Son numerosos los testimonios arqueológicos de los pueblos íberos en Cataluña. Yacimientos de Ceretanos, Ilergetes, Lacetanos, Indigetes, Ilercavones o Layetanos, están bien testimoniados, y su interpretación histórica cada vez genera mayor interés. Pobladores anteriores a la llegada de fenicios y romanos, solían situar sus poblados en cerros, rodeados de murallas. Las casas solían ser rectangulares, y su economía se basaba en la caza, la pesca y la agricultura, amén de pequeñas producciones para uso propio de lana y lino, o incluso de vino y cerveza. Aunque la cerámica no era tan preciosista como la de otros pueblos contemporáneos, se han encontrado piezas interesantes en los yacimientos excavados, además de orfebrería de bronce y el hierro.
Merece la pena moverse por el territorio catalán para profundizar en esas poblaciones que o bien asimilaron la llegada de los pueblos que llegaban allende los mares, o entablaron fructíferas relaciones comerciales, o bien presentaron batalla.
Algunos de esos yacimientos -otros están bajo las ciudades de Barcino (Barcelona) o Baetulo (Badalona)- son Can Fatjó, Can Olivé, Castellet de Banyoles, La Esquerda, Les Maleses, las Masies de Sant Miquel, el Molino de Espigol, Oleastrum, la Peña del Moro, San Sebastián de la Guarda, la Torre dels Encantats, el Turó de Montgat o el famoso recinto arqueológico de Ullastret.
Al norte del río Llobregat y hasta el Tordera se ubicaban los dominios de los Layetanos, uno de esos grupos de íberos. Los cronistas romanos Estrabón, Cayo Plinio o Ptolomeo los mencionan en sus escritos, ora hablando de su demarcación geográfica, ora de sus actividades comerciales o los caudillos que los comandaban.
Las colinas que rodean la ciudad de Barcelona eran lugares idóneos para el asentamiento y vigilancia y en uno de éstos picos encontramos el poblado ibérico de Puig Castellar. Situado sobre Santa Coloma de Gramanet, el cerro -llamado Monte Pollo- forma parte del Parque de la Sierra de Marina.
Historia del Puig Castellar
En este cerro, los layeskos ‘habitantes de Laie’ (como se autodenominaban), fundaron un asentamiento con vistas tanto del interior de la llanura del Vallés como de la costa. El lugar elegido no fue casual. Los 300 metros de altura permitían divisar muchos kilómetros a la redonda, tanto hacia el interior como el mar. Y avisar a otros puntos de avistamiento de la Sierra de la Marina ante posibles amenazas.
Los restos del asentamiento están fechados de entre los siglos V y II a.C. cuando la Segunda Guerra Púnica pudo producir el abandono del Puig Castellar. El plano urbanístico cubre un área de algo más de 4.000 metros cuadrados, con murallas protegiendo el recinto, circunvalando el cerro. en el interior se hallaban las viviendas, alrededor de una treintena, silos para almacenar el grano, a ambos lados de las calles empedradas que seguimos.
La organización urbana va en consonancia con la sociedad de los íberos, según los historiadores compleja y jerarquizada. Las viviendas se adaptan a la fisonomía del terreno, funcionando como terrazas que salvan desniveles. Se ha estimado que en el poblado ibérico de Puig Castellar vivían alrededor de 300 personas.
Excavado en los años veinte del siglo XX, unos años antes fue el propietario de la tierra quién advirtió de la existencia de estructuras «antiguas». Donados al Instituto de Estudios Catalanas fue excavado nuevamente, encontrando piezas de gran valor como un caballete de hierro o una cabeza de terracota de la diosa fenicia Tanit. El repertorio arqueológico se exhibe repartido entre el Museo Torre Balldovina en Santa Coloma de Gramanet y el Museo de Arqueología de Barcelona.
Visita al poblado ibérico de Puig Castellar
Los hay que llegan huyendo del mundanal ruido, buscando luz, paz, y vistas. Senderistas, ciclistas, gente que busca huir por unas horas de la «gran ciudad» que atisba desde el cerro de Puig Castellar. Algunos despistados incluso se sorprenden al encontrar los paneles de información del asentamiento laietano, y curiosos, hacen el último pequeño esfuerzo de subir al lomo de la colina.
Las escaleras nos conducen a una de las entradas originales del poblado. Los muros de las murallas y de las casas han sido restaurados para facilitar la comprensión del yacimiento. Los paneles informativos nos advierten de los usos de cada espacio, para interpretar el asentamiento y la vida que desarrollaban sus habitantes.
Desde lo alto el panorama visual es cautivador. Hacia el este y el mar observamos todo el litoral, llegando hasta el horizonte de Barcelona y su skyline. Más cerca se divida la desembocadura del río Besós, en su día marismas. Hacia el oeste se distingue la silueta de emblemáticas montañas como la Mola, además de la planicie del Vallés.
Después de pasear por el yacimiento descendemos de nuevo para extender la ruta hasta las ermita de Sant Climent y Sant Onofre. Debajo de la ermita de Sant Climent está también el dolmen natural Cau d’en Genís.
Decidimos volver por otro camino y el sendero nos ofrece unas vistas casi cenitales del monasterio medieval de Sant Jeroni de la Murtra, otro espacio interesante para conocer pero cuya visita requiere reserva previa. La pista de tierra desemboca en el complejo deportivo Torribera y el antiguo centro de salud mental Dr. Emili Mira i López, que hoy acoge instituciones como el Campus de la Alimentación.
Si nos sentimos animados podemos culminar otra etapa de la ruta íbera acercándonos al yacimiento ibérico de Can’Oliver, en Cerdanyola del Vallès, y así seguir profundizando en los laietanos. O más a mano, ver parte de los restos de Puig Castellar en el Museo Torre Balldovina de Santa Coloma de Gramenet.
Información Visita
La entrada es libre todo el día y gratis. Lo único que se pide es por sentido común y respeto, mantener limpio el recinto y no dañarlo. Los fines de semana el Puig Castellar está más concurrido por senderistas, ciclistas de montaña ygente corriendo, de modo que si buscamos más tranquilidad es mejor ir entre semana.
Cómo llegar a Puig Castellar
El poblado ibérico de Puig Castellar permite hacer una excursión de Barcelona tanto a pie como en transporte público sin salir del área metropolitana. Mucha gente llega caminando desde Santa Coloma, Badalona, Moncada y Reixach o incluso Barcelona como nosotros en nuestra visita. Desde Barcelona son unos 12 km aproximadamente y entre dos horas y media y tres horas (solo ida).
En coche
Si optamos por el coche, desde Barcelona, es necesario seguir por la B-20 y tomar la salida 19 (Santa Coloma de Gramanet). Después hay que hacer zigzag por las calles del barrio de Singuerlín, ascendiendo el cerro por la Avinguda Anselm de Riu hasta llegar al Carrer vell a Montcada. Hay un parking frente al sendero que, tras 1km a pie nos lleva al poblado ibérico de Puig Castellar.
En Transporte público
El autobús es la mejor opción ya que el B-30 hace parada final en la calle Ramon Berenguer IV. Otra opción más larda es el bus 800 con parada calle Menorca con Mirador dels Ibers. Después tendremos que continuar andando por el Torrent de les Bruixes.
Ricardo Izquierdo Grima
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El yacimiento estaba en los terrenos de la finca de veraneo de la familia del autor Josep María de Sagarra, y este da cuenta en sus memorias cuando su padre descubrió unas losas y empezó la excavación a su cargo, y relatando los hallazgos que se encontraron
El Giróscopo Viajero
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Hola Ricardo!
Muchas gracias por el apunte. Es muy interesante. Trataremos de indagar más y así completar la historia del yacimiento de Puig de Castellar.
Saludos y gracias por leernos.
Atentamente.
montsefabregat1957@gmail.com
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AYER FUIMOS MI HERMANA Y YO AL POBLADO IBÉRICO DE PUIG CASTELLAR. LA RUTA QUE COGIMOS FUE DESDE HOSPITALET EL METRO TORRASSA HASTA SANTA COLOMA Y DESPUES EL BUS B30 CREO HASTA EL FINAL Y DESDE ALLI CAMINAR PARA ENTRAR A LA MONTAÑA Y SUBIR PARA VERLO Y LUEGO BAJAR ES UN CAMINO MUY LARGO ,ME GUSTARIA SABER SI HAY OTRO CAMINO ,GRACIAS
lucia
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por que ruta, alguien en silla de ruedas, puede acceder al poblado ibérico de Puig Castellar en Santa Coloma?
El Giróscopo Viajero
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Hola Lucía!
Nosotros subimos al poblado ibérico por una zona de escaleras y cuestas que nos accesibles para ir con silla de ruedas. Pero igual hay alguna opción.
Saludos