Una de las visitas imprescindibles en toda ruta por la Cantabria Occidental es Comillas, una de las localidades más bonitas de la región, y que con Santander, Santillana del Mar (y las cuevas de Altamira) y San Vicente de la Barquera, permiten realizar un itinerario de dos o tres días muy sugerente.
Esta vez contábamos con poco tiempo, y la climatología tampoco acompañaba, de modo que nos centramos en el Capricho de Gaudí y el Palacio de Sobrellano, dejando el cementerio modernista y la Universidad Pontificia para otra ocasión.
El origen del modernismo en Comillas
Antonio López, de familia humilde de Comillas ya había logrado enriquecerse en Cuba y se entroncó con la burguesía catalana gracias al matrimonio con Luisa Bru Lassús. Años después, ya establecidos en Barcelona su negocio naviero de barcos de vapor sirve para transportar las tropas españolas a Cuba durante la Guerra de los 10 años. El Rey Alfonso XII gracias a este apoyo le otorga (más bien crea) el Marquesado de Comillas, naciendo así una relación de poder entre la alta sociedad, la monarquía y los indianos.
El experimento arquitectónico del modernismo en Comillas no es una casualidad. Residencia de verano de los reyes invitados por Antonio López, a la sazón Marques de Comillas, el pequeño pueblo se convirtió en el lugar idóneo para la proliferación de mansiones y casonas de los indianos, millonarios incipientes que habían generado una riqueza inmensa en las «Américas». Gracias al comercio -en ocasiones aprovechando el contesto histórico que permitió crear patrimonios inmensos con el transporte de esclavos desde África a las colonias americanas y el retorno de tabaco, algodón y otras mercancías -, los nuevos ricos se convirtieron en ricos acaudalados cuya forma de demostrar su nuevo estatus fue solicitar encargos para hacer villas o casas privadas al estilo del Capricho de Gaudí.
Así encontramos -y no de turismo- a Joan Martorell i Montells y Colom, Lluís Domènech junto a dos alumnos aventajados, Cristóbal Cascante y Antoni Gaudí, que en el último tramo del siglo XIX dejan sus huellas en diferentes edificios de Comillas como el Palacio de Sobrellano (1881-1890), la Capilla panteón (1881), el Capricho (1883), el Santo Hospital (1888), la Fuente de los Tres Caños (1899), el Monumento al Marqués (1890) o la la Universidad Pontificia (1892).
Conociendo el Capricho Modernista
Nuestra visita al Capricho comenzaba con un día muy muy gris, pese a ser agosto en Cantabria. Es lo que tiene el norte, y antes de que el txirimiri nos calara hasta los huesos llegamos a la verja de entrada. Allí nos esperaba Carlos, Director de Comunicación del Capricho de Gaudí, cuyo amor por su trabajo nos ha hecho apreciar con conocimiento y pasión la historia del edificio, que en palabras de Carlos es «la historia de la gente que lo visita».
El día no invitaba a charlar en los jardines, así que antes de que los turistas que abundan en verano en Comillas llegaran para apreciar la magnífica casa, Carlos nos fue iniciando en este edificio «vivo». La ventaja de verlo desde las explicaciones de un experto permite entender no sólo la simbología, si no todo aspecto relacionado con la arquitectura y la concepción espacial.
Comillas, como el resto del Norte de España tiene un clima donde la lluvia tiene mucha presencia, y la luz es un bien apreciado. Por ello la planta de la casa sigue como un girasol la luz a lo largo del día, desde el amanecer que ilumina la habitación principal, siguiendo por el comedor, la sala de estar que por la tarde proporcionaba luz a la estancia para disfrutar de los invitados y los conciertos de música, para acabar en el ocaso con el dormitorio de invitados. La forma de U se completa con un área peculiar, el invernadero, donde el propietario coleccionaba las plantas exóticas que traía del continente americano.
Gaudí era un arquitecto inusual, muy sensible a los gustos de los que solicitaban sus servicios, y por ello el Capricho de Gaudí no esconde cuales eran las pasiones de su propietario. Máximo Díaz de Quijano tenía mucha sensibilidad musical, no en vano musicalizó algunas obras de su amigo, el novelista cántabro Jose María de Pereda. Si nos fijamos bien, la casa tiene muchos guiños a la música, desde el forjado de los balcones en clave de sol, a varias vidrieras donde podemos ver un pájaro tocando el piano y una abeja la guitarra. Otros ejemplos son más sutiles, como las ventanas corredizas que al arrastrarse de arriba a abajo mueven un mecanismo tubular que repica como unas campanas.
Los balcones de la sala de estar están incrustados miran hacia el interior, y a diferencia de las explicaciones de muchas guías que cuentan que la vista del pueblo era tan fea que Gaudí los diseñó hacia dentro, la realidad es que los asientos permitían escuchar los conciertos de la sala de música disfrutando del fresco, asistiendo atentos a las tertulias y encuentros musicales.
Después de visitar el interior, y pese a la lluvia paseamos por el jardín, buscando el refugio de los árboles para sacar fotos de la fachada, con la decoración colorida que caracteriza al Capricho. En lo alto el minarete árabe o persa nos recuerda la influencia exótica que encontramos en otras obras del arquitecto catalán.
La cueva del exterior del Capricho nos sirvió durante un rato para resguardarnos de la lluvia, si bien si uso recurrente en este tipo de villas y jardines era buscar el frescor en el verano y el calor en invierno.
En uno de los bancos, la escultura de Gaudí mira feliz su obra, descansando y saboreando en paz el Capricho, quizá sonriendo para los fotos que casi todo el mundo se saca con él.
Nos despedimos de Carlos, agradecidos y encantados con su amena charla, y simpatizados con la visión que está proporcionando con la gestión del monumento del Capricho de Gaudí. La ruta por Comillas, Cantabria y Asturias continuaba…
Visita al Capricho de Gaudí en Comillas
Más información del Capricho de Gaudí en http://www.elcaprichodegaudi.com/
Horarios en Verano
01 Julio – 31 Septiembre
10:30 h. – 21:00 h.
Horarios en Primavera / Otoño
01 Marzo – 30 Junio / 1 – 31 Octubre
10:30 h. – 20:00 h.
Horarios en Invierno
01 Noviembre – 28 Febrero
10:30 h. – 17:30 h.
Vídeo del Palacio del Capricho de Gaudí en Comillas
Cómo llegar al Capricho de Gaudí
Desde Santander hay un autobús de la empresa la Cantábrica que en una hora llega al centro de Comillas. Desde allí el paseo hasta el Capricho de Gaudí es de apenas 5 minutos.
Mapa de la carretera del trayecto en coche de Santander a Comillas:
Si quieres saber más sobre el modernismo catalán y sobre las obras de Gaudí puedes leer los artículos de:
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Can Tinturé y la Rajoleta, fábrica del modenismo
El Gaudi Exhibition Center para conocer la vida de Gaudí