Cuando preparaba el viaje a México, el equipo del Giróscopo Viajero no imaginaba que una de las tantas aventuras que íbamos a vivir nos acabaría conduciendo al Arenas de México DF, un pabellón de deportes donde se celebran los eventos de lucha libre mexicana, un espectáculo que causa furor.
Mi compañero Martín con el que compartía ruta por México insistió pese a mi reticencia, aunque acabamos cediendo para contentar su «sueño».
Ir a ver los combates de lucha libre mexicana fue una verdadera odisea, principalmente porque Google nos gastó una broma pesada y nos ubicó el lugar en un centro de congresos a las afueras de la ciudad donde los grandes músicos vienen a tocar. Después de varias conexiones en metro llegamos al Arena Ciudad de México (ojo no confundir con el Arena México en el Metro Cuauhtémoc que si que nos deja al lado del lugar correcto). Ya caía la noche y la salida del metro se nos hizo un poco lúgubre por lo que pese a que no estaba lejos tomamos un bus urbano que nos acercó a la entrada del recinto, que evidentemente…..estaba vacío. Después de preguntar al personal que vendía los tickets nos indicaron que el sitio donde tradicionalmente se hace la lucha mexicana es en el centro.
Todavía teníamos margen por lo que después de consultar en Google que la opción más rápida era subir a un taxi. Algo más relajados fuimos avanzando los 13 km que separaban los dos «Arenas». Sin embargo el alma se nos cayó a los pies cuando por la Avenida de las Granjas el tráfico se colapsó, hasta el punto que apenas avanzamos metro a metro. Nos tocaba improvisar porque no teníamos los tickets comprados, así que paramos al taxista y cambiamos de transporte al ver que el MetroBus, un autobús rápido que va por un carril exclusivo, nos venía mejor para llegar hasta el nuevo destino.
Más tranquilos y sentados en el bus fuimos avanzando, si bien los problemas no se resolvieron aquí. Al llegar al cruce de las avenidas que rodean el centro el tráfico volvió a pararse, esta vez por manifestaciones de protesta. ante nuestro asombro, el mismo conductor del bus bajó a increpar a otros conductores y en un momento de tensión decidió tomar otra ruta, menos directa pero más aliviada de coches.
Afortunadamente aún llegábamos a tiempo, la entrada del Arena de México estaba repleta, con unas colas enormes y numerosas tiendas que vendían souvenirs de los luchadores como las famosas máscaras de lucha mexicanas.
El Arena de México un templo de la lucha libre mexicana
La catedral de la lucha libre lleva más de 50 años, desde 1956 dando veladas de entretenimiento, con ilustres mitos como Blue Demon, Rolando Vera, el Santo o el Médico Asesino que causaron furor. Hoy en día el Arena goza aún de interés con veladas de lucha libre que atraen a locales y extranjeros.
Cuando vimos el cartel pensamos que estábamos un poco locos, pero a la postre fue uno de los momentos más divertidos del viaje. De hecho la entrada estaba abarrotada, y no sólo por gente de la ciudad, encontramos españoles, norteamericanos, y un sinfín de turistas que no querían perderse uno de las actividades turísticas que está cobrando más fuerza en México.
El espectáculo comenzó con un desfile de las luchadores femeninas, que ante nuestro asombro eran jaleadas como diosas de los Campos Elíseos. Crecidas por el casi insoportable rumor y gritos del público, las famosas Amapola, Silueta, Estrellita (una veterena de la lucha) o Goya Kong fueron bajando por el podium hasta el ring. Esta última hacía enfervorecer a las masas, que gritaban al unísono Goya, Goya, sucumbiendo nosotros al contagio de insultos que proferían los fans más radicales. Se trataba de dejarse llevar así que nos apropiamos de los insultos más soeces del público y animamos a nuestra preferida Goya Kong, cuyo apodo se puede suponer de donde viene. Ciertamente no dejaba contrincante con aliento después de caer sobre ellas en sus saltos y abrazos oseznos.
Después de las chicas llegó el turno de los bravos luchadores, todos con nombres a cada cual más gracioso como SuperPorky, Atlantis, Volador, Guerrero Maya o Mephisto. Jaleados por los fans de la luche libre se crecían con los insultos y aplausos.
Martín se colocó como reportero en primera línea del ring y grabó algunos vídeos fabulosos donde unos y otros se daban patadas, bofetones y tortas por igual. Si bien todo está totalmente teatralizado, las piruetas y la comedia que ponen los luchadores lo hace realmente divertido.
Ya con las gargantas secas de tanto chillar y con el último combate acabado, fuimos desfilando hacia la salida, con muchas carcajadas en las espaldas y satisfechos con le «simulada diversión» de la lucha libre mexicana.
Vídeo de uno de los momentos álgidos
Ubicación y mapa. Como llegar al Arena de México
El Arena de México donde se lleva a cabo las peleas de lucha libre está en la Colonia Doctores y la forma más fácil de llegar es con el metro de la línea 1, color Rosa, y parada Cuauhtémoc. Desde allí a dos calles a pié llegamos a la entrada donde se pueden comprar los boletos para el espectáculo.