Barcelona es una ciudad soberbia con unas posibilidades culturales y turísticas variadas. Pero a veces, dependiendo de la edad o de las prioridades, lo que buscamos es una escapada a la naturaleza para desconectar y disfrutar del deporte al aire libre. En eso Barcelona, con su red de transportes metropolitanos y con alrededores repletos de pueblos, permite excursiones en el mismo día.
Cuando descansamos de los viajes más lejanos nos dedicamos a descubrir el patrimonio monumental y natural en los alrededores de Barcelona, desde las cuevas prehistóricas de Gavá, al atractivo pueblo de Begues, al Delta del Llobregat con una ruta en bicicleta, Cornellá, la interesante Sant Boi, los museos de Esplugues, y muchos sitios más que podéis ver en nuestro artículo de excursiones desde Barcelona.
Una de las últimas que hemos llevado a cabo es la de la Roca Foradada y la cueva de Bruguers, dos lugares que teníamos en mente. Si a ellos sumamos el Castillo de Eramprunyà, -al que ya habíamos echado el ojo en nuestra visita a la cercana Begues– el plan parecía perfecto.
Ruta
La ruta se encuentra en la zona montañosa del Garraf, un macizo en el que hay muchas opciones de itinerarios, aunque La Roca Foradada y la cueva de Bruguers se han convertido en una de las más conocidas.
La dificultad de la ruta es baja (con menos de 5 km ida y vuelta), y lo único que lo hace un poco más costoso es el hecho de encaramarnos a las rocas para entrar a las cuevas. En unas dos horas habremos hecho la ida y vuelta con un recorrido No circular, ya que regresamos por donde hemos subido.
Una pequeña rampa asfaltada sube hasta la entrada de la ermita de Bruguers. Desde allí las indicaciones del sendero marcan el camino para empezar la ruta.
Ermita de Bruguers
Antes merece la pena disfrutar de la coqueta ermita. Catalogado como bien cultural de interés local, su origen está en el siglo XI. Se menciona que con mucha probabilidad fue la capilla de Sant Martí, más tarde de Santa Magdalena del Sitjar, y, desde 1509, Capilla de la Mare de Déu de Bruguers. Arquitectónicamente se fusionan los estilos románico con los góticos, con una sola nave, cuatro capillas laterales, y ábside semicircular. si tenemos la suerte de encontrarla abierta los domingos – único día que abre al culto- podremos observar la bóveda de cañón.
Frente a la ermita nos fijamos el el exterior, decorado de forma sencilla pero vistosa con franjas lombardas propias del románico tardío. El arco triunfal también está apuntado. En la parte superior de la jamba moldurada de la puerta están las cabezas de unos ángeles.
La Roca Foradada
La primera parte de la ruta comienza ya subiendo. El terreno es de tierra, con rocas que hay que salvar. Todo el paisaje es una mezcla de verde y un ocre rojizo fruto de las moles rocosas que forman las paredes de las colinas.
Sin haber caminado más de cinco minutos aparece a nuestra izquierda la famosa Roca Foradada, cuya forma recuerda un arco. Es uno de los puntos más «codiciados» para las fotos, y si nos encontramos con gente en la ruta, comprobaremos que la Roca Foradada es carne de «instagram».
Continuando el camino, a la derecha, se distingue una entrada a una cueva. No es la Cueva de Bruguers, pero merece la pena verla. Su acceso requiere agarrarnos bien a las piedras para subir un tramo sin resbalarnos. Dentro de la cueva podemos observar las curiosas formas porosas fruto de la erosión (lluvia, sol y viento). Conviene tener precaución ya que dentro de la cueva hay un paso que requiere un salto. Por otro lado, sobra recordarlo, pero hay que cuidar al máximo el entorno, no hacer absurdas marcas en la roca ni dejar basura o rastro de nuestro paso.
Seguimos el camino hacia arriba y el terreno se suaviza, lo que nos permite girarnos y descubrir unas vistas excelentes con el mar de fondo.
En uno de los puntos de la explanada el camino se divide. Si queremos subir hasta el castillo debemos seguir por el sendero de la derecha, mientras el de la izquierda conduce a la Cueva de Bruguers. Nosotros optamos por subir primero al Castillo de Eramprunyà.
Castillo de Eramprunyà
El ascenso no es muy pronunciado y enseguida alcanzamos las murallas del castillo, circulando parejos a la valla que lo protege.
El acceso al castillo está restringido a fechas concretos, estando cerrado su acceso el resto. La visita concertada se lleva a cabo el segundo domingo de cada mes durante los meses de Octubre a Junio.
En el interior disfrutaremos de las sensacionales vistas de Parque Natural del Garraf, alcanzando el Delta del Llobregat y distinguiendo el aeropuerto o incluso Montjuic en Barcelona.
Del antiguo castillo quedan aún restos visible, como la ermita de Sant Miquel y algunas estancias de la fortaleza. Con un poco de atención podemos intuir la función que desempeñaban, e imaginarnos la dura vida en un puesto de vigilancia como éste.
Cuevas de Bruguers
Descendemos desde el castillo hasta el camino que se bifurcaba, y continuamos sin que haya cambios importantes de pendiente hasta la cruz que se ve a lo lejos.
Sobre una plataforma de rocas se encuentra la cruz que nos indica que estamos junto al acceso a las cuevas. En realidad la cueva está debajo de nosotros, y para llegar hay que descender unos treinta metros. Lo distinguiremos por la cuerda que se ha colocado expresamente para facilitar la bajada y sobre todo el ascenso de regreso.
Las formas de la roca se asemejan a los huecos del coral o de las esponjas, y sin embargo son la huella de la erosión con su lento desgaste a lo largo de millones de años.
Algunas personas dejan mensajes y ofrendas pero lo cierto es que el lugar merece más respeto que el de los insignificantes humanos que quieren dejar su rastro allá donde vayan.
De regreso escalamos por la cuerda hasta lo alto, y después de disfrutar de las maravillosas vistas emprendemos el regreso a la ermita.
¿Cómo llegar?
Para llevar a cabo la ruta hay que llegar al punto de partida junto a la ermita de Bruguers. Se encuentra en el kilómetro 4 de la carretera de Gavà a Begues
En transporte público no es fácil llegar porque requiere ir en tren hasta Gava para luego tomar un autobús (por ejemplo el Ga1 del Pou – Urb. Can Espinós), y luego hacer andando más de 2 km BV-2041, teniendo en cuenta que no hay un arcén apto para caminar.
Consejos
Al llegar al restaurante ermita de Bruguers – junto a la ermita- veréis que hay un parking para los clientes, pero también hay rampa que baja a un área donde es posible aparcar siempre que haya sitio
La excursión se puede hacer con niños porque no es especialmente larga, aunque hay algún tramo de pendiente. Si están acostumbrados a andar por el monte, les resultará fácil, incluso más que a los adultos 😉