Cenotes y Río subterráneo en eL Eco-Park Kantun-Chi

A tan sólo unos escasos 15 km de Playa del Carmen, se encuentra éste paraíso de diáfanos cenotes y exuberante vegetación, Kantún-Chi. Un Eco-park que está lejos de ser un parque artificial y acartonado como algunos de sus vecinos del sureste de México.

La diferencia categórica radica en  que,  los responsables han procurado ser amigables con el entorno y respetar cada uno de los espacios naturales que componen el perímetro.

Entrada al Eco Park Kantun Chi
Entrada al Eco Park Kantun Chi

Nuestra ruta por el paradisíaco sureste mexicano, se trazaba a lo largo del  Estado de Quintana Roo, en la franja este de la península de Yucatán, sobradamente conocida como Riviera Maya, en un periplo para conocer playas, yacimientos arqueológicos mayas y lugares más ocultos de éste llano territorio de pletórica belleza.

Visita a Kantun-Chi
Visita a Kantun-Chi

Nada más llegar, el staff del Eco-park Kantun-Chi nos hizo sentir como en casa. Fuimos invitados por los encargados del parque, quienes nos asignaron un guía que nos acompañaría en la excursión dentro del río subterráneo, Jesús, un chico muy amable que nos hizo el rato ameno y quien nos contó historias interesantes acerca de la cultura maya, así como de mitos y leyendas de los cenotes.

El complejo de Kantun-Chi engloba un total de cinco cenotes de un tamaño considerable, además de una Gruta parcialmente sumergida por la que serpentea un itinerario espeleológico impresionante. Las instalaciones además están equipadas con un restaurante, vestuarios, duchas, y una estación de Truck que discurre por raíles.

Casilleros para dejar las cosas durante la visita a Kantun Chi
Casilleros para dejar las cosas durante la visita a Kantun Chi

Río subterráneo

Para poder iniciar el recorrido del Río Subterráneo (o Gruta Aventura como lo denominan ellos), es necesario descender por una escalinata un tanto vertical de unos 10 metros, que con cuidado y sin mayor peligro no tiene  complicaciones para bajar.

Es tal la seguridad que han implementado, que antes de entrar, nos arman con el equipo necesario para la visita, como es: un casco, un chaleco salvavidas, visor, tubo y escarpines, lo que hace que sea apto incluso para niños, siempre y cuando cumplan con la estatura mínima requerida.

Ahora sí, nos encaminamos hacia nuestra aventura en la gruta de Kantun-Chi ¿Nos acompañas?

Río subterráneo de Kantun Chi
Río subterráneo de Kantun Chi

Una vez dado el último paso de la escalera antes mencionada y tocar tierra firme, nos encontramos con una vista que deja perplejo, un cenote cerrado de impoluta transparencia,   una gruta con millones de años, que cuenta su historia a través del grosor y tamaño de sus estalactitas y estalagmitas. El agua era fría y aunque al principio, el precio de tanta lindeza es tiritar,  enseguida el cuerpo entra en temperatura y la nitidez de sus aguas invitan a ser exploradas sin dilación.

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Primera vista al descender la escalinata

Es toda una experiencia sumergirse en ellas, avanzar y cruzar entre espacios de múltiples formas, amplios, estrechos… Divertirse imaginando figuras en los tipos de estalactitas y estalagmitas que ornamentan la cueva kárstica, estar atento a pisar con cautela para no resbalar, para no dañar el entorno, para respetar esa cueva que nos abraza en su majestuosidad y poder sentirse como todo un explorador que descubre por primera vez éste maravilloso regalo de la naturaleza.

La ruta está bien iluminada y en el parque permiten la entrada de cámaras fotográficas para poder inmortalizar la hazaña. De hecho, nos topamos con un equipo de una televisora canadiense,  que se encontraban haciendo un reportaje de Kantun-Chin. Lo que nos hace patente que su magnificencia ha trascendido fronteras.

Y es que inexplicable la sensación de paz que transmite el sumergirse y contemplar la belleza de sus formaciones. Hay poca fauna en las aguas de los cenotes, sólo unos pececillos pequeños y ciegos, que apenas se inmutan con nuestra presencia, se pasean cual dueños y señores y,  si se queda un rato inmóvil,  se acercan curiosos a hacerle un tratamiento de exfoliación ¡digno del más caro spa!, comiéndole a conciencia con diminutos pellizquitos las células muertas; también se puede tener algún encuentro con murciélagos que a libre gusto vuelan de lúgubre recoveco en recoveco, dejándose ver por instantes para saludarnos cordialmente.

Pececillos de banquete
Pececillos de banquete

El periodo de tiempo que transcurre desde la entrada al «río subterráneo» y la salida, es de aproximadamente 40 a 50 minutos, dependiendo del grupo y el ritmo que éste lleve, pero incluso se hace más breve por el disfrute que se vive allí dentro.

Los Cenotes de Kantun-Chi

Acorde al  paquete que decida contratar, obtendrá la visita de la gruta sólo, o con el acceso conjunto a los 5 cenotes: Zacil-Ha, Uchben-HaKantun-Chi, Zihil-Ha y Saskalee-Ha.

Indicaciones a los cenotes de Kantun Chi
Indicaciones a los cenotes de Kantun Chi

Siendo tanto de tipo semi-abiertos como abiertos, están numerados del 1 al 5 y se pueden visitar ya sea andando, siguiendo las rutas que conducen hasta éstos, o en el truck (un carro arrastrado por caballos que sigue una vía de tren, parecido a la ruta de cenotes en Cuzamá), lo que nos permite visitar el 4º y 5º cenotes, que se hallan a tan sólo 11 minutos a pie. Todos de una belleza única y espectacular.

Cenote Zahil-Ha
Cenote Zahil-Ha

No existe un tiempo límite para permanecer dentro del parque, por lo que se puede disfrutar de cada uno las veces que se quiera y, por experiencia en propia piel, no urge apurar el tiempo, estar allí es como si se detuviera por completo.

Cenote Uchben-Ha
Cenote Uchben-Ha

Consumir el reloj hasta el último segundo es lo suyo, ya sea para nadarlos a todo lo largo y adentrarse en sus partes más obscuras, sorprenderse al descubrir las conexiones que se hallan en el fondo hacia otras grutas, donde sólo se puede ir con permiso y siendo un experto en la materia, incluso en uno que otro hallará algún kayak para explorarlo navegando.

Cenote Saskaleen-Ha
Cenote Saskaleen-Ha

Después de recorrer la ruta y retozar en los cenotes, le recomendamos añadir la comida menú, con la que podrá disfrutar de un rico almuerzo típico del sureste.

Una de las opciones , que tuvimos a bien la oportunidad de degustar, es el «pollo al pibil», la verdad es que se agradece ésta comilona, porque además del buen sazón de los cocineros,  el nado deja exhausto, así que los suculentos alimentos ofrecidos consienten en más de un sentido, al paladar y a nuestras hambrientas  barrigas.

Menú del restaurante de Kantun Chi
Menú del restaurante de Kantun Chi

Pudimos observar, que en uno de los cenotes hay una especie de cabañas, que parece, se tiene previsto sirvan como alojamiento en un futuro, lo que se nos antoja una excelente idea. Imagínese despertar y que la primera vista ante nuestros ojos sea un cenote, en el que nos podemos pegar un buen chapuzón mañanero.

Cenote Uchben-Ha
Cenote Uchben-Ha

La experiencia fue por demás grata, además de la belleza de Kantun-chi, la atención de los guías fue excepcional. Nuestro segundo guía, Marco, quien nos condujó en el recorrido por los cenotes, fue muy simpático e incluso familiar, y disfrutamos mucho de su compañía.

Nuestro guía en Kantun Chi
Nuestro guía en Kantun Chi

Nos mostró, además de los cenotes uno a uno, otros espacios que están pensados para rescatar las raíces y las actividades que en antaño marcaron un antes y un después para la región del sureste, como por ejemplo, la explotación del henequén, conocido como el «oro verde» por el importante impulso que dio a la economía en el estado de Yucatán, antes de la creación y producción de fibras sintéticas, mismo que generaba el 90% mundial de fibra natural para utilizar en cuerdas de embarcaciones y  en un sinfín de distintos usos; o bien el empleo que se le daba al chico zapote, un árbol del que se extraía la goma de mascar. De éste ultimo existe ya un pequeño museo en homenaje a ésta actividad.

Museo del chicle de Kantun Chi
Museo del chicle de Kantun Chi

Para impulsar la producción de henequén, se tiene ideado, el sembradío de éste agave, dentro del  área que abarca Kantun-Chi y se está acondicionando además, una máquina que permita mostrar el proceso artesanal en la elaboración de ésta fibra y sus derivados.

El Eco-park Kantun-Chi, resulta más que recomendado, una visita obligada, el pasarse por aquí y disfrutar del encanto de éste sitio que guarda un atractivo mágico y natural del sureste mexicano. Le podemos asegurar que no se arrepentirá de vivir ésta grata experiencia.

Como llegar a Kantun Chi

El acceso principal, está al pie de la carretera, del lado derecho en dirección hacia Tulum desde Playa del Carmen (a unos 25 km y unos 23 minutos en coche), por la autopista Cancún-Chetumal. Las señalizaciones para poder dar con él son bastante claras y no hay posibilidad de perdernos. Una vez llegados allí, el camino de terracería  y lo verde del sendero, ya comienza a ambientarnos en lo que dentro nos espera.

Cenote Cristalino
Cenote Cristalino

Justo a los pocos minutos, se halla un parking del cenote contiguo conocido como «Cristalino Cenote», el cual se puede visitar por una cuota de $100 pesos mexicanos.

Cenote Cristalino
Cenote Cristalino

Siga hacia el final del camino para encontrarse con la entrada a Kantun-chi. Una palapa gigante (las palapas son estructuras hechas con postes de madera y el techo cubierto de hojas de palmera seca) se abre paso a nuestra vista, sitio donde se encuentra la recepción y el equipo que necesitaremos para nuestra aventura.

2 comentarios de “Cenotes y Río subterráneo en eL Eco-Park Kantun-Chi

    1. Hola Fernando! en su página web la entrada al río subterráneo y los cenotes de Kantunchi para adultos es de 26 dolares, no pone el precio en pesos. Saludos!

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