anteriormente el castillo. La forma más reconocible es la torre del Homenaje que se alza unos diez metros sobre un promontorio tallado artificialmente donde se eleva el castillo. Ya mencionado en el año 1065, el castillo ocupó un espacio donde antes se hallaba una fortificación anterior.
El Palacio es un conjunto de varias edificaciones anexas que encierran un patio central, y que por el otro lado dan a la plaza del castillo, donde las ventanas de estilo gótico adornadas por columnas con capiteles embellecen el edificio.
Saliendo por la puerta del Portal de la Verge, que nos conduce a la iglesia de San Esteve la simple imagen a ambos lados del foso explica el topónimo del pueblo. Excavado sobre la roca arenisca, las zanjas sirvieron para que las murallas sean aún más inexpugnables. En el interior muchas casas hunden sus cimientos en la roca arenisca, que permitía crear un subsuelo para uso de almacén y bodega.
Iglesia de Sant Esteve (siglo XIII)
Sencilla como caracteriza a las formas románicas, en ella fue enterrado el señor de Peratallada Gilabert de Cruïlles, muerto en 1348. El interior se puede ver desde que se añadiese una estructura a modo de ventana en la entrada por la que se ve las naves interiores. La mayor parte del año permanece cerrada y solo en fiestas patronales, conciertos o peticiones concretas se puede acceder.
Información de visita a Peratallada
El centro del pueblo de Peratallada está cerrado al tráfico por lo que hay que dejar el coche en uno de los tres parkings que hay fuera de las murallas. Conviene comprobar si es necesario pagar en función del periodo del año.
La oficina oficina de turismo se encuentra dentro dentro del bar del pueblo, en la plaza del castillo, frente al palacio, y podemos obtener folletos e información de Peratallada y otras poblaciones del Emporda.
Nosotros aprovechamos la cercanía de Canapost y Palau Sator, otros dos bellos pueblos del Baix Empordá unidos por un camino sin tránsito de coches, para movernos desde Peratallada.
Maria
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Deseo ir a Peratallada, y estoy mirando de como llegar, lo que no sé si en esta época ya casi invierno esta bien ir o es demasiado fría la zona pero bueno lo estoy mirando me ha interesado mucho lo que pones de la población.
El Giróscopo Viajero
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Hola María!
En cualquier época del año es bonito Peratallada. Si es posible con cielos claros y azules porque luce más. Pero por ejemplo en primavera y otoño es buena temporada. A poder ser mejor entre semana para evitar que haya mucha gente y lo puedas ver tranquila.
Saludos!