Bosque de Secuoyas del Monte Cabezón en Cantabria

El Bosque de las Secuoyas del Monte Cabezón en Cantabria se ha hecho popular en los últimos años, descubriéndose como un lugar especial y que no hemos querido dejar de visitar.

Aún no se como descubrimos tan bello lugar, se quería resistir a nosotros ya que no está demasiado bien indicado, quizá su encanto también radique en eso.

Bajo la sombra de las gigantescas Secuoyas
Bajo la sombra de las gigantescas Secuoyas

Un amigo de un amigo nos había hablado de un Bosque de Secuoyas que estaba en el Monte Cabezón, muy cerca de Cabezón de la Sal, en la parte oriental de Cantabria, y nuestra curiosidad viajera nos llevó hasta allí cual ratón se acerca al sabroso queso.

Historia del Bosque de secuoyas

Tras dar unos cuantos rodeos por fin podemos acertar a ver las famosas secuoyas, bajo las mismas encontramos varios vehículos que nos indican que por fin hemos llegado. Os preguntaréis que hace un bosque de secoyas por estas tierras, la historia nos cuenta que durante los años cuarenta se importaron más de 800 secoyas rojas para replantarlas aquí, todo éste esfuerzo era porque éste árbol crece rápidamente y proporcionaba grandes volúmenes de madera, aunque los lumbreras que tomaron tan inteligente decisión se dieron cuenta, una vez que los árboles crecieron, que la madera de la secuoya no interesaba para su uso industrial y se abandonaron en éste lugar, hoy en día es Monumento Natural siendo un punto protegido.

La visita al bosque

El día nos está dando una pequeña tregua, acaba de comenzar el invierno y las lluvias están omnipresentes por estos lares por lo que bajamos del coche y nos dirigimos a la entrada del pequeño bosque, si me lo permitís, mágico.

En la entrada una pequeña indicación del lugar y comenzamos nuestro paseo, los árboles aún no son las impresionantes secuoyas que tenemos en mente, esas que se necesitan veinte personas para rodearlas, pero el tiempo hará que éste lugar se convierta en algo así, hay un sendero que al ser otoño está cubierto de hojas de diferentes colores creando un mosaico natural que vamos atravesando.

Inmersos en el bosque
Inmersos en el bosque

Niños y mayores pueden acceder al bosque de secuoyas, aunque hoy el suelo está embarrado y hay que tener especial cuidado para no dar con nuestras posaderas en él. Según bajamos hay bastantes escaleras integradas con la naturaleza que nos llevan hasta los árboles más imponentes, se ubican en la zona inferior, más de 36 metros de altura nos vigilan, pero el paisaje te atrapa cuando comienzas a subir por otro sendero, familias de setas acompañan a los protagonistas, las secoyas forman un escenario de cuento los hermanos Grimm, en éste instante te olvidas del mundo.

Mientras recorremos el paraje nos adelantan «runners» que aprovechan éstos rincones para realizar ésta actividad tan de moda actualmente. Una vez arriba llegamos a una pequeña estructura metálica que se eleva sobre el vacío unos metros y desde dónde se puede observar la panorámica, aunque personalmente me quedo con las imágenes del interior del bosque.

Es un lugar pequeño, pero a pesar de estar acostumbrada a vagar por la naturaleza de nuestro país me sorprendió por su diferencia, es más muchos no saben que existe el patrimonio natural del Bosque de Secuoyas en Cantabria..

Una vez acabada la excursión la lluvia se hace presente, así que vamos a dirigirnos a Ruente, no demasiado lejos de aquí para ver otro lugar encantador, La Fuentona.

La Fuentona
La Fuentona

La lluvia no cesa pero ya estamos atravesando los puentes de Ruente, es otro lugar de Cantabria que apetece descubrir, pasear por la ribera del río, y llegar hasta este Punto de Interés Geológico, así lo catalogan los que saben de esto, pero para mí es un escenario ideal para que las anjanas cántabras (hechiceras) aparezcan por aquí en cualquier momento…

En realidad es una turgencia de agua que brota de una pared de roca caliza que tiene unas características especiales, pareciendo una fuente natural aunque en realidad es el nacimiento de un río.

Un buen cocida como premio de la excursión
Un buen cocida como premio de la excursión

La excursión al bosque de las secuoyas no puede finalizar sin probar los manjares de la región, así que rumbo a los Tojos para comer un buen cocido de venado y un sabroso cordero al horno de leña para finalizar ésta jornada tan intensa y lluviosa.

Mapa de la ubicación de las secuoyas – Como llegar

El bosque se encuentra en el Monte Cabezón en la parte occidental de Cantabria, cerca de la población de Cabezón de la Sal. Para llegar debemos seguir la autovía A8 del cantábrico y tomar la salida 249 si venimos desde Santander o desde Gijón.

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