Las autopistas -marítimas o terrestres- enterraron pueblos cuyos puertos fluviales, se ahogaron con bancos de arena que los hicieron impracticables paa el calado de barcos de mayor envergadura. En otros tiempos el tránsito por sus rías que desembocaban en el mar hacía de salida para el comercio de cabotaje en costas como la del Mar Cantábrico.
Hoy hemos «desembarcado» en Limpias, continuando una ruta por Cantabria que no se acaba nunca. Cada año se repite el sueño cíclico y pertinaz de regresas a sus tierras para expandir los dominios de nuestro afan por recorrerla. No es la primera vez -ni será la última- que la visitamos, pero en esta ocasión lo hacemos con más paciencia, leyendo las piedras que pisamos, alzando la cabeza hacia los balcones de sus casas indianas, y asomándonos a las colinas que miran hacia las marismas de Santoña, donde se funde el río Asón, cansado de su tránsito desde las montañas.
Desde que los primeros pobladores consiguieron desplazarse en embarcaciones, la ría de Limpias se convirtió en una red de comercio bidireccional. Hacia el interior de Castilla se transportaba el pescado en salazón y desde allí llegaba el grano de trigo a la costa, mientras que en las ferrerías se transformaba el zinc, galena y hierro procedente de la mina de Somorrostro.
Este trasiego comercial de la población -óriginalmente llamada Coabab o Coabat (vocablo celta)– , en cuya ribera del río se procedía a la limpieza de escorias minerales, de ahí el nombre de Limpias, labró una fama al enclave.
¿Qué ver en Limpias?
El paseo por el puerto nos pone en contexto acerca de lo que fue Limpias. Volcado hacia el río, vivió de la pesca y el comercio, y hoy nos ha dejado un patrimonio histórico y arquitectónico muy destacable. A menudo relacionada con tres lugares conocidos como el parador, el Cristo de Limpias, o el chocolate con picatostes que se disfruta en sus bares, Limpias puede presumir de mucho más para ver.
El puerto de Castilla
Lo que hoy es trampolín para los jóvenes que saltan a las aguas, fue uno de los puertos con mayor movimiento de Cantabria. Aprovechando el florecimiento de la Edad Media se construyó en el puerto fluvial del Rivero la Casa Lonja durante la primera mitad del Siglo XVIII. y el maestro cantero Pedro Toca Solórzano, construyó en 1736 un muelle nuevo en la ría de Limpias. Barcos de diverso tamaño, desde veleros a pataches, bergantines, cachemires o urcas, hacían parada en el muelle. La buena provisión de naranjas, limones, castañas o chacolí se cargaban rumbo a Flandes o América, y el camino hacia el interior de Castilla atravesaba Medina de Pomar hacia Burgos. Precisamente por aquí llegaron la reina Isabel la Católica con su hija Juana “la loca” embarcando en 1497 en el puerto de Laredo rumbo a Flandes; o el emperador Carlos V hacia su retiro en el monasterio de Yuste.
Casa Lonja
La Casa Lonja aún conserva su cuerpo de dos pisos de piedra de sillería arenisca, con un patio central abierto y varias salas de almacén. El muelle del Puerto del Rivero como la Casa Lonja fueron declarados Bienes de Interés Cultural en el año 2009.
Museo al aire libre – Parque Museo militar Armada Española
La creación del Parque Museo militar Armada Española en Limpias fue sin duda un acierto indiscutible. Conseguir que una población que no besa las costas disponga del valioso patrimonio de la armada española ha servido para enriquecer el conjunto patrimonial.
Cañones, anclas, hélices, minas submarinas, un torpedo son parte ya de la fisonomía urbana de Limpias. Formado a partir de piezas donadas por distintas bases navales como El Ferrol, Mahón, San Fernando, o Rota, han encontrado en el paseo junto a la ría una cubierta en tierra firme donde postergar su historia.
El agradable paseo por los antiguos muelles exhibe gratuitamente piezas como el el palo principal del destructor D-62 «Gravina», cuyo nombre hace homenaje al marino y militar español (nacido en Palermo, Sicilia), 12º capitán general de la Real Armada Española y uno de los más insignes marinos de España, participando en la Batalla de Trafalgar.
Algo más adelante, encaramado en un montículo se yergue el cañón del Almirante Cervera, crucero de la Marina Española entre 1925 y 1965, celebre por su participación en la Guerra Civil.
Iglesia Parroquial de San Pedro – El Cristo de Limpias
Ya en le barrio de Rucoba encontramos la Iglesia parroquial de San Pedro. Originalmente monasterio, en 1500 se reconvierte en iglesia. Su planta es de tres naves con varias capillas.
La entrada principal posee una elegante portada de estilo herreriano con un retablo de piedra de dos cuerpos y de diseño vanguardista para la época, donde se aprecian las figuran San Pedro, en el centro, con la cohorte de San Pablo y Santiago a los lados, todos ellos labrados en piedra. En el interior se advierte la bóveda de crucería gótica tardía, y el altar y retablo mayor fueron construidos en el siglo XVIII.
La notoriedad de la iglesia fue ensalzada por los propios parrocos, que con gran acierto de mercadotecnia difundieron que los feligreses habían observado que la imagen del Santo Cristo de la Agonía movía sus ojos durante la Semana Santa del año 1919. El resultado derivó en un gran número de visitas y peregrinaciones.
La Torre del Reloj
A menudo la Torre del Reloj de Limpias pasa desapercibida. Pero fue durante mucho tiempo el «faro horario» para marcar el momento del día. Conocida también como la Torre del Otero, desde el alto donde se alza permite divisar el paisaje fluvial de la ría del Asón. Probablemente fue una torre defensiva de tiempos de los banderizos, cuyos clanes tejían alianzas para controlar la explotación de sus dominios. El edificio actual es de planta cuadrada y piedra de mampostería, levantado en tres cuerpos coronados por una pequeña cúpula. Sus obras se iniciaron a mediados del siglo XIX (1844), y su ubicación era un referente no solo para Limpias, ya que el repiqueo de las campanas se sentía en Ampuero, Colindres , la Angustina o Carasa. Se cuenta que el Conde de Albox Manuel de Eguilior y Llaguno, hastiado de que todo el mundo le preguntase la hora, ordenó colocar un reloj en la torre para marcar las horas.
El acueducto
Desde las colinas que envuelven el lado el agua de las lluvias se almacenaba para consumo y para la actividad industrial de Limpias. Una de las infraestructuras hidráulicas como depósitos y conducciones que ha pervivido hasta nuestros días es el acueducto de Espina. Su origen parece que data de principios del siglo XIX, aunque a lo largo del tiempo se llevaron a cabo reformas para reforzar su estructura. Hoy se disfruta de sus arqueráis cerca de la Ermita de la Piedad.
Museo de las Espadas
En la Casa de Cultura en el Palacio la Piedra podemos ver la muestra de espadas, sables, falcatas, espadines,dagas, floretes y otras espadas de diferentes épocas. Algunas piezas son originales y otras son reproducciones de la época de la conquista de América, o de espadas de leyenda como Excalibur, la espada del Rey Arturo.
El Parador de Limpias
Ya habíamos visitado el Parador de Limpias, residencia de verano del conde de Albox, Manuel de Eguilior y Llaguno, abogado, economista, senador, y gobernador del Banco de España. El edificio de estilo regionalista es un bello ejemplo de la arquitectura civil de principios de siglo XX, convertido hoy en uno de los Paradores Nacionales. En sus jardines podemos disfrutar de especies de árboles llegados de las antiguas colonias españolas.
Reserva Natural de las Marismas de Santoña, Noja y Joyel
Ajenos – al menos turisticamente- a sus marismas, los habitantes de Limpias habían ido olvidando progresivamente la importancia del hábitat que les rodea. Las marismas de Limpias componen un ecosistema asombroso donde aves acuáticas, peces y animales invertebrados proporcionan una riqueza faunística de gran valor. El área está integrado en la Reserva Natural de las Marismas de Santoña, Noja y Joyel, que ha incrementado una oferta de turismo natural, cultural y deportivo.
Cada vez son más los piragüistas novatos o que repiten en una actividad de ocio y deporte que permite disfrutar de las marismas desde dentro. Escuelas y empresas de canoas ofrecen alquiler de embarcaciones para que rememos en sus apacibles aguas.
Un paseo por Limpias invita a descubrir bellas casas indianas, otras señoriales con sus blasones, el viejo colegio de San Vicente de Paúl, la ermita de Santa Isabel o la de San Roque.
Excursiones desde Limpias
Hacia el interior encontramos las poblaciones de Ampuero y Ramales y la cueva de Covalanas con pinturas rupestres, declaradas Patrimonio Unesco. Existen varios centros de Interpretación del valle de Asón en Rasines, Ramales, Soba, Ruesga, Limpias y Ampuero, con miradores del salto del río Asón.
Hacia la desembocadura del río Asón podemos emprender sendas excursiones a Laredo y Santoña, degustando sus famosas anchoas. La playa de la Salve y la de Berria nos ofrecen la oportunidad de disfrutar de las aguas del Cantábrico. Y en Santoña podemos llevar a cabo un itinerario en el Cabo Buciero descubriendo sus fuertes de época napoleónica y el sugestivo Faro del Caballo escondido entre los acantilados.
Otras propuestas son los viñedos de Vidular, que nos permiten conocer el vino de Cantabria, o la sidra de 45 Amigos. Siguiendo la costa hacia el este llegamos a Castro Urdiales, cita imprescindible., y hacia el oeste Arnuero, don itinerarios para conocer el Ecoparque del Trasmiera, y sus molinos de mareas.
MariaJo Copplind
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Me encantó toda la información sobre Limpias. Muy interesante los diferentes lugares que muestran. Sugiero destacar los espacios gastronómicos que tiene Limpias y las diferentes opciones para pernoctar.
Felicito la iniciativa.
El Giróscopo Viajero
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Hola MariaJo! Gracias por tus palabras. Limpias es un pueblo con mucho interés turístico, y a menudo desconocido. Esperamos volver pronto y conocer los restaurantes y alojamientos. Así hablaremos con conocimiento de causa 😉
Saludos