Si hoy en día juntásemos a algunos de los matemáticos más importantes de la historia de la humanidad como Pitágoras de Samos, Leonhard Euler, Andrew Wiles, Isaac Newton, Leonardo Pisano Bigollo, Alan Turing, Descartes, Euclides, Bernhard Riemann y Carl Friedrich Gauss; y les hiciésemos una visita a guiada al Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona para explicarles para qué sirve, o bien maldecirían por no haber nacido en nuestros tiempos, o simplemente se sentirían orgullosos de ver como la senda que abrieron, permite que hoy dispongamos de una de las herramientas más útiles para los avances científicos.
El superordenador Mare Nostrum (que ya va por el número 4, activo desde julio de 2017.) del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), está en el interior de la capilla de la Torre Girona de Barcelona, por encima de los jardines de Pedralbes.
El lugar parece buscado a posta, como una oda de la racionalidad de la ciencia frente a los caprichos de los designios divinos. Ciencia vs religión. La realidad es que el lugar se desacralizó en 1985 y posteriormente paso a ser propiedad del campus de la Universidad Politécnica de Barcelona.
El BSC empezó a tomar forma en el año 2004 cuando la labor conjunta del Ministerio de Educación, la Generalitat de Catalunya y la UPC apostaron por la creación del Centro Nacional de Supercomputación en Barcelona. Apenas un año después el superordenador ya estaba en marcha, siendo el más potente de Europa.
Cada vez son más son los visitantes que acuden al Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona, un crecimiento que no para y que sirve para poner en valor la ciencia y la labor de los científicos. En 2015 fue Dan Brown, autor del bestseller El código Da Vinci, quién acudió aquí para conocer el funcionamiento del superordenador e incluirlo en su libro «Origen».
Hay quién pueda sentirse decepcionado por la intangibilidad del trabajo del superordenador, pero la implícita reflexión de para qué sirve hace imposible no sentirse maravillado. El Mare Nostrum es el superordenador más potente de España (13,7 petaflops de operaciones por segundo, es decir 13.700 billones) y durante algunos periodos ha sido el más potente de Europa. Esto depende de las actualizaciones y por supuesto de la inversión para financiarlo. Hay que tener en cuenta que los procesos implican un trabajo enorme de los servidores, cuya vida útil es de apenas de unos pocos años. Además el gasto energético es uno de los costes más importantes (alrededor de un millón y medio de euros al año en electricidad), por lo que en el horizonte siempre está conseguir una mayor eficiencia de consumo, tanto en el esfuerzo energético de los servidores como en la refrigeración, cuidadosamente gestionada para que la temperatura no «funda» el superordenador.
Cada segundo billones de operaciones ejecutadas permiten hacer tests que de otra forma tardaríamos tiempos infinitos en corroborar. Una de las tantas tareas que lleva a cabo el superordenador del centro de computación de Barcelona es simular evoluciones de las células cancerígenas para encontrar posibles curas contra la enfermedad. Pero este super cerebro artificial tiene aplicaciones infinitas que van desde simulaciones de como puede evolucionar el clima y el cambio climático, hasta operaciones para diseñar de la forma más óptima los campos de molinos de viento, o ayudar a los ingenieros en campos como la aerodinámica.
Un comité de encarga de aprobar y seleccionar las centenares de propuestas que se reciben para usar el superordenador, una herramienta que ambicionan entes privados y científicos de todo el mundo.
Visita al Centro de Supercomputación
Tras pasar los tornos se entra en el antiguo templo y en la nave central, observamos el cubo de cristal que protege las hileras de servidores que componen el superordenador, nos invade una sensación extraña. Por un lado impresiona comprobar que en un espacio tan pequeño se llevan a cabo pruebas que permiten solucionar problemas que se escapan a la acción de cálculo humana, a la postre como una extensión del cerebro que como un eficaz ayudante nos permite ir mucho más allá de la capacidad matemática de las personas. Por otro lado el lugar es un remanso de paz, parece un pasillo de una biblioteca, en el que la información en vez de ordenarse en renglones y párrafos, se ejecuta en bytes, que a velocidades cada vez más rápidas, nos adentran en el mundo de la inteligencia artificial.
Dentro del «contenedor» de cristal tres hileras de armarios almacenan los servidores donde cada segundo más de 13 billones de operaciones se ejecutan.
Rodeamos el superordenador atentos a las explicaciones acerca de las características técnicas, función, seguridad y supervisión del Mare Nostrum 4, y apreciamos desde la pasarela superior el montaje en el interior de la antigua capilla. Un vídeo sobre el trabajo y aplicaciones del superordenador nos acerca a la labor que desempeña la máquina y el equipo de que compone el BSC.
Gracias por la ayuda al Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona, y en especial a Oriol Riu Valenti, manager del centro de visitantes.
Cómo llegar al Centro de Supercomputación de Barcelona
El BSC se encuentra en la Torre Girona c/Jordi Girona, 31 . Nexus II Building c/Jordi Girona, 29. 08034 Barcelona (Spain). Se puede llegar con el metro de la línea verde, parada Palau Reial.
Las visitas guiadas al Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona se llevan a cabo de lunes a jueves de 9 a 19h, y los viernes de 9 a 13h., en grupos reducidos de hasta treinta personas y con reserva previa. La duración es de media hora a 40 minutos.
Contacto
Tel. (+34) 93 413 77 16
Fax (+34) 93 413 77 21
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