El arte publicitario tiene un gran poder de expresión. Unos trazos y un buen diseño, unido a buenas ideas, da lugar a imágenes fantásticas cargadas de simbolismo. Son como una bomba dirigida a nuestro entendimiento, que explota ante nuestras narices, asombrándonos y desconcertándonos.
Arte no es solamente la arquitectura, la pintura o la fotografía, la publicidad también debería considerarse un arte, donde además del talento gráfico del artista, se refleja su inteligencia. Una imagen que potencia un mensaje, eso también es arte. Es apasionante observar cómo, para la promoción de un producto, para atraer a un cliente potencial, se utiliza lo cotidiano o lo imposible, el humor, lo impactante. Por otra parte, fascina casi tanto el arte publicitario como los entresijos de un mundo apasionante que tan bien retrataba la serie estadounidense “Mad Men”.
Introduciéndonos en este mundo, nosotros, meros observadores que reciben imágenes y estímulos constantes a todas horas, deberíamos pararnos más a menudo a analizar estas magníficas representaciones en forma de dibujo, diseño, grabado, fotografía,…que nos hablan de una época, de una sociedad, unas costumbres, una cultura…
Desde sus inicios a finales del siglo XIX, la publicidad era una forma de comunicación de masas. Reflejaba las ilusiones y los deseos de la gente, la retrataba, pero también intentaba manipularla con su poder de atracción.
Descubrimiento la belleza del arte publicitario de Manuel Martín González, en Guia de Isora
Recientemente descubrimos el tesoro gráfico de uno de los grandes paisajistas Canarios, Manuel Martín González, en una visita al municipio de Guia de Isora. Su trabajo nos conquistó con su fuerza poderosa.
Guiados a lo largo de toda una jornada por Silvia Castro, apasionada del turismo y de la isla, conocimos esta localidad al este de Tenerife, situada a un paso de los Acantilados de los Gigantes, al norte, y Arona y Costa de Adeje, al sur. Es un municipio con una magnífica costa, con la belleza de sus piscinas naturales de La Jaquita, en Alcalá o la Playa San Juan, que atrae un buen número de turistas todos los años. Y que llegan ambién conquistados por el hecho de que en Guia de Isora es la parte de Tenerife donde se disfruta de más horas del sol al año.
Pero Guia de Isora no es solo turismo de sol y playa. También posee un patrimonio natural impresionante: además de su espléndida costa, está la belleza salvaje del Parque Nacional de las Cañadas del Teide, las laderas de Chío, el Espacio natural de la Montaña de Tejina, el Paisaje protegido del Barranco de Erques, y la franja marina de Teno-Masca. Y el bello Mirador de Chirche.
Pero fue en el núcleo de Guia de Isora donde, con sorpresa, nos encontramos con el trabajo gráfico de Manuel Martín González. La población parece escondida en el interior de Tenerife. Recordemos que el municipio de Guia de Isora se extiende ladera arriba hacia el centro de la isla, de la llanura costera hasta el parque Nacional de las Cañadas del Teide, lo que da lugar a un municipio de gran diversidad paisajística. Lo sabía bien Manuel Martín González.
Nos adentramos en una medianía tranquila, lejos del turismo de masa, donde nos topamos con un Tenerife más auténtico, con un rico patrimonio. Un casco histórico, ejemplo de la arquitectura del siglo XIX: el edificio de las Casas Consistoriales, la iglesia de Nuestra Señora de la Luz, el edificio del ayuntamiento, y el edificio de la Casa de la Cultura.
En este último encontramos la exposición permanente dedicada a Manuel Martín González (creada en 1990), en la que se exponen algunos de sus mejores óleos y objetos del pintor tinerfeño. Recientemente, el equipo de Cultura del ayuntamiento de Guia de Isora recuperó sus trabajos publicitarios. Nuestra guía, Silvia Castro, nos conduce a la exposición, sin saber que nos está llevando a conocer a un magnífico artista gráfico cuya obra nos cautivará.
Manuel Martín González descubre el grafismo
Manuel Martín González, nacido en Guia de Isora – municipio marcado por la emigración a América, sobre todo Cuba y Venezuela -, realizó sus trabajos publicitarios durante los años 20, a lo largo de su periodo cubano. En Tenerife había trabajado en la empresa litográfica “Litografía Romero” fundada en 1880 en Santa Cruz de Tenerife por el dibujante y grabador Angel Romero Tardido. Allí aprendió los secretos del dibujo en piedra, el grabado, la estampación,… Esa formación le ayudaría en Cuba (embarcó en 1923), donde trabajó como dibujante publicitario para algunas revistas y periódicos locales. También hizo litografías, vallas publicitarias y fue director artístico en casas de modas.
En la exposición que visitamos en Guia de Isora, vemos muchos de estos dibujos realizados para la casa de modas “La Casa Grande” (unos grandes almacenes de La Habana).
Contemplando los diseños, observamos que Manuel Martín González dominaba claramente el lenguaje de las vanguardias plásticas de los años 20: desde el futurismo al constructivismo. Elementos del Art Déco están claramente presentes en su obra. Este movimiento tuvo un importante desarrollo en la Cuba de la época.
El arte publicitario en los felices años 20
Fue en esos felices años 20 cuando la prosperidad económica de Estados Unidos, creó una sociedad de consumo en la que estamos inmersos en la actualidad. El cartel publicitario, que había nacido ya a finales del siglo XIX, continúa siendo el gran soporte publicitario, aunque hacen aparición la radio y el cine, y por supuesto la fotografía, inaugurando la publicidad audiovisual. Pero el cartel publicitario se ve influido por una nueva estética.
Nuevas corrientes procedentes de la Escuela de la Bauhaus y de la Escuela de Zurich ejercen una gran influencia en el diseño publicitario de los años 20. La publicidad en ese momento no quiere saber nada de ornamentos, deja de ser artística pasando a ser más funcional. Se abandona la tendencia del Art Nouveau, y se apuesta por una publicidad clara y directa, donde el producto y la marca son los protagonistas. El mensaje es lo más importante para atraer a los consumidores. El arte comercial se convirtió en los años 20 en una profesión que daría lugar al artista gráfico.
La Cuba Art Déco y su influencia en Manuel Martín González
A partir de los años 20, los dibujantes publicitarios cubanos se vieron influidos por las nuevas vanguardias pictóricas (Toulouse-Lautrec, Alponse Mucha,…). Los carteles de esta época eran creados para atraer turismo, y también para la venta de artículos de consumo. Se pintaba el producto acompañado de textos, eran anuncios sencillos, pero efectivos.
Manuel Martín González se dejó conquistar por estas atractivas tendencias. Sus trabajos tienen la simplicidad del Art Déco, esa geometría moderna, aerodinámica, en zigzag. Sus dibujos poseen líneas definidas, contornos nítidos, simetría y elegancia en las formas.
¿Constructivismo ruso, futurismo en la obra de Manuel Martín González?
Podría decirse que Manuel Martín González también se vio influenciado por el constructivismo ruso, ese movimiento que produjo un gran impacto en el diseño gráfico: a este le debe la pureza de líneas, formas y colores. Una buena forma de hacerse comprender por el público en general.
En los dibujos de Manuel Martín González que observamos en la sala de exposición de la Casa de Cultura de Guia de Isora, constatamos una fascinación por la diagonal, las perspectivas forzadas, los picados. Como en el Constructivismo, las líneas son rectas y planas, hay figuras geométricas a lo largo del afiche, y predominan el contraste entre los colores negro y blanco. El mensaje utiliza una tipografía fuerte y sin serif. Él, como los constructivistas también perseguía la claridad del mensaje (clave del constructivismo que rechazaba el arte burgués).
En algunas imágenes gráficas de Manuel Martín González también vemos movimiento, dinamismo, y máquinas, símbolo de lo moderno. Claras características del Futurismo.
Las imágenes de la obra gráfica de Manuel Martín González se redujeron a las características esenciales del producto y a la marca de fábrica: “La Casa Grande”. Eran técnicas simples, pero revolucionarias. Lo importante es el mensaje. Pero al mismo tiempo, la estética es bella, conquista al que está mirando el dibujo.
El artista que no regresa al grafismo
Leyendo la biografía y obra de Manuel Martín González, sabemos que regresó a Tenerife en 1932, cuando ya era un interesante pintor. Llegó a ser considerado uno de los mejores paisajistas españoles del siglo XX. Su participación intelectual en la vida de Santa Cruz de Tenerife era muy activa y formó parte de la junta directiva del Círculo de Bellas Artes.
Sus magníficos óleos tienen como tema el paisaje árido de las islas Canarias. No le interesaban los temas típicos de otros paisajistas (la belleza de los paisajes floridos), sino la aspereza y el paisaje abrupto canario: las montañas ocres, las piedras volcánicas, los barrancos profundos.
Recorrió el paisaje canario en busca de las posibilidades dramáticas de la riqueza geológica de las islas, sobre todo de Tenerife. Buscaba poesía en estos paisajes, y la encontró…
Sin embargo, no regresó al grafismo, una pena…Menos mal que nos queda la belleza de su trabajo de artista publicitario.
Agradecimientos
Gracias de nuevo a la Oficina de Turismo de Guía de Isora y a la Concejalía del Área de Urbanismo y Desarrollo Turístico del Ayuntamiento de Guía de Isora, que nos programaron un itinerario magnífico por este rincon de Tenerife. Gracias por su acogida y apoyo en nuestra visita de prensa.
Un agradecimiento especial a Silvia Castro por su entusiasmo, su estupenda conversación y compañía y por enseñarnos tantas cosas de esta isla que ya sentimos nuestra.
Agustina Gómez
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¡Muy inspirador! Es un gran artículo con un muy buen análisis desde una perspectiva artística muy interesante, ¡felicidades!
María Calvo
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¡Muchas gracias Agustina!. Lo cierto es que la obra publicitaria de Manuel Martín González nos inspiró, es de una belleza sencilla e inusual. Un saludo.
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