Los vínculos entre Alemania y Japón no son nuevos y los intercambios culturales y económicos. Ya en 1860 embajadores de Prusia llevaron a cabo la primera visita oficial a Japón, dirigida por el conde Friedrich Albrecht zu Eulenburg. Poco después, el Imperio Alemán se constituía, y paralelamente la Restauración Meiji de 1867 servía para modernizar Japón, adoptando frecuentemente modelos alemanes. Pese a que a principios del XIX Japón se acercó a Gran Bretaña y fue enemiga de Alemania durante la Primera Guerra Mundial, el trabajo de Wilhelm Solf -que sirvió como embajador de Alemania en Japón desde 1920 hasta 1928 – permitió que a partir de la década de los 30 se unieron formando el Eje que finalmente fue derrotado por los Aliados. Tras el colapso la recuperación económica de ambas naciones, fueron escalando hasta situarlas como dos de las potencias más fuertes en el mundo, fomentando tratados de cooperación política, cultural, científica y económica.
El barrio japonés más grande de Europa
Alrededor de 35 mil personas de origen japonés viven en Alemania, de los cuales entre 10 y 11 mil residen en Düsseldorf. Es por ello que la ciudad alemana es un Japón en miniatura, especialmente en el barrio de Niederkassel, oeste del Rin, donde abundan los colegios, comercios, empresas y restaurantes japoneses.
A partir de mediados de la década de 1950, las compañías japonesas que regresaron a Alemania en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial se establecieron principalmente en Düsseldorf, mientras que en el período anterior a la Segunda Guerra Mundial la población japonesa se concentró en Hamburgo.
El asentamiento japonés comenzó a crecer cuando diez empresarios de Tokio, tratando de comprar mineral de metal y maquinaria para Japón, fijaron el centro operativo de sus negocios en Düsseldorf. El éxito de la empresa animó a que los japoneses ubicaran la región del Ruhr, convirtiéndose en un lugar popular entre las empresas japonesas que apostaban por abrir mercado en Alemania. De este modo la Cámara de Comercio japonesa se fundó en 1966. La ubicación central de Düsseldorf dentro de Europa y la proximidad a otras áreas de Alemania en el área industrial del Ruhr o la proximidad al puerto marítimo de Duisburg, fueron determinantes para que las compañías japonesas tuvieran preferencia por Düsseldorf como su sede de operaciones en el continente.
Debido a la reunificación de Alemania que convirtió a Berlín en la capital del país, el declive de la economía japonesa y el auge del Mercado Único Europeo, las empresas japonesas se mudaran a lugares con costos de producción más bajos, con la consecuente disminución de la comunidad japonesa en Düsseldorf. A finales de siglo se produjo una nueva explosión económica que reanimó la economía y Dusseldorf volvió a registrar un importante latido social y económico nipón.
Hoy en día el entorno de Düsseldorf de hecho se ha convertido en un polo de empresas japonesas, alcanzando las 200, con una capacidad de generación de empleo de 20 mil personas. El punto neurálgico de este microcosmos japonés es el centro EKO-Haus der Japanischen Kultur, casa de cultura cuya visita merece la pena. La ciudad se siente orgullosa de su vínculo con Japón y fruto de ello es el festival que cada año se organiza entorno al «Día de Japón», Japan-Tag en alemán. Se celebra en mayo o junio en Düsseldorf, siendo uno de los eventos más importantes de toda la región de la Renania del Norte-Westfalia, congregando un público asistente de 750 mil personas.
Visita al EKO-Haus der Japanischen Kultur
Es la hora de la salida del colegio, y disciplinados escolares salen uniformados de su lección diaria para volver a casa. Si no fuera porque esta mañana nos hemos levantado en Düsseldorf, podríamos pensar que nos hemos teletransportado a un barrio residencial de Japón.
Llegamos a las puertas del EKO-Haus der Japanischen Kultur en el distrito de Niederkassel en Düsseldorf. Abrió sus puertas en 1993, aunque la primera piedra fue colocada en 1988 por Yehan Numata, el fundador de Mitutoyo y la Society for Buddhist Understanding. La casa EKŌ incluye un templo budista, jardines japoneses, una casa de estilo tradicional con un salón de té, una sala de exposiciones y conferencias en el sótano del edificio principal, dos salas de seminarios, y en un edificio adicional, el Kyōsei-kan, una escuela guardería. Además el Eko Haus es un referente de la cultura japonesa en Europa con una importante biblioteca pública dotada de archivo y sala de lectura.
La existencia de la Casa EKŌ, permite por a los japoneses que viven en esta región conocer las costumbres familiares desconocidas de su propia cultura. Por otro lado los ciudadanos alemanes tienen la oportunidad única de conocer y participar en estas costumbres japonesas. Entre los eventos están: la celebración de festivales budistas, ceremonias de té, fiestas en el jardín con música o representaciones teatrales, eventos musicales, lectura de textos budistas, exposiciones, cursos introductorios en artes tradicionales japonesas (incluyendo pintura con tinta, caligrafía, ikebana, música, danza y cocina), conferencias y series de conferencias, o proyecciones de películas.
Paseamos por sus tranquilos jardines que recrean los tradicionales espacios abiertos que caracterizan Japón. A continuación entramos a visitar el templo budista que lejos de parecer un museo es una cálida estancia donde se llevan a cabo todo tipo de eventos.
Mapa del EKŌ-Haus der Japanischen Kultur de Düsseldorf
Podemos llegar en tranvía al distrito de Niederkassel , donde se encuentra la casa de cultura japonesa en Düsseldorf,en la calle Bruggener Weg 6. El personal es muy amable y podemos hablar con ellos en alemán, inglés, o japonés. Más información en su Web: http://www.eko-haus.de y en su mail de contacto: ito@eko-haus.de
Laura
- Edit
Alucinante vuestra explicación y vivida de primera mano en el EKO-Haus der Japanischen Kultur de Düsseldorf, gracias♥️