Este paseo en catamarán por los Cañones del río Sil – que divide las provincias de Lugo y Ourense – nos conduce a lo largo de 25 kilómetros por las entrañas de la Ribeira Sacra, una de las zonas más bellas de Galicia. Muy célebre en los últimos años, reserva para el viajero curioso multitud de senderos y de lugares secretos en los que contemplar en silencio la belleza natural extraordinaria de la zona. Aunque los primeros pasos de aquellos que pasan unos días en la Ribeira Sacra comienzan en los numerosos miradores desde los que contemplar las vistas espectaculares del río Sil, discurriendo silencioso entre la verticalidad de inmemoriales cañones. Para seguir en las mismísimas orillas del conocido afluente del Miño a fin de embarcarse en una curiosa singladura en la que ver las viñas de cerca, así como alguno de los bellos monasterios románicos que no pudieron encontrar emplazamiento más tranquilo que este en el pasado.
En el recorrido por la Ribeira Sacra vendrán después las visitas al interior de dichos monasterios, las rutas por senderos magníficos, como la ruta por las pasarelas del río Mao. Y, cómo no, las visitas a los viñedos para probar ese vino de uvas antiguas que se elabora en cada una de las casestas de los habitantes de la Ribeira Sacra desde siempre.
Carreteras zigzagueantes hasta el embarcadero del río Sil
El paisaje caracterísitico de la Ribeira Sacra de viñedos plantados en terrazas que descienden hasta el Sil, sorprende ya al viajero cuando se dirige por una carretera sinuosa hasta el embarcadero desde donde saldrá el catamarán. Impresiona por su belleza espectacular de vides esplendorosas que lucen su verde recién estrenado a principios de verano. Cubren las laderas de las montañas desde hace mucho tiempo contándonos que el vino es un producto preciado en este rincón de Galicia. Son parcelas familiares con sus casetas de piedra correspondientes que ven vendimiar manualmente a sus dueños todos los otoños.
Pasamos al lado de una parcela conocida de pasadas vendimias, donde nos reunimos para trabajar mano a mano en unas de las jornadas más bellas del año. Las que, tras meses de trabajos de mantenimiento y espera, nos regalan el fruto preciado que se convertirá en el vino que degustaremos a lo largo del año. Jornadas agotadoras y felices en las que somos espectadores privilegiados de los cañones del Sil, de los barcos que navegan por sus aguas y de la belleza dorada de los viñedos en otoño.
Hoy las uvas están en su máximo esplendor, madurando al ritmo de los días estivales, particularmente cálidos en la Ribeira Sacra. Casi podemos tocarlas cuando pasamos a su lado mientras el coche desciende hacia el embarcadero del río Sil. Vislumbramos ya sus aguas plateadas a la vuelta de cada curva, hasta que llegamos al nivel del río en el embarcadero de Ponte do Sil, en la orilla de Lugo. De ahí saldrá en breves minutos el catamarán que nos llevará durante dos horas por los cañones del Sil.
El catamarán de los cañones del Sil
Los pasajeros esperan ansiosos junto al pantanal a que nos den la señal de embarcar. Me precipito a la cubierta llena de asientos desde me parece que podré alcanzar lo máximo posible la belleza del paisaje y del recorrido por el Sil. Mis compañeras prefieren sentarse en el interior, al resguardo del sol, gozando también de vistas magníficas a ras del agua. Es difícil elegir una u otra posición, por lo que concluyo que lo ideal es combinar ambas, lo que haré a lo largo de todo el paseo en catamarán por los cañones del Sil.
Arranca motores e, ilusionados, vemos como nos deslizamos lentamente por las aguas tranquilas del río. Miramos a uno y otro lado, cayendo en la cuenta tras unos minutos de que dos tipos de bosques se combinan a orillas del Sil. Los bosques de castaños y robles muestran el paisaje agreste de la orilla más sombría, árboles autóctonos que reinan en las provincias de Ourense y de Lugo. Mientras que abedules, alcornoques, madroños, avellanos y brezos blancos crecen en la margen derecha. Es la parte más soleada, donde recae la luz hacia el mediodía, ahí donde se cultivan las vides en terrazas.
Sorprendentemente en la Ribeira Sacra se dan unas condiciones climáticas peculiares que favorecen la convivencia armónica de especies arbóreas diferentes. En las sombras hay clima atántico húmedo, mientras que en la solana prima el clima mediterráneo.
Los cañones del Sil desde tres puntos de vista
La perspectiva es muy diferente a la que veíamos bajando por la carretera hacia el Sil, cuando teníamos las espectaculares laderas cubiertas de viñas y el cañón allá abajo, lejano por el que discurre el río. Ahora contemplamos estos monumentales cañones desde el agua, tan profundos que en algunas zonas alcanzan un desnivel de 500 metros, lo que nos hace mirar hacia arriba provocando que nos sintamos pequeños.
Las panorámicas son radicalmente opuestas desde los numerosos miradores naturales y artificiales que se disponen a ambas orillas del río Sil. Miradores que recorreremos en coche a lo largo de nuestro viaje por la Ribeira Sacra. Nos regalan fotografías sublimes de los cañones del Sil, como uno de los miradores más conocidos: los Balcones de Madrid, un mirador de vértigo desde dondese pueden divisar los catamaranes y barcas que navegan por los cañones del Sil. Nuestro catamarán pasa por varios de estos miradores, como los de Vilaxouxe y Caxide, donde el cañón alcanza su máxima altitud. Si miramos arriba, podemos distinguirlos.
Es difícil decidirse por alguno de estos tres puntos de vista desde los que contemplar los cañones del Sil. Los tres componen un cuadro completo de esta maravilla natural, cuyo origen es tectónico. Hay que remontarse al Cuaternario, cuando la planicie que existía se elevó por el sur y el oeste, partiendo el suelo en bloques gigantescos y formando el cauce del río Sil que discurre encajonado entre un cañón impresionante. Éste se hizo más profundo aún por la fuerza erosiva de las aguas.
Miramos hacia lo alto para intentar divisar los refugios de aves rapaces como el halcón peregrino, el águila culebrera o el cormorán cariblanco, que seguro gozan de las mejores vistas del cañón.
Viñedos a orillas del río Sil. La viticultura heroica
El catamarán continúa su recorrido parsimonioso por el río Sil a cuya margen derecha se extienden kilómetros de viñas de la Denominación de Origen Ribeira Sacra por un terreno de lo más accidentado. Impresiona la situación de éstas en bancales de piedra – conocidas como ‘socalcos’ – que aprovechan toda las pendientes escarpadas de los cañones del Sil, extendiéndose hasta la parte más alta. Y la pregunta que nos hacemos es cómo llegan los viticultores hasta ellas, cómo hacen la vendimia y qué forma tienen de transportar las uvas.
Son auténticos héroes que tienen que llegar a sus viñas en barca, hacer todas las labores anuales que requieren los viñedos de forma artesanal, vendimiar manualmente y transportar la uva en cestas y pequeños tractores, en el mejor de los casos. En otros viñedos se aprecia un inteligente sistema de poleas y raíles que facilita enormemente este transporte. Hay que tener en cuenta que hay pendientes que llegan hasta los 40 grados de inclinación. Por otro lado, a algunos escarpados lugares sólo se llega en barca desde la orilla del río, por lo que la uva debe ser transportada por el Sil.
Es fácil entender por qué se denomina viticultura heroica. Desde luego, asistir a esta vendimia espectacular es una experiencia única que nos deja sin palabras. Realizar el paseo en catamarán por los cañones del Sil entre septiembre y octubre es recomendable, por el colorido de las viñas y porque tenemos la oportunidad de ver a los viticultores trabajando heroicamente por esta difícil orografía. Después llegará el momento de degustar ese vino de uvas Mencía y Godello que alcanzó fama en tiempos del Imperio romano – los de la zona de Amandi era apreciada por el propio César -.
De rocas con formas extraordinarias y de monasterios románicos
El crucero por el cañón del Sil continúa y unas rocas de gran tamaño sustituyen a las viñas. Jugamos a adivinar qué formas tienen tal y como hacemos con las nubes, y la gente demuestra tener mucha imaginación. Recuerdan a las rocas de muchas playas gallegas, como las de la localidad de la playa de Carnota o la de la playa de Vilar, de nuestras favoritas.
Ya casi llegamos al lugar donde el catamarán darála vuelta, donde se encuentra el monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, uno de los 18 monasterios que hay en la Ribeira Sacra, que forman parte de la Ruta del Románico. También uno de los más bellos, situado en una península en medio del silencio de bosques de castaños centenarios. En la posterior visita que haremos no nos extrañará que allí buscasen refugio monjes y eremitas, por la tranquilidad y la lejanía del mundanal ruido. Al principio de este viaje por la Ribeira Sacra, lo constatamos en el monasterio de San Pedro de Rocas, primer cenobio de Galicia.
De la cantidad de monasterios e iglesias procede el nombre de Ribeira Sacra – del latín Rivoyra Sacrata -, cuyos inquilinos escogían emplazamientos en cañones y laderas escarpadas para retirarse.
Crucero por el cañón del Sil. Panorámicas desde la proa
De regreso, escojo la proa para admirar el paisaje, panorámicas de los meandros del Sil y sus aguas a nuestro alcance. Hay quien se queda en el interior tomando algo en la cafetería. Pero muchos prefieren salir afuera y sentarse a disfrutar de las fotografías que se repiten en sentido contrario. Descubrimos alguna pequeña playa de la que están gozando algunos bañistas, y vemos cómo el paisaje se refleja todo el tiempo en las aguas tranquilas del Sil.
Con la tranquilidad y la emoción de haber hecho una travesía de ensueño, nos prometemos regresar en tiempos de vendimia, tanto para admirar el trabajo cooperativo de los vendimiadores, como el cañón del Sil vestido con los colores del otoño. Pero esa será otra historia…
Informaciones prácticas – paseo en barco por el cañón del Sil
Existen diferentes empresas que ofrecen paseos por los cañones del Sil, durante 10 meses al año, de febrero a noviembre. Pero no todas hacen el mismo recorrido: uno recorre el cañón del Sil y otro la zona vitivinícola del río Sil.
Embarcaderos
En el río Sil hay 4 embarcaderos:
Embarcadero de la Diputación de Lugo – Ponte do Sil (municipio de Monforte de Lemos).
Embarcadero de Santo Estevo (Nogueira de Ramuín), el más popular. Situado en la orilla de Ourense, enfrente del embarcadero Os Chanchis.
Embarcadero de Abeleda: en la zona este del cañón del Sil, cerca de Castro Caldelas.
Embarcadero de Os Chanchis, frente al de Santo Esteve, en la orilla de Lugo.
¿Cuánto dura el crucero por los cañones del Sil?
Los cruceros por los cañones del Sil duran entre 1 hora y 2 horas.
¿Qué época es mejor para ir en catamarán por el cañón del Sil?
El crucero por el Cañón del Sil en verano es una buena opción por el buen tiempo y el bonito paisaje de viñedos en pleno esplendor. La primavera también es una buena época porque los viñedos ya tienen las hojas y el paisaje es de un verde nuevo y el tiempo todavía no es demasiado caluroso.
Aunque de las mejores épocas para recorrer el cañón del Sil en barco es en otoño, en plena época de vendimia, con el paisaje teñido de colores otoñales.
Cruceros por el río Miño
También hay cruceros por el río Miño desde la localidad de Belesar (O Saviñao, Lugo)
Reservar billete para crucero por el cañón del Sil
Lo mejor es comprar los tickets con antelación. Para los barcos más pequeños, puede hacerlo aquí en el siguiente banner. Para los demás barcos, debe contactar las empresas directamente.
Verónica
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❤️
El Giróscopo Viajero
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¡Gracias, Verónica! un placer compartir paseos por sitios tan especiales.