Como ya hemos contado en los artículos precedentes, Gran Canaria es una isla sorprendente. En apariencia, es mucho más plana y seca que Tenerife y, sin embargo, los intersticios de sus manos entrelazadas ocultan relieves espectaculares y fértiles valles. Los 19 barrancos son caminos y sendas para penetrar en el corazón de la isla y descubrir su maravillas. En este artículo contaremos nuestro viaje por el interior de Gran Canaria, visitando sus cumbres y algunos de sus más bonitos pueblos.
Road trip hacia la cumbre de Gran Canaria. Artenara y Tejeda
Partimos de Agaete para subir a las Montañas Sagradas de Gran Canaria, situadas en el centro de la isla, por la carretera secundaria GC-220 y luego por la GC-21. La luz intensa siempre presente en la isla ilumina el día. La vegetación es abundante allá por donde pasamos, las flores de primavera comienzan a abrir. Estos días hemos aprendido nombres de muchas de ellas. También estudiamos la geología de la isla rodando por estas carreteras sinuosas que nos llevan a poblaciones tranquilas, ajenas al movimiento de lugares adonde llegan más turísticos. Los nombres evocan lugares más salvajes y llenos de aventuras: Buenavista, Hoya de Pineda, Tegueste, Saucillo, San José de Caideros.
Artenara: las loas de Unamuno, las casas cueva y el complejo arqueológico del Risco Caído
Llegamos a Artenara, el pueblo más alto de Gran Canaria, que contemplamos desde el primer mirador, el de La Atalaya. Desde el casco antiguo y el Mirador de la Cilla, se puede ver el Parque Natural de Tamadaba, que visitaremos en otro artículo, y la silueta del Teide – que nos acompañará en gran parte de nuestro viaje por Gran Canaria -. Bajamos para recorrer el pueblo y, de pronto, nos asombran las espectaculares panorámicas que hay desde el Balcón de Unamuno – que pasó por Artenara en 1910 y dedicó algunas lineas a los paisajes de la zona, que para un peninsular del norte de España debieron ser más sublimes aún. El escritor bilbaíno dijo:
“El espectáculo es imponente. Todas aquellas negras murallas de la gran caldera, con sus crestas, que parecen almenas, con sus roques enhiestos, ofrecen el aspecto de una visión dantesca. No otra cosa pueden ser las calderas del Infierno que visitó el florentino. Es una tremenda conmoción de las entrañas de la tierra; parece todo una tempestad petrificada, pero una tempestad de fuego, de lava, más que de agua” (Miguel de Unamuno).
Igual de boquiabiertos, por norteños y por canariofilos, divisamos la impresionante Caldera de Tejeda, atravesada por los barrancos. En el centro, el Roque Bentayga, y al fondo, como un monolito extraño, el símbolo de Gran Canaria: el Roque Nublo.
Continuamos la visita panorámica con nuevas vistas, parecidas pero diferentes, del enorme barranco, la caldera y los riscos que la rodean desde desde el Mirador de la Esquina. Entre las flores de las casas cueva de Artenara, la Ermita de la Cuevita, tallada en la roca. Y es que Artenara es el pueblo de las casas cueva – como las que conocimos en Guadix (Granada).
Posee más de 2000 cuevas, un 17% de las censadas en la isla – que ya utilizaban los primeros habitantes por la facilidad de abrir huecos de las laderas y por sus enorme utilidad. Allí se resguardaban, vivían y guarecían alimentos y enseres, bajo una temperatura constante. Artenara es uno de los pueblos de Gran Canaria donde se utilizan como vivienda, ahora más modernizada y cada vez con más encanto. Sin duda, es muy recomendable la visita del Museo Etnográfico Casas Cuevas de Artenara,
Otra de las visitas imprescindibles de Artenara para comprender su Paisaje Cultural: es el Centro de Interpretación de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, un modernísimo edificio excavado en la montaña en homenaje al trogloditismo que caracteriza el lugar. Un interesante recorrido nos informa sobre la geografía y la vida de sus habitantes.
Comida casera en el Restaurante Arte Gaia, todo un viaje gastronómico al interior de los pucheros canarios
La gastronomía local forma parte del viaje, o es más bien un viaje. Al menos fue eso lo que experimentamos con los suculentos platos del restaurante Arte Gaia, situado en pleno centro de Artenara. Comida casera canaria en un pequeño local con una agradable terraza. En las ollas de Arte Gaia se cocina la garbanzada, el atún en adobo, el cochino frito,…que se degustan con tanto placer como la mousse de queso asado con mojo verde y mermelada casera, las papas arrugadas con mojo, las croquetas,…y la mousse de chocolate, el arroz con leche o el flan.
Todos estos platos suenan a cocina casera, a platos que se hacen en todas las casas de Gran Canaria y que nos acercan a la gente del lugar. Sin duda, uno de los mejores viajes gastronómicos de nuestro periplo por la isla.
Paisaje cultural del Risco Caído y Montañas Sagradas de Gran Canaria.
Pero, sobre todo, del Paisaje Cultural que ocupa una vasta zona montañosa de crestas, barrancos y formaciones rocosas en la colosal Caldera de Tejeda -. Incluye asentamientos trogloditas, cuevas pintadas, templos, graneros fortificados,…pertenecientes a la cultura desaparecida de los aborígenes canarios. El valor único del la zona ha hecho que en 2019 se declarase Paisaje cultural del Risco Caído y Montañas Sagradas de Gran Canaria por la UNESCO.
El conjunto ocupa 18 mil hectáreas en el interior de Gran Canaria: la mayoría de la hoya de Tejeda y del macizo de Tamadaba, además de Barranco Hondo. Se trata de uno de los cinco lugares que pertenecen al Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en Canarias. Los yacimientos arqueológicos son los siguientes: el Almogarén o santuario de de Risco Caído, el almogarén del Roque de Bentayga, la Cueva del Rey y Roque Camello. Sin olvidar el centro de interpretación que visitaremos.
Almogarén del Roque de Bentayga.
Este pitón volcánico es la chimenea de lava basáltica de un antiguo volcán. Al emocionarse el cono, el pitón de material mucho más duro resiste creando está curiosa columna. Por su particularidad y situación parece que fue usado como centro ceremonial por los antiguos canarios. Supera los 1400 metros de altitud y domina la caldera. A su alrededor se han repertoriado más de cien cuevas con lugares de habitación, cementerios, silos de grano. Algunas con grandes dimensiones como la Cueva del Rey.
Sin embargo, una de las construcciones más curiosas es el almogarén del Bentayga, una especie de pequeña piscina excavada en la roca, con oquedales donde se pudieron realizar rituales. El lugar al que se accede por un sendero empinado tiene vistas espectaculares.
Centro de Interpretación de Risco Caído en Artenara.
Risco Caído es un conjunto de 21 cuevas excavadas en la roca volcánica de Barranco Hondo, con interesantes manifestaciones rupestres relacionadas con cultos a la fertilidad y creencias religiosas probablemente animistas. Nosotros terminamos la visita al Centro de Interpretación donde se encuentra la reproducción a tamaño real de la Cueva 6 del complejo arqueológico de Risco Caído. La cueva era un almogarén o lugar de reunion de los Faycanes, sacerdotes o miembros con poder de la comunidad. Se especula con su función, ya sea como un templo dedicado a la fertilidad, o quizá en relación con las cosechas y la agricultura.
Esta cueva artificial y abovedada, algo único, nos asombró, ya que pudo servir como marcador astronómico de los tiempos de la producción agraria. Dependiendo de la época del año, la luz que penetra por una apertura artificial realiza un recorrido distinto y toca diferentes símbolos y marcas talladas en la pared. Muchos triángulos, en principio asociados a la forma femenina y la fertilidad pueblan también la pared. Experimentamos asombrados el fenómeno de haz de luz que penetra por la apertura a lo largo del año marcando solsticios y equinoccios.
Tejeda, pueblo con encanto
Tal sólo separan 15 minutos a Artenara de Tejeda, uno de los pueblos más bonitos de España. Allí hay otro espectacular mirador a las Montañas Sagradas de Gran Canaria. Casi las podemos tocar desde su calle principal, en la que los aromas de las dulcerías Nublo y Tejeda llegan hasta nosotros. Tejeda es muy conocida por su repostería. Muchos grancanarios se acercan los fines de semana y los festivos al centro dela isla para disfrutar del paisaje y los montes y para comprar palmeras de todos los sabores, hojaldres, merengues, pasteles, roscones, tartas,…y, por supuesto, el célebre ‘Bienmesabe’ y los típicos mazapanes.
La almendra es un ingrediente fundamental en sus especialidades, ya que estamos en tierra de almendros. Todavía podemos verlos ahora en flor, semanas después de la fiesta que los celebra. También la miel y las plantas medicinales son sabores de Tejeda, asociados a su rica naturaleza. En la Casa de la Miel y en el Centro de Plantas Medicinales se realiza una tarea de recuperación y divulgación importante.
Contemplamos una vez más una de las estampas más bellas de Gran Canaria: la Caldera de Tejeda, con sus barrancos espectaculares y el Roque Nublo y el Roque Bentayga con sus siluetas recortadas en el horizonte. Tejeda es un pueblo bucólico y recogido que goza de un panorama espectacular. Sin duda, un lugar como Artenara es ideal para pasar unos días combinando deporte, naturaleza y gastronomía.
Panorámicas desde el Pico de las Nieves
De camino al Roque Nublo pasamos por varios miradores. La carretera es en sí misma, un mirador increíble y panorámico que nos muestra la Caldera y el propio pueblo de Tejeda, y también, el de Artenara más arriba desde otra perspectiva.
Pero es el Pico de las Nieves (1948 m.) el mirador por excelencia. Se le ha considerado siempre el techo de Gran Canaria, pero en realidad es el segundo pico más alto de la isla, después del Morro de la Agujerada (1957 m.) que se encuentra un poco más lejos. Las laderas de estos picos están cubiertas por pinos canarios. Las vistas desde cualquier punto son increíbles. Barrancos y formaciones volcánicas extraordinarias de un paisaje declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Tenerife suele estar en el horizonte coronado por su Teide. Como suele ocurrir entre islas hermanas, las vistas que tienen los grancanarios de la isla vecina son mejores desde aquí.
El Parador de Cruz de Tejeda. Cocina tradicional canaria con panorámicas
Quesos de Tejeda, escaldón de gofio, papas arrugadas con sus mojos, potaje de berros, pescados autóctonos de canarias,…una sucesión de platos canarios para degustar con unas vistas panorámicas únicas de los abruptos paisajes del centro de Gran Canaria. La Caldera de Tejeda, el Pico de las Nieves,…las Montañas Sagradas de Gran Canaria desde la terraza del Parador Cruz de Tejeda, situado a 1560 metros de altitud.
El silencio que reina en estas montañas nos llama para recorrer las carreteras sinuosas que llevan al Roque Nublo, al Roque Bentayga. Y desde allí, las vistas del mar de nubes y del Pico Teide, en la isla vecina de Tenerife, nos regalan los mejores atardeceres de Gran Canaria.
Ponemos rumbo a estos paisajes con el regusto de uno de los postres más especiales de Gran Canaria, el Bienmesabe: una pasta dulce de almendras de Tejeda o Valsequillo, de textura untuosa y muy agradable al paladar.
Ruta al Roque Nublo
A última hora de la tarde hacemos la pequeña ruta de 1,5 kilómetros que nos lleva al Roque Nublo, otro inmenso pitón volcánico que se levanta sobre un extenso zócalo plano. La formación es extraña, pero se entiende mejor al saber que nos encontramos en una de las aristas de la gran caldera de Tejeda. A causa de diversas erupción debió formarse un lago de lava que solidificó y sobre el surgieron «pequeños» conos en erupciones posteriores. La erosión se llevó el cono y dejo la chimenea basáltica que hoy es Roque Nublo. Un bloque de lava de 80 metros de alto que se alza como un monolito en el borde de esta caldera gigantesca.
El paisaje volcánico de las cumbres de Gran Canaria luce magnífico con el sol cada vez más bajo. La luz moldea y llena de color y matiz a las rocas. Las piedras y el paisaje adoptan formas extraordinarias, como el Roque de El Fraile, que dejamos a nuestra izquierda según ascendemos hacia la plataforma donde esta el Roque Nublo. Desde esa meseta plana donde se levantan, no parecen tan grandes, pero a medida que no acercamos crecen como gigantes. Llegando a sus pies, es el Roque Nublo el que más nos impresiona por su presencia imponente. A su lado, el Roque de La Rana, el hermano pequeño que acompaña al Nublo a su lado, es casi diminuto.
Tanto como las panorámicas desde el mirador del propio Roque Nublo: las Montañas Sagradas de Gran Canaria se perfilan en un atardecer que tiñe el cielo de amarillo, y entre la neblina podemos adivinar las localidades de Artenara y Acusa. Tras la emoción, reina el silencio. Mientras está a punto de terminar el día, contemplamos el Teide allá lejos, que parece que flota, en medio del célebre sólido mar de nubes que une ambas islas.
QUIQUE
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Me puedes dar más información referida a precios y los días que se realizan la actividad. Gracias.
El Giróscopo Viajero
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Hola Quique. Lo ideal es alquilar un coche y recorrer estos pueblos y visitar el Roque Nublo y el Pico de las Nieves. Para ello se necesitan al menos un par de días. Aunque también hay empresas de turismo activo que organizan excursiones. Puede contactar la Oficina de Turismo de Gran Canaria o las oficinas de turismo de Artenara y Tejeda. Un saludo.
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