Marrakech tiene en el laberinto de su Medina tantas sorpresas fotográficas que no merece la pena tapar el objetivo porque cuando menos lo esperamos «nace» una instantánea tan sugerente que es difícil no enamorarse de la bella ciudad de Marruecos.

Nuestro viaje combinó tanto el centro de la ciudad describiendo el atardecer de ensueño en la Plaza Jemaa el Fna, como la ruta de las Kasbahs desde Ouarzazate,
Vaya por delante que no es el lugar más bonito de Marrakech (bajo nuestra sincera opinión), y que al mismo tiempo es uno de los que tiene precio más caro. Y claro está que una vez que nos acostumbramos a los precios económicos del país, la entrada a los jardines de Majorelle nos puede parecer prohibitiva (aunque sólo sea por esa impresión de que el resto es económico). En todo caso no quisimos perdernos la oportunidad de conocer este «oasis», que en cierta manera recuerda por sus colores y vegetación a otra Casa famosa, la de Frida Kalho en el barrio de Coyoacán en Ciudad de México, que ya hemos visitado y que os contaremos en otra ocasión.

Asociado a la figura del diseñador francés Yves Saint Laurent, a veces hasta pensar que fue él su creador, lo cierto es que como su nombre indica fue un capricho de Jacques Majorelle, pintor destacado, y a su vez hijo de Louis Majorelle, uno de los artistas de la corriente Art Nouveau que más éxito logró con el diseño de muebles. Las obras legadas a su estancia en el norte de África están marcadas por un acercamiento antropológico de sus gentes y por una capacidad para el retrato que nos ha dejado lienzos de las kasbash sumamente evocadores.
La estancia de Jacques en Marrakech a partir de 1919 vino motivada por el frágil estado de salud del pintor que buscando un clima más seco pasó una larga temporada en lo que entonces era parte de las colonias francesas en África. Amante del el clima exótico de la ciudad, adquirió un terreno de palmerales fuera de las murallas de la Medina, y confeccionó en 1924 un jardín con diferentes especies rodeando su nueva casa y lugar de trabajo. Su lado más humanista y sensible a la naturaleza influyó a la hora de plantar diferentes especies en los jardines, traídas especialmente de diversos lugares del mundo.

La casa fue privada hasta 1947 cuando se acordó que fuese un lugar abierto al público. Jacques Majorelle murió en 1962 y durante el periodo que va hasta 1980 estuvo descuidada. En ese año el diseñador de moda Yves Saint Laurent, otro francés seducido por Marrakech la adquirió junto a su pareja Pierre Bergé, recuperando el viejo encanto, incrementando el número de especies al jardín y añadiendo especies de pájaros típicas de Marruecos. El chalet fue restaurado para albergar el Museo de Arte Islámico de Marrakech, con piezas de la propia colección del modisto.

Habiendo visitado prácticamente toda la ciudad, la tarde que nos quedó para conocer Majorelle la aprovechamos con calma y paciencia, sentándonos a la sombra de los árboles bananeros y cocoteros, sacando fotos con cactus y yucas frente a la casa azul, y apreciando la facilidad con la que buganvillas, naranjos o bambús crecían fuertes con el caudal del riego que alimenta las raíces del oasis de Majorelle en Marrakech.

Además de los jardines, adornados con fuentes, estanques, pequeños caminos decorados con cerámica y algún rincón romántico, la Casa Azul es el contrapunto arquitectónico a la colección botánica. Su arquitectura vanguardista hace que envejezca como si fuese la obra de un arquitecto moderno, y su intenso color azulado embelesa y le otorga más fuerza visual.

Como llegar
Desde la Medina es relativamente sencillo llegar a los Jardines Majorelle. Una vez que hemos salido de las enrevesadas calles del centro tenemos que dirigirnos hacia la estación de autobuses, desde donde hay unos 10-15 minutos a pié hasta la entrada a los jardines, que se halla en la Rue Yves Saint Laurent (en el barrio de Gueliz). Podemos encontrar alguna indicación pero si no lo ubicamos podemos preguntar en nuestro francés limitado para que nos ayuden. Otra opción es ir en taxi, pero preguntando el precio antes de subir ya que es habitual que los precios a los extranjeros suban «misteriosamente», y es posible que con el regateo bajen.

El horario de visita es de 8 de la mañana a 17:30 de la tarde (18:00 en verano).
Como llegar a los jardines Majorelle desde la Medina de Marrakech
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