El Turó del Tagamanent, una ruta plácida por el Montseny

El otoño, cuando el calor asfixiante da tregua en Cataluña, es el periodo del año que más nos gusta para hacer excursiones de montaña. Aprovechando la jornada dominical el equipo del Giróscopo, junto a unos amigos y sus niñas, elegimos uno de los parques naturales que más nos gusta en la provincia de Barcelona, el Montseny.

El Turó del Tagamanent desde el restaurante Can Bellver
El Turó del Tagamanent desde el restaurante Can Bellver

Visita al Turó del Tagamanent

Las ventajas del Montseny es que, además de la variedad de rutas que podemos montar para pasar un día de montaña, apenas estamos a una hora de Barcelona ciudad, a unos 50 km concretamente del itinerario que hemos escogido hoy, el Turó del Tagamanent.

Evidentemente con niños no íbamos a pegarnos las palizas de otras ocasiones, y dejamos la exigencia para futuras excursiones. El Turó del Tagamanent es una colina  de 1056 metros de altura, coronada por la iglesia de Santa María y su figura panorámica, que podemos apreciar desde otras montañas adyacente, hace que no tardemos mucho en sacar la cámara para hacer unas cuantas fotos.

La DIBA, la Diputación de Barcelona gestiona el entorno a través de la concesión de explotación del Restaurante Can Bellver, cuyos encargados de tirarlo adelante, hacen una labor creativa en la cocina, a la par que didáctica con la ruta guiada que hacen del cercano Museo de Can Agustí.

Recorrido de orientación por el Montseny para alcanzar el Turó del Tagamanent
Recorrido de orientación por el Montseny para alcanzar el Turó del Tagamanent

Desde Barcelona nos dirigimos hacia el Montseny dirección Granollers. Después de pasarlo y antes de llegar al pueblo de Tagamanent, tomamos las indicaciones para llegar al Pla de la Calma, cuya subida de curvas asciende hasta llegar al aparcamiento de Mas Bellver.

La masía de Bellver, punto de información del Parque del Montseny, es hoy un restaurante slow food donde tanto el abastecimiento de agua como el de electricidad son autónomos. Además todo lo que se cocina sigue el sello del kilómetro cero, practicando una degustación de productos locales que se aprecia con el enorme sabor de sus platos. Pero no vayamos tan rápido…

En el entorno del Turó del Tagamanent la Federación de Circuitos de Orientación de Montaña tienen montado de forma permanente un itinerario con veinte balizas y pinzas para sellar el mapa que indica los puntos del circuito. El mapa lo podemos comprar en el restaurante.

Como actividad para disfrutar de la naturaleza y enseñar a los niños el entorno de la montaña, el recorrido es fácil y muy adecuado para instar a los más jóvenes a entender y comprender el entorno.

Después de comprar los mapas en el restaurante, punto de inicio para iniciar el circuito de orientación, nos dirigimos hacia el Turó del Tagamanent, buscando como si fueran setas, los puntos marcados en el mapa.

Iglesia en lo alto del Turó del Tagamanent
Iglesia en lo alto del Turó del Tagamanent

El Turó tiene varios caminos para llegar a lo más alto, donde la iglesia y los edificios aledaños, se están restaurando para sacar a la luz testimonios del castillo precedente que se vino a bajo a causa de un terremoto. De hecho, la tradición oral ha seguido denominado al pico como el del Castillo, siglos después de su desaparición.

Guiados por el mapa y la intuición de los niños fuimos completando los puntos indicados por el mapa, hasta tener todos marcados, leyendo las anotaciones que nos contaban un poco de la historia de cada elemento.

Completando la ruta por el Montseny con niños
Completando la ruta por el Montseny con niños. Pla de la Calma, Tagmanent

De vuelta al restaurante, en la entrada de Can Bellver podemos encontrar información del Parque del Montseny, de su entorno natural, su fauna y su flora, perfectamente explicado en paneles informativos.

Con el apetito bien macerado subimos a la segunda planta donde se sirve un buffet de diferentes platos a partir de productos de la zona y de la gastronomía del Vallès Oriental, que está recuperando muchos productos oriundos, como las mongetes genoll de crist (judías rodilla de cristo).

Comida en el restaurante Can Bellver
Comida en el restaurante Can Bellver. Reponiendo fuerzas después de la ruta

Después de comer hasta casi estallar -de postre repetimos butifarra y pastel de zanahoria regado de moscatel- salimos a reposar fuera del restaurante, con una vista espectacular del Turó del Tagamanent, sobre el que ya se avecinaba la tormenta, acompañada de rayos que quebraban el cielo y de truenos que nos hacían perder la cuenta del tiempo. A lo lejos, algunos rayos rompían las nubes y conseguían enfocar el conjunto monumental de la iglesia, pero eran un espejismo, la lluvia furiosa entraba en escena hasta el punto que tuvimos que ir en coche hasta la Casa Museo de Sant Agustí, que apenas está a 300 metros.

La tormenta llega al Montseny
La tormenta llega al Montseny. Al fondo el Turo del Tagamanent

La Casa Museo Agustí se ha recuperado como proyecto didáctico que permita acercar a los visitantes a la historia de la masía, importante no sólo por significar un ejemplo arquitectónico, si no por representar, gracias a la documentación recopilada, la historia económica y social de la comarca en los últimos siglos.

Can Agustí, Museo etnológico del Montseny
Can Agustí, Museo etnológico del Montseny

El edificio, que ya aparece testimoniado en documentos del año 1.200 nos sumerge con la ayuda de los objetos de carácter etnológico en la vida rural de la familia Agustí, que durante siglos habitó el Casal.

Interior de Can Agustí
Interior de Can Agustí

En nuestro recorrido fuimos escuchando para que servía cada estancia del inmenso edificio, desde los establos, pasando por el gran salón comedor, las habitaciones privadas, la cocina, o el centro de la casa, la habitación en torno a la gran chimenea donde se pasaban largas horas frente al fuego.

Al finalizar la visita un audiovisual reconstruye con las fotografías las vivencias y el día a día de los payeses, con sus largas jornadas de trabajo, y la evolución como centro autosuficiente agrícola, ganadero, y núcleo social de toda la comarca.

Las visitas al museo etnológico se realizan los sábados, domingos y días festivos, a las 10,30 y a las 16,30, y hay que reservar previamente. Si hemos comido en el restaurante Can Bellver la visita es gratuita.

Desde el Pla de la Calma podemos acercarnos a las oficinas de turismo del pueblo de Tagamanent donde nos detallarán todo el patrimonio histórico con masías, iglesias y otros edificios interesantes; y otras rutas de naturaleza para conocer esta parte del Montseny.

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3 comentarios de “El Turó del Tagamanent, una ruta plácida por el Montseny

  1. Genial Viajeros, gracias por una ruta tan detallada del Turo del Tagamanent en el Montseny y complementada con los detalles de la experiencia vivida. Un saludo!

    1. El Giróscopo Viajero

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      Hola Marta! El Turó del Tagamanent una opción perfecta para combinar rutas con niños, naturaleza y buena gastronomía catalana. Saludos!!

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