Al calor del Festival Flamenco on Fire de Pamplona

Pamplona es color y calor. No hace falta decir mucho más sobre el cromatismo de una ciudad que durante San Fermín se tiñe del blanco del uniforme típico y el rojo del pañuelo. Y huelga aún menos mencionar el calor de las gentes de Pamplona y Navarra en general, hospitalarios como pocos.

Frente al ayuntamiento de Pamplona, sede del chupinazo e inicio de las fiestas de San Fermín
Frente al ayuntamiento de Pamplona, sede del chupinazo e inicio de las fiestas de San Fermín

Aún a riesgo de caer en la fanfarronería de que San Fermín es la mejor fiesta de España y una de las mejores del mundo, solo viviendo la magia de Pamplona logra uno convencerse de que no es una simple bravuconada. Por eso, en los extraños tiempos de la ausencia de «La Fiesta», el calor de la lumbre del » Festival Flamenco on Fire» de Pamplona es recibido con agrado, aún siendo agosto un mes que no necesita de más temperatura.

La animada Plaza del Castillo de Pamplona
La animada Plaza del Castillo de Pamplona

La Plaza del Castillo actúa como vórtice magnético en el que desembocan locales y foráneos, éstos últimos ya consagrados como nativos desde el momento que nos sumamos a la tradición de comer, beber y vivir que tienen los de Pamplona.

Sorprende palpar el sincretismo de gente. Peregrinos del Camino de Santiago no pueden evitar una pequeña parada, mientras más allá la música del quiosco hace girar todas las cabezas, e improvisar danzas regionales. Cerca, en los bancos, son los más mayores los que departen sobre lo mundano y lo divino, mientras los niños giran y giran como peonzas, emulando a derviches anárquicos. Los que llegamos de lejos disfrutamos de la arquitectura de la plaza del Castillo, ora con formas clásicas, ora con guiños contenidos de un modernismo muy regionalista; pero todos los edificios abiertos con sus balconadas mirando el espectáculo de vida de la plaza. Del castillo que menta este ágora solo queda el nombre, hoy sin muros para invitarnos al encuentro.

El Gran Hotel La Perla de Pamplona
El Gran Hotel La Perla de Pamplona

En una de las esquinas de la plaza el Gran Hotel La Perla, fundado en 1881, parece pasar inadvertido. Sin embargo sus huéspedes llevan décadas disfrutando de los balcones que dan a la calle Estafeta, por donde corren los toros del encierro los días de San Fermín. De la mano de su director, Rafael Moreno, visitamos las habitaciones, parte de ellas personalizadas con guiños a algunos de los viajeros que se alojaron, como Hemingway, Orson Welles, Charles Chaplin o Pablo Sarasate.

Flamenco y Pamplona

La primera vez que oímos hablar del Festival de flamenco de Pamplona fue de la mano de un profesor de la Escuela Municipal de Música y Danza en Morón de la Frontera. Allí se desarrolla el Gazpacho Andaluz, un evento que junto al Potaje Gitano de Utrera componen una dupla imprescindible para los amantes del flamenco.

Flamenco on Fire, cartel del festival de Pamplona
Flamenco on Fire, cartel del festival de Pamplona

De modo que no fue una sorpresa descubrir el germen sobre el que se fundamenta Flamenco on Fire. En el número 7 de la calle Mañueta nació Agustín Castellón Campos, cuyo apodo y nombre artístico Sabicas es una referencia del mundo flamenco. Autodidacta a la hora de aprender a tocar la guitarra, en 1936 huye de España a causa de la Guerra Civil. Desde el exilio de México logrará relevancia internacional en los grandes escenarios mundiales, siendo venerado por Enrique Morente, Paco de Lucía, Serranito, Camarón de la Isla, Manuel Cano o Rafael Morales. La recuperación y puesta en valor de su figura como hijo pródigo de Pamplona tiene continuidad con el ya consolidado festival que se celebra en su ciudad natal.

Festival On Fire

¡Y Pamplona entró en ebullición! Del leve humo que se elevaba desde los diferentes escenarios del Festival Flamenco On Fire de Pamplona , prendió la llama. Como si una hoguera en el bosque se tratase, los músicos que acompañaban a Niña Pastori la envolvieron con sus acordes y palmas para dar calor al público que asistimos al auditorio Baluarte.

Concierto de Niña Pastori en el festival Flamenco on fire
Concierto de Niña Pastori en el festival Flamenco on fire

Pero si algo hace especial al festival de flamenco de Pamplona es su capacidad para mostrar el arte desde lo ortodoxo. Las raíces del flamenco están arraigadas en el concepto del evento, pero al mismo tiempo nacen brotes verdes que tocan las distintas expresiones de la escena flamenca. Artistas consolidados se mezclan con talento a raudales que atrae a los más jóvenes.

Desde la fusión de flamenco y danza de Manuel Liñán, auténtico equilibrista que no duda en asumir riesgos con su espectáculo «Viva», todo potencia, arte, sugerencias y flamenco desbordando los estereotipos. Pasando por el cruce generacional de «Libertad«, una  reivindicación del Cante a través de tres voces únicas: José Cortés Jiménez “Pansequito”, Antonio Reyes Montoya e Israel Fernández, que deleitaron con sus respectivos maestros a la guitarra Miguel Salado, Dani de Morón y Diego del Mora.

En un escenario diferente pero no menos sugerente, el balcón del Ayuntamiento, escenario del chupinazo el 6 de julio, artistas como Dolores «La Agujetas» y Domingo de los Santos “Rubichi” a la guitarra, representaron el corazón flamenco frente a los nuevos aires del Niño de Elche con su «Antología del cante flamenco heterodoxo» que introduce el jazz, rap, pop, música electrónica o los ritmos latinos, en el tronco argumental del flamenco.

Dolores "La Agujetas" y Domingo de los Santos “Rubichi” a la guitarra en el ayuntamiento de Pamplona, una de las sedes del Festival Flamenco on Fire
Dolores «La Agujetas» y Domingo de los Santos “Rubichi” a la guitarra en el ayuntamiento de Pamplona, una de las sedes del Festival Flamenco on Fire

Breve Historia de Pamplona

Hablar de historia en Pamplona es extender el arco temporal tanto, que cuando nos damos cuenta estamos hablando de toda la historia de la humanidad. Pero no es menester nuestro hacer una tesis al respecto, y para ello podemos aderezar el paso por la ciudad con el libro Guía Molona de Pamplona de Santi Lesmes, escritor y guía.

Descubriendo la Pamplona menos conocida
Descubriendo la Pamplona menos conocida

Habitada por tribus vasconas, cuyos restos salieron a la luz en las excavaciones de la catedral, el general Cneo Pompeyo Magno y sus huestes romanas asentaron en el 75 a.C. su campamento para la conquista del norte de Hispania. Tras la caída del imperio los pueblos visigodos ocuparon el territorio, conviviendo con los vascones como lo hicieron después los musulmanes, con un mestizaje y alianzas mucho más importante de lo que se menciona.

En época medieval convivían separadas y poco avenidos los tres Burgos de Pamplona, la Ciudad de la Navarrería, el Burgo de San Cernin y la Población de San Nicolás. En 1423 Carlos III de Navarra dictó el Privilegio de la Unión que unió, con la ligazón física del actual ayuntamiento, los tres burgos, formando la ciudad de Pamplona.

Hasta el siglo XVI Navarra fue un reino independiente, momento en el que se anexionó a la fuerza a Castilla. Tras la guerra se preservaron los fueros que permitían cierto autogobierno al territorio. Aunque el castillo de la plaza pamplonesa fue destruido como otros del territorio navarro, en los siglos siguientes Pamplona se convirtió en una de las poblaciones mejor fortificadas de la península ibérica. La ciudadela y las murallas vivieron asedios cruentos durante las guerras carlistas, y solo los tiempos de paz a finales del XIX y principios del XX consiguieron derribar parte de ellas para dar lugar al ensanche de la ciudad.

Murallas de Pamplona en 1900 (Fuente: Las murallas y la ciudadela de Pamplona. Víctor Echarri Iribarren. Gobierno de Navarra. Educción y Cultura, 2.000)
Murallas de Pamplona en 1900 (Fuente: Las murallas y la ciudadela de Pamplona. Víctor Echarri Iribarren. Gobierno de Navarra. Educción y Cultura, 2.000)

Tours gastronómicos, culturales, ocio,

Pamplona se recorre a pie, y eso es calidad de vida para sus ciudadanos, y al mismo tiempo una suerte para los que llegados de fuera hacemos turismo. Podemos pensar que siendo una ciudad accesible, lo mejor es recorrerla por nuestra cuenta, y en cierta forma es cierto. Pero también es verdad que podemos dejarnos seducir por originales propuestas de tours guiados. Con sus apasionados cicerones tendremos el aliciente de descubrir historias magníficas, de esas que los libros y la Magna Historia obvian.

Iglesia de San Saturnino
Iglesia de San Saturnino

Nosotros nos hemos dejado llevar por dos de ellas, una centrada en la gastronomía ofrecido por Pamplona Food y otra en las historias canallas, denominada Pamplona Cachonda y conducida por el citado escritor Santi Lesmes.

De ruta gastronómica por los bares y restaurantes de Pamplona
De ruta gastronómica por los bares y restaurantes de Pamplona

Las células, músculos y órganos de las ciudades son sus gentes, y a lo largo de su historia son las mujeres y hombres los que han forjado con sudor y lágrimas la fisonomía social y urbanística que nos toca disfrutar. Por eso la sed de conocimiento del viajero se sacia con esas vicisitudes de personajes de toda índole. El carácter ambivalente de Pamplona ha latido entre lo conservador y lo liberal, entre lo jocoso y lo dramático, entre lo rufián y lo perseverante; pero siempre con una aleación en la que el desenlace es el gozo y disfrute. Ni la iglesia ni los límites de la autoridad pudieron sepultar las ganas de festejar de los habitantes de Pamplona. En ellos, siglo tras siglo sobrevive ese furor y pasión. Y eso es en definitiva Pamplona, la alegría de vivir.

Caminar por Pamplona es la mejor forma de descubrir la ciudad
Caminar por Pamplona es la mejor forma de descubrir la ciudad

De algunos personajes sabemos casi todo, hasta lo que probablemente nunca ocurrió como con Ernest Hemingway, cuyo amor por Pamplona solo puede entenderse como su adicción por beberse la vida a tragos. De otros más sobrios nos queda su herencia musical, como con Pablo Sarasate, el virtuoso violinista cuya figura debería tener más relevancia más allá de Pamplona.

Estatua de Ernest Hemingway junto a la plaza de toros
Estatua de Ernest Hemingway junto a la plaza de toros

Imprescindible ver en Pamplona

A menudo nos dejamos llevar por las apariencias. Solo así se puede entender que la Catedral de Pamplona sea incluso desconocida para propios y extraños. Más allá de una fachada neoclásica que dejó indiferentes a Víctor Hugo o Benito Pérez Galdós, el interior del templo es sencillamente majestuoso.

La catedral de Pamplona se asoma entre las calles
La catedral de Pamplona se asoma entre las calles

Además de la iglesia, el museo, el claustro, el refectorio y varias de sus estancias, lo consagran como uno de los lugares que no debemos dejar de ver y visitar. La capacidad para abrirse al turismo y leer las líneas de los nuevos tiempos, ha conseguido un crecimiento desorbitado de visitantes, siendo sede de numerosos eventos internacionales como el XVI Congreso de Turismo Religioso y Sustentable en 2021.

Diferentes espacios de la catedral de Pamplona
Diferentes espacios de la catedral de Pamplona

Las murallas, conservadas como en pocos lugares del mundo, permiten un recorrido agradable que brinda perspectivas visuales del intramuros y de los alrededores de Pamplona. El Centro de Interpretación de las Murallas de Pamplona en el Fortín de San Bartolomé nos sumerge en la historia de el complejo defensivo, haciéndonos protagonistas virtuales.

Las murallas de Pamplona componen uno de los mejores recintos defensivos conservados
Las murallas de Pamplona componen uno de los mejores recintos defensivos conservados

Pero Pamplona no se acaba aquí. Ejerciendo el papel estratégico para visitar toda Navarra, la ciudad crea un vínculo especial con el viajero, acrecentando las ganas de volver y sentirse arropado. Y como el encandilamiento no es casual, valga como ejemplo el callejón Salsipuedes junto a la catedral, que como un sac de cul francés – un callejón sin salida- desemboca en el convento Carmelitas Descalzas de San José. Pero esa es una historia que merece que la vivas tú mismo. Hay que dejar algún secreto para vuestro próximo viaje a Pamplona,¿ no lo crees?

Callejón Salsipuedes
Callejón Salsipuedes

Dónde comer en Pamplona

El arte del flamenco se extiende hasta los fogones de las cocinas navarras, que transciende lo inmaterial para cobrar forma en pinchos, tapas y platos en los bares y restaurantes de Pamplona. Todo un festival de comida que hemos disfrutado muchísimo.

Disfrutando de los platos y pinchos de la Pamplona gastronómica, un aliciente turístico muy importante
Disfrutando de los platos y pinchos de la Pamplona gastronómica, un aliciente turístico muy importante

Pero hablar de comida en Pamplona, en general no es fácil y no porque no abunde la cantidad y calidad de bares y restaurantes. Pero aquí van algunas recomendaciones:

La Antigua Farmacia

Lo primero que captará nuestra atención es el pasado de este peculiar bar y entenderemos al instante el nombre acuñado al adentrarnos en su interior. Ambientado en una antigua farmacia, este bar, estratégicamente ubicado a un costado del Paseo de Sarasate, nos remite a principios del siglo XX  y nos deleita con pinchos tradicionales elaborados con productos típicos navarros, así como con un sustancioso menú del día.

Restaurante La Vieja Iruña

Esta pequeña joya se encuentra en la calle de San Nicolás, una de las más animadas de Pamplona, nos sorprende con una cocina tradicional, pero con toques sumamente vanguardistas y técnicas culinarias de alto nivel.

Durante el Festival de Flamenco on fire, cada restaurante crea una tapa inspirada en los sabores andaluces y podemos decir, que este restaurante nos ofreció unas de las mejores creaciones de dicho evento.

Armonía de sabores, originalidad, combinación de texturas y platos muy bien logrados en cuanto a propiedades organolépticas, que entran por los ojos y enamoran al paladar. Sin duda un imperdible en su visita a Pamplona.

Pinchos en el restaurante La Vieja Iruña
Pinchos en el restaurante La Vieja Iruña

Restaurante Europa

Poca presentación necesita este restaurante con estrella Michelín (que mantiene desde 1993). La familia Idoate tiene una larga trayectoria dentro de la industria restaurantera y es Pilar Idoate, como responsable de cocina, el artífice de las magníficas creaciones culinarias que ofrecen un festín para los sentidos.

Con un servicio impecable, el Restaurante Europa garantiza una experiencia gastronómica redonda. La equilibrada propuesta culinaria que ofrece y su perfecta ubicación en el corazón de Pamplona, no hacen más que sumar gran atractivo para celebrar una de las fiestas más emblemáticas de Pamplona: los Sanfermines.

La Huerta de Chicha

Este colorido restaurante nos recibe con una decoración rústica, que ya se puede intuir por el nombre. Entre cachivaches y maquinaria agrícola oxidada, nos sentimos en un pequeño remanso campestre en medio de la ciudad. Como sentarnos a la mesa de la abuela y disfrutar de productos frescos traídos directamente desde el campo a la mesa.

Sin embargo, nos sorprende una vez más el nivel de cocina que hay en Pamplona y lo reconfirmamos con la tapa participante de la Huerta de Chicha, un pequeño gazpacho servido con mucho arte y sabor. También encontraremos otras especialidades, que sin duda te harán repetir la experiencia una y otra vez.

Mesón del Caballo Blanco

En un entorno perfecto se alza este restaurante, a la margen de las murallas de Pamplona y el Baluarte de Redín, desde donde podremos disfrutar de unas vistas fantásticas. El edificio actual fue construido en los años 60 con las antiguas ruinas del palacio medieval de Aguerre. Su gran terraza le hace un sitio ideal para disfrutar de su vasta gastronomía, que destaca por productos típicos una deliciosa cocina tradicional.

Iruñazarra

El restaurante Iruñazarra es una excelente y muy céntrica propuesta en Pamplona. Aquí probamos una de las mejores tapas ganadoras del Pintxo de Navarra con una presentación impecable y una mezcla de texturas y sabores, conquistó nuestros sentidos. Además puede deleitarse con platos típicos y productos de gran calidad.

Baserriberri

El Baserriberri ostenta el galardón del Primer Premio de la Semana del Pintxo de Navarra 2017 y 2019. Nosotros pudimos constatar el porqué son acreedores de esta presea con su Boomveja. Una muy vistosa «bomba» sale de la cocina y humea delante nuestro para dejar ver un brioche de carne de cordero estupendo.

Luken e Iñaki, las mentes maestras y cocineros de Baserriberri sorprenden con su creatividad y la frescura que aportan con su propuesta de cocina tradicional entremezclada con toques de cocinas del mundo.

Terraza Baluarte

Para cerrar con broche de oro nuestra experiencia gustativa, recomendamos ampliamente tomar un buen cóctel de Carlos Rodríguez, el barman que derrocha imaginación y buen hacer en estos elixires.

Nada mejor que terminar la noche después de un buen concierto en el Baluarte y relajarse en el chill out de la Terraza Baluarte.

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