Visitamos los pueblos de Castillo, Arnuero, Isla y Soano alrededor del Ecoparque de Trasmiera en Arnuero. Junto a Ajo, Bareyo, Güemes, Meruelo y Noja formaron la Junta de las Siete Villas, integrada en la Merindad de Trasmiera. Este distrito administrativo aparace ya documentado desde el siglo IX, y tuvo una vida extensa hasta 1834, dos años antes de la desamortización de Mendizabal y la reorganización administrativa de municipios.
En 1822 la Junta se dividió en cuatro, instituyéndose en los lugares que hoy componen Arnuero. Recuperar alianzas comerciales de tiempos pasados como la Junta de las Siete Villas en la Edad Media, sirve de ejemplo para recomponer un mosaico turístico y dinamizar poblaciones que si colaboran en la misma línea, son capaces de ofrecer una experiencia de actividades mucho más completa. Ese paraguas o vela hinchada por el viento de las sinergias conjuntas es sin duda más poderoso en el constante trabajo de generar ofertas turísticas de calidad.
¿Qué ver y hacer en en el Ecoparque de Trasmiera en Arnuero?
El Molino de Santa Olaja, la Casa de las Mareas, la ruta por los acantilados, las playas o el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel; son algunas propuestas que el ayuntamiento de Arnuero ha articulado con rutas de gran interés.
La recuperación de las marismas como espacio ecológico, pedagógico y natural es sin duda uno de los hitos en pos de la recuperación del valor patrimonial de uno de los hábitats tradicionalmente con peor prensa. En otros tiempos las marismas y humedales estancos eran vistos como núcleo de proliferación de paludismo, obviando aspectos vitales como la concentración de fauna y flora en estos ecosistemas. Tras años de abandono que pusieron el grave riesgo las marismas, usadas como vertedero, el proyecto de recuperación ha logrado dinamizar turisticamente el entorno.
A ello hay que añadir el acierto a la hora de ensalzar y recuperar tradiciones de cultivo que caracterizaban a la zona. El pimiento y los tomates de Isla, o las langostas y nécoras se han puesto de nuevo en relieve, cimentadas en eventos gastronómicos como la Feria del Pimiento de Isla.
La franja de costa que discurre entre las rías de Quejo y Castellano sirve de pretexto para recordar la belleza de los acantilados cantábricos. El olor a salitre nos acompaña al pasear por estas atalayas que alcazan los cincuenta metros, y que servían en su tiempo para avistar ballenas. Hoy podemos conocer las historias pasadas de la caza de cetáceos y al mismo tiempo capturar especies de aves con nuestras cámaras de fotos en el alto de Corporales.
Casco histórico de Isla
Un buen inicio de la ruta por Arnuero puede comenzar como en nuestro caso conociendo el casco histórico de Isla. Aquí encontramos integrados algunos de los edificios medievales más importantes, convergiendo el poder religioso de la iglesia de San Julián y Santa Basilisa, el civil y económico con la casa palacio de los Condes de Isla, y el político y militar con las Torres medievales del Cabrahigo y la Torre del Rebollar.
Al lado de la ostentosa iglesia de San Julián y Santa Basilisa, cuyos aires son propios de una pequeña catedral, encontramos el antiguo Hospital de Peregrinos, Oficina de Acogida e Información del Camino de Santiago.
Bellas casonas con huertas donde asoman productos de exquisito sabor, jalonan el itinerario urbano por el núcleo medieval de Isla. Casi sacada de contexto, y teletransportada de una librería del Barrio Gótico de Barcelona, El Almacén de los Libros Olvidados es desde hace tiempo un remanso de paz para los amantes de los libros.
Playas
Concurridas en verano y apacibles en invierno, las playas del litoral entre Isla y Ajo ofrecen espacios para el relax, el deporte, o el baño y el buceo. Podemos optar por la Playa el Sable, la Playa de La Arena, la Playa de los barcos, la Playa de Arnadal o la de la Ría de Quejo.
La Casa de las Mareas
La Casa de las Mareas de Soano es un Centro de recepción de visitantes a las marismas de Joyel. Sin duda una excelente puerta de entrada para hacernos cargo de la importancia de un hábitat de humedales recuperado tras décadas de agresivas acciones por parte del ser humano.
Abierto durante todo el año el edficio de la casa de las mareas se aloja en una antigua casona junto a las marismas. Las exposiciones fluyen como un caudal que permite interpretar la fauna y flora que es posible admirar. La vocación pedagógica tiene como punto de partida la necesidad de trasladar y adoptar la sostenibilidad como eje de nuestro día a día. Uno de los espacios más sorprendetes es la sala de cristal, cuyo suelo es un mirador del fondo de las marismas.
Observatorio del Arte
A los pies del Monte Cincho, arte y cultura se suceden en el Observatorio del Arte, con exposiciones que recuerdan la importante labor de los maestros canteros de la comarca, cuyo oficio dejo huellas arquitectónicas más allá de Cantabria, como las campanas de la catedral de Toledo, la de Santiago y la de Pamplona.
Molino de Santa Olaja
El gran desconomiento de los molinos de mareas de la comarca de Trasmiera es inmensamente proporcional a la importancia que tuvieron como centros productores de la harina de maíz, base de la dieta en la Edad Media y Moderna.
Hoy es posible visitar alguno de ellos, como el Molino de Santa Olaja. La restauración del edificio ha permitido volver a mover las ruedas de molino que antaño eran empujadas por la fuerza maremotriz de las mareas.
El Molino de marea Santa Olaja fue declaradado Bien de Interés Cultural en noviembre 2013. Construido en el siglo XIV, se mantuvo en activo hasta 1953. En 1695 Francisco del Pontón Setién y Francisco de la Cabada, vecinos de Galizano y Pontones respectivamente, procedieron a reconstruirlo para mejorar su eficiencia. Es único en Europa ya que poseía nueve ruedas de molino y sin duda se ha convertido en uno de los principales atractivos del Ecoparque de Trasmiera.
Olaja es una derivación por corrupción del nombre original «Santa Olaya», que a su vez proviene del santoral de Santa Eulalia, la cristiana martirizada por los romanos y patrona de Barcelona.
Se ha respetado la estructura primigenia, añadiendo una escenografía que permite reproducir la molienda de grano. Las grandes piedras circulares giraban gracias al agua de la presa emblasado con la pleamar, y que precipitado por las compuertas pone en funcionamiento el ingenio hidráulico. La proyección de un documental de la historia de los molinos de mareas permite a los visitantes contextualizar el edificio.
Caminar por el dique que conduce al molino y continuar por las pasarelas de las marismas mientras los pescadores disfrutan de la paz del lugar es inspirador para los que busquen una balsa de paz, historia y cultira.
Rutas
El ayuntamiento ha vertebrado una serie de interesantes rutas culturales que aunan naturaleza. Una de ellas parte del centro de Isla para sumergirse en campos, bosques y caminos donde conocer especies autóctonas como las encinas, o aprender sobre la introducción de otras como el eucalipto de Oceanía, introducido por Marcelino Sanz de Sautuola, descubridor científico de las Cuevas de Altamira.
Agradecimientos
Queremos felicitar al equipo que conforma el área turística del ayuntamiento de Arnuero. su vocación, esfuerzo y constancia han servido para hacernos agradable el paso y para recibir halagos de las personas que visitan la zona.
