Jardines de Villa de Este en Tívoli

Roma, la città eterna a menudo fagocita las bellezas de la región del Lazio, que poco pueden hacer frente a la maquinaria publicitaria de la capital italiana, y estos tiempos del viajero frenético que aglutina demasiadas cosas en sus vacaciones.

Por ello lugares como el puerto romano de Ostia, la cercana Villa Adriana residencia imperial, o las misma Villa d’Este en Tívoli quedan para segundos viajes en los que los enamorados de Italia volvemos para descubrir un patrimonio inacabable.

Jardines de Villa d'Este en Tivoli
Jardines de Villa d’Este en Tívoli

Historia de Villa d’Este

Villa d’Este es célebre por sus extensos jardines que recuerdan a los de Boboli en Florencia, con fuentes musicales, esculturas -reutilizando el mármol de la Villa romana de Adriano- y juegos acuáticos de chorros de agua. Aún siendo Patrimonio Unesco de la Humanidad, son muchos los que desconocen la existencia de esta residencia palaciega del siglo XVI construida por  el cardenal Hipólito d’Este, hijo de Lucrecia Borgia y Alfonso I d’Este (y nieto del Papa Alejandro VI). Dicen que la frustración del cardenal al no ser propuesto para Papá hizo que volcara su esfuerzo en crear su propia residencia, a la altura que la residencia papal o los mejores palacios de Roma o Avignon.

Es importante ubicar a los Borgia (naturales de Valencia), ya que la familia es una de las que vertió más tinta en vida y siglos después de muertos. Su hermano Cesar Borgia, a la sazón Duque de Valentinois, Duque de Romagna, Príncipe de Andria y Venafro, Conde de Dyois, Señor de Piombino, Camerino, Duque de Urbino, Cardenal, Confaloniero de la Iglesia y Capitán General de la Iglesia tiene una historia que llena libros y libros. Por otro lado Alfonso I provenía de la familia D’Este, duques de Ferrara, quienes dan nombre al palacio renacentista.

El complejo se alzó en el espacio del antiguo convento franciscano de Tívoli, cuyos terrenos fueron obsequiados al cardenal Hipolito d’Este por parte del papa Julio III. Acostumbrado al lujo, Hipólito quería disponer de una residencia a su altura y encargo un proyecto al arquitecto Pirro Ligorio, que además era un gran paisajista, ejecutada por el arquitecto e ingeniero ferrarés Alberto Galvani. La Villa d’Este será la obra culmen de Pirro Ligorio, que contó con la ayuda de Thomaso Chiruchi de Bolonia, maestro en la ingeniería hidráulica en el siglo XVI.

La ejecución fue larga, durante la intensa vida personal, política y religiosa del cardenal Alfonso d’Este, en un siglo de tránsito del feudalismo medieval hacia las nuevas formas monárquicas y el peso del Papado en Europa. En 1572 fallece Hipólito, habiendo disfrutado solo unos meses de la obra acabada, y dejando a sus descendientes el encargo de ir añadiendo elementos para embellecer la villa y los jardines, como la Fontana Bicchierone o la fuente musical de los órganos, sumados al conjunto gracias al genial Gian Lorenzo Bernini a lo largo del siglo XVII.

Grabado de Villa d'Este, obra de Étienne Dupérac
Grabado de Villa d’Este, obra de Étienne
Dupérac

Los Habsburgo fueron posteriormente propietarios de la villa, que durante el XVIII y el XIX fue cayendo en un estado de abandono y deterioro hasta que con la llegada de la unificación de Italia, y especialmente ya en el siglo XX, el Estado ya propietario llevó a cabo una intensa restauración que ha permitido devolver la vida a Villa d’Este. En 1879 el compositor Frank Liszt tocó en la villa en uno de sus últimos conciertos, y fruto de su paso es  la pieza “Juegos de agua de Villa d’Este».

Qué ver en Tívoli

Visita a los jardines de Villa d’Este

Es aconsejable visitar la villa dedicando bastante tiempo, ya que más allá de la belleza indiscutible de los jardines, hay que comprender el trabajo de ingeniería, paisajístico y escultórico en Villa d’Este. Asentados sobre terrazas, diferentes escaleras y ejes descienden evocando a una de las siete maravillas antiguas, los Jardines Colgantes de Babilonia. La captación de lluvia sigue los patrones de la Roma antigua: se recoge y distribuye a través de depósitos, un acueducto y canales que permiten abastecer de agua a las fuentes y jardines.

Fuente del órgano en los jardines de Villa d'Este
Fuente del órgano en los jardines de Villa d’Este en Tívoli

La pendiente contribuye a que la perspectiva de la «alfombra» verde se capte con mayor extensión óptica. Y los fotógrafos lo agradecen, pudiendo captar el paseo de los visitantes a lo largo de las alamedas. Primero se visita el interior de la villa, donde se admira la suntuosidad de las habitaciones decorados por el equipo de Livio Agresti da Forlì y Federico Zuccari, cuyos techos estucados con frescos son una historia parlante del lujo que perseguían sus propietarios. Especialmente admirables son los salones de Hércules y de la Fuente, además de la Gran Logia, punto de encuentro en las tórridas tardes de verano, y que servía como abrigo fresco para disfrutar de las vistas de los jardines desde lo alto.

Frescos en las estancias de Villa d'Este
Frescos en las estancias de Villa d’Este en Tívoli

Ya en el exterior el juego de descubrir sus más de 500 fuentes y esculturas requiere su tiempo. Las más famosas son la hilera de las cien fuentes y la fuente del órgano hidráulico, pero hay referencias mitológicas y naturalísticas en todos los jardines.

A la derecha se encuentra la Fontana dell’Ovato, llamada así por su forma oval donde se recoge el agua captado y que luego se distribuye en la parte baja de los jardines a través de las Cien Fuentes, que recuerdan alegóricamente los tres afluentes del Tiber generadas por los arroyos que descienden desde los montes que rodean Roma. Los cien caños están dispuestos en dos filas superpuestas con máscaras antropomórficas, mientras del canal más alto se escupen chorros  entre las esculturas de lirios, obeliscos y águilas. La delicadeza escenográfica de la Fuente Oval que anticipa el gusto barroco del siglo XVII.

En el fondo de los jardines el agua llega hasta la Fuente de los Dragones, que atendiendo a la leyenda fue construida en una noche por el arquitecto Ligorio para honrar la visita del Papa Gregorio XIII Boncompagni, cuyo emblema familiar de los Boncompagni era un dragón alado. También es conocida como Girandola, por el sofisticado mecanismo que expulsaba chorros asemejando fuegos artificiales.

Paseamos junto a los estanques de los peces hasta la Fuente de Neptuno (la más reciente, obra del siglo XX que sustituyó la Cascada de Bernini muy dañada durando el abandono del siglo XVIII y XIX), que precede a la Fuente del Órgano, que se adapta a la morfología del terreno. El nombre proviene del mecanismo de agua situado en su interior, y que con el curso del agua produce una melodía musical. Este tipo de fuentes fue muy popular durante el Renacimiento.

Fuente del órgano en los jardines de Villa d'Este
Fuente del órgano en los jardines de Villa d’Este

De nuevo descendiendo al centro de los jardines nos paramos en otras fuentes como la fuente de Europa y Pegaso, la logia de Pandora y el Bicchierone, la rotonda de los cipreses, la fuente de Diana madre de la naturaleza con un impactante diseño que recuerda influencias budistas, y las escaleras de Bollori que nos acercan a la Gruta de Diana. La Gruta de Diana muestra una escultura de una bella ninfa completamente decorada con mosaicos de piedra, estuco en relieve con esmalte y la mayólica.

Atardecer en los jardines de villa d'Este
Atardecer en los jardines de villa d’Este

Casi terminando la ruta circular camino de la Gran Logia, y opuesta a la Fuente Oval, la Rometta refleja con su iconografía a la diosa Roma en el trono junto con otras esculturas que tienen una clara referencia a la capital: un barco romano, la Loba y sus «cachorros» Rómulo y Remo, fundadores de la ciudad según la mitología.

Mapa de las esculturas y principales puntos que ver en Villa d'Este
Mapa de las esculturas y principales puntos que ver en Villa d’Este

Información de Villa d’Este

Localización: Piazza Trento, 5, 00019 Tívoli
Horarip: abre a las 8:30, mientras que los cierres son diferentes según los meses. A las 4:00 p.m. en noviembre, diciembre y enero, a las 4:30 p.m. en febrero, a las 5:15 p.m. en marzo (se convierten en 6:15 p.m. en horario de verano, a las 5:30 p.m. en octubre, a las 7:15 p.m. en septiembre, a las 19:30 a abril, a las 7:45 pm de mayo a agosto. Última entrada una hora antes del cierre.
Días de cierre: todos los lunes y 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre. Si el lunes es un día festivo, el monumento está abierto al público y el horario de cierre semanal se pospone al primer día hábil siguiente.
Entrada gratuita el primer domingo de cada mes

Cómo llegar a Villa d’Este y Tivoli

Villa d’Este se encuentra en el centro histórico de Tívoli. La entrada principal está en la Piazza Trento, adyacente a la céntrica Piazza Garibaldi.

Si llegamos en coche propio o de alquiler hay un aparcamiento de varias plantas, ubicado al pie de la Rocca Pia, cerca del acceso a Villa d’Este. Desde Roma se debe continuar hacia Tívoli y tomar la salida de la autopista A 24 en el peaje que señala Tívoli. Desde aquí, tome la carretera Maremmana Inferiore hasta el cruce con la carretera estatal Tiburtina. Después de pasar la el desvío de Villa Adriana, continúe por la carretera estatal Tiburtina hasta llegar a Tivoli;

Es frecuente llegar a Tívoli desde Roma en transporte público, ya sea bus o tren. E servicio de autobús CO.TRA.L, que cubre la ruta Roma-Tívoli (saliendo desde la estación de Metro B de Ponte Mammolo) es la mejor opción en autobús, pero es importante elegir el que va por la autopista ya que lleva a cabo menos paradas y es más directo . La parada de autobús en Tívoli más cercana a Villa d’Este es  «Largo Nazioni Unite». Hay que tener en cuenta que el tráfico en Roma y alrededores es intenso, así que mejor elegir horas con menos densidad.

El tren es otra opción, a través de la línea Roma-Pescara FM3. La estación está a poco más de 1 km de la entrada de la Villa. Un agradable paseo por el centro histórico de Tívoli sirve de aperitivo de las maravillas que admirará dentro de Villa d’Este.

Excursiones y Tours a Tívoli

Desde Roma hay varias excursiones que incluyen Villa de Este y la Villa romana de Adriano

Mapa de Villa D’Este en Tívoli

4 comentarios de “Jardines de Villa de Este en Tívoli

    1. El Giróscopo Viajero

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      Hola Teresa! Gracias, los jardines de la Villa de Este son impresionantes verdad? También Villa Adriana merece mucho la pena. Te la recomiendo.

  1. Visitar Villa D’Este es entrar en otro mundo. Imposible describir con palabras el sonido del agua, el aroma del verde que lo envuelve y también las maravillosas estatuas y pinturas . Villa Adriana es otro lugar que estando en Tívoli es visita obligada. Maravillas de nuestro mundo.

    1. El Giróscopo Viajero

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      Hola Mónica!

      Solo podemos secundar tus palabras sobre Villa d’Este. Merece la pena la excursión desde Roma para visitar los jardines y por supuesto añadir Villa Adriana. Muchas gracias!!

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