Planes de viaje. Ruta por la Provenza y la Costa Azul

Paseo de los Ingleses, Niza
Paseo de los Ingleses, Niza

La emoción previa al viaje es tan sutil e intensa a un tiempo, es primero como un cosquilleo en lo más profundo del estómago, que está ahí en efervescencia todos los días. Se convierte después en pensamientos aislados a cualquier hora, en cualquier esquina, imágenes que no acaban de definirse, itinerarios imposibles, ganas de abarcarlo todo, de no perderse nada.

A medida que pasan los días, el viaje se va concretando, los lugares y las rutas más definidas, las visitas programadas, de la incertidumbre se pasa a la resolución, de la emoción a la excitación, las imágenes comienzan a definirse. Comenzamos a trazar en un mapa itinerarios, nos situamos geográficamente en los lugares de destino, ya estamos más cerca de embarcarnos en el viaje soñado.

Porque no hay que olvidar que antes de ser bosquejo, el viaje fue sueño. Porque para viajar hay que saber soñar, desear estar en el camino, sentirse en movimiento. Esa inquietud que nace mientras se sueña, ese estremecimiento que estalla un día muy adentro, convirtiéndose en deseo es el despertar del viaje. Ahí comienza todo. Sin ese anhelo no hay viaje.

Hace tiempo que soñamos con viajar a la Provenza y la Costa Azul, la Provenza de los campos de lavanda, las cigarras, los jabones de Marsella, los mercadillos provenzales, los monumentos romanos, los paisajes de garriga, los encantadores pueblos provenzales, la luz que buscaban los pintores impresionistas,…La Costa Azul de las películas de Hitchcock, las villas que miran al Mediterráneo, las curvas de las Corniches y el cabriolet de Cary Grant y Grace Kelly, el glamour de la Riviera, los hoteles más bellos: el Martínez, el Hermitage, el París,…, los pueblos colgantes,…

Tiendas provenzales
Tiendas provenzales

Buscamos en nuestro viaje a la Provenza y la Costa Azul los sueños que tuvimos, las imágenes que nos hacemos de los lugares. Hasta que no llegamos al destino, imposible conciliar realidad y sueño. Mientras hacemos planes, el viaje todavía es una quimera.

Itinerario del viaje a la Provenza y la Costa Azul

A principios de junio el calorcito se habrá instalado ya en la Provenza y la Costa azul, se encuentran entre las regiones más calurosas de Francia, el famoso Midi que procuran muchos artistas en busca de luz y color. Lo que sí sabemos es que en esta ocasión no habrá lavanda, los campos comienzan a florecer a mediados de mes, y su esplendor es en la mayoría de las rutas de la lavanda en el mes de julio. Por lo que habrá que dejar uno de nuestros sueños en el tintero. Su lugar será ocupado por otros, siempre es así, si algunos fallas, siempre hay muchos más que no dudan en sustituirlos.

Tenemos seis días para recorrer los 278 kilómetros que separan Arles de Menton, ya en la frontera con Italia. Somos conscientes de que es demasiado poco tiempo para ver todo lo que deseamos, por lo que debemos cambiar la perspectiva y centrarnos en los lugares que visitaremos, parándonos, disfrutándolos, sin pensar en lo que nos perderemos en el camino. Inevitablemente es algo que pienso siempre, en lo que se queda en el camino, quisiera abrir bien los brazos y abarcarlo todo. Acepto que no es posible, y me queda la esperanza de regresar,…

La necrópolis de Alycamps en Arles
La necrópolis de Alycamps en Arles

Seguiremos una línea por el sur de Francia, partiendo de la Provenza, para hacer un salto hasta la Costa Azul, recorrer la Riviera durante unos días, adentrarnos en el interior norte de la Provenza y después hacer el camino de vuelta tranquilamente, durante unos días de nuevo hacia el oeste. Lo decidimos así porque, aunque recorremos gran parte del recorrido el segundo día, 248 kilómetros de Arles a Niza, eso nos permite tomar como campamento base un pueblito cerca de Niza y movernos sin prisa por la Costa Azul, para después volver tranquilamente a la Provenza, recorriéndola despacio.

Carreteras, autopistas y Corniches

Seguiremos la autopista A9, práctica, rápida, segura, con tres carriles durante todo el tiempo y áreas de descanso magníficas. Después en la Costa Azul es imprescindible recorrer las carreteras de las Corniches, situadas entre Niza y Menton, acantilados de vértigo que ofrecen vistas espectaculares de la costa mediterránea. De vuelta, recorreremos algunas carreteras de interior hacia Grasse para apreciar el paisaje provenzal, y volveremos a utilizar la autopista A9 cuando queramos llegar rápido a un destino.

Primera etapa: Arles, Saint Rémy de Provence, Le Baux de Provence

Una parada en el "Café Van Gogh" que el pintor retrató en su cuadro "Café le soir".
Una parada en el «Café Van Gogh» que el pintor retrató en su cuadro «Café le soir».

Escogemos pues Arles como punto de partida, la “pequeña Roma en Galia”, una ciudad milenaria, de cuyas piedras rezuma historia, no es de extrañar que sea Patrimonio Mundial de la Unesco. El anfiteatro, el teatro, el foro, las termas de Constantino, la necrópolis de Alyscamps,…los monumentos romanos de Arles. Pero también recorreremos Arles la medieval, y seguiremos los pasos de Van Gogh en Arles, ya que el pintor impresionista se enamoró de la luz del Midi, tanto que acabó sus días por estas tierras.

De Arles a los célebres pueblos de Saint Rémy de Provence y le Baux de Provence, para lo que preferimos tomar la carretera D27 para disfrutar del espléndido paisaje demacizo montañoso de Les Alpilles. Saint-Rémy lo vemos de pasada, ya que apenas tenemos tiempo, es demasiado para un solo día, por lo que escogemos recorrer la Ciudadela de Les Baux de Provence, ese pueblo que se encuentra en lo alto de una colina. Sus callejuelas, palacetes, el castillo, las tiendas provenzales, las vistas de Les Alpilles,…

Segunda etapa: Niza y Vence

Los colores de la Plaza Masséna, corazón de Niza
Los colores de la Plaza Masséna, corazón de Niza

La ciudad de Niza es muy grande y queremos recorrerla con tranquilidad, aún así hace falta al menos otra jornada. Intentaremos descubrir los rincones del casco antiguo, e incluso tomar una bici-taxi para ahorrar tiempo y recorrer el Paseo de los Ingleses. Al final del día, es imprescindible ver el atardecer desde la Coline du Château.

De vuelta todavía hay tiempo para ir al pueblo de Vence, cercano a nuestro B&B y cenar allí.

Tercera etapa: Mónaco y Montecarlo

Desde el pueblo cercano a Niza donde nos alojamos, será fácil llegar a Mónaco por la A9, por lo que tendremos todo el día para visitar la ciudad. Pero la bajada será por la Corniche Media hasta la Corniche baja, curvas y panorámicas del Mediterráneo aseguradas. Prácticamente toda la jornada la dedicaremos a Mónaco, una encantadora ciudad de cuento situada en lo alto de un peñón. Para ver el Instituto Oceanográfico que dirigió Jacques Cousteau, se necesitaría otro día. Al final de la tarde exploramos los lugares más célebres de Montecarlo: el casino y los hoteles de lujo. Apenas hay tiempo para más.

Cuarta etapa: Eze, Menton y Cannes

Eze, magnífico pueblo colgante visto desde el mirador de la Corniche Grande. Cap Ferrat al fondo
Eze, magnífico pueblo colgante visto desde el mirador de la Corniche Grande. Cap Ferrat al fondo

Hace tiempo que deseamos conocer este pueblo mágico del que oímos siempre hablar. Situado en lo alto de una colina, Eze mira al Mediterráneo. Sus callejuelas, galerías de arte, relais châteaux, la perfumería Gallimard, …Desde su espectacular jardín exótico las vistas de la Costa Azul son magníficas. Y desde la Corniche Grande se ve el propio pueblo de Eze, colgante en medio del azul.

Cerca de la frontera con Italia, Menton, la ciudad del limón, la ciudad que enamoró a Jean Cocteau, en cuyo bastión realizó su memorial. El moderno edificio que acogerá el museo Jean Cocteau, una magnífica obra del arte contemporáneo, con formas sinuosas que recuerdan al arte del artista.

Y recorriendo kilómetros de la Corniche Basse, llegaremos a Cannes, ciudad de cine, donde nos espera un paseo marítimo bordeado de hoteles históricos como los de Niza o Montecarlo. Y después, la alfombra roja del glamour.

Quinta etapa: Tourrettes-sur-Loup, Grasse, Aix-en-Provence

Entre Grasse y Saint-Paul de Vence, el pueblo medieval de Tourrettes-sur-Loup, situado en un espectacular espolón rocoso. Nos queda de paso en nuestro viaje de vuelta. El pueblo de la violeta, y muy cerca Grasse, la ciudad del perfume. Quizás no podremos parar mucho porque todavía está Aix-en-Provence, ciudad que enamoró a Cézanne. Monumental, con un ambiente que recuerda al que hay en muchas ciudades españolas, Aix es también la ciudad de las fuentes.

Sexta etapa: Saint Quentin la Poterie, Uzès y Aviñón

En la última etapa de nuestro viaje a la Provenza y la Costa Azul, el curioso pueblo de la cerámica, talleres de artesanos por todas las calles de Saint Quentin la Poterie. Y después el pueblo medieval de Uzès, un sábado, para ver uno de esos famosos mercados provenzales. El recorrido del casco antiguo nos mostrará un conjunto medieval muy bien conservado, en el que destaca el palacio ducal y la torre fenestrelle. Y la ciudad de Aviñón, con su impresionante Palacio de los Papas, un casco antiguo bellísimo y el famoso puente de la canción que lo hizo célebre: “sur le pont dAvignon, lon y danse,”.

Artículos del Viaje a la Provenza y Costa Azul:  

Etapa 1: Viaje a la Provenza y la Costa Azul. Arles y Les Baux de Provence

Etapa 2: Viaje a la Provenza y la Costa Azul II. Buscando la luz de Niza

Etapa 3: De paseo por la Riviera francesa. Mónaco y Montecarlo

Etapa 4: Ruta por la Costa Azul. Conquistados por el pueblo colgante de Eze

Vistas al Mediterráneo desde el Jardín exótico de Eze, Costa Azul

Arquitecturas de la Costa Azul. De Menton a Cannes por la Corniche litoral

Etapa 5: Tourrettes-sur-Loup, Grasse, Aix-en-Provence

Etapa 6: Saint Quentin la Poterie, Uzès y Aviñón

Alojamientos en la Provenza y la Costa Azul

Nuestro B&B y sus deliciosos desayunos
Nuestro B&B y sus deliciosos desayunos

En nuestros viajes siempre intentamos buscar alojamientos con encanto, B&B o casas rurales que tengan algo de especial, donde podamos sentir la cercanía de los hospedadores que nos guíen en nuestros itinerarios, que nos propongan excursiones y lugares insólitos que no podemos perdernos. En Arles nos hospedamos a las afueras, ya que la campiña provenzal es magnífica y los alojamientos muy agradables. Además estaba cerca de la ciudad, por lo que así tenemos las dos ventajas.

Lo mismo hicimos en Niza, preferimos no quedarnos en la ciudad, y aunque nuestro B&B estaba a 40 minutos, las ventajas eran muchas, puesto que nos evitábamos buscar parking en la ciudad, y desde el pueblito donde estábamos la autopista A9 no estaba lejos para dirigirnos rápidamente hacia Mónaco, Eze, Menton, etc. Finalmente, alojarse en un pueblo provenzal con encanto es una prioridad para nosotros.

A la vuelta, seguimos la misma pauta: en lugar de alojarnos en ciudades como Aix-en-Provence o Aviñón, preferimos pasar el día en las ciudades, y la noche en pueblecitos provenzales, lo que nos permitió disfrutar del paisaje provenzal y movernos durante el día por carreteras secundarias que nos llevaron a pueblos y lugares imprescincibles.

Reserve su B&B o casa rural en la Provenza y la Costa Azul:

 

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